Capitulo 23
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
Sasuke regresó al hospital por pedido de Tsunade, para que lo revisaran. Estaba por entrar a dónde se hallaba la Yamanaka, cuando la divisó junto a Hinata. Ellas se dirigieron afuera, seguramente por la hora de comer. No quería que nadie mas lo revisara, así que opto por seguirlas, para ir con ellas.
Apenas salió, alcanzó a ver, que una joven se presentó frente a ellas. La chica se veía golpeada y con algo de sangre sobre la ropa.
—¡Sasuke!—escuchó que lo llamaban—espérame—Sakura le dio alcance, logrando que por un momento mirara hacia atrás, perdiendo de vista a las dos chicas, con la joven herida—Te toca revisión ¿a donde vas?—cuestiono la pelirosa.
—¿A donde se fueron?—corrió hacia el lugar dónde estaban las dos kunoichis, pero ya no había rastro de ellas.
—¿Quienes? ¿De quien hablas?—Sakura, veía en todas las direcciones, imitando al Uchiha.
—Ino y Hinata, las dos estaban aquí, cuando me llamaste—algo no estaba bien y podía sentirlo—Una niña herida estaba con ellas, pero nunca antes, la miré por aquí—Danzo atestaba al acecho y no podían bajar la guardia—Ayúdame a buscarlas—ambos buscaron por los alrededores y no obtuvieron resultados.
—Será mejor avisar a todos—sugirió la fémina y el azabache estuvo de acuerdo.
—Ve con el Hokage, yo continuaré por aire—antes que la chica pudiera decir algo, el Uchiha invocó un halcón y subió en él, para revisar desde arriba.
Salió de la aldea arriba del ave, cuando miro un grupo de Anbus con otras personas, entre ellas, la joven que apareció frente a sus amigas. En medio de todos estaban ellas y en cuestión de segundos ya eran sostenidas por un sujeto. Debía darse prisa antes que se las llevarán. Lanzó varios kunais desde lo alto, llamando la atención del grupo.
—Deténganse—les ordenó.
—Sigan... yo me haré cargo—les indicó Haku, al grupo de delincuentes.
—Ten cuidado Haku, solo entretenlo, no tienes que enfrentarlo—le sugirió Zabuza, antes de salir corriendo junto a los otros Anbus. No era buena idea enfrentar a un Uchiha, porque los podían poner, en horribles Genjutsus, logrando inclusive, hasta enloquecer a cualquiera que los mirara directamente a los ojos.
Sasuke se percató de lo que pensaban hacer y se apresuró a seguirlos, pero Haku lanzó unas agujas senbon en dirección al halcón, logrando golpear el ave. El azabache salió disparado sobre los árboles, dándoles el tiempo suficiente a los hombres de Danzo, para escapar de él. Aún mostraba algunos hematomas, producto de la batalla con Deidara y ya se tenía que enfrentar a otra batalla, con un sujeto de aspecto afeminado. El problema era, que si perdía el tiempo con él, perdería el rastro de sus compañeras, dejándolas en garras de ese mal nacido.
Se sacudió dispuesto a seguir a los captores, no tenía tiempo que perder.
—¿Me crees un contrincante inferior y por eso no quieres una batalla conmigo?—le pregunto Haku, colocándose frente a él.
—En cuanto rescate a mis amigas, con gusto te daré muerte, pero ahora no tengo tiempo para perderlo contigo—respondió con arrogancia.
—Lamentó decirte que debo truncar tus planes—Haku se dispuso a no dejarlo continuar y lo rodeó con su jutsu secreto, espejos demoniacos, hecho con cristal de hielo. No le iba fallar a Zabuza, por lo tanto, su pensamiento era uno solo... darle muerte al Uchiha, sin importarle morir en el intento.
—¡Que demonios!—Sasuke comenzó a impacientarse por la terquedad del chico. Rápidamente, tuvo que realizar el Jutsu de fuego, debido a las manchas agujas senbon de hielo que le lanzó Haku. Muy a su pesar, el Uchiha se dio cuenta, que subestimó a su oponente, ya que, a pesar del aspecto delicado, el chico resultó ser muy fuerte. Debía tener cuidado, con las agujas y debía encontrar la manera de salir de esa trampa.
Sin muchas opciones, se dispuso a terminar, lo mas rápido posible y preparó el chidori, para romper los espejos, sólo esperaba poder lograrlo rápido.
[...]
Mientras tanto Sakura corría lo mas rápido que sus piernas le permitieron, hasta que chocó con alguien, cayendo hacia atrás.
—¿Estas bien Sakura-chan?—Naruto fue quien chocó con ella y ahora le ayudaba a ponerse de pie.
—Ino y Hinata, desaparecieron... Sasuke-kun se fue a buscarlas y me pidió que les avisara a todos. De prisa Naruto, ellos pueden estar en peligro—los dos comenzaron a correr para dar aviso.
—Tu dirigente a la oficina del Hokage y yo iré en busca de Sasuke—sugirió Naruto y la chica asintió.
Sakura llegó corriendo y se encontró con Tobirama, Kakashi y Obito, antes de poder entrar a la torré.
—Necesitó dar aviso sobre la desaparición de Ino y Hinata-chan—los tres varones de inmediato se pusieron en alerta. La pelirosa, les contó lo sucedido y como Naruto, se fue en busca de Sasuke. En poco tiempo ya se les había dado aviso a la mayoría de los shinobis, pues los tres se dirigieron a distintos lugares y Sakura hizo lo mismo que ellos.
...
