Capitulo 21
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Esté lugar es muy agradable—afirmó Hanabi, cuando miraban las diferentes viviendas, que el Hokage construyó para que pudieran vivir.
—Será un buen sitio para comenzar—añadió Hiashi, observando todo con nostalgia, dado que muchas de las viviendas, continuarían vacías hasta que lograran encontrar a los Hyuga errantes.
Pasaron el día acomodándose dentro de las viviendas que ocuparían. Hinata también se unió a ellos, luego que Izuna, la dejó en la entrada de los terrenos.
Hiashi, no podía más que sentirse satisfecho, al ver como sus hijas reían juntas, tal y como lo hacían en el pasado.
La llegada de los miembros Hyuga, pronto se hizo noticia para todos los residentes de Konoha y los más allegados a los primos, quisieron ir a ofrecer su ayuda, para lo que pudieran necesitar.
—HINATA-CHAN—los seis miembros del clan voltearon al escuchar voces provenientes de la entrada, llamando a Hinata.
La ojiperla sonrió al ver a sus amigos mirando todo con curiosidad. Neji por su parte puso los ojos en blanco, pero en su interior también le dio gusto ver que todos se hicieron presentes para ayudarlos.
—Supusimos que no tienen preparada la comida, así que trajimos ramen para todos—habló Naruto sin reservas.
—Pasen, les presentaremos a nuestra familia—la morena camino hacia donde estaban Naruto, Tenten, Ino, Sakura, Rock Lee, Kiba, Shino y Sai.
Choji no pudo ir, porque salió de misión con Tobirama y con Asuma... Shikamaru por su parte, tenía asuntos pendientes y no los pudo acompañar.
Uno a uno, los primos con orgullo presentaron a los cuatro miembros recién llegados.
Hinata no había podido despedirse se Ino, dado que no la encontró, porque ella salió con Sai, luego de terminar su turno en el hospital. Lo único que pudo hacer, fue dejarle una nota donde le explicaba y le decía que mas tarde regresaría a buscarla.
—Es un verdadero honor, para nosotros, conocer a las personas que ayudaron tanto a mi hija y a mi sobrino—les aseguro Hiashi, haciéndoles una reverencia, siendo imitado por Hanabi y los otros dos jóvenes—Supongo que usted debe ser Sai ¿verdad?—Hinata se tensó, pensando en que le diría su padre al joven.
—A sus órdenes Hyuga-sama—respondió el chico, con el tono calmado.
—Se lo que hizo por los miembros de la rama secundaria...y no sabe cuanto se lo agradezco—la ojiperla soltó el aire que había mantenido dentro de sus pulmones, al escuchar, lo que dijo su padre.
—¿Y que acaso nadie tiene hambre?—cuestionó Naruto, impaciente por no poder comer todo lo que compraron. De pronto todos reían, incluyendo al líder Hyuga, aunque trató de ocultarlo, cuando Sakura le soltó un golpe al rubio por ser tan impaciente y poco educado.
Luego de la comida, Hiashi agradeció a Ino, por recibir a su hija dentro de su casa y le aseguró que estaban en deuda con ella. La rubia y todos los chicos, se sentían felices por los primos y al igual que Hashirama, también se ofrecieron a buscar a los otros Hyugas.
...
Todos se marcharon y Hanabi, pidió permiso para ir en busca de artículos que necesitaba para la ducha. Hiashi le pidió a Ko, que la acompañara, pero la chica declinó la idea, argumentando que no tardaba.
—¿Donde está Hanabi?—cuestiono Hinata, cuando terminó de acomodar toda su ropa en su nueva habitación.
—Salió a comprar algunas cosas—respondió el patriarca, mientras acomodaba, los pergaminos referentes al clan, dentro de los cajones del escritorio.
—Ire a alcanzarla, no quiero que se pierda—Hiashi asintió y la ojiperla salió en busca de su hermana. Hanabi no conocía la aldea y podía perderse o pelear fácilmente con quien se atreviera a molestarla.
Caminaba a paso lento, cuando observó a varios Anbu, corriendo hacia la entrada de la aldea. Frunció el ceño y activó el Byakugan, para ver de que se trataba, ya que desde que vivía en Konoha, nunca miró ese comportamiento en ellos. Observó el lugar a donde corrieron los Anbu y soltó un jadeo, al ver de lo que se trataba. Parte de las puertas estaban dañadas y los cuerpos de dos guardias, yacían sin vida casi carbonizados.
