Capitulo 9
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—¿Como esta?—preguntó Mikoto al ver salir a Tsunade de la habitación donde permanecía Izuna.
—Por ahora está inconsciente y es mejor que así permanezca para que el veneno no avance tan rápido—respondió frustrada por no poder ayudar mas al hermano menor de la mujer frente a ella.
—¿Y que hay del antídoto?—cuestionó llorando, al saber que su hermano estaba en verdadero peligro de muerte.
—Trataré de encontrarlo lo mas rápido posible... pero no garantizó que lo encontremos a tiempo, es por eso que le aplique unos sedantes, de ese modo no se alterará mucho por los dolores que esta por experimentar. Les sugiero que no lo dejen solo y traten de bajarle la temperatura a como de lugar—les aconsejo la rubia antes de partir para tratar de encontrar información acerca del veneno, mismo, que debilitaba lentamente al hermano menor del líder Uchiha.
[...]
Madara llegó corriendo al enterarse lo que había sucedido con su hermano. El líder estaba fuera de si y no podía pensar en otra cosa, mas que salvar la vida de Izuna al precio que fuera necesario.
—¿Porque no usan los mismo que usaron con Itachi?—le preguntó desesperado a Tsunade en el hospital de Konoha, a donde se dirigió después de saber que tal vez no encontrarían la cura.
—No es la misma situación... Itachi ingirió una muy pequeña dosis de veneno, en cambio Izuna, lo tiene dentro de los canales que conducen el chakra, no es fácil de tratar—respondió la rubia tratando de hacer entrar en razón al Uchiha mayor.
—¿Cuánto tiempo le queda?—indagó con el corazón adolorido.
—Lo máximo son cuatro días... lo siento mucho, pero fue lo único que pude hacer por ahora—espetó antes de ver como el lider Uchiha salió desolado y sin esperanzas de su oficina.
[...]
Hinata miraba como los miembros Uchihas iban y venían sin saber que mas hacer. Ella tenía la necesidad de verlo, comprobar que el estaba con vida, pero ¿con que derecho podía ella entrar? No era mas que una sirvienta, la cual no podría explicar su presencia dentro de la habitación de uno de los dueños del lugar donde es empleada. Sintiéndose inútil, se fue hacia la cocina para preparar té con dangos para todos, eso era lo único que podía hacer para mantenerse ocupada.
Estaba por terminar cuando recordó que dentro del clan Hyuga, se manejaban diferentes tipos de venenos, algunos de ellos eran letales y por esa razón, se les obligaba a descubrir el antídoto, de esa manera podían estar preparados en caso de envenenarse accidentalmente. El corazón le latía con mas fuerza, ahora más que nunca teína que ver el estado en el que estaba Izuna y quizás, podía buscar los ingredientes adecuados para la cura. El problema era que la única persona en quien podía confiar era Itachi y hasta ahora, no lo había mirado por ningún lado.
El aroma a dangos y también a pan recién horneado, comenzó a llenar cada rincón de la mansión Uchiha, haciendo que Obito se hiciera presente en la cocina. Se veía muy preocupado, pero el habré no disminuía según sus propias palabras.
Hinata lo miró y de inmediato se apresuró a servirle un vaso de té. La idea era que empezara a relajarse mientras se enfriaban los dangos.
—¿Como esta su tío Obito-san?—preguntó la Hyuga con cautela, tratando de no demostrar su gran preocupación por él.
—Por ahora está inconsciente, pero Tsunade nos dijo que no se puede quedar sólo debido a la fiebre y los fuertes dolores que le vendrán en las próximas horas—respondió desanimado.
—Trate de calmarse... él parece ser muy fuerte, lo mas seguro es que resista hasta que encuentren la cura—la joven trató de animarle con sus palabras, mientras le colocaba los roles de canela junto a los dangos. Obito se quedó en la mesa de la cocina para comer allí y en ese momento entró Sasuke con el semblante preocupado.
La Hyuga le sirvió el té y como Mikoto le había dicho los gustos de los Uchihas menor, no le ofreció pan dulce, en su lugar, le llevó un plato con sopa de tomate. Sasuke abrió mucho los ojos y sin decir nada, se dedicó a comer acompañando a Obito.