Izuna conversaba con Itachi, dentro de los cuarteles Anbu, cuando apareció Obito.
—Hay problemas—ambos lo miraron en espera de lo que diría—Hinata y su amiga la Yamanaka, están desaparecidas—el corazón de Izuna, latió irregularmente y el miedo lo invadió.
—¿Cuando sucedido?—pregunto preparándose para salir.
—Hace muy poco, de hecho, Sasuke fue tras ellas y es quien mandó avisar... El Hokage ya debe estar preparando los equipos de búsqueda y rescate.
—Pero Sasuke aun no está totalmente recuperado, debemos darnos prisa—añadió Itachi.
—Esto debe ser obra de ese mal nacido—Itachi e Izuna salieron de los cuarteles y Obito se dirigió en busca de Sai, para ponerlo al tanto de la situación.
[...]
Sasuke evaluaba las probabilidades con el sharingan. Debía encontrar el cristal más débil para dar el golpe y así poder romperlo, sin embargo, todos eran iguales. Quedándose sin alternativas, preparó el chidori para golpear cuando escuchó una voz muy familiar.
—Oye teme ¿estás adentro?—negando con la cabeza, puso los ojos en blanco por la pregunta.
—No dobe, estoy en las aguas termales—respondió con sarcasmo.
—RASENGAN—los espejos comenzaron a estrellarse y con ayuda del chidori, el azabache logró escapar de la mortal trampa—¿Estás bien?—cuestionó Naruto, ya en posición de ataque ante Haku.
—Estoy bien, pero lograron escapar, llevándose a la Hyuga y a Ino con ellos.
—La ayuda ya viene en camino, ve tras ellas, yo me encargaré de él—Sasuke agradeció y se marchó saltando por las mismas ramas, por donde se fueron los captores.
—¿Por donde se fueron?—el Uchiha menor, miró al lado izquierdo, donde se colocó Itachi, luego giró el rostro en dirección de quien formuló la pregunta y se encontró con Izuna. Le habían dado alcance antes que los equipos mandados por el Hokage, pues ni siquiera esperaron órdenes, simplemente se fueron en busca del azabache y de las dos chicas.
—Derribaron mi halcón y los perdí de vista, ahora me guío con las ramas y hojas quebradas... Era un grupo grande, así que dejaron rastro por donde pasaron—aclaró el joven.
—¿Miraste a los captores?—preguntó Itachi. Él solo una vez miró a Danzo, pero con esa única vez le fue suficiente, porque gracias a lo sucedido, como a los recuerdos de Hinata, nunca lograría olvidarlo.
—Desde el aire, no logre apreciar los rostros, pero estoy seguro que se trataba de Danzo, por la descripción física que tenemos de él—Izuna apretó los puños y se esforzó más en su modo sensorial, logrando captar algunos chakras adelante de ellos, lo que indicaba, que iban en dirección correcta.
[...]
Las manos del líder Uchiha hormigueaban mientras escuchaba, la información que les daba Hashirama, sobre la posible participación de Danzo, en la desaparición de las kunoichis. Estaba relativamente cerca de vengar la muerte de Shisui y ese pensamiento lo ponía eufórico. Ese era el momento que tanto había estado esperando y añoraba con todo su ser, tener la oportunidad de terminar con sus propias manos la vida de ese maldito.
El líder Hyuga, estaba igual, o más ansioso que el Uchiha. Por un lado, el temor de saber a Hinata, en las garras de ese bastardo y al mismo tiempo, pensar en las diferentes formas de darle muerte, de la manera más lenta y dolorosa posible. Por culpa de ese hombre, perdieron todo, como el clan, el complejo Hyuga, la libertad de mostrase libremente frente a todos y todo eso no era nada, comparado con la pérdida de su esposa, la madre de sus hijas, unido a la incertidumbre de no saber, que le había pasado a su primogénita, peor aún, creyéndola en su poder siendo torturada... Danzo Shimura, merecía todo lo malo que imaginaba en su mente y estaba seguro que ni con todo eso, pagaría el daño que le causó a tantas personas, por su desmedida sed de poder.
Ahora sólo podía confiar en el apoyo de todos para llegar a tiempo, antes, que lograra desquiciar el cerebro de Hinata, para conseguir su cometido y la dañara más, de lo que ya lo había hecho en el pasado.
...
Muy pocas personas, habían apreciado el rostro de Sai, como lo hacia Neji en ese momento. El joven Anbu, el cuál sin importar las circunstancias, siempre lucía sereno, ahora estaba totalmente descompuesto. La preocupación en su rostro era muy visible y no era para menos. Si alguien conocía la maldad de Danzo, ese era él y saber a Ino en sus manos, le indicaba que lo quería a él, para vengarse por no continuar siéndole fiel.
Si a su musa, le sucedía algo, todo iba ser por su culpa, ella no tenía porque pagar por sus acciones cometidas en el pasado.
—Las rescataremos, tenlo por seguro—le aseguro Neji, para regresarlo a la realidad, dado que se había perdido en los recuerdos del pasado.
—Todo es culpa mía, se la llevó a ella para atraerme hacia él y así conseguir vengarse por no continuar bajo su dominio—Sai estaba muy frustrado, conocía los métodos utilizados por Danzo y eso le causaba mucho temor por el bienestar de su novia. No atentaría contra la vida de Hinata, porque la necesitaba, pero no podía decir lo mismo de Ino.
—Tu lo conoces, sabes como piensa, usa eso a tu favor—sugirió Neji igual de preocupado por Hinata. Pensarla en manos de Danzo, le enfermaba.