—Hanabi—murmuró presa del pánico. Eso no podía ser nada bueno y un escalofrío, la invadió, al pensar en Danzo. Corrió lo mas rápido que sus piernas le permitieron, para alcanzar a su hermana. Tenía un mal presentimiento, uno que lograba, oprimirle el pecho, mientras las lágrimas comenzaban a nublarle la visión.
El alma le regresó al cuerpo cuando mas adelante la localizó entre las personas. Hanabi parecía ajena a lo que estaba sucediendo, al igual que los aldeanos a su lado.
—Hanabi—la menor escuchó su nombre y giró hacia donde se divisaba su hermana. Sonriendo, se dispuso a encontrarse con ella, cuando cuatro hombres muy altos le cerraron el paso.
—¿Es ella?—pregunto un chico con cabello rojo.
—Tiene que serlo, mira sus ojos—aseguró el sujeto de cabello plateado—¡Didara!—el rubio se acerco a la castaña y esta a su vez, trató de resistirse, pero le fue imposible, ya que entré los cuatro la rodearon y la subieron a un extraño pájaro blanco de tamaño gigante.
—Sácala de aquí, nosotros te alcanzaremos afuera—ordenó Kakuzu y en ese momento el ave se elevó llevándose con ella a Hanabi, ante los aterrorizados ojos de los transeúntes, como también los de Hinata, que corría hacia ellos, tratando de alcanzar a su hermana.
—¡Miren eso!—Sasori y Kakuzu, se giraron en dirección a donde apuntó Hidan, para ver a otra chica con los orbes del clan Hyuga.
—Maldita sea... nos equivocamos, de Hyuga—lamentó Kakuzu.
—Eso no es problema—la risa desquiciada de Hidan hizo eco—La llevaremos y usare la otra como sacrificio—el sujeto continuó riendo mientras avanzaba hacia Hinata, seguido de los dos compañeros.
La ojiperla se colocó en posición de pelea, activando los puños de leones. El único pensamiento era su hermana y entre mas tiempo luchara, era menor la probabilidad de lograr traerla de regreso.
Sasori se preparó con la marioneta y Kakuzu les advirtió que no podían dañarla o de lo contrario, Danzo los asesinaría. Esa aclaración enfadó al adorador de Jashin, ya que estaba sediento de sangre y deseaba por lo menos un oponente digno, como lo fue Hatake la última vez que lucho con shinobis de Konoha.
—Ya oíste Hyuga... vendrás con nosotros por las buenas—advirtió Hidan.
—¿A donde se llevaron a mi hermana?—cuestionó muy preocupada y todo se salió de control, cuando los escuchó mencionar a Danzo.
—A donde mismo que iras tu—respondió Kakuzu, y junto a los otros dos, se abalanzó contra ella, pero un grito de guerra les impidió su cometido.
—Rasengan—Naruto lanzó un ataque cuando miró lo que esos tipos intentaban hacer con Hinata... El llegó con Shikamaru, al percibir chakras desconocidos, con su modo sage.
—¿Estas bien?—le pregunto Shikamaru a la morena.
—Se llevaron a mi hermana—el Nara evaluó los contrincantes, cuando estos se ponían de pie, luego de ser alcanzados por cortesía del rasengan. Los sujetos eran muy poderosos y si iniciaban la batalla dentro de Konoha, destruirían todo a su paso. Tenía que pensar en cómo sacarlos hasta las afueras y la única opción era usando a Hinata.
—Vamos a las afueras... la traeremos de regreso—haciendo una seña a Naruto, para que también los siguiera, Shikamaru y la ojiperla se fueron a toda prisa, saltando por los techos para evitar a los aldeanos.
Como lo planeo el genio Nara, los tres sujetos, apenas se recuperaron y los siguieron de cerca.
...
Ino y Sai, paseaban por las avenidas de Konoha, cuando miraron el ave blanca que llevaba a la hermana menor de Hinata.
El joven no perdió tiempo y se dispuso a dibujar un ave, similar al que acababan de ver.