Hinata no habló nada mientras ellos comían y conversaban sobre lo que había sucedido. Obito aunque no lo decía abiertamente, se sentía culpable por no haber podido ayudarle a su tío. Kakashi le animó diciendo que nadie se hubiera esperado algo así, porque el raro contrincante lo atacó cuando todos habían bajado la guardia, en otras palabras, lo atacó a traicion como lo hacen los cobardes.
Ambos terminaron de comer y tanto Obito, como Hinata, se quedaron sin palabras al ver como Sasuke recogió los platos para llevarlos hasta el lavabo.
—Gracias Hyuga...—quiso decir mas, pero parecía haberse quedado sin palabras. La sopa le había parecido deliciosa y hubiera querido agradecer correctamente.
—Gracias Haru-chan, como siempre, tu comida fue deliciosa—recalcó Obito con una pequeña sonrisa. Hinata le hizo una reverencia y los dos salieron de la cocina en busca de noticias sobre la salud de Izuna.
...
Mikoto no dejaba de mojar los pedazos de tela tratando de bajar la temperatura corporal de su hermano. El cuerpo de Izuna temblaba descontrolado, como si convulsionara por momentos.
—No puedo soportar verlo así... no se que hacer—Madara caminaba de un lugar a otro mirando como su hermana atendía al menor sin haber ningún cambio para bien, sino todo lo contrario. El Uchiha menor había comenzado a gritar por los fuertes dolores que se presentaban en todo el cuerpo y la temperatura corporal no hacía mas que ir en aumento.
—Esta empeorando—afirmó Itachi, quien entró sin tocar la puerta. Mikoto comenzó a llorar sin poder hacer nada para aminorar los dolores del menor.
—Déjame ayudarte madre— Itachi tomó su lugar y le animó a salir de la habitación.
—¡Tío...! ¿Podrías llamar a Haru para que me ayude?—Madara asintió sin argumentar y salió en busca de la joven. Necesitaba salir por un momento, ya que no soportaba escuchar los jadeos llenos de dolor que venían de su hermano.
Itachi al escuchar al Kazekage decir que el veneno viajaba por el chakra, de inmediato pensó en la forma de mirar dentro de los canales y conocía bien a la persona que podía hacerlo.
...
La ojiperla se encontró la dama Uchiha, la fémina tenía el rostro bañado en lágrimas y sin pensarlo mucho, las dos se abrazaron. La joven trato de calmar a la mayor, ya que no dejaba de llorar por la situación.
—¿Como está él?—le preguntó tratando de distraerla.
—Esta muy mal, tiene muchos espasmos y se que sufre mucho dolor—la mujer continuo abrazando el delgado cuerpo de la joven y en ese momento bajo Madara buscándola.
—¡Hyuga! ¿Podrías ayudar a Itachi con mi hermano?—no fue una orden, sino una pregunta, la cual de inmediato hizo que Hinata se pusiera tensa por la grave condición de Izuna.
—Ire ahora mismo Uchiha-sama—se despidió de los hermanos y casi corrió hacia la habitación. Eso era lo que había querido hacer desde que lo trajeron y ahora tenía la oportunidad de estar con él. Entró después de tocar y de inmediato su corazón se estrujó al escuchar como Izuna se quejaba por el fuerte dolor.
—¡Uchiha-sama!—murmuró poniéndose la mano en boca y con las mejillas brillantes por las lágrimas. El perfecto rostro de Izuna se encontraba descompuesto, mostrando cuánto dolor estaba experimentando en ese momento.
—¡Hyuga..! Acérquese por favor—la llamo Itachi y ella corrió hasta donde le indicó—ayúdenme a sostenerlo, para que no se lastime—los dos sostuvieron los fornidos brazos del Uchiha inconsciente, sin embargo, él ejercía demasiada fuerza al sentir los espasmos que iban y venían.
—Debemos limpiar la herida—ella corrió hacia el baño donde sabía que estaba el botiquín de primeros auxilios, luego tomo los suministros médicos que dejó Tsunade y con los que se realizaría el cambio de vendajes.
Hinata jadeo al retirar las vendas manchadas de sangre y en ese momento, se llenó de valor para usar el Byakugan. Observó como el veneno se distribuía por todo el torrente sanguíneo y lo peor era que viajaba muy rápido por los canales de chakra.