Sai dibujó unas aves y ambos montaron en ellas, para salir mas rápido en la dirección a donde se las habían llevado y a donde se movilizaron los equipos de rescate, donde seguramente están los líderes Hyuga y Uchiha.
[...]
—Es por aquí Danzo-sama—Danzo y sus hombres entraron, en lo que parecía ser un túnel subterráneo, situado tras un árbol de tronco muy grueso, pasando desapercibido para cualquiera que no conociera el escondite.
Zabuza, bajo las escaleras siguiendo a Danzo, hasta que llegaron abajo, donde se hallaban diferentes pasillos. Todos alumbrados con muy poca luz.
Orochimaru abrió una de las muchas puertas y dejó pasar a Zabuza con las dos rehenes. Colocaron a cada una en una silla y las sujetaron con cadenas que extraían el chakra. Ambas jóvenes permanecían inconscientes y poco a poco, comenzaron abrir los ojos.
—¿Donde estamos?—Ino fue la primera en exigir respuestas, ya que ella se recuperó mas rápido aunque con las cadenas extrayendo su energía, no le era sencillo mantenerse alerta—¡Hinata!—llamo a su compañera para asegurarse que estaba bien.
La ojiperla abrió los ojos y escuchó la voz de Ino, fue entonces, que recordó quien las había capturado—Ino... ¿estas bien?—trataba de moverse pero le era imposible.
—Si, pero no me puedo mover y no logró mantener mi chakra, con estas cadenas—los recuerdos de la ojiperla, viajaron a los días en que Danzo, la mandó encadenar. Fue el tiempo en que asesinó a Shisui. Temía que la historia volviera a repetirse y terminara perdiendo a mas seres queridos.
—Me alegro que ya estés despierta, porque tengo muchos planes para ti princesa—la persona que había permanecido en el lado oscuro de la habitación, se acercó mostrando su rostro.
—No, no se acerque—Ino se preocupó mucho, al percibir el terror en la voz de Hinata, era claro que le tenia mucho miedo a ese anciano.
—¿Que no me acerque...? No me pidas algo que no pueda cumplirte y mucho menos ahora que estamos a horas de ser marido y mujer—el anciano hizo una seña a dos Anbu y los jóvenes se colocaron a cada lado de la ojiperla.
—¿Que le pasa? Viejo rabo verde... ¿Como puede pensar en casarse con Hinata? Ella podría ser su nieta—le grito Ino, llena de impotencia y de asco por las pretensiones del tipo. Dudaba mucho que ese viejo aún pudiera funcionar.
—¡Deténgase!—pidió la Hyuga, cuando Shimura abofeteó a Ino—Déjela, ella no debería estar aquí—el labio de su amiga sangraba debido al golpe.
—Te equívocas, ella si debe estar aquí y créeme hare que el traidor ingrato de Sai, se arrepienta de haberme traicionado—los dos Anbu, levantaron a Hinata y se la llevaron a otra habitación, dejando a la rubia al cuidado de Zabuza—No dudes en disciplinarla, si continúa gritando—sin decir más, el anciano salió en dirección a donde llevaron a la ojiperla.
Colocaron a Hinata de pie sujetada por cadenas para que no se soltara. Era casi el mismo entorno, en el que permaneció en complejo Hyuga, cuando murió Shisui. Ella fue consiente de las intenciones de Danzo, pero no se lo haría fácil.
—Tengo los sellos para controlarla, apenas de las primeras señales, de activar el Tenseigan... Usted debe conseguir que lo active y yo haré el resto—aseguró Orochimaru, mientras veía detenidamente a la joven. La ojiperla, no sabía quien de los dos hombres era más aterrador, si Danzo, o el tipo de rostro pálido y cabello liso.
—Ya oíste princesa, debes cooperar conmigo y quizás nadie muera—le advirtió Shimura, en el mismo momento en que se quitaba las bandas que cubrían uno de sus ojos, mostrando el Sharingan, de Shisui.
—Será mejor que me asesinen de una vez, porque no haré lo que quieren, prefiero morir, antes que dejarme controlar—las lágrimas manchaban el rostro de la ojiperla, pero en todo momento, evitó mirar el Sharingan. La falta de chakra, le hacía imposible resistirse a caer en el Genjutsu de los Uchihas y debía evitarlo a cualquier costo.
—Vaya que es terca—Orochimaru sonrió y de la mesa donde tenían listos todos los sellos, tomó un estuche de madera y sacó una jeringa con un líquido verdoso—Es una lastima, que no le sirva de nada, ya que, con esto, su cuerpo y cerebro quedarán relajados... aunque debo disculparme por el dolor que experimentará—se acercó y ayudado por uno de los Anbu retuvo el tembloroso brazo de la joven para suministrar el contenido de la jeringa. La potente droga, se encargaría de quebrantar la voluntad de la chica, primero por medio de dolor, luego por alucinaciones, dejándola en un estado vulnerable para creer cualquier cosa que Danzo quisiera hacerle creer.
—No me toque—los gritos de Hinata, no tardaron en escucharse.
—Yo nunca te mataría, debes entender que te quiero para mi esposa y como tal, te mantendré siempre a mi lado—el anciano le limpió las lágrimas y le beso los labios. Hinata quería vomitar del asco, pero los dolores comenzaron a invadir sus articulaciones, para continuar con el pecho y la cabeza. Los gritos se hicieron mas y mas fuertes, siendo escuchados por la rubia.
...
