Capitulo 16

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Los aspirantes para los exámenes ocupaban las posiciones dadas por sus senseis. Entre ellos, Sai era el primero que aparecería en la arena para competir con un shinobi del país de las olas. Ya se habían librado varios combates entre los más jóvenes y ahora era el turno de los mayores, donde también se encontraban los primos Hyuga.

—Mucha suerte Sai-san... tenga cuidado con el ninja que competirá—la morena tenía mucha preocupación por lo que comentaron unos ninjas tras ella sobre el competidor con el que se enfrentaría Sai—Dijeron que es muy poderoso—le advirtió para que supiera a que atenerse.

—Gracias Hinata-san, eres muy amable, pero no te preocupes, haré lo mejor que pueda—respondió Sai, tratando de no preocuparla para que no se distrajera de su verdadero objetivo, el cual era salir victoriosa y sin sufrir heridas mortales.

—No te confíes demasiado ni bajes las defensas—Neji le dio una palmada en el hombro en el momento que avanzó hacia la arena.

...

Después de hacer las presentaciones, los dos competidores comenzaron a mostrar de lo que eran capaces. Ino se comía las uñas debido a los nervios y gritaba desde su lugar animando a Sai.

Hinata no se equivocó al pensar que el ninja era muy poderoso, pero lo que pocos sabían, era que después de servir a Danzo desde pequeño, Sai también era uno de los participantes más avanzados y capaces de competir debido a su nivel de Anbu, lo cual, lo convertía en alguien difícil de vencer.

Sin mucho esfuerzo y con gran avidez por parte del ex Anbu, el combate terminó con Sai como ganador.

—¡SI!—grito Naruto, desde el lugar que ocupaba... Ino por su parte, corrió hacia donde se dirigió el joven para recibirlo y también felicitarlo.

—Sabía que lo lograrias —la rubia se lanzó a sus brazos y Sai la levantó en un abrazo, dando paso a un apasionado beso. La Yamanaka se dejó llevar y después de unos candentes momentos, los dos se separaron por falta de aire.

—Hey ustedes dos—los llamó Yamato—Dejen de dar espectáculo frente a los menores—la rubia se dio la vuelta y se sonrojó, mirando a todos los niños que aún permanecieron en el lugar donde ellos se dieron el beso.

Sin decir nada ambos se marcharon del sitio con Ino muy apenada y Sai, como si nada hubiera pasado para tener que avergonzarse.

...

—Nii san, ten mucho cuidado, no quiero que te pase nada malo—le decía Hinata a su primo. Ella realmente temía por Neji, mas que por ella misma, dado que no podría soportar perderlo de nuevo, ni tampoco, verlo herido.

El Hyuga sonrió con ternura hacia su prima y la abrazó fuerte contra su pecho—No se preocupe por mí, no la dejare sola de nuevo—le aseguro sin soltarla del abrazo.

—Se que eres fuerte, pero no puedo evitar sentir miedo, no quiero perderte—le dijo con las emociones a punto de traicionarla.

—Lo se... yo me siento igual que usted, no quiero que su contrincante la tome con la guardia baja. Haga todo lo que sabe para evitar que la dañen ¿me entendió?—le pregunto y ella asintió.

—Llegó tu turno... vamos—lo llamó Gai sensei—Demuéstrales que la llama de la juventud está dentro de ti—le animo levantando los pulgares, haciéndoles menos tenso el momento a ambos ojiperlas.

La mayoría de los clanes pertenecientes a Konoha, se hallaban ocupando sus lugares mientras veían los combates. Madara también asistió como líder de su clan, acompañado por Mikoto y Fugaku. Sasuke no se sentó con ellos, porque se encontraba con sus amigos mirando desde otro ángulo. Obito optó por vigilar junto a Kakashi y los otros dos hacían el trabajo como Anbus.

La mayor parte de público se sorprendió de lo fácil que resultó para Sai, salir victorioso y aunque pocos lo admitían, la mayoría tenían curiosidad por ver a los Hyuga en combates, pues muy pocos los habían visto.

...

Después de ser anunciado, Neji entró en la arena imperturbable e imponente y para quienes no lo conocían, se podía decir que también con porte arrogante. Las chicas presentes comenzaron a gritar histéricas, mirando a semejante hombre.
—Es perfecto—decían algunas, mientras que otras, sólo suspiraban por el apuesto joven.

Hinata salió hasta donde podía verlo, manteniendo las manos unidas en su pecho. Sabía que era mejor no hacerlo, pero no pudo evitar la curiosidad por observar el físico del otro contrincante. Un jadeo se le escapó, al momento de ver a un hombre mucho más alto y grande que su primo. El ninja pertenecía al país del hierro y sus armas eran dos espadas. La ojiperla cerró los ojos con miedo a lo que sucedería durante ese enfrentamiento.