—¡Itachi-san!—lo llamó buscando que se acercara a ella—Se cual es el veneno que tiene su tío—Itachi dejó dos clones sosteniendo a Izuna, para escuchar mejor todo lo que Hinata le diría—esté es uno de los compuestos mas letales que descubrieron dentro de mi clan. Los toxicológicos encargados documentaban todo en un diario, estoy segura que alguien se llevó esa información cuando ese hombre huyó del complejo—aseguró la morena pensando en que la persona responsable de atacar a los shinobis, era uno de los ninjas renegados, los cuales Danzo se había encargado de reclutar. Seguramente el tipo era experto en venenos y con el diario de los Hyugas, se había hecho aun mas letal.
—¿Esta segura?—cuestionó con esperanzas.
—Completamente segura... solo los Hyugas podíamos saber la cantidad exacta de compuestos que se debían utilizar usando el Byakugan—respondió aún preocupada.
—Malditos— murmuró el muchacho
Hinata terminó de limpiar la herida y continuó poniendo compresas para bajar la temperatura, no obstante, su rostro continuó bañando en lágrimas por escucharlo gritar.
—Itachi-san... yo se como hacer el antídoto, lo único que necesito son todos los componentes. ¿Usted podría dejarme ir en busca de todo? Le prometo que no pienso escapar—le preguntó casi rogándole.
—Lo siento mucho Hinata-san, pero no puedo dejarla salir sola, eso es muy peligroso, además esta ese hombre al acecho. Mejor dígame a mi todo lo que necesita y yo mismo se lo traeré—aseguró el joven tomándola de las manos en un intento de darle confianza y así logrará créele—Hablaré con mi tío para informarle que debo salir a buscar todo.
—Puede ser peligroso, algunas de las hierbas no se consiguen cerca de aquí, usted tendrá que viajar lejos y debe ser rápido, de lo contrario, él puede quedar con daños irreversibles—la ojiperla estaba desesperada.
—No se preocupé por mí, no me será difícil llegar con rapidez. Obito y mi tío pueden viajar por medio de portales—le aseguró abrazándola al verla tan conmovida. Él había podido percibir el vínculo que se formó entre ellos y sabía que la ojiperla realmente estaba preocupada por Izuna.
Madara entró en la habitación seguido por Sasuke y los dos fueron testigos del íntimo momento que Itachi compartía con la llorosa Hyuga. Sasuke se aclaró la garganta al ver que ellos ni siquiera los notaron.
Hinata de inmediato dio un salto hacia atrás, pero Itachi no la soltó, sino que se tomo el tiempo de murmúrale que todo se arreglaría, dándole unas palmadas en la espalda.
—¿Que pasa?—preguntó Sasuke molesto y sin saber exactamente porqué.
—Tío... tengo que hablar contigo ahora mismo ¡es urgente!—el líder Uchiha asintió, dando una mirada a la chica, que atendía a su hermano con compresas de agua fría.
—Ayúdala con él—le ordenó Madara a Sasuke y en ese instante, el chico puso los ojos en blanco por ser excluido de lo que su hermano tenía que decir.
...
—¿De que se trata Itachi?—cuestionó el mayor sabiendo que era algo serio.
—Tengo que salir a buscar lo necesario para el antídoto. Haru-san conoce el veneno y también sabe como contrarrestarlo—soltó el joven dejando a Madara sorprendiendo.
—¿Estás seguro? Es decir ¿confías en ella?— cuestionó con incredulidad y a la vez, con esperanzas.
—Completamente, no tengo ninguna duda de lo que Haru-san me dijo, por eso mismo quiero ser yo mismo quien busque lo que ella pedirá—aseguró Itachi.
—¿Y como es que conoce el veneno? Por lo que dijeron los testigos, los atacantes no tenían nada que ver con los Hyugas—inquirió desconfiado.
—Usando el Byakugan, pudo ver los canales de chakra encontrando el tipo de toxinas usadas y de esa misma manera pudo saber lo que necesita para la cura. Al parecer, alguien robó, o vendió los diarios con las fórmulas que los Hyugas usaban en la creación de esta clase de armas biológicas. De verdad tío... confía en mi y te daré las explicaciones a mi regreso—concluyó el sobrino.
Madara confiaba en el criterio de Itachi, más que en el de ningún otro miembro del clan. Entonces, si él aseguraba creer en la Hyuga era porque tenía razones, lo suficiente fuertes para hacerlo y ante la seguridad de su sobrino, él no podía argumentar absolutamente nada. Una luz de esperanza se apoderó de él, pensando que quizás la chica podía sanar a Izuna, al que ya no le quedaba mucho tiempo de vida según lo dicho por la misma Tsunade. Entonces ¿que tenía que perder dejándolo ir?