—¡Hinata!—la llamó Ino, tratando sin éxito de liberarse, pues los gritos de su amiga le erizaban la piel—Haga algo por favor ¿Como puede permanecer indiferente?—se dirigió a Zabuza, quien no había dejado de verla.
—Aunque quisiera, no puedo intervenir—el ninja acarició la mejilla de la rubia sintiendo la delicada piel—Y lo que estamos escuchando, no es nada, para lo que estoy acostumbrado... Son gajes del oficio, luego de realizar trabajos para Orochimaru—repuso sin inmutarse.
[...]
—Hasta aquí llega el rastro—declaró Sasuke deteniéndose dónde terminaba el rastro.
—No pueden haber desaparecido, debe haber algo por aquí—añadió Itachi buscando en los alrededores sin obtener éxito.
—Maldito bastardo—Izuna estaba desesperado por la situación en la que se encontraba su ojiperla. Tenía la mente invadida de horribles cosas que le podían estar pasando, mientras él, no había podido protegerla. Sin embargo, podía sentir chakras, pero no podía precisar de dónde venían, era como si algo interfiriera con el modo sensorial—Puedo sentir diferentes chakras, pero no se de donde provienen—dejó claro para que no desistieran, aunque, por mas que buscaban no podían dar con nada. El lugar era un terreno plano, con apenas unos árboles, ni siquiera se veían rocas grandes, como en el escondite donde permanecieron antes.
—Alguien se acerca—informó Itachi y segundos después, aparecieron las aves donde viajaban Sai y Neji. Los recién llegados, corrieron hacia ellos, luego de desaparecer las aves.
No tuvieron tiempo de preguntar nada, debido a la llegada de Madara, Hiashi, Shino, Kiba y Akamaru. Tras ellos también venían Sakura, Obito, Kakashi y Naruto, este último había tardado un poco en derrotar a Haku, pero lo logró con éxito. Todos se habían ofreciendo voluntariamente a ir en busca de las jóvenes y quienes no se unieron, se quedaron a garantizar la seguridad de la aldea.
—¿Algún rastro de ellas?—preguntó Hiashi visiblemente preocupado por lo que pudiera lograr Danzo, con los recuerdos de Hinata. Hashirama le proporcionó unos pergaminos para usarlos en su hija, en caso de no poder contener el Tenseigan. No estaban seguros que funcionarían debido a la poca información, acerca de ese Kekkei Genkai. Solo esperaba, no tener que utilizar nada para contenerla, de lo contrario podría dañarla sin proponérselo.
—Puedo sentir algo, pero no logró saber de dónde proviene—les aclaro Izuna.
—Byakugan—escucharon a los dos Hyuga activar sus ojos, para comenzar a escanear el lugar. Kiba y Akamaru, también revisaron todo el entorno, al igual que Shino con sus insectos y al igual que los primeros en llegar, no lograban encontrar nada.
—No están arriba, estoy seguro que están bajo tierra—sugirió Sai, completamente seguro de lo dicho. No en vano, estuvo años bajo el mandato de Shimura.
Todos quisieron golpearse, por no haberlo pensado antes, especialmente los Hyuga.
—Hay algo tras ese árbol—Neji logro encontrar algo irregular en las raíces de un gran árbol.
—Vamos Akamaru—el perro comenzó a cavar y pronto encontraron lo que buscaban. La entrada estaba protegida con un jutsu, para evitar que lo notaran, debido a eso, se debía que Izuna no pudiera encontrar el lugar exacto, de donde provenía el chakra.
Madara logró destruir todo lo que obstruía la entrada, dejando el pasadizo a la vista de todos. Sai, fue el primero en entrar seguido por Izuna y Hiashi. Neji escaneó el sitio, pero no logró terminar debido a la llegada de los guardias.
—¡Traidor!—así fue como un grupo de Anbus llamó a Sai, no obstante, el joven no estaba de ánimo para perder el tiempo con ellos mientras su amada estaba en grave peligro.
El sitio era una trampa de laberintos, los cuales parecían conducir al mismo lugar y entre los poderosos ninjas renegados, los Anbu y las diferentes especies de serpientes, entre otras cosas, todo se complicaba. Debían tener cuidado a cada paso, ya que de pronto se disparaban agujas senbon, impregnadas con mortal veneno.
—¡HINATA!—gritó Izuna cuando la escuchó gritando. Segundos después, escucharon los llamados de Ino, hacia ella, lo que indicaba que no estaban juntas—Son ellas, puedo sentirlas—les dijo a todos.
Sai les dio muerte a los dos ex compañeros, sin mostrar remordimiento, apenas escuchó la voz de Ino. Dibujo unos leones para que lo ayudaran abriendo las puertas, donde creía que estaba la rubia, pero de nuevo volvía a no encontrar nada, mas que nuevas puertas.
Madara se encontraba dándole batalla a un poderoso ninja, que lo sobrepasaba en estatura, no es que no pudiera manejarlo, pero le estaba dando problemas. Obito Kakashi Naruto y Sasuke se enfrentaron con los múltiples Anbus, los cuales no parecían terminarse.
Sakura se encargaba de mantener a raya las serpientes venenosas y se preparó para sanar a cualquiera de sus compañeros que saliera lastimado.
Hiashi y Neji evaluaron una vez mas con el Byakugan y fue entonces que el líder Hyuga dio un paso atrás con lo que pudo vislumbrar. Neji quien también observó, no reaccionó de la misma manera y fue entonces que Itachi supuso lo que estaba por suceder.
