Capitulo 22

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.



—Sabía que no podía confiar en esos imbeciles—soltó Danzo, cuando uno de los infiltrados en Konoha, le informó sobre las bajas de los cuatro ninjas—¿Que mas me tienes?—pregunto con voz neutra.

—Hinata Hyuga, estuvo viviendo durante los últimos meses, con Ino Yamanaka, esta última, posee el jutsu que invade el cerebro de las personas, ya sean vivas o muertas, así que es cuestión de tiempo, para que los shinobis de la hoja den con este lugar—Shimura apretó los puños muy molesto, por tener que salir a buscar otro de los escondites—Aún hay algo mas... la ya mencionada, chica Yamanaka, es la novia de Sai y al parecer, muy pronto contraerán matrimonio—Danzo sonrió, esa era una excelente noticia.

—Vaya vaya, parece que mataremos dos pájaros de un solo tiro—hablo con total convicción. Sai lo había traicionado, después de haberlo criado como a su propio hijo. Ese muchacho se portó como un mal agradecido y pensaba hacerlo pagar por su traicion, usando a la mujer que ama y que los pondría en aprietos cuando logrará acceder en los cerebros de los cuatro ninjas.

—¿Que ordena que hagamos?—pregunto el joven frente a el.

—Localicen a las dos jóvenes a la Hyuga y también a la Yamanaka, cuando salgan juntas a cualquier lugar, sólo necesito que salgan un momento de la aldea y yo mismo me encargaré—pensó que finalmente podría acceder a su objetivo principal—Háganse pasar por una familia en apuros, que necesita ayuda, o lo que se les ocurra, pero quiero que ambas, se acerquen a la entrada de la aldea, que se encuentra en el lado norte, es el mas propenso a tener fallas en la seguridad y el bosque es muy denso, lo que nos permitirá ocultarnos.

—Como usted ordené—el joven, se disponía a marcharse cuando el anciano lo llamó de nuevo.

—Esta vez, no puede haber margen de error, por lo tanto, lo mejor es que lleven a Haku... el niño parece una joven y si finge frente a Hinata, logrará convencerla. Estoy seguro, que ella, no se negara, al pedido de una joven que fue atacada y que dejó a su familia en medio del bosque—conocía la bondad de Hinata y se aprovecharía de eso para engañarla y si algo resultaba mal, Haku también puede fácilmente inmovilizarlas, mientras ellos llegaban por las dos jóvenes. Sai iba a saber, porque no se debía traicionar a Danzo Shimura.

—Así se hará—el sujeto se marchó y Danzo, llamó a Orochimaru, para darle a conocer la actual situación, sobre el escondite. Orochimaru, ofreció sin problemas, una de sus cuevas, que tenía cerca de Konoha y todos se pusieron en marcha, antes que los pudieran atrapar. No se podía descuidar ahora que el mismo iría por su futura esposa, la cual lo llevaría al más puro poder, uno, con el que nadie había soñado.


[...]

—¿Que hace?—Hinata no daba crédito cuando miro como Izuna se ponía de pie sosteniéndola en brazos, listo para fugarse con ella.

—Me siento bien y quiero estar contigo a solas—sin decir mas, se esfumo con la ojiperla, para aparecer dentro de su habitación, en el distrito Uchiha—Aquí nadie nos molestará ademas, esos tontos solo fingían dormir, sobre todo Sasuke...Y yo te quiero solo para mí—la Hyuga sonrió y se dejó besar por el azabache. Ambos estaban necesitados de tenerse, después de experimentar el miedo a perderse, no les importó prácticamente huir del hospital a pesar de que aun, no le daban de alta.

—Pero puede tener complicaciones—sugirió Hinata sonriendo y tratando de escabullirse de su agarre para molestarlo, por comportarse como niño, que no quiere perder.

—Se que eres la persona adecuada para cuidar de mi... contigo no necesito a nadie mas—logró tomarla de la cintura para que no se le escapara y comenzó a besarla, al mismo tiempo que la despojaba de la ropa al igual que el.