Hashirama dirigió toda su atención hacia el combate, de la misma manera que lo hizo con Sai, pero él, al igual que muchos de los presentes, tampoco conocía el modo de pelea de los miembros del clan Hyuga. Definitivamente, la curiosidad era lo que reinaba en las personas del público, incluyendo a los Anbus.

—¡Comiencen!—grito Genma y ambos competidores avanzaron. Neji miró como el sujeto desenfundaba las espadas y avanzaba corriendo hacia él. Sin ningún problema, lo esquivo evaluando los puntos de chakra.

—Byakugan—gritó el castaño y los murmullos no se hicieron esperar, cuando miraron los ojos del Hyuga formando venas abultadas por ambos lados de las orbes perladas.

Neji sólo necesito unos momentos para saber donde tenía que cerrar los puntos de chakra y desactivó el Byakugan, para no gastar energía innecesaria.

El enorme ninja saco armas que parecían brotar de su cuerpo. Entre ellas, predominaban los kunais y los shuriken, sin descartar las agujas que contenían veneno, paralizante.

—Quedara gravemente herido—les dijo Mito, con miedo por lo que estaba por venir, pues no ser un Uchiha, al Hyuga, le sería imposible esquivar esa cantidad de objetos dirigidos a él.

—¡Solo esperen!—los ojos de todos los ahí reunidos, se dirigieron hacia el Kazekage, el cual no dejo de mirar el combate frente a ellos.

—Nii san—murmuró Hinata, en el momento en que el ninja lanzo su artillería contra Neji. Estaba muy asustada y retuvo la respiración.

El castaño expulsó chakra, formando algo que nadie había visto antes y que a su vez, los dejó impresionados... la poderosa rotación celestial, la misma que logró desviar todas  y cada una de las armas lanzadas hacia él.

—Eres genial Neji—le grito Rock Lee desde arriba y los vítores del público no dejaban de sonar. Los magníficos movimientos del muchacho, contrastaban con lo letales que podían llegar a ser.

...

—Tu ya lo sabías ¿verdad?—le preguntó Temari a su hermano y Gaara, asintió.

—Neji es muy fuerte... ese fue el motivo por el cual se mantuvo con vida, aun cuando muchos Anbus y ninjas renegados tenían ordenes de asesinarlo—declaró el pelirrojo, siendo escuchado por la mayoría de los presentes.

La batalla concluyó con el shinobi de las espadas sin poder hacer uso de sus extremidades por muy buen tiempo, ya que el genio Hyuga, le cerró los puntos de chakra y solamente los miembros de ese clan, podían quitar los bloqueos.

Tobirama anotó el nombre del castaño como ganador, justo bajo el de Sai. Ahora solo faltaba la chica y esperaba que no saliera muy lastimada, puesto que el sujeto con el que lucharía era muy poderoso según los registros que su sensei le entregó para la documentación y sorteo a la hora del examen. Francamente, hubiera preferido que ella luchara con alguien menos amenazante, no obstante, todo fue cosa de suerte.

—¿Viste eso?—preguntó Itachi a Izuna. Los dos observaban desde el lugar donde debían vigilar. Al ser Anbus, ambos portaban los uniformes y máscaras. Izuna asintió sin dejar de ver el sitio donde Hinata observaba a su primo—Él es digno guardián de Hinata-san—añadió el menor de los Uchihas—¿Sabes que es lo mas irónico?—le cuestionó al mayor y este negó con la cabeza—El muchacho me agradeció por lo bien que cuidamos a su prima dentro del distrito Uchiha—soltó Itachi, con culpa y melancolía.

Izuna suspiró haciendo una mueca de dolor, la cual  no pudo ser vista, gracias a la máscara que llevaba puesta. Claro que era irónico que ese joven pensara así, cuando en realidad, ellos la dañaron de una y mil maneras, especialmente él.

—Mira, llegó su turno—Izuna se quedó perdido en los pensamientos de culpa y apenas fue consiente que ya había llegado la hora para que ella saliera al combate, mismo que le ayudaría a obtener el título, convirtiéndola oficialmente en kunoichi de Konoha y al mismo tiempo, un combate donde podía salir lastimada, incluso corría el riesgo de morir.

...

Hinata avanzó cuando fue llamada. Estaba un poco insegura, pero después de ver como Neji y Sai ganaron, sintió más seguridad. Por otro lado, no quería defraudar a todas las personas que le ayudaron y que creyeron en ella, incluyendo a Shisui, quien se esforzó tanto en hacerla mas fuerte.