—¿Que esta pasando Hiashi-sama?—cuestiono Neji, frustrado por escuchar los gritos de su prima, entre el ruido de las batallas.
—Debemos detener a Danzo ahora mismo, de lo contrario nadie podrá hacerlo—la afirmación llamo la atención de Izuna y de Itachi, quienes no dudaron en acercarse a él—La está obligando a regresar al pasado, estoy seguro—aunque Izuna, no sabía a que se refería, le bastó con escucharla gritar para saber que no podía permitir que continuaran dañándola.
—Guíeme al punto exacto donde se encuentra Hinata y juntos lograremos burlar el laberinto—el Uchiha poseía la técnica de Shisui y podía relampaguear apareciendo con la velocidad de la luz en diferentes lugares. Hiashi, no cuestionó nada y le indicó con el dedo. En segundos ambos desaparecieron, ante la mirada atónita de los otros.
—Debemos encontrarlos, hay más guardias y ahora, percibo el lugar exacto a donde se fueron, sólo tenemos que atravesar las paredes... No usen las puertas, son una trampa están rodeadas por un jutsu de confusion, fue por ese motivo, que terminamos donde mismo—les advirtió Neji.
—Guíame hasta Ino, debo impedir que Danzo la dañe—le pidió Sai a Neji. El castaño derribó la primer pared, pero no pudo continuar con la siguiente porque recibió un golpe de un guardia.
—Tres paredes más—le gritó Neji para que continuara, mientras él, se encargaba del guardia.
—Espera Sai... yo iré contigo—Sakura dejó a Kiba, Shino y Akamaru, conteniendo las serpientes. La pelirroja, no dudó y de un puñetazo destrozó la pared siguiente.
...
Zabuza permaneció frente a Ino, sin dejar de verla. La rubia optó por cerrar los ojos, puesto que la forma en que ese hombre la veía, le erizaba la piel. Había lujuria en sus ojos y temió lo que pudiera hacerle.
—Tus labios son tan tentadores, me atraen mucho y quiero probarlos, antes de probarte de otros lugares que también son tentadores—la joven se horrorizó al verlo acercarse a ella.
—Detangase... no se atreva a tocarme—el ninja hizo caso omiso a la orden de Ino, sin embargo, el ruido de paredes colapsando, logró detenerlo.
—En seguida regreso, para continuar con lo que dejamos comenzado muñeca—Zabuza salió de la habitación dejando a la pobre chica, con miedo a lo que haría cuando regresará.
—¿Que fue eso?—preguntó el ninja de la espada, a uno de los guardias.
—Son intrusos, lograron entrar—Izuna y Hiashi aparecieron frente a ellos.
—¿Donde las tienen?—preguntó Izuna.
—Están separadas—Hiashi miro con el Byakugan a las dos chicas en diferentes cuartos.
—SHISUI—todos dirigieron sus orbes a dónde provino el grito. Izuna se llenó de ira, con solo imaginar lo que le estaban haciendo a Hinata para que llamara al muchacho y Hiashi comprobó lo que ya había previsto. Ese desquiciado la estaba torturando, a través de los dolorosos recuerdos, con el fin de conseguir el destructivo poder.
—Ire por mi hija—Hiashi se disponía avanzar, pero la espada de Zabuza le impidió el paso.
—Nadie pasará mientras yo esté aquí—aseguró el ninja y en ese momento, llegaron Sai, Neji e Itachi.
—¡Ino!—la llamó Sai y en segundos la escuchó responder. Itachi se encargo de poner en su Genjutsu a la mayor parte de los guardias, quedando sólo Zabuza y otro ninja de cabello blanco, llamado Kimimaro, el cuál poseía un chakra muy poderoso.
—Hiashi-sama... continué, yo los entretendré —le sugirió Neji, pero Zabuza, no estaba dispuesto a dejarlo avanzar. Izuna, no esperó y en un nuevo relampagueo apareció en el lugar donde Danzo tenía a Hinata.
—Pelea conmigo—Itachi se colocó junto a Neji, para enfrentarse a los dos ninjas renegados, dejando que Hiashi y Sai, pudieran irse.
Aprovechando la confusión, Sai se fue en busca de su novia y se sintió agradecido de poder encontrarla. Estaba atada, débil, pero a salvo.
—Sai... viniste por mí—la Yamanaka se conmovió tanto al verlo, que no pudo evitar soltar el llanto—Viniste por mi—el joven logró liberarla y se sintió furioso al verle el labio partido e hinchado.
—Nunca dudes, que iría por ti, al mismísimo infierno—la tomó en brazos y se dieron un beso—Te sacare de aquí—le aseguro, pero la chica de inmediato protestó.
—No podemos dejar a Hina, ese viejo enfermo, quiere hacerle daño y se quiere casar con ella.
—Descuida, también a ella la sacaremos, ahora descansa—Sakura corrió hacia ellos para ayudar a su amiga—Sácala de aquí, yo debo asegurar que Danzo, no vuelva a ser una amenaza para nadie—Ino se resistió a dejarlo, pero un humo negro comenzó a filtrarse por todo el laberinto de túneles, haciéndoles difícil respirar.
—Nos haremos cargo, no te preocupes—Shino, les salió al encuentro y sin decir más, cargo con la chica, para llevarla al hospital. Sai asintió agradecido y se fue en busca de su objetivo.
...
Hinata sentia que la cabeza le estallaría en cualquier momento, todo su cuerpo estaba en un dolor agudo, que no la dejaba razonar.
—Shisui ¿que esta pasando?—lo veía herido, mientras dos Hyuga lo sostenían frente a ella.