—Tengo que ayudar... tu busca los Hyugas, quizás estén heridos—Ino asintió y corrió hacia el nuevo hogar de su amiga. Estaba temerosa de encontrarlos heridos.
En minutos llegó, alterando a los varones, que eran los únicos dentro.
—¿Que pasa Ino?—Neji se acerco a ella en cuanto la vio entrar alterada.
—Se llevaron a Hanabi—los miembros Hyuga, reaccionaron de inmediato y después de escuchar, la dirección a donde se dirigía el ave, ellos también siguieron el mismo camino, buscando con los Byakugan.
...
—¿Que es todo ese alboroto?—preguntó Izuna dentro de las instalaciones Anbu.
—Volaron la entrada principal de la aldea... Obito y Kakashi, ya deben estar allá y también están buscando al Hokage para dar aviso—respondió Itachi, al momento en que se terminaba de colocar la máscara.
—Ire contigo—Izuna también se puso la máscara y salió. Había algo que no andaba bien y de inmediato pensó en Hinata.
—¿Creen que se traté de un atentado?—ambos escucharon a los aldeanos, quienes observaban todo desde las avenidas y solo podían especular sobre el revuelo.
—¿Que rayos es eso?—los dos Uchiha, miraron unas enormes sombras y levantaron el rostro hacia el cielo, para enfocar a dos grandes aves, en la primera viajaba el tipo rubio que luchó con Obito en el pasado y la pequeña hermana de Hinata. En el otro siguiéndoles de cerca, se hallaba Sai.
La primer ave, salió de la aldea, pero el joven pintor, dibujó más aves que lograron desequilibrar al rubio y fue así, que soltó a la Hyuga, cuando ambos cayeron.
Rápidamente Sai sobrevoló por encima de los árboles y logró capturarla a salvo. El pájaro blanco se abalanzó sobre el pasto, ocasionando una fuerte explosión.
...
Hinata detuvo su andar, al poco tiempo de salir de la aldea, cuando miró a Sai, volando, de regreso a las destruidas puertas de la entrada principal, con Hanabi junto a el.
Naruto y Shikamaru, no la miraron detenerse porque enfocaron su atención en la explosión, como en el rubio que continuaba lanzando insectos blancos para intentar perderlos.
La ojiluna casi lloro de gusto, al saber que su hermana se encontraba a salvo, que hasta olvidó que la seguían...Ese descuido, ocasionó que los tres ninjas, por poco estuvieran sobre ella.
—¿Porque no haces esto mas fácil y vienes con nosotros? Tu futuro esposo, espera por ti—el rostro de Hinata, se lleno de asco, solo con pensar en estar cerca de ese maldito asesino.
—Nunca seré la esposa de ese demente—replicó, sin inmutarse y menos ahora que su hermana estaba bien.
—Para obtener la recompensa tenemos que llevarte con el y no estoy dispuesto a dejar pasar esa ganancia tan jugosa—Kakuzu avanzó hacia la morena, pero antes de poder llegar, Izuna apareció frente a ella impidiendo que la tocaran y resguardándola tras su espalda.
El marionetista se sorprendió al verlo, dado que nadie escapaba a la muerte, una vez que eran heridos con el veneno. También Izuna enfocó sus orbes en el pelirrojo y apretó los puños. Esos bastardos querían llevarse a su mujer y no lo permitiría, aunque se arriesgará a sufrir otro ataque.
—¿Estas herida?—le preguntó por arriba del hombro y ella negó—Corre a un lugar seguro, yo los detendré—la ojiperla se asustó y no se movió. No pensaba dejarlo solo con esos tres sujetos.
—No lo dejaré aquí—aseguró con convicción—Si los enfrenta solo, puede morir, ademas su presencia dentro de la aldea, es culpa mía... lo menos que puedo hacer es ayudarlo.
—Hinata por favor, ponte a salvo...Itachi y los otros deben estar por llegar, es mejor que estés con tu hermana—el Uchiha no concebía la idea de verla luchando contra ellos, no es que pensara que no era fuerte, pues el mismo comprobó en los entrenamientos lo buena que era, pero aún así, se resistía a verla lastimada, estando el para protegerla.
—¡Hola! Todavía estamos aquí—los llamó Hidan para que terminaran con las cursilerías y lo dejaran atacar, después de todo, al Uchiha no lo tenia que llevar con vida y con el, podía hacer el sacrificio.