—Esta bien, dile a Obito que te acompañe y que dos guardias viajen con ustedes —ordeno el mayor ya seguro de la decisión. Itachi asintió y salió con la intención de arreglar sus pertenencias antes de pedirle a Hinata la lista de lo necesario.
...
La ojiperla continuaba con las compresas, pero estaba muy incómoda por la pesada mirada de Sasuke, quien no hacía más que seguir sus movimientos con desconfianza.
—¿Porque te abrazaba mi hermano?—preguntó, con exigencia.
Hinata no estaba segura que responder, se sentía muy nerviosa y no sabía si contarle acerca de la cura. Estaba por responder cuando Izuna comenzó a convulsionar de nuevo y Sasuke tuvo que correr a ayudarla, de lo contrario, su tío caería de la cama por los bruscos movimientos.
Con un ágil movimiento, Hinata se sentó en la cabecera de la cama y colocó la cabeza del adolorido Uchiha en sus piernas, de ese modo intentó calmarlo pasándole chakra relajador que destenzaba los músculos. Izuna comenzó a temblar menos, hasta que se quedó tranquilo de nuevo.
Sasuke no hizo mas que observar en silencio. Se preguntaba como es que ella tenía esa clase de conocimientos.
—¿Que le hiciste para calmarlo?—le preguntó mirando como el rostro de su tío estaba completamente calmó, como si de un niño dormido se tratara.
—Mi madre... ella siempre hacía eso con mi hermana y conmigo...—las lágrimas continuaron y el azabache se sintió incómodo, al saber la razón por la cual ella ya no continuó con las explicaciones. Seguramente su familia murió a manos de los Uchihas y por primera vez desde que la conoció, se sintió culpable por haberla tratado tan mal.
Era muy irónico saber que aún después de hacerle toda clase de humillaciones, culpándola de algo que hicieron los miembros de su clan y no directamente ella, les pagara ayudando a uno de los causantes de estar sola.
La ojiperla dejo de dar su chackra, en el momento en que Izuna se quedó tranquilo, ahora lo único que hacía era acariciar su cuero cabelludo. Sabía que el alivio era momentáneo y que entre mas tiempo pase sin la cura, la condición del Uchiha ira empeorando.
Sasuke se hizo a un lado, en el instante en que Madara y su madre entraron para ayudar a la chica. Ella escribió todo lo que Itachi debía conseguir y le deseo suerte a los dos Uchihas, quienes aseguraron estar de regreso al día siguiente.
[...]
—¿A que debo su visita Kazekage-san?—cuestionó Hashirama con curiosidad, por la repentina visita del pelirrojo.
—Ire directo al punto Hokage-sama... se trata de un asunto muy delicado y que requiere de toda la discreción posible—hablo Gaara con mas seriedad, que en otras ocasiones.
Hashirama asintió dándose a entender que podía continuar sin preocuparse—¿Supongo que ha escuchado noticias acerca del clan Hyuga?—preguntó el pelirrojo obteniendo una afirmación por parte del Hokage—Lo que le voy a confiar, debe quedar entre usted y yo...—Gaara suspiro antes de continuar—meses atrás, mis guardias encontraron a un joven mal herido después de pelear con un grupo de ninjas renegados, los cuales terminaron peor que el hombre al que trataron de asesinar por encargo. El chico no hubiera sobrevivido de no ser por la pronta atención médica que recibió en el hospital de Suna y que hasta hace dos semanas, lo mantuvo en soporte vital hasta que finalmente despertó—el Kazekage miraba las reacciones de Hashirama, quien seguía sin entender.
—¿A donde quiere llegar con esto?—cuestionó muriendo por saber todo.
—El muchacho se llama Neji... Neji Hyuga y lo que nos contó, es aún peor de lo que se ha estado hablando todos estos meses—espetó Gaara.
—¿Un Hyuga estuvo todo este tiempo bajo su cuidado?—preguntó el Hokage consternado—Con todo respeto Kazekage-san, usted no debió darle asilo a un asesino cómo ese y no hace falta repetirle lo que ese clan le hizo a los miembros del clan Uchiha— reprochó Hashirama algo irritado.