—Vine a pedir tu man...—el joven no lograba hablar con claridad, puesto que ya le sangraba la boca—Te amo princesa, nunca lo olvides.
—SHISUI, SHISUI—lo llamaba una y otra vez, cuando Danzo le retiraba el ojo. Las imágenes en su cerebro eran tan reales y pensaba que en verdad, estaba sucediendo.
Los ruidos de la batalla, comenzaron a escucharse y Shimura dirigió su mirada hacia Orochimaru, quien se limitó a sonreír.
—Continúe así, incluso inyecte otra dosis... los niveles de chakra, están aumentando a gran escala, es increíbles. Sin embargo, todavía nos falta para llegar al punto máximo, donde nos permita controlarla—repuso Orochimaru, fascinado por el devastador poder que lograba percibir y el cuál, ayudaría personalmente a controlar, no obstante, los intrusos podían dañar todo, así que se dispuso a salir, para encargarse del problema personalmente.
—Que nadie atraviese esa puerta—ordenó Danzo, cuando el científico salía.
—Cuente con eso—respondió y con el sigilo de una de sus serpientes, se deslizó por el lugar para neutralizar al enemigo. Lo que no logro predecir, fue quedar frente a frente con Sasuke, quien ya se había unido a quienes llegaron, a donde se hallaban las chicas.
...
Izana veía con dolor, la condición de su amada. Nunca antes se sintió tan impotente, como se sintió en ese momento. Quería poder evitarle el dolor físico y mental, que experimentaba. Estaba tan concentrado en ella, que ni siquiera prestó atención a Shimura, hasta que le impidió acercarse a su mujer.
El azabache tembló de rabia al ver el anciano mostrando el ojo, que robó de su sobrino—Maldito asesinó—soltó desenvainando la espada. Finalmente podía conocer a ese hombre.
—No te acerques Uchiha—Shimura clavó otra jeringa en el brazo de Hinata y en segundos, la chica comenzó a convulsionar, sin dejar de llamar a Shisui—si la liberas, no durará ni dos minutos con vida... solo yo puedo liberarla y si muero, me la llevo conmigo.
—Hinata...¿que le ha hecho?—la valentía y adrenalina que mostró Izuna, se convirtió en dolor y preocupación, por el sufrimiento de la mujer que amaba. No soporto verla en esa forma y estaba dispuesto a morir, si con su muerte conseguía sacarla del sufrimiento en el que estaba ella—¡Libérela!—pidió casi en forma de ruego.
—¿Liberarla? ¿Después de lo mucho que he esperando este día? No lo creó Uchiha—Danzo enfureció, cuando noto como el Uchiha veía a Hinata—Hace tiempo atrás, la perdí gracias a ustedes y logré escapar con un solo ojo de tu sobrino—se burló mientras lo decía—Ahora será diferente y todos se arrodillarán ante mí, incluso el Hokage y todos tus familiares—Izuna no tenía idea lo que el anciano pretendía, ya que sólo Itachi conocía el secreto de la Hyuga. Él se imaginó, que quería otro ojo, así que sin pensarlo se dispuso a negociar.
—Déjela a ella, fuera de esto y déjeme en su lugar, tome mis ojos, pero déjela ir—Hiashi y Sai, escucharon todo. El líder Hyuga estaba totalmente sorprendido, del ofrecimiento que hizo el Uchiha. Estaba dispuesto a perder sus ojos, por salvar a Hinata, pero ¿porque? ¿Que había entre ellos que él no sabía?
—¿Estas dispuesto a morir por ella? ¿Estás dispuesto a dejarla con vida, para perder la tuya?—cuestionó Shimura, comprobando que ese infeliz amaba a su futura esposa.
—Si—respondió Izuna sin pensarlo—Sin ella, mi vida ya no tendrá ningún sentido y haré lo que me pida, si con eso logro que deje de sufrir... por favor detenga lo que le esta haciendo—el azabache escuchó innumerables veces a los mayores, hablando de como los hombres de su clan, aman de una manera tan intensa, que incluso se puede llegar a dar sus propias vidas, con el único fin, de mantener a salvo a la persona amada. Siempre pensó, que eso no era mas que un simple cuento, muy carente de credibilidad, sin embargo, al ver el estado en el que esta Hinata, no puede pensar en nada, que no sea alejarla del sufrimiento y el dolor, así tenga que dar su propia vida para lograrlo.
—Esta bien... acepto tu ofrecimiento—Danzo, se burló internamente de lo idiota que el amor vuelve a un hombre. Era evidente que no pensaba detenerse, en la tortura mental que tenía sobre la ojiperla y ahora también obtendría el sharingan.
—Sólo, le pido que no lo haga frente a ella, no quiero que recuerde esto—el anciano asintió y junto al Uchiha, le dieron la espalda a Hinata y también a la puerta, donde ya entraban en silencio Hiashi y Sai.
Sai se apresuró a distraer a Danzo, pues percibió, lo que el líder Hyuga pensaba hacer, sin embargo, el anciano, no había llegado hasta donde estaba, por ser débil y descuidado.
Hiashi también conocía a Danzo y sabía que no lograría matarlo, pero su intención era salvar la vida del joven Uchiha. Ese muchacho amaba a su hija y después de escucharlo dispuesto a morir por ella, no tenía nada que pensar. Él ya había perdido a su compañera de vida, en cambio su hija, no merecía perder a otro buen hombre. Con la rapidez de su ancestral clan, levantó la espada que Izuna dejó caer y se fue contra el anciano, quien de inmediato se giró y detuvo el golpe, sin embargo, Sai, le lanzó unas aves de tinta que lo distrajeron el tiempo suficiente, para que Hiashi, le cerrara los puntos de chakra, incluyendo el que llega al corazón. Ese último, de no ser destapado, causara la muerte del individuo en menos de dos horas.