—Hazte a un lado Uchiha, por ahora no tenemos tiempo para ti—ordenó Kakuzu.
Sin que nadie lo esperara, Hidan y Sasori se abalanzaron contra Izuna, listos para acabar con el, mientras que Kakuzu, realizó un Jutsu con cabello para atrapar a la morena.
Hinata logró escapar a tiempo, pero el ninja era muy persistente y poderoso. No pensaba desistir hasta que no la capturara.
Izuna sabía que las dos armas de esos tipos podían hacerlo caer, así que con avidez los esquivaba mientras que intentaba atraparlos en un Jutsu. Sin embargo, no podía concentrarse bien, porque temía que ese sujeto dañara a Hinata o que se la llevara.
Hinata evitaba ser atrapada y temía por Izuna, de pronto dos destellos azules se colocaron cada uno a su lado, mientras que unos cuervos volando, se fueron materializado en Itachi.
El Uchiha corrió hacia Izuna, para ayudarlo y los destellos azules mostraron a Hiashi y a Neji.
—¿Estas bien hija?—el patriarca casi enloquece cuando encontraron a Hanabi, pero no a Hinata. Haciendo uso de su Byakugan, se dieron cuenta donde y con quienes estaba.
—Si—respondió sintiéndose más segura entre todos ellos.
—Yo me encargó de el—específico Izuna, cuando miró que Hinata estaba a salvo. Itachi comprendió y no le llevó la contraria. Poco a poco se fue alejando en una batalla contra Sasori, puesto que, ademas de querer llevarse a la ojiperla, tenían cuentas que saldar y en esta ocasión, no se pensaba descuidar, como lo hizo la última vez.
Un halcón montado por Sasuke los pasó desde arriba para ir hacia Naruto y Shikamaru. Su intención era enfrentar al rubio que se llevó la hermana de Hinata y que seguramente los podía conducir hacia el mal nacido ladrón de ojos...Danzo Shimura. Para su buena suerte, lo encontró también montado en una ave que se elevó por encima del bosque y se dispuso a seguirlo.
Deidara, notó que lo seguían y se dio la vuelta para enfrentar al oponente, solo esperaba que valiera la pena. Cuando vio a Sasuke sonrió contento y al igual que Izuna y Sasori, también ellos iniciaron una gran batalla, lejos de Konoha y de cualquier persona.
[...]
—Hokage-sama—un Anbu con máscara de lobo, apareció frente a Hashirama, cuando finalmente lo encontró en su casa con Mito.
—¿Que sucede?—se dispuso a preguntar, ya que a menos que se tratara de una verdadera emergencia, no lo buscaban en su hogar.
—La aldea está siendo atacada—el Anbu le contó todos los pormenores de lo que había sucedido en los anteriores minutos a que lo encontraran.
—En seguida estaré ahí—el joven asintió y desapareció en una nube de humo.
—Ten cuidado—Mito se acerco a el y le dio un beso en la mejilla.
—No te preocupes, estaré bien, pero tú quédate aquí, enviaré traer a Kushina, para que se quede contigo, mientras estoy fuera—se despidieron y Hashirama salió hacia donde le habían indicado que se llevaba a cabo el disturbio. Algo le decía que Danzo estaba detrás de todo y de ser así, esperaba que no hubieran capturado a Hinata.
...
Hashirama, evaluó los daños cuando llegó a las puertas de la aldea. Debía de reconocer lo inteligentes que eran sus shinobis, ya que según lo que Obito y Kakashi, le informaron, los chicos lograron hacer que los siguieran hacia el bosque para poner a salvo a los aldeanos.
Continuaron hasta que encontraron a los Hyuga y a un ninja renegado, el cual se preparaba para pelear con Hiashi y con Neji.
—¿Ríndete y si nos das información acerca de quienes te enviaron, tu condena no será tan dura—ofreció el castaño, como lo hacía siempre, con la esperanza de no tener que llegar a la violencia.
Kakuzu evaluó la situación y se dio cuenta que no podía ganar contra Hashirama, ademas con los Hyuga, el Uchiha y también Hatake, eso sería equivalente a un suicidio.
—Primero muerto, que ser capturado por ustedes—afirmó, molestando a Hashirama.