Izuna tomó la pequeña mano de Hinata cuando ambos estaban parados, ya desvestidos y la colocó sobre su endurecido miembro—¡Mira como me pones!—la chica se sonrojó, pero en vez de huir como el creyó que lo haría. Ella se hincó y sin decir nada, comenzó acercando los labios al endureció pene, para después y con una tortuosa lentitud, irlo introduciendo dentro de se boca, dejando al Uchiha sin palabras. La idea era, sorprenderla y fue todo lo contrario, puesto que el sorprendido terminó siendo el—¡Hinata! Ahh!—el rostro de Izuna mostraba la incredulidad, mientras se veían a los ojos.

Hinata quiso hacerle algo diferente, ya que solo el, se lo había hecho a ella. La confusión en el azabache la puso nerviosa, pensando que no le había gustado, pero al empezarlo a escuchar jadeando se sintió mas segura de continuar. Si cada vez que le hiciera eso, el respondía igual, lo haría más seguido. Continuó con la boca ayudada con las manos, para poder abarcar, todo lo que no lograba introducir. La manó de Izuna se posó en la nuca, para ayudarla a continuar, sin ser brusco, dado que era su primera vez y se notaba la poca experiencia.

Las miradas no se desconectaron solo en los momentos en que Izuna echaba la cabeza hacia atrás, debido al enorme placer que la chica le provocó. Ella continuó con lo que hacía, hasta que lo sintió tensarse, pero aún así, no desistió de lo que hacía y de pronto el liquido caliente se sintió en su paladar seguido por los sensuales jadeos del Uchiha mientras la sostuvo con las dos manos del cabello.

Hinata hizo algunas arcadas y las lágrimas resbalaron por las mejillas—Lo siento amor, debi parar antes—aun con la poca fuerza que le quedó, la ayudó a ponerse de pie—No puedo creer, que hicieras esto—la chica se estremeció y de inmediato, el sonrojo invadió su rostro, pensando que fue demasiado lejos y quizás a el, no le había gustado.

—Lo siento... yo—el azabache no la dejó continuar, debido al hambriento beso que le dio.

—No lo sientas... eso fue increíble—aseguró obligándole a verlo a los ojos. La ojiperla sonrió un poco más segura de sí misma.

Izuna la insistió a rodearlo con las piernas y camino con ella hasta la cama, donde la colocó con cuidado, como si temiera lastimarla. Con avidez le besó los labios, bajando al cuello, luego a los senos, donde se tomó unos minutos, ya que ese hermoso lugar, era una de las partes de su mujer, que mas le gustaba. Sin embargo, había otra parte femenina que logró enloquecerlo y desde que la probó, solo pensaba en volver hacerlo.

Beso abajo del pecho, llegando al plano abdomen, para finalmente acceder a su objetivo. La espalda femenina se arqueó, apenas sintió la cálida lengua del Uchiha en sus pliegues. La sensación era electrizante y altamente placentera. El azabache sonrió, sabiendo lo que ocasionaba en ella y aumento los movimientos de la lengua, al mismo tiempo que se ayudó con dos de sus dedos. Quería escucharla gritar, regresarle con creces, lo que ella le hizo sentir, minutos atrás, no le importaba si Madara los escuchaba. Esa era la segunda vez que la tenía en esa habitación y pensaba dejarla llena de buenos recuerdos, de lágrimas de placer y no de dolor o arrepentimiento, como la primera vez que la hizo mujer.

Hinata trataba de contener los gemidos, pero le resultaba muy difícil, ese hombre la enloqueció y logrando morder la almohada llego al climax. Se preguntó, si eso fue lo que el sintió, cuando terminó dentro de su boca.

Sin esperar mas, el Uchiha se colocó entre las piernas femeninas y ayudado con la mano, se introdujo dentro del exquisito interior de su mujer.