Danzo cayo contra la pared sin poder moverse—Me engañaron... Tu me traicionaste, cuando yo te trate como a un hijo—reprochó mirando a Sai.
—Nunca me quiso, ni a mí, ni a mis compañeros... usted solo nos uso a su conveniencia y cuando pensábamos, nos convertíamos en estorbos, que debían ser eliminados—el joven lo veía con despreció y mas aún, cuando recordó el labio de su musa—Usted solo se quiere a si mismo—el joven se alejó, sabiendo que más personas se acercaban.
Izuna quedó sorprendido. Tan desesperado lo tenia el estado de Hinata, que ni siquiera percibió la presencia de ellos. A toda prisa, se fue hacia la ojiperla y se detuvo, cuando observó a Hiashi envolviéndola con un gran rollo en forma de pergamino gigante. Los ojos antes color luna, habían cambiado y ahora brillaban.
—¡Hinata Hinata! Escúchame, soy yo, regresa—la ojiperla no reaccionaba. El padre logró contener el poder, pero ella continuaba atrapada en los recuerdos. Activó el Byakugan y se dio cuenta del problema.
—¿Que esta pasando? ¿Porque no deja de sentir dolor?—Izuna ya no soportaba vela así.
—La derogaron, con potentes alucinógenos, ahora atraviesa mucho dolor físico y mental... debe atenderla un médico lo antes posible, o puede ser tarde—aclaró Hiashi.
—Yo la llevaré—Hiashi le pidió que no le retiraran el pergamino, hasta que lograran estabilizarla—Tranquila mi amor, yo cuidaré de ti—le aseguro casi entre lágrimas por verla tan dañada.
—¿Donde esta mi hermano?—Madara entró con el rostro lleno de preocupación, por la suerte de Izuna. Estaba muy asustado. Pensó que Shimura lo asesinaría al igual, que lo hizo con Shisui y no se equivocaba al creerlo—¿Estás bien?—suspiro cuando lo miro a salvo.
—Estoy bien, pero debo irme ya—Madara miro a la Hyuga en brazos de su hermano. Su condición no era buena, luego enfocó a Hiashi, a Sai y finalmente, sus orbes brillaron, enfocando a Danzo tendido en el suelo. Sonriendo con malicia se acercó a él.
—Deben salir todos, de lo contrario se ahogarán—les advirtió a todos, pues al notar la ausencia de su hermano, se frustró y prendió los cuerpos de los enemigos en llamas negras. El problema, era que estando bajo tierra, la ventilación era nula y los túneles se llenaban de humo negro.
Izuna se desapareció con Hinata, lo siguieron, Hiashi y Sai. Los que se quedaron afuera, ya se habían marchado, luego que Neji comprobará, lo sucedido.
—Vaya, vaya... ¿A quien tenemos aquí?—Madara reía, de manera que daba miedo y fue peor, cuando miro el ojo de su sobrino—El traidor asesino Danzo Shimura—con un movimiento muy lento, el Uchiha retiró el Sharingan del anciano. Danzo, grito de dolor, al mismo tiempo, que la sangre de la cuenca vacía, salpico la armadura del azabache—Espere este momento durante mucho tiempo y aunque se, que Hiashi, ya se encargo de condenarte a muerte, no puedo resistir la tentación, de ayudarlo, a que sea mas rápido —tal como lo hizo con los guardias y ninjas, prendió el cuerpo de Shimura en llamas negras.
—Sabíamos que te encontrarías aquí—Itachi, entró, seguido por Obito y Sasuke. Los cuatro, permanecieron con el Sharingan, mientras escuchaban los gritos del viejo. Quizás, para otros, era un comportamiento, algo cruel y perturbado, pero ellos, eran Uchihas y obviamente, no veían nada raro ni malo en disfrutar de la venganza. Era una lástima, que Izuna, no estuviera presenté.
[...]
Con los mismos conocimientos de Hinata en el hospital, Sakura y Shizune, lograron desechar la droga, en poco tiempo. Apenas dejó de quejarse por el dolor, Tsunade le retiró el rollo. Aunque era algo raro, nadie preguntó nada sobre esos pergaminos.
Ino fue estabilizada y ese mismo día, se fue a la habitación de Hinata, para comprobar que no le mentían y que estaba bien. Sai se encargó de llevarla a su hogar y se quedó a dormir con ella, para garantizar su seguridad.
Debido al cansancio y el esfuerzo, tanto físico, como mental, Hinata se quedó dormida en la cama del hospital. Hiashi, Neji y Hanabi, se encontraban con ella, cuando tocaron la puerta. Neji abrió dejando entrar a Izuna, quien sabiendo que la familia de su mujer estaba con ella, se armó de valor para hablar con ellos.
—Aprovechando que están aquí, quiero solicitar su aprobación para casarme con su hija—miró directamente al líder Hyuga. Hanabi se sorprendió y Neji permaneció callado, pues ya se lo imaginaba.
—No encuentro a alguien más digno de ser el esposo de mi hija que usted—respondió Hiashi, sin dudarlo.
—Se lo agradezco infinitamente, pero antes que continúe pensando que soy un buen hombre, quiero confesar, lo que paso, cuando la conocí... Yo, no fui una buena persona con ella, le hice daño y también...—el azabache no termino, debido a la interrupción del castaño mayor.