—Hokage-sama—lo llamó Hiashi—Pido su permiso para ser yo quien se encargue de este desgraciado... no me importa morir, si con eso libramos el mundo de personas como esta—repuso decidido.
—No, por favor padre—Hinata reaccionó al escuchar a su progenitor, dado que su atención estaba puesta en el bienestar de Izuna, quien se había ido a los adentros del bosque, luchando con el marionetista. No podía olvidar, que por culpa de ese sujeto, Izuna casi muere envenenado.
—Hinata, quédate con Neji—Hashirama aún no respondía al pedido del Hyuga, sin embargo tampoco le podía negar la oportunidad de vengarse, por intentar secuestrar a sus dos hijas.
Antes de tomar una decisión, Kakuzu huyó dejando una espesa niebla que logró desubicarlos por unos segundos, lo suficiente, para que pudiera escapar sin que supieran por dónde. Sin planearlo, se encontró con Hidan, quien se escabulló del Uchiha, haciéndole pensar, que logró matarlo.
—¿Que haremos ahora?—cuestiono Hidan.
—Debemos escapar antes que logren atraparnos, son muchos y no podremos vencerlos—muy a regañadientes, Hidan acepto, pero no lograron llegar lejos, porque Shikamaru y Naruto se colocaron frente a ellos, listos para la batalla.
Naruto se enfrascó en una feroz batalla, ya que Kakuzu tenía mas de un corazón, por lo tanto debía darle muerte en varias ocasiones y no le fue fácil.
Para Shikamaru, también fue complicado vencer a Hidan. Debía evitar ser herido por el arma y por mas que le dio repetidas heridas de muerte, el tipo no se morirá. Luego se enteró que era inmortal y tuvo que formar un plan diferente para darle fin. Inmortal, o no, debía deshacerse de ese tipo.
...
Itachi perdió la pista de Hidan y se aseguró que su tío estuviera bien, mientras mantenía el combate con Sasori. Se quedó observando por un tiempo, hasta que estuvo seguro que Izuna lograría vencerlo. La verdad era, que ese tipo no era rival para el Uchiha. La única forma en que logró atacarlo, fue porque su tío bajó la guardia y ese fue un imperdonable error, puesto que nunca se debe subestimar al contrincante, por muy débil que parezca.
Mas confiado se dirigió hacia donde luchó su hermano. El lugar era literalmente un campó de batalla y antes de poder llegar a Sasuke, fue lanzado hacia atrás por la explosión que dio fin a Deidara, dejando a su hermano, con quemaduras que debían ser atendidas.
Logró mantener a los Uchihas a raya para que no intervinieran, puesto que ellos podían con todo, sin necesidad de ayuda.
[...]
Minato y Shikaku, se enteraron de la batalla que liberaban sus hijos y no quisieron intervenir. Ambos se mantuvieron al pendiente desde lo lejos y miraron con orgullo, como esos chicos eran poderosos ninjas.
Lucharon por mucho tiempo y finalmente ambos resultaron ganadores.
Para Fugaku, la situación no fue muy diferente, aunque nunca lo diría en voz alta, fue todo un orgullo para el, la gran batalla que protagonizó Sasuke.
Itachi les contó todo, cuando ya su hermano había regresado, el único problema había sido, el hecho de tener que ir al hospital, para que lo sanaran de las múltiples heridas que sufrió por las quemaduras, causadas por los insectos que lograron tocarlo.
Madara no pudo evitar preocuparse, cuando se enteró que su hermano menor, sostenía un combate con el mismo sujeto que casi lo mata. Preocupado quiso llegar hasta el, pero Hashirama, Itachi y Obito, se lo impidieron, argumentando que Izuna era mas que capaz de vencerlo.
Sonrió al ver a la chica Hyuga, muy preocupada por el, mientras era sostenida por su primo. Tanto el, como ella, tenían algo en común y ese detalle lo hizo sentir más simpatía por Hinata.
[...]
El hospital de la aldea, se encontraba abarrotado y no era, por los pacientes, sino por los familiares y amigos de los cuatro shinobis.
En una misma habitación, se hallaban, Naruto Shikamaru, Izuna y Sasuke. Los primeros tres, solo tenían algunos hematomas y los tenían ahí, para estar seguros que estaban bien.