Ambos gimieron de placer, mientras Izuna, la embistió una y otra vez. Los perfectos senos de la Hyuga se movían al compás de sus caderas, logrando un efecto hipnótico para el varón, el cuál, no dudó en llevarse el rosado pezon a la boca, al momento en que aumentó la velocidad de sus caderas.

Hinata se estremeció bajo el cuerpo de su amado, sintiendo como su interior buscaba la liberación. Sin ser consiente le rasgo la espalda, al mismo tiempo que terminaron juntos.

El Uchiha depositó la última gota de su semilla dentro de ella y salió lentamente, del interior femenino, para quedar de espaldas al colchón y así, arrastrar el sudoroso cuerpo de Hinata hacia el. Eso era lo que más disfrutaba, después de hacer el amor con ella. Permanecer juntos hasta regular sus respiraciones. Sin embargo, en esta ocasión, tenía una duda y debía preguntar, aunque no sabía, si la respuesta sería de su agrado.

—¡Hinata!—la llamó y ella asintió, dejando de mover su pequeña manó que acariciaba los perfectos músculos del abdomen masculino, sin duda alguna, la anatomía de Izuna lograba deslumbrarla—A pesar de compartir muchas cosas juntos, hay algo que nunca hemos hecho—ella levantó el rostro con dudas—Se que es difícil, pero nunca antes me has hablado, sobre tu noviazgo con Shisui—de inmediato la sintió tensarse, pero debía quitarse esa inseguridad, acerca de su sobrino. Debía saber que lo amaba a el, aunque no fuera de la misma manera que amó al muchacho.

—¿Que desea saber?—cuestiono sin saber que esperar.

—Como ya sabes, el fue como un hermano menor para mí y por ende, se la enorme cantidad de virtudes que poseía mi sobrino, mismas, que me dejan completamente en desventaja ante su sombra—la ojiperla entendió un poco lo que quería saber—¿Tu me amas? Quiero decir ¿podrías amarme casi como lo amaste a el?—el Uchiha, nunca antes se sintió inseguro ante una mujer y ahora se hallaba expectante y nervioso, en espera de una respuesta.

Ella se sentó en la cama cubriendo su cuerpo con una manta y lo animó a que también el, se sentara. Una vez estuvieron uno frente al otro, Hinata tomó sus manos y lo miró fijamente a los ojos—Véalo usted mismo—el varón entendió el ofrecimiento y pronto sus orbes cambiaron de color.

—¿Estás segura de esto?—indagó antes de continuar.

—Lo estoy, no hay nada que no pueda ver—la chica reiteró el ofrecimiento y lo animó a continuar.

Las imágenes llegaron, desde el primer encuentro, luego las inocentes muestras de cariño y finalmente su muerte. Izuna derramó las lágrimas, al verlos tan felices y después siendo separados de manera tan cruel, por ese mal nacido hambriento de poder y peor aun, pretendiendo quedarse con ella, como si de un trofeo se tratara.

—Perdóname—la suplica en su voz y las lágrimas en sus mejillas, enternecieron a Hinata, mas de lo que ya se hallaba, luego de recordar a Shisui—Yo nunca podré llegar a ser como el... mi sobrino era digno de ser tu esposo y no yo—confesó con dolor. Ver lo mucho que ellos se habían amado, logró hacerlo dudar. ¿Como podía merecer a Hinata? ¿Como? Después  de la manera en que la trató. Ella lo único que hizo fue amar al chico, de una manera limpia y desinteresada, como el muchacho merecía que lo amaran. Después de todo, Shisui siempre tuvo razón, cuando describió a Hinata, frente a todos sus familiares.