—Tu puedes Hina-chan—la ojiperla levantó el rostro para ver a sus amigos. La que grito fue Ino, quien ya se hallaba junto a todos sus compañeros, incluyendo a los dos miembros de su equipo... Sai y Neji también se encontraban con ellos para observar su enfrentamiento.

Mas a la derecha, enfocó al los Kages, entre ellos a Hashirama y a Mito, quienes la saludaron con la mano, al igual que lo hizo Mikoto. Había muchas personas en el lugar, lo cual fue inquietante, debido a que siempre odio ser el centro de atención. Uno de los Anbu le hizo un saludo desde arriba y supo sin lugar a dudas que se trataba de Itachi. Él era otra persona a la que le debía mucho y por ende, no lo defraudaría.

El contrincante se hizo presente y los murmullos del público comenzaron a escucharse, debido la rara apariencia del sujeto. El shinobi del país de la niebla, se veía mayor que la ojiperla, sin embargo, eso no era ningún problema, sino el hecho de su raro y poderoso chakra.

—¡Empiecen!—el sensei lanzó la orden y los contrincantes quedaron frente a frente para presentarse debidamente.

—Hyuga ¡he!—se burló el shinobi—Sera bueno derrotar a uno de los traidores—soltó sin reservas. La ojiperla sintió un pinchazo de dolor por las hirientes palabras. Era evidente que no todas las personas serían buenas con ella y que limpiar el nombre de su clan, llevaría mucho tiempo.

El sujeto se abalanzó hacia ella, extendiendo lo que parecían ser espinas que brotaban de sus brazos y piernas. Ella logró esquivar el ataque y activó el Byakugan, luego de un rápido escaneó, supo que las espinas contenían un potente veneno, mismo que fluía por los canales de chakra, como si fuera su sangre. Mientras pudiera evitar ser herida por una de esas púas, podría mantener el control.

Izuna bajo un poco para quedar mas cerca del combate y se aferró fuertemente a la baranda de metal. Quería hacer algo, no deseaba verla luchando. Para él, ella era muy delicada y frágil.

El tipo se lanzó sobre ella, logrando golpearla y lanzándola lejos. La ojiperla se desconsentro por unos segundos. Ella no quería mostrar lo que Shisui le enseñó, no después de saber que solo los miembros del clan Uchiha tenían esos conocimientos, pero una de las púas logró rozarle la muñeca y el ardor se hizo muy molestó.

El ninja sonrió con suficiencia, estaba completamente seguro que la chica no era rival para él y lo demostró, dejándolo llegar hasta ella. Decidió poner fin de una vez y extendió las palmas de sus manos, donde comenzaron a crecer dos grandes estacas, dejando atónitos a todos en el público.

En cuestión de segundos, la morena buscó la mirada de su primo y lo encontró entre todos, dándole un asentamiento con la cabeza para trasmitir seguridad. Para alivio de Neji funcionó, aunque él estaba preparado para saltar a defenderla, de ser necesario.

Izuna logró entrar en la arena y cuando se disponía a ir en contra del sujeto que lastimaría a Hinata, la mano de Itachi lo retuvo, negando con la cabeza y haciéndole una seña para que mirara al frente. Itachi sabía que ella era completamente capaz de vencer al shinobi, la miró entrenar en muchas ocasiones, así que ni siquiera lo puso en duda.

—Toma esto... asquerosa Hyuga—ella no lo dudo mas y también se dirigió hacia él, dispuesta a dar batalla.

Las estacas fueron destruidas en segundos por un par de leones en color púrpura, formados en los puños de la chica. El tipo aguantó la respiración y lanzó las espinas en dirección a ella.

Hinata se convirtió en una ráfaga azul, esquivando las espinas y llegando hasta la anatomía del tipo. Con avidez, lo golpeó con el puño suave y al igual que hizo Neji, ella también cerró los canales de chakra de su bocón oponente, añadiendo, uno que otro golpe extra, que estaba segura le causaría mucho dolor por varias horas. Eso fue cortesía aparte, por hablar mal de su clan.

Izuna se llevó la mano a la cabeza y respiró hondo debido al susto que tuvo al pensar que pudieron dañarla.

—Ella es fuerte—le dijo Itachi, pero Izuna miraba como ella parecía débil y se tocaba la muñeca. El público gritaba feliz por su logro y el sensei la declaró ganadora.

—Algo anda mal... mira como se tambalea—Itachi notó que su tío tenía razón. Hinata se veía adolorida y algo pálida.