El que realmente había sido dañado era Sasuke, pero de los tres, era el que más orgulloso se sentía, aunque solo fueron Izuna y Naruto los que lograron traer los cuerpos sin vida de Kakuzu y de Sasori, para sacarles información, sobre el escondite de Danzo.
Hinata se aseguró que Hanabi estuviera bien y después de agradecer a Sai, se fue hacia el hospital, con Ino, para ayudar en lo que pudiera. Tenía que agradecer a todos por evitar que el plan de Danzo tuviera éxito, aunque no se podía quitar la culpa de los dos guardias carbonizados en las puertas de la entrada principal.
...
—Con esto te sentirás mejor Sasuke-kun—los tres varones sonrieron, cuando escucharon a Sakura hablándole al disgustado Uchiha, después de realizar el cambio de vendas y acomodarle las almohadas.
—También necesitó cariñitos Sakura-chan—exigió Naruto—el teme no es el único que está herido.
Antes que la enfurecida chica respondiera, la puerta se abrió, dando paso a Mikoto, Kushina y Yoshino. Las tres féminas literalmente saltaron hacia sus hijos.
—Hmph—fue el sonido que salió de Sasuke, cuando su madre lo abrazó.
—Que problemático— murmuró el Nara, mientras su madre lo abrazó.
—No estoy tan herido—aclaro Naruto, cuando Kushina lo evaluaba buscando algún hematoma.
—No te hagas el fuerte dobe, todos escuchamos cuando te quejaste con Sakura, dijiste que necesitabas "cariñitos"—aun con el dolor de las quemaduras el azabache logró hacer las comillas con sus dedos.
—¿De verdad?—la pelirroja lo estrujó mas—Tendrás todo el cariño que necesitas—el rubio se vio preso de su madre, que no dejo de darle mimos, mientras Sasuke lo veía con una sonrisa llena de cinismo.
...
Hinata esperó a que todos los visitantes hubieran salido, para entrar ella. No quería irrumpir, mientras la familia de los cuatro shinobis estaban dentro y esperó con paciencia.
Abrió la puerta lentamente y se encontró con las cuatro camillas. Las azules orbes de Naruto, fueron las únicas en verla, dado que los otros estaban durmiendo.
—Gracias por todo Naruto-kun, de no ser por ustedes, quizás no estaría aquí.
—No tienes nada que agradecer, te dijimos que cuidaríamos de ti, así como tú lo harías con nosotros—ella asintió y ambos de dieron un abrazo. Shikamaru también despertó y le agradeció por ayudarla al igual que lo hizo con Naruto, excluyendo el abrazo, porqué con el Nara, fue solo un apretón de manos.
La siguiente camilla era la de Sasuke, pero al igual que Izuna, lo miró con los ojos cerrados y solo comprobó con el Byakugan que estuviera bien...Antes de retirarse, se acero hasta el oído del joven—¡Gracias Uchiha-sama! Es usted muy valiente—luego le dio un beso en la mejilla, estando segura que dormía.
Cuando finalmente, pudo acercarse a Izuna, se quedó parada por unos segundos, recordando como gritaba de dolor y convulsionaba casi al borde de la muerte cuando regresó de aquella misión.
La angustia la invadió y se acercó a la camilla para abrazarlo. Pensando que también dormía, casi grito, cuando Izuna fue mas rápido que ella y la acostó a su lado siendo el, quien la rodeó en un fuerte abrazo.
—Tengo horas queriendo verte—afirmó mientras la estrujaba mas contra su pecho, había estado evaluando, la probabilidad que el plan siniestro hubiera tenido éxito y no podía soportar la idea de perderla.
—Tuve mucho miedo de perderlo—confesó llorando de felicidad al saberlo a salvo. El azabache se conmovió al sentirla llorando por el.
—¿Y eso te hubiera dolido?—Izuna tuvo que taparse la boca para no reírse de la mirada "molesta" que intentaba darle su ojiperla. Fuera de parecer amenazadora, lucia adorable, así que no esperó respuesta y la beso en los labios tomándola por sorpresa.
El Uchiha comprobó que sus compañeros de habitación durmieran y se dedicó a disfrutar los dulces labios de la morena. Estaba mas tranquilo, sabiendo que con los dos cuerpos recuperados, pronto obtendrían información, sobre el paradero de ese maldito rabo verde.
Continuara.
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