Capitulo 15
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
Izuna seguía con el impulso de rodar los ojos, por causa de la insistencia de Yugao para ir a otro lado, pues ella quería un rato a solas con él y la llegada de Obito, Kakashi y Rin, estropeó sus planes, luego también se unió Anko, haciéndole mas difícil la retirada.
El azabache agradeció que su sobrino comprendiera su molestia y sin tener que usar palabras se quedó ahí en la misma mesa.
Todo parecía calmado hasta que un grupo de jóvenes acabó con toda la paz del lugar.
—Es ella—susurró Rin, para que solo Obito la pudiera escuchar. Ellos tenían tiempo queriendo encontrarse con la Hyuga y de ese modo, ofrecer apoyo, sin embargo, no la habían podido encontrar debido a las largas jornadas de entrenamiento y los turnos en el hospital.
Itachi les había contado que la chica estaba bien y que su primo era muy protector con ella. Al verla se dieron cuenta que Itachi no exageró. Ellos no sabían nada acerca de lo que sucedió entre Izuna y la ojiperla, así que no notaron la tensión que se estaba formando del otro lado de la mesa, justo donde se sentaron Izuna y Yugao.
Izuna no estaba preparado para verla llegar. Aunque inicialmente ese fue el motivo de aceptar la invitación de Yugao, no pensaba verla justamente en el mismo establecimiento donde él se encontraba. Ella no lo noto, lo único que hacía, era caminar con gracia y elegancia rodeada de esos chicos escandalosos.
Él pudo ver de primera mano, lo cambiada que estaba la ojiperla, sin los uniformes de servidumbre. Ella lucía preciosa en ese vestido. Pudo apreciar también al Hyuga que no se le separaba. Un joven alto que la sobrepasaba con una cabeza, cabello largo, castaño, porte soberbio y al igual que ella, elegante. Quedó prendado sin poder apartar sus oscuras orbes de la joven, quería una mirada, quería verse en las hermosas perlas de nuevo. No puso atención a nada a su alrededor, porque lo único que deseaba en ese momento era verla.
Entonces sucedió... Hinata giró su sonrojado rostro hacia él encontrando sus miradas por escasos segundos, segundos que a la ojiperla le bastaron para ver cómo Yugao lo tomaba del brazo, dando a entender lo que no era. Cuando finalmente reaccionó era demasiado tarde, ella ya había girando y sus perlas perdieron todo contacto con él. Rápidamente se liberó del agarre pues sentía que le quemaba la piel.
Sabía que no tenía ningún derecho y que él mismo se encargó de terminar cualquier probabilidad de estar con ella, pero verla tan cerca de ese Hyuga, le estaba haciendo hervir la sangre. Ella parecía buscar protección con él y él gustoso se la estaba brindando, como todo un guardián.
Recordó con pesar la vez que se la quito a Naruto, con el propósito de llevarla él mismo dentro de la mansión Uchiha. En ese tiempo se aprovechó de la situación en la que ella se encontraba y ahora, ni siquiera tenía derecho a dirigirle la palabra.
...
—¿Esta segura que no quiere que nos retiremos?—le cuestionó Neji al verla tan descompuesta y a punto de llorar—¿Dígame que la puso así?—el castaño volteó en todas las direcciones, buscando el motivo por el cual Hinata se había puesto de esa manera, pero no miro nada fuera de lugar, mas que uns mesa con tres parejas.
—E-esta bien, no es nada nii san—Hinata trato de sonar lo más convincente posible, no obstante, una vez llegó la cena, su garganta se cerró y no podía admitir bocado. Sin querer llamar la atención, fingió comer y la noche continuó sin que nadie mas que ella y Sasuke, se percataran de la pesada atmósfera.
Una vez terminaron de cenar, todos se dispersaron por el lugar mientras bebían. Hinata permaneció junto a Neji la mayor parte del tiempo.
—¿Podemos hablar?—sin saber como, Sasuke se acercó a ella y sin que nadie los viera, él hizo el pedido—Por favor, será sólo un momento—la morena no pudo objetar y accedió siguiéndole a donde pudieran conversar sin ser interrumpidos.
Hinata permaneció con la mirada en el suelo sin atreverse a encararlo, no es que se sintiera avergonzada, sino que las oscuras orbes de Sasuke, siempre la ponían nerviosa.
—¡Hinata!—la llamó por su nombre por primera vez y eso la hizo mirarlo directamente a los ojos debido a la sorpresa—Quiero disculparme contigo por haberte tratado como lo hice—soltó dejando a la ojiperla sin palabras—Me porte como un monstruo contigo cuando te conocí y después lo que pasó dentro de la habitación de Shisui...—el Uchiha cerró los ojos con culpa al recordarlo.