—¡Espera!—alcanzó a decir el Uchiha menor, cuando vio cómo Izuna se dirigió hacia ella, sin importarle la multitud de personas que permanecieron mirando.

Hinata respiraba con dificultad, sabía que el rasguño no era grabé, pero de continuar donde estaba, pronto se desmayaría frente a todos. Lo malo fue, que con toda la algarabía de las personas, no pudo apresurarse a salir de la arena y nadie pareció notar su estado, hasta el momento que todo se puso borroso y unos cálidos brazos muy familiares la sostuvieron, saliendo de ahí en segundos.

—¿Que pasó con Hinata-chan?—preguntó Naruto muy alterado.

—Logró herirla—les dijo Neji antes de salir corriendo con el Byakugan activado, para saber a donde se la llevó el Anbu. Sasuke permaneció en silencio, él sabía la identidad del Anbu que se la llevó en brazos. Su mirada se encontró con la de Madara y el líder a su vez, se encogió de hombros con resignación.

Sakura se imaginó que el único lugar a donde la habían llevado, era el hospital y con una mirada hacia Ino, ambas se dirigieron ahí siendo seguidas por el grupo de amigos.

...

—¡Despierta Hinata! Por favor, no te duermas—rogó Izuna, mientras corría con ella en brazos por los pasillos del hospital—Aguanta un poco, mi amor—el azabache estaba desesperado y comenzó a llamar por un médico para que le aliviaran el dolor. La herida no era nada que amenazara su vida, pero el dolor podía hacer delirar a quien lo recibieran en caso de no actuar con rapidez y para él, Hinata debía recibir atención medica de inmediato.

—Vengan por aquí—Shizune, quien en ese momento era la única médica disponible, los guió hacia una de las habitaciones. El hospital estaba abarrotado con los candidatos de los exámenes que resultaron con leciones—¿Que le ocurrió?—cuestionó mientras le revisaba los signos vitales.

—Recibió una púa con veneno en la muñeca—respondió el azabache, mostrándole la muñeca enrojecida.

—¿De donde era su oponente?—preguntó la médica, pues por seguridad, todos los candidatos a los exámenes debían dejar un registro de sus habilidades, incluyendo los que atacaban con veneno. De esa manera, se evitaba el riesgo de muerte. Revisó la muñeca y pudo comprobar que no necesitaba ningún antídoto, pero de igual manera podía suministrar algún calmante para los posibles efectos secundarios.

—Es uno del país de la niebla—respondió el Uchiha mirando como la ojiperla se movía incómoda. Le recordaba los días en que ella permaneció encerrada en los calabozos Uchiha, enferma por el sello en su frente.

—-Quédese con ella... en un momento regresó con un medicamento que le ayude con los síntomas—la femenina se marchó, dejándolos a solas. Cansado de verla en ese estado, el azabache la colocó en su regazo y se quitó la máscara.

—Toda va estar bien, ya viene la ayuda—le dijo con pesar y se maldijo mentalmente por no intervenir antes que ese imbecil la atacara.

Hinata logró recuperar la cordura por unos cortos periodos de tiempo y se aferraba a él... La raspadura con la espina no logró entrar de lleno en su cuerpo, de modo que el dolor era soportable en la medida de lo, posible, sin embargo, los delirios y la visión empañada iban a persistir por unas horas. Sintiendo el aroma tan embriagante del azabache, la mente de la chica se nublo aún mas y le resultó imposible pensar con claridad—Usted—le pareció murmurar.

—¿Te duele mucho?—le pregunto acercándose a su rostro. Ella conservó el aroma que tanto le gustaba y se veía tan hermosa como el día en que la tuvo. El día que fue suya.

—Yo...— la morena, trato de responder, pero no lograba pensar con lucidez y lo único que hizo, fue entreabrir los labios. Ante tal acto, el azabache no se pudo contener a rosarle los labios con los suyos, sintiendo la sensación de paz que ella le daba. Quiso continuar, pero logró percibir el chakra de varias personas, las cuales, se acercaban a la habitación donde se encontraban ellos dos. Sin perder el tiempo, se colocó de nuevo la máscara, ocultando su identidad y se paró junto a la camilla.

—Ya estoy de regreso—anunció Shizune, mostrando la jeringa en la mano—Sostengala bien, para que no se mueva—Izuna obedeció y la medica le suministró el medicamento —Ahora si estará bien, solo necesita unas horas para regresar a la normalidad—anunció la fémina—Todos tus amigos, están afuera y quieren verte—acto seguido, lo único que Shizune pudo ver, fue una nube de humo causada con la desaparición del Anbu que la había llevado. Sin poner demasiada importancia, la medica abrió la puerta, dando paso a un grupo de jóvenes encabezado por Neji.