Ella se acercó mas a el y lo tomó del rostro para limpiar sus lágrimas. Izuna se negaba a mirarla, aún sentía vergüenza y mucho dolor—¡Escuché!—le levantó suavemente el rostro para que la enfrentara—No  tiene que ser como Shisui, ambos son diferentes... yo me enamoré de el, por su forma de ser y cuando murió pensé que todo caía sobre mi. Estaba completamente sola, sin nadie de mi familia—el Uchiha trago su propia saliva—Y entonces, cuando creía que nadie mas podía entrar en mi corazón, entró usted, arrasando todo a su paso y a pesar de ser tan diferente a Shisui, logró, hacer que lo amara, aunque de diferente manera. No puedo saber, que hubiera sido de nosotros, si el aun viviera, aveces lo imagino y me pierdo pensando en que usted y yo, no seríamos lo que somos ahora—confesó sin dejar de mirarlo con ternura, por las reacciones tan tiernas, que mostró ese imponente hombre.

El azabache, se tranquilizó con la explicación que le dio Hinata. Comprendió que también a el lo amaba, de la manera en que era su carácter se lo permitía—Estoy seguro, que de estar casada con mi sobrino, aún así, yo te amaría, aunque nunca lo supieras porque sólo tendrías ojos para el—concluyó seguro de lo que decía y sorprendiendo a la joven por dicha confesión—Y créeme, eso hubiera sido una tortura, que me iría aniquilando día tras día.

—Lo mejor será, no hablar de lo que pudo ser y no fue... Es mejor enfocarnos en el aquí y el ahora—Izuna la acercó a el y la beso con ansias. Ahora que ya sabía sobre los sentimientos de Hinata, se sintió con más control de si mismo y dedicaría toda la noche, para mostrarle a su amada lo mucho que la amaba. De eso no quedaría ninguna duda.

Madara por su parte, trató de mostrar indiferencia a los fuertes gemidos que provenían de la habitación de a lado, pero le era imposible. Estuvo a punto de dormir por algunos intervalos de tiempo, pero de nuevo, los jadeos masculinos mezclados con los dulces gemidos, femeninos le complicaron sus intenciones. A ese paso, no iba a poder dormir, así que tomó su almohada y una sábana, para dirigirse a otra habitación. En esa ocasión maldijo mas que nunca, tener dormitorios pegados uno con el otro, pero como que se llamaba Madara Uchiha, se encargaría de arreglar ese asunto apenas amaneciera.

[...]


Sai acompañó a Ino, camino al centro de interrogación, donde tenían los cuerpos de Sasori y Kakuzu. Madara y el Hokage, tenían puestas todas sus esperanzas en obtener cualquier información que los llevara, con el paradero de Shimura. En la misma habitación, también se encontraba, Tobirama, Itachi, Obito y Minato. Para sorpresa de Madara, su hermano no llegó a unirse a ellos, aunque todos, creían que aún estaba en el hospital, el sabía que no era así y vaya que lo sabía.

—Debes calmarte, estas muy nerviosa—le sugirió Sai a su novia, al verla tan inquieta mientras se acercaban y veían a quienes esperaban por su llegada. Esta era la primera vez, que Ino se veía forzada a realizar una tarea tan importante, de la cual dependían las vidas de muchas personas, especialmente la de Hinata.

—Lo que sucede, es que no quiero fallar... de la información que obtenga, depende la tranquilidad de Hinata, tu mejor que nadie lo sabe, ademas, nunca olvidaré, todo lo que ese tipo te hizo a ti y a muchos otros, cuando apenas eran unos niños—afirmó la rubia.

—Lo harás bien, no te preocupes, tu eres la mejor y lo demostraste conmigo, incluso sabes mas de mí, de lo que yo mismo se—Sai la abrazó contra su pecho y la chica se dejó dar cariño. No podía pedir nada mas, con un hombre como Sai a su lado. El siempre le subía el ánimo,  junto cuando más lo necesitaba y en ese momento, lo necesitaba, ya que muchos dependían de la información que pudiera obtener.

—¡Te amó Sai! Estoy muy feliz de que llegaras a mi vida.

—Yo te amó mas... tu le diste sentido a mis días—después de esa linda demostración de cariño juntos continuaron el trayecto restante, hasta que finalmente entraron al lugar indicado.

Sai, al igual que las demás personas, se quedaron afuera del lugar, donde se llevaba a cabo todo el proceso, para obtener la mayor cantidad de información.