—No se preocupe... entiendo que para ustedes yo no era más que una plaga, algo que se debía exterminar—le dijo con algo de tristeza en la voz—y en cuanto a lo que sucedió en la habitación de Shisui-kun... eso se lo agradezco, yo estuve tan ciega y de no ser por usted, no habría encontrado a Neji, ni sabría que mi padre y mi hermana aún viven en algún lugar—habló sin rencores y Sasuke pudo percibir que ella no le guardaba ningún sentimiento de odio.
—Estoy dispuesto a estar contigo en la búsqueda de tus familiares, puedes contar conmigo en todo momento para lo que desees... Se que mi primo te enseño técnicas de batalla que sólo los Uchihas conocemos—la morena se sorprendió al saber esa información, pues Shisui nunca le dijo nada al momento de mostrárselas—Te las mostró debido a que tenía la intención de hacerte su esposa. Esa es la forma en que los Uchihas nos aseguramos del bienestar de nuestra pareja, ya que puede haber momentos en que no estemos con ella —la Hyuga dejo caer las lágrimas. Shisui se preocupaba por ella en todo momento y deseaba hacerla mas fuerte.
—Gracias-gracias por contarme esto—le agradeció llorando aún mas. Sasuke en un impulso se acercó a ella y la abrazó para ofrecerle consuelo y la joven no lo rechazó. Permanecieron de ese modo hasta que ella logró calmarse para continuar.
—Lamentó mucho no haber podido impedir lo que pasó entre mi tío y tu—el Uchiha supo que tocaba un tema muy delicado, por la expresión de tristeza que mostró la chica.
—No se preocupe, no fue su culpa sino únicamente mía. El destino debió impedir que nos conociéramos—habló con melancolía y a punto de llorar de nuevo.
—¿El destino? El destino fue quien se encargó de ponerlos frente a frente—declaró Sasuke—Cuando Danzo pidió a un miembro Uchiha para ser tu prometido, pidió específicamente a Izuna—la chica lo miró sin dar crédito a lo que decía—Madara se lo anunció, sin embargo, él se negó, argumentando que no se casaría con alguien que no conocía y fue entonces que Shisui se jugo el todo por el todo y tomo el lugar de Izuna, asegurando que te traería con él—le aclaró como fue que sucedió todo—¿Te das cuenta? Solo era cuestión de tiempo para que mi tío y tú terminaran conociéndose. Ese fue uno de los motivos por el que se sintió más culpable con la muerte de mi primo, porque de haber aceptado pedir tu mano, sería él quien hubiera muerto y no Shisui—concluyó el azabache.
Hinata quedó sin palabras ¿Hubiera sido capaz de detener a Danzo despertando su destructivo poder? ¿Lo habría hecho por alguien que en ese tiempo no conocía? Lo mas probable era que no, pues fue el gran amor que sentía por Shisui, lo que la lleno de luz para poder actuar. Ella no podía decidir cuándo despertar esa fuerza y si de ella dependiera, nunca más lo haría. Las pérdidas hubieran sido mayores si Danzo lograba robar los dos ojos y en este momento Shisui estaría vivo, pero Izuna hubiera muerto, incluso, el mismo Itachi y ella estaría en manos de ese malvado demonio.Esa revelación la dejó mas adolorida y pensativa que antes.
—Quizás si ese hombre no se hubiera metido en medio de tu clan, los Hyuga vivieran dentro de Konoha y mi primo y tú fueran pareja. Al ser de este modo, Izuna no hubiese guardado sentimientos equivocados hacia ti... Pero eso nunca se sabrá—suspiro el azabache—fue el mismo destino, el que se encargó de colocar las piezas en su lugar y de una o de otra manera, ustedes dos se tenían que conocer.
—Yo-yo...no se que decir...—la Hyuga dejó correr las lágrimas, pero de inmediato las limpio.
—No llores más—le pidió abrazándola de nuevo—Te juro que ese maldito pagara muy caro todo lo que te hizo a ti y a tus familiares. Me asegurare que su muerte sea lenta y dolorosa—aseguró Sasuke, mientras acariciaba el largo cabello de la llorosa joven.
...
Neji se dio cuenta que su prima no estaba y comenzó a mirar en todas las direcciones. Sin hacer un escándalo, activo su Byakugan y la enfocó a poca distancia con otra persona. Se acercó un poco y al ver al Uchiha consolándola, regresó hacia donde estaban los otros compañeros. No pensaba que hubiera nada de malo, pues hasta hacia muy poco tiempo, ella vivió con ellos y seguramente la veían como parte de la familia.