—¡Hinata-sama! ¿Se encuentra bien?—el genio Hyuga le hizo una inspección con el Byakugan y después de unos segundos, lo desactivó lanzando un suspiro de alivio.

—¿Como esta ella?—preguntó Kurenai, quien llegó minutos mas tarde, siendo acompañada de Tobirama.

—Todo esta bien, solo fue una rasgadura y no necesitó antídoto—les respondió a todos, para que estuvieran tranquilos—Ahora es mejor que permanezca tranquila por una, o dos horas para que deseche completamente los efectos del veneno y podrá marcharse—les aviso y poco a poco, todos se marcharon, excluyendo a Neji, el cual se sentó en la camilla con ella, sin intención de dejarla sola.
...

—¿Donde estoy?—preguntó Hinata minutos después. Finalmente su visión era normal y ya no sentía mareo.

—En el hospital...¿ya se siente mejor?—ella se frotó los ojos y afirmó con la cabeza—Lo hizo muy bien, estoy orgulloso de usted—los primos se abrazaron.

—Gracias por apoyarme—los dos estuvieron hablando por unos momentos, sin embargo, el aroma a él, permaneció latente en los sentidos de la chica—¿Quien me trajo hasta aquí?—cuestiono tratando de disipar las dudas. No podía tratarse de él, no lo creía posible, pues aún tenía recuerdos que no estaba segura si se trataban solamente de alucinaciones causadas por el veneno.

—Fue un Anbu, pero no pude ver de quien se trataba—la chica se quedó confundida. Esa persona la trató con cariño y ella todavía creía sentir su tacto.

—¿Puedo pasar?—Neji se puso de pie con la inesperada llegada de un pelirrojo, mismo que se asomó, sosteniendo un ramo de flores.

—¡Kazekage-sama!—el castaño hizo una reverencia y lo invitó a entrar. Hinata también trató de ponerse de pie para saludar debidamente.

—No lo haga... usted aún esta débil—le dijo Gaara, acercándole las flores—todo lo contrario a su oponente, el cual dudo que se despierte por este día—el pelirrojo hizo una mueca de sonrisa, al hacer  el comentario. La ojiperla se sonrojó y optó por mirar hacia abajo.

—G-gracias Kazekage-sama—agradeció por las flores, sintiendo los ojos del pelirrojo puestos en ella.

—Le dije a su primo y ahora se lo dire a usted, llámenme solo Gaara—los Hyuga asintieron—Me da mucho gusto saberla a salvo y como le dije a su primo, cuentan con todo mi apoyo para dar con el paradero de sus familiares—ella finalmente levantó el rostro y lo encaró conmovida por el ofrecimiento.

—Gracias K-Gaara-san... se lo agradezco mucho y no tengo como pagarle que cuidaran a mi nii san—le agradeció con las perlas brillantes debido a las lágrimas de alegría que amenazaban con salir. Neji le paso un pañuelo y los tres se sentaron a conversar acerca de Danzo y los últimos acontecimientos.

[...]

Izuna regresó a su lugar de vigilancia, con el corazón latiendo irregularmente. Suspiro, dejando escapar, la carga que tuvo encima las últimas horas, desde que la vio entrar en la arena. Demostró ser muy fuerte, venciendo al sujeto, en muy poco tiempo, con movimientos, nunca antes vistos por el y dudaba que alguien mas los hubiera visto, excepto Shisui, que la conoció bien.

A eso se refieren los Uchihas, cuando enseñan a pelear a sus mujeres, a la gran necesidad de protegerlas de todo, para cuando ellos, no estén presentes, ya que de estarlo, no permiten exponer, lo mas preciado que tienen. Su alma gemela.

—¿Como esta ella?—le pregunto Itachi, al momento de llegar a su lugar donde también el vigilaba.

—No fue nada grave y en unas horas estará bien—le respondió sin titubear.

—¿Estas interesado en ella?—cuestionó de nuevo el más joven. La forma en que su tío se comportó, fue la misma en que lo haría un hombre enamorado, pero no quería confiarse mucho. Lo único que quería evitar, era que Izuna lastimara de nueva cuenta a Hinata.

—¿Serviría de algo negártelo a ti? A ti que pareces percibir todo a tu alrededor—le respondió derrotado. No tenía ningún sentido, ocultarlo. Hinata le interesaba y no se trataba solo, de sexo, ella le interesaba, al grado de querer sobre guardarla, para que nadie mas la golpeara, a tal grado, de que el, era quien quería dar la cara por ella, y asi evitarle más sufrimientos, de los que ya había tenido.

Continuara.

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