—Precisamente por lo que usted me contó y por las fechas en que sucedieron los asesinatos, fue que deje al Hyuga bajo nuestra protección.
—¿Que quiere decir?— preguntó de nuevo el castaño.
—Neji Hyuga fue llevado al hospital de Suna, varios días antes que sucedieran los asesinatos, en ese entonces, el joven Hyuga permaneció en coma y aun no sabíamos que se trataba de un miembro de ese clan...Mi punto Hokage-sama, es que él no pudo hacer nada de lo que los acusan y lo más relevante de todo, fue lo que el mismo Neji-san nos contó acerca del destino que sufrió el lider del clan, junto a su familia por culpa de un tipo llamado Danzo Shimura—reveló el pelirrojo.
—¿Danzo Shimura? ¿El amigo del líder Hyuga?—Hashirama no podía creer lo que estaba escuchando, Danzo era la persona de confianza que tenía el clan Hyuga, ellos siempre negociaron a través de ese hombre.
—Danzo persuadió a Hiashi Hyuga de viajar hasta el país del hierro, diciendo que si conseguía mas aliados, usted aceptaría el clan aquí en Konoha. El lider Hyuga creía ciegamente en el viejo y partió con casi toda su familia, acompañado de los hombres de Danzo, los cuales, tenían órdenes de darles muerte a todos, una vez se hallaran lejos —el castaño abrió mucho los ojos.
—No puede ser—murmuro el Senju atando cabos y recordando todas la visitas que Danzo hizo a la aldea.
—Y eso no es todo—añadió Gaara—el joven Hyuga encontró los cuerpos de algunos miembros Hyuga, entre ellos el de la matriarca, la esposa del líder Hyuga... pero no pudo encontrar el cuerpo del líder, ni tampoco el de la hija menor, ni dos de los protectores Hyugas. Neji-san cree que tal vez estén con vida en algún lugar—Gaara continuo relatando todo al Hokage.
El pelirrojo le aseguró que creía en todo lo que Neji le había confiado, basándose en las pruebas que no daban lugar a dudas, ya que el mismo chico había interrogado a uno de los asesinos, haciendo que confesara las órdenes que dio Danzo acerca de sembrar el pánico por todas las aldeas.
—El muchacho no sabe nada de lo que pasó a todos en el complejo Hyuga y yo no supe si era buena idea decirle, sobre todo acabando de despertar después de tanto tiempo inconsciente—en ese momento Hashirama se llevó la mano a la cabeza, pensando en lo que hicieron los Uchihas a los miembros que se quedaron dentro del complejo Hyuga.
Gaara le dijo que la mayor inquietud de Neji, era la hija mayor de Hiashi, la cual no viajó con la familia y que el chico pensaba podía estar en peligro debido a la forma retorcida en que Danzo la miraba.
—¿La hija mayor se quedó dentro del complejo?—cuestionó sabiendo la respuesta y queriendo haber escuchado mal.
—Así es y usted debe saber la suerte que debió correr a manos de los Uchihas—recalcó Gaara con pena.
Hashirama no pudo evitar sentirse engañado por Shimura, se culpó por haber creído en él sin sospechar nada y ahora todo un clan había sido masacrado sin ninguna forma de remediarlo.
—¿Que se supone que debemos hacer?—cuestionó el Hokage tratando de arreglar de alguna manera la vida, del hasta ahora último Hyuga.
—Para eso fue que vine hasta aquí... necesitamos limpiar el nombre de los Hyugas exponiendo al verdadero culpable, de otra manera, la vida de Neji-san corre peligro, ya que son muchos los que quieren venganza por lo que supuestamente hicieron—añadió el Kazekage.
—Cuente conmigo para atrapar a Shimura—ofreció el castaño.
Gaara le agradeció y entre los dos planearon los siguientes pasos que debían dar para proteger al joven Hyuga.
[...]
Los temblores y jadeos por parte de Izuna se escuchaban hasta afuera de su habitación. Había pasado casi un día desde que Itachi y Obito se habían marchado y aún no regresaban.
—¿Porque no se queda tranquilo?—Madara estaba muy desesperado, al ver la condición de su hermano.
—Debe estar empeorando —declaró Sasuke sosteniendo uno de los brazos de su tío.
—Yo no aguantó mas, mandaré traer a Tsunade—declaró Madara saliendo hasta el pasillo para dar la orden de traer a la médica.