Ayudada con dos personas, Ino comenzó con su meticuloso estudio. El primero que analizó fue el cerebro de Kakuzu. De obtener información, no sería necesario analizar a Sasori, pero no le importaba hacerlo, si con eso lograba que pudieran llegar a ese asesino.

El proceso resultó en muchas horas de investigación, pero finalmente, todo el esfuerzo dio frutos.

—Lo tengo... tengo la ubicación del escondite donde se oculta Shimura—Ino salió sonriente, aunque estaba cansada, no le importó en lo absoluto, pues finalmente podrían capturar a ese demente, que hizo tanto daño.

Hashirama de inmediato, dirigió a todos a una de las oficinas, para escribir todos los detalles que la Yamanaka, tenía por revelar.

—¡Es aquí!—señalo Ino, en el mapa que se hallaba sobre el escritorio.

—¿Estas segura? En ese sitio solo hay rocas, el terreno es bastante inestable y prácticamente nadie se acerca—cuestionó Tobirama.

—Si, precisamente de eso se trata, de que sean pocas las personas, que sepan sobre la ubicación... Si miran aquí—la rubia les señalo el lugar exacto con su dedo—bajo este gran montículo de rocas, se encuentra una gran fortaleza subterránea, equipada con todo, incluso cuenta con zonas de interrogación y calabozos... Sin embargó, debo decir, que está sumamente custodiada, por muchos Anbu, como también ninjas renegados, dispuestos a todo—todos asintieron, asombrados de la inteligencia del anciano, pues nunca se les ocurrió que alguien pudiera vivir en esa zona.

—¿Se mostró algo sobre el ojo de mi sobrino?—cuestionó Madara, apretando los puños. Esa información, fue la que lo mantuvo durante largas horas sin marcharse, a pesar de quedarse solo con los dos Senjus y con Minato, dado que sus dos sobrinos, fueron llamados para realizar algunas labores, dentro del mismo cuartel, pero en diferentes oficinas.

—Al parecer, Shimura lo carga consigo mismo y se coloca unas bandas para que nadie pueda verlo—respondió la chica—Y hay algo mas... ese hombre esta haciendo muchos experimentos con pergaminos antiguos, quiere unir el sharingan con algo mas, pero el cerebro de Kakuzu, no tenía más información acerca de que era con exactitud, lo que pretende. Solo Danzo y el científico que esta con el, lo saben—concluyó con un suspiro de frustración por no haber podido llegar al fondo de todo.

—¿Mandó a más personas a Konoha?—cuestiono Hashirama, formulado los siguientes movimientos, que debían realizar, para evitar más pérdidas dentro de la aldea.

—Danzo-san, ofreció una gran recompensa a cualquier persona que le lleve a Hinata Hyuga frente a el, estos cuatro sujetos, fueron apenas los primeros que se a aventuraron a venir por ella, pero son muchos, los que están interesados en la fuerte suma que se ofreció por llevársela—la chica continuó narrando todo lo que el cerebro de Kakuzu, le reveló. Les dio diferentes direcciones de lugares donde también se escondían los aliados de Shimura y también que este último era ayudado en los experimentos, por  Orochimaru.

—¡Bien! Muchas gracias por tu colaboración—Hashirama agradeció a Ino—Por ahora puedes ir a descansar, porque ya no será necesario indagar en el cerebro del otro ninja—tanto Sai, como Ino, se despidieron haciendo una reverencia a las personas que se quedaron en la oficina.

—Estoy orgulloso de ti—Sai beso la mejilla de su novia y ella lo abrazo, complacida y feliz, de haber podido ayudar.

Hashirama por su parte, les indicó a los presentes, encontrarlo en la torre en una  hora, para formular el plan de ataque en contra de Shimura. Esa misma tarde, decidiría, quienes serían los primeros enviados para vigilar la fortaleza, para luego, continuar con la ofensiva. También dispuso reforzar la vigilancia en toda la aldea, tratando así, de evitar el rapto de Hinata. Lo mas indicado, era que estuviera custodiada la mayor parte del día.