—No soy tonto y se que mi hija, no la pasó bien, sin embargo, ella jamas diría nada, por no ocasionar conflictos—Izuna agacho la cabeza avergonzado y listo para lo que vendría—aún así, mi opinión hacia usted no cambia en nada... Lo escuché Uchiha-san, escuché lo que le dijo a Danzo—el moreno se sorprendió con la revelación—Solamente un hombre verdaderamente enamorado, es capaz de hacer, lo que usted estuvo dispuesto hacer. Así que, si Hinata esta de acuerdo, tiene usted mi entera aprobación—los tres Hyuga, se despidieron con respetuosas reverencias, dejando a la ojiperla en las mejores manos.
Izuna se sentó en una de las sillas y se acercó a la camilla para tomar la mano de su amada, aún incrédulo de lo que acababa de pasar con la familia Hyuga.
—Ya tengo la aprobación de mi suegro, ahora sólo me falta que tu me aceptes—tenía la cabeza recostada sobre la cama, mientras acariciaba su rostro con la mano femenina.
—¿Y cuando me lo pedirá?—el azabache se asustó y casi se cae de la silla, cuando la escuchó—¿Ya se arrepintió?—la chica se veía conmovida. Tenía los ojos hinchados por lo mucho que lloro y aún así, se veía hermosa, a los ojos del varón.
—¿Aseptas pasar el resto de tu vida unida a mi? ¿Te quieres casar conmigo?
[...]
La noticia de la muerte de Danzo y su organización, se extendió por todas las aldeas y un mes después, del incidente, los Hyugas de la rama secundaria, llegaron a Konoha. El líder los recibió con los brazos abiertos, tratándolos, como si fueran de la rama principal y asegurando que ya sólo habría una sola rama. Hinata, no estuvo mas que unos días con ellos, ya que Izuna quería casarse con ella, lo mas pronto posible y así lo hicieron. El matrimonio se llevó a cabo en el complejo Hyuga. No fue nada ostentoso, fue solo una pequeña celebración con los familiares y amigos, por petición de la novia.
El matrimonio, se instaló en la mansión de Izuna y Madara, no obstante, este último, tomó todas las precauciones y mandó que las habitaciones, contaran con protección contra el ruido y también contra el Byakugan. Según el líder Uchiha, era mejor prevenir que no poder dormir.
El Hokage logró averiguar, quienes eran los sujetos que se hacían pasar por aldeanos comunes, cuando en realidad eran espías de Shimura y pronto fueron encarcelados.
Con los días, Neji, se acercó mucho a Tenten y comenzaron una relación, pero los que más sorprendieron a todos, fueron Sakura y Naruto. Ellos, se comenzaron a ver juntos en todos lados, hasta que anunciaron su noviazgo y quien mas feliz se puso, fue Kushina.
Seis meces después del rescate, Ino y Sai, también unieron sus vidas, en una hermosa ceremonia, que se realizó en los jardines Yamanaka. Ellos tampoco optaron por una boda muy grande, pues lo único que deseaban, era permanecer juntos, ante todos.
—¿Eres feliz?—le pregunto Izuna a su esposa, abrazándola para poder sentir su abultado vientre de casi ocho meces, cuando regresaban del cementerio, donde le llevaron flores a Shisui.
—Muy feliz—respondió con una encantadora sonrisa. La ojiperla, no mentía, pues al poco tiempo de casarse, se enteraron que estaba embarazada. Fue en ese momento que se sintió plena y ni los bruscos cambios de humor, lograron empañar su alegría por saber que pronto sería madre.
—Los amo tanto, a los dos—le dijo besándose la coronilla. Cuando la familia supo sobre el embarazo, todos se pusieron felices. Madara sonrió y aseguró estar sorprendido que no pasará desde antes, ya que su hermano y la esposa, no perdían tiempo. Hiashi y el clan Hyuga, los llenaron de bendiciones, pero sin duda alguna, Mikoto fue quien mas se alegro y junto a Hanabi, se encargaron de consentir a Hinata.
—!Izuna! Shisui tiene hambre—le dijo mirándolo de frente con ojos de cachorro, para que la llevara a comer roles de canela.
—¿Shisui o tu?—el Uchiha la beso en los labios y la tomó de la mano para llevarla a donde quería. Cuando se enteraron que tendrían un varón, Izuna escuchó accidentalmente, una conversación de su mujer y Mikoto, donde Hinata le contaba que quería nombrar al niño, Shisui, pero, que no sabía como decirle a él. Fue entonces, que cuando estaban en la ducha, él mismo le sugirió nombrar al bebé como a su sobrino.
—Gracias, por siempre darme gusto—la ojiperla comía los roles, con brillo en sus orbes.
—Ya te dije, que si la misma luna me pides, buscaría la manera de obtenerla, sólo por verte feliz—el Uchiha, se sentía orgulloso, de su familia y no le avergonzaba que las personas lo supieran. En las misiones era un hombre implacable y en ocasiones, sanguinario, pero todo cambiaba, cuando estaba con ella, con la mujer que amaba y por la cual, no dudaría en ofrecer su vida, si así, lograba mantenerla a salvo.
Fin.
Lamento la demora, pero cuando estoy por terminar una de las historias, me da como tristeza y creo que tardó más involuntariamente. Me disculpo por los errores de ortografía, los corregiré después y estaré pendiente con el epílogo. De antemano, gracias por todo el apoyo😊💕🥰
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