Sakura también los miró y a diferencia de Neji, ella se puso muy triste, pensó que Sasuke estaba interesado en Hinata y que ella ya no tenía ninguna probabilidad de llegar a conquistarlo. Una lágrima le rodó por la mejilla y la limpio antes que alguien pudiera verla, después de todo, ambos eran libres y no le debían explicaciones a nadie mucho menos a ella, que nunca logró tener el corazón de su compañero de equipo.
...
—¡Si que es rápida la chiquilla!—le dijo Yugao a Izuna, mirando hacia donde Sasuke abrazaba a Hinata. El Uchiha la fulminó con la mirada, en una advertencia para que guardara sus comentarios mal intencionados.
Izuna estaba haciendo un esfuerzo sobre humano, para no ir hasta donde estaba la ojiperla y arrebatarla de los brazos de Sasuke. Lo único que lo retenía, eran sus mismos actos pasados ¿con que derecho podía intervenir? Él mismo la abandonó a su suerte. Ahora no tenía nada con que pelear en contra de todos los hombres que se acercaran a ella.
Obito y Rin se pusieron de pie y los vio dirigirse hacia ella sin decir nada. Continuó observando que era lo que pasaba y minutos después, Sasuke la dejó con la pareja y él regreso con el grupo de amigos, atrayendo la atención del primo de Hinata, quien no perdió tiempo en cerciorarse que estaba bien.
...
—¿Nos permites saludar a la dama?—le pregunto Rin a Sasuke. El azabache se separó lentamente de la chica y con un asentamiento de cabeza se despidió, no sin antes reafirmar el ofrecimiento que minutos atrás le hizo a la morena.
—Ya lo sabes Hinata...ese maldito pagará muy caro—ella le dio una pequeña sonrisa, en señal de aceptación.
—Finalmente podemos verte—Rin la tomó en un abrazo y Obito con impaciencia, también abraza ambas mujeres, haciendo que sonrieran.
—¿Como te va en los entrenamientos?—le pregunto Obito.
—Muy bien, Kurenai sensei es muy buena y mis compañeros de equipo me han ayudando mucho—les respondió todavía con humedad en las mejillas.
—Los exámenes están por llegar y debes estar lista—agregó Rin y la morena asintió confiada, no obstante, le costaba mucho concentrarse debido a la pesada mirada de Izuna sobre ella. Trato de no poner atención, enfocandose en la conversación que mantenía con la pareja. Ellos le reconfortaron más, quitándole un poco del sufrimiento que vivió tiempo atrás.
Pasados unos minutos, los tres regresaron a sus lugares. La ojiperla sin ánimos de permanecer en el mismo lugar que Izuna y su novia, se acercó a Neji, para retirarse.
—¡Nii san!—lo llamó atrayendo la atención del castaño—Me siento cansada y creo que será mejor que me retire—le anuncio al chico.
—Claro... yo mismo la llevaré—anuncio Neji, dejando el vaso con la bebida que tomaba.
—No-no es necesario, de verdad, yo puedo irme sola—la morena no quería molestar a su primo, ahora que parecía pasarla bien con todos.
—De ninguna manera la dejaré marcharse sola, así que despídase de todos—ella suspiro derrotada. Ambos primos se despidieron diciendo que estaban cansados y que debían descansar. Los chicos trataron de convencerlos para quedarse un poco más, pero Neji fue inflexible, pues sabía que Hinata ya no quería estar en ese lugar.
...
Izuna miró como los Hyugas se retiraron y sin decir nada, también él se fue, dejando a Yugao muy enfadada porque de nuevo se le escapaba el azabache.
[...]
Mito se probaba diferentes kimonos de fiesta. Quería estar linda para asistir a los exámenes. Esa misma noche habían llegado los Kages de las diferentes naciones, acompañados por los estudiantes que participarían para ganar sus títulos.
—¿Como me veo?—le pregunto a Hashirama, con dudas pues desde que comenzó a mostrarse mas su embarazo, se sentía poco atractiva, aunque eso sólo era lo que ella pensaba, ya que ante los ojos del Hokage, ella era la mujer mas hermosa de todas las naciones.
—Te ves preciosa—le respondió besando su mejilla, colocándose frente al espejo, junto a ella.
—¡Hashirama no me mientas! Dime la verdad—exigió casi a punto de llorar.
—Te estoy diciendo la verdad... Tu eres la mujer mas hermosa que hay—la giro para besarla en la frente—Y esto que esta aquí, te hace mas atractiva, porque aquí dentro crece nuestro hijo—el enorme hombre se puso de rodillas para besarle el vientre y contra ese acto, la pelirroja ya no pudo más que creer en las palabras de su esposo.