Madara salió y se dirigió hacia el distrito Uchiha. Aún estaba un poco desvelado por la noche anterior, en la que no lo dejaron dormir. Sonrió para sí, al recordar todo el ajetreo que formaron esos dos. No culpaba a su hermano, por perder la cabeza por la chiquilla, al grado de fugarse del hospital, sin ser dado de alta. Lo mas cómico, fue cuando la miró salir corriendo, para ser capturada de nuevo por su hermano, el cual vistiendo únicamente bóxers, la levantó en brazos y le murmuró algo en el oído.

Momentos después, un cuervo salió volando con un mensaje, enredado en una de las garras. No tenía que pensarlo por mucho tiempo para saber, que era una nota para el líder Hyuga, avisando sobre la ausencia de la primogénita. Luego juntos regresaron de nuevo a la habitación, continuando en minutos, con los sonidos acalorados.

Pensó en lo mal que su hermano, tomaría la nueva información, sobre la recompensa que hay sobre ella, pero al mismo tiempo, ahora era el momento de planear muy bien sus siguientes movimientos, para vengar la muerte de Shisui, ese maldito, debía pagar muy caro lo que hizo. Este era el momento de estar todos de acuerdo en todo, porque no podían cometer, ni un solo error.

[...]

Hinata había llegado temprano por la mañana a su nuevo hogar. Izuna la persuadió de quedarse a dormir con el y aunque trató de argumentar, que su padre podía molestarse, el azabache le mostró una nota donde explicaba su ausencia por motivos de quedarse haciendo guardia en el hospital. No le gustaba mentir, pero ese hombre era tan persuasivo, que teniéndolo cerca, no podía negarse a ninguno de sus pedidos. Afortunadamente, no tuvo que ver a ninguno de sus familiares, cuando llegó y así evitó tener que mentir de nuevo.

Paso la mayor parte del día, realizando labores dentro del complejo. No podía ir al hospital, porque le cuestionarían por cubrir doble turno, así que optó por ordenar todas las habitaciones y después se dispuso a preparar la comida.

—¡Hija!—la ojiperla, estaba en la cocina horneando pan, cuando su padre la llamo sacándola de sus pensamientos—Me avisaron, que Ino-san estuvo examinando el cerebro de los dos criminales, durante el trayecto del día y apenas obtuvo toda la información, el Hokage, nos llamó a tu primo y a mí, para dar a conocer todo lo que tu amiga logró indagar, sobre el paradero de Danzo—el corazón de la ojiperla latió mas rápido. Conociendo a Ino, como la conocía, había obtenido todo lo necesario, sin titubear y sin omitir ningún detalle—Dejaré a Ko, para que vigile todo, en nuestra ausencia.

—Esta bien, padre, no se preocupe por nada, yo cuidaré de Hanabi en su ausencia—el líder Hyuga, asintió y salió en busca de Neji, para irse juntos hacia la torre.

[...]

Dentro de la oficina de Hashirama, se hallaban, todos convocados para recibir la próximas misiones en contra de Shimura. Los primeros Anbu en ser enviados para investigar el lugar, fueron Obito, Kakashi, Anko e Itachi, ellos eran de los mejores en infiltración y fácilmente podían obtener información. Los cuatro, partirían al día siguiente.

El Hokage les dio toda la información y mandó reforzar las entradas de la aldea, para evitar infiltrados.

Cuando todos se marcharon excluyendo al líder Hyuga, le dio  toda la información, sobre los experimentos que Danzo quería realizar sobre el sharingan y algo mas, lo cual ambos sabían, se trataba de Hinata. También le sugirió permitir que su entrenador, permaneciera el mayor tiempo con ella, para que estuviera más protegida. Hiashi, no tuvo ningún problema en aceptar, después de todo, su intención también era cuidar de Hinata.

...