—La Hyuga logró calmarlo dándole un poco de su chakra—añadió Sasuke, atrayendo la atención inmediata del líder Uchiha.
—¿Donde está ella?—cuestionó Madara.
—No lo se... me imagino que debe estar en su habitación—respondió el azabache, recordando las ojeras en el rostro de Haru.
Madara, salió sin decir nada más, dejando solo al sobrino, sin ninguna explicación.
...
Hinata se había duchado y se quedó dormida después de haber llorado prácticamente todo el día anterior y parte de la madrugada, la cual pasó cuidando de Izuna. No se movió hasta que llegó Mikoto y la mando a descansar.
Los fuertes golpes en su puerta la despertaron, poniéndole muy nerviosa. Se levantó apresuradamente pensando que Itachi ya debía de estar de regreso, pero quien tocaba, no era él sino Madara.
—¡Hyuga necesitó tu ayuda! Mi hermano está muy mal y ya no se que mas hacer—Madara no era una persona que acostumbraba pedir favores, más bien, siempre se dedicó a ordenar, pero tratándose de Izuna él haría cualquier cosa para garantizar su bienestar, Izuna y Shisui, eran su punto débil y así hubiera continuado de no haber perdido a Shisui.
Hinata hizo el esfuerzo para no llorar, pero, le fue imposible después de saber que él había empeorado.
—Sasuke me contó que lograste calmarlo cuando estuviste con él... ¿Podrías hacer lo mismo que hiciste ayer para que deje de sentir tanto dolor?—preguntó sabiendo que la chica no se negaría.
—C-claro que si Uchiha -sama, ahora mismo iré con él—Madara la siguió hasta la habitación donde Sasuke sudaba frío, mientras intentaba por todos los medios de sostener a Izuna.
Hinata hizo lo mismo que había estado haciendo y luego de unos minutos, Izuna se calmó de nuevo, quedando como si sólo durmiera. El lider Uchiha se quedó sin palabras mirando como la chiquilla pudo tranquilizar a su hermano, quien minutos atrás estaba descontrolado. Sasuke se encogió de hombros, sin decir nada al ver la incredulidad en el rostro de Madara.
Los tres giraron su mirada hacia la puerta por donde entró la médica con el maletín.
Saludo a los Uchihas y su mirada se dirigió hacia Hinata, quien permaneció en una posición tan intima con el Uchiha herido y lo mas raro, era que los dos presentes, parecían conformes y hasta deslumbrados con la visión de la chica frente a ellos.
Luego de saludar, la ojiperla se levantó cediendo el espacio y así, Sakura hiciera su trabajo. Al mismo tiempo aprovechó la situación, cambiando el color de las orbes antes que Haruno pudiera mirarla.
—Hmph...¿Como lo vez?—preguntó Sasuke sin haber esperado que fuera Sakura, quien viniera y no Tsunade.
—Me sorprende que este tan calmo y sin fiebre, Tsunade-sama me advirtió que su estado no era bueno—respondió revisando los signos vitales—¿Eres tu quien lo ha estado cuidando?—le preguntó a la Hyuga, quien ya estaba parada con las oscuras orbes, al igual que los Uchihas.
—Si... también Mikoto-san cuido de él—respondió avergonzada por el escrutinio de la médica.
—Pues, en ese caso, continúen con lo que están haciendo mientras Tsunade sigue investigando sobre la cura. Ella está haciendo algunas pruebas, esa es la razón por la que me mandó para suplirla—añadió mirando hacia donde se hallaba Sasuke.
—Gracias por venir, mi sobrino te acompañará hasta el hospital en agradecimiento—ordenó Madara, haciendo que Sasuke palideciera por semejante orden.
Los dos Uchihas y la médica salieron de la habitación, luego de dar un último vistazo al enfermo y dejando a la ojiperla a solas con él. Ella volvió a subir junto a él y de nuevo acuno su cabeza con cariño, tratando de que no se volviera alterar.
—¡Haru-chan! Estamos de regreso con todo lo que pediste—declaró un cansado pero sonriente Obito, el cual entró en la habitación sin ceremonias—Anda! Ve con Itachi mientras yo lo cuidó—Hinata no espero otra palabra, cuando ya estaba saliendo después de agradecer a Obito por regresar con el delicado pedido.
Continuara.
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