—¿Aún me amas?—le pregunto, acunando la cabeza del castaño.
—Mas que a nada en el mundo—se puso de pie y la condujo hacia la cama—Te demostraré cuánto te amo—le dijo despojándola del elegante kimono que se probó para él.
—Yo también te amo—alcanzo a confesar antes de perderse en las placenteras sensaciones que el castaño le estaba haciendo sentir.
[...]
La aldea se encontraba con todos los arreglos correspondientes, para los exámenes. Todos los Anbus encargados de la seguridad, hacían sus rondas sin perder de vista a nadie, puesto que en esos momentos, era cuando mas riesgo de ataque se corría.
Hinata, Neji y Sai, llegaron juntos al lugar donde se llevarían a cabo los exámenes escritos, los cuales determinaban quienes eran los adecuados para continuar con los prácticos.
Muchas personas estaban ya formados en el sitio. Los tres chicos pudieron mirar a muchos niños y a otros de sus edades, así como también mayores a ellos. Hinata se sentía un poco nerviosa, mientras que Neji permaneció sin mostrar emociones y Sai por su parte, conservaba su sonrisa falsa, mirando hacia todos lados.
—¡Hinata!—la llamaron las tres amigas que se acercaron a ellos para desearles suerte.
Ino se dirigió hacia Sai con la intención de hablar con él y Tenten hizo lo mismo con Neji, dejando a Sakura y a la ojiperla en un incómodo silencio.
—Sasuke-kun es una buena persona, aunque a veces se porte un poco duro—declaró Sakura de la nada.
La ojiluna frunció el ceño, sin entender el motivo de tal comentario, aunque de igual manera asintió.
—Yo...yo solo espero que puedan llegar a ser felices—lo dijo casi en un murmullo doloroso y en ese momento, Hinata se dio cuenta de lo que en realidad pasaba.
—¡Sakura! Yo no tengo nada que ver con él—los ojos verdes miraron hacia la morena—Él y yo quedamos sólo como buenos amigos y nada más—aclaró Hinata.
—¿De verdad?—cuestionó, llena de esperanza y reprendiendose por pensar precipitadamente.
—De verdad—respondió sonriendo—¿Porque no le has confesado tu amor?—la pelirosa se sonrojó por la pregunta, la cual no esperaba.
—Yo temo que me rechace—respondió triste.
—Pero si no lo haces, nunca sabrás la respuesta—sugirió la ojiperla, dándole un toque en el hombro a la pelirosa.
—Tienes razón, lo voy a pensar y quizás...—Sakura no pudo completar su oración, debido a que los participantes fueron llamados para comenzar.
—Que tengan suerte—les grito Tenten emocionada al verlos entrar en el lugar donde se llevaban a cabo los exámenes.
...
Naruto se hallaba desesperado por saber los resultados. Sakura ya tenía una vena palpando en su frente gracias la irritación que la impaciencia del rubio les estaba causando a todos.
—Tranquilo Naruto, no deben tardar, recuerda cuando fuimos nosotros los que tomamos los exámenes—le animo Rock Lee, pero eso hizo que el rubio se pusiera aún mas impaciente, recordando lo difícil que le resultó concentrarse.
Los familiares y amigos de los participantes se encontraban dispersos por todos lados, esperando la salida. Itachi llegó causando gran admiración entre las jóvenes de Konoha y todas las otras naciones, las cuales lo veían con devoción. Mikoto estaba con él, porque querían darle ánimos a Hinata. Izuna también se hizo presente acompañado de Obito, quería saber el resultado de los exámenes, aunque no lo dijera abiertamente, quería mirar a Hinata antes de ponerse el uniforme Anbu y comenzar su trabajo de vigilancia.
...
—¡Miren ahí vienen Neji y Sai!—grito Kiba atrayendo la atención del grupo.
Todas las personas se acercaron a sus familiares que salían. Algunos venían felices y otros con semblante deprimido, posiblemente los que no lograron tener éxito en el final.
—¿Aprobaste Hyuga?—le preguntó Sai a Neji, cuando salieron y avanzaron hacia sus compañeros, pues ninguno de los tres entró en el mismo salón.
Neji le mostró la hoja donde obtuvo una alta calificación—¿Y que hay de ti?—también el castaño cuestionó a Sai que a su vez, también mostró su hoja sonriendo.
—Ahora solo falta saber como le fue a Hinata-chan—en ese momento comenzaron las felicitaciones de los