Dias más tarde los Anbu, que salieron a recopilar información, regresaron con las manos vacías. Todo parecía indicar, que alguien mantenía informado a Danzo, sobre sus movimientos, ya que según lo que pudieron averiguar, partieron apenas algunas horas antes de la llegada de los shinobis de la hoja.

La información, se mantuvo oculta por motivos de seguridad, debía haber un civil, que los estaba traicionando y hasta no saber la identidad, de dicha persona, todo se mantendría en secreto.

...

Ino y Hinata, terminaban sus pendientes a la hora de almuerzo y se fueron juntas a buscar algo para comer, cuando una chica con la ropa rasgada y muchas marcas de golpes en el rostro, les salió al encuentro.

—P-Por favor, tienen que ayudarme—la "chica" se lanzó a los brazos de la ojiperla—un grupo de bandidos nos atacó y me violaron—las lágrimas resbalaron por el perfecto rostro de la joven—yo logré escapar para pedir ayuda, pero capturaron a mi hermanita y a mi madre... por favor, ayúdenme antes que también dañen a mi pequeña hermana—los rostros de las dos chicas eran de puro horror, al escuchar el relato de la chica.

—Es mejor buscar ayuda—sugirió Ino. A esa hora, Izuna, no estaba con Hinata, pues apenas era mediodía y el llegaba hasta la hora de salida.

—Será demasiado tarde, ellos dañarán a mi familia—las dos jóvenes se miraron entre sí y aún sabiendo que no debían actuar precipitadamente, tampoco eran capaces de abandonar, a quienes las necesitaban. Se fueron tras la joven con rumbo a la salida del norte, donde ya las esperaban—Es por aquí—Haku continuó avanzando, hasta que se detuvo, justo frente a un hombre de gran altura, el cual sostenía una enorme espada.

—¿Que hizo con la familia de la chica? Maldito violador—Ino estaba muy molesta y encaro al sujeto sin miedo alguno. Odiaba pensar en un violador aprovechándose de una inocente niña.

—Toda una fiera... Tu debes ser Ino Yamanaka—el tipo con bandas en el rostro, miró a Ino de una manera divertida. Ambas kunoichis se pusieron en guardia, al escucharlo mencionar el nombre de Ino.

Sin saber que hacer, las dos, fueron testigos del momento en que la chica violada, se deshacía de todos los hematomas y sonriendo re acomodaba la vestimenta dañada con otra sin ninguna mancha.

—¿Que significa esto? ¿Quienes son ustedes?—pregunto Hinata. Ino le tomó el brazo, en el momento, en que ambas eran rodeadas por Anbus.

—¡Princesa Hyuga!—la ojiperla que ya tenía el Byakugan activado, de inmediato lo desactivó. Esa voz la hizo quedar paralizada—Te dije que regresaría por ti y yo siempre cumplo con mis promesas—la ojiperla se golpeó mentalmente, por ser tan ingenua ¿Como pudo ser tan confiada? Ahora, ella misma se puso en el camino del mismo diablo.

—¿Quien demonios es usted?—la rubia exigió una respuesta y mas por ver el horror en el rostro de Hinata. Quería equivocarse pero estaba segura, que el tipo era Danzo.

—Es verdad, perdón por mi falta de modales, mi nombre es Danzo Shimura y estoy aquí para llevarme a mi prometida, como también a ti—Ino frunció el ceño—Soy la persona a la que, el ingrato de Sai, traicionó y yo no perdono las traiciones—ambas estaban tan asustadas y sorprendidas, que no se percataron del pinchazo que les dieron en el cuello, dejándolas en la oscuridad—De prisa, llévenlas al escondite, antes que alguien note su ausencia—Zabuza, cargo con las dos chicas sin ninguna dificultad. Le había gustado la rubia y le gustó mucho, quizás podía quedarse con ella.


Continuara.

Me disculpo por la demora, el siguiente capítulo, ya será el último. De nuevo me disculpo por los errores ortográficos, luego los corregiré 😊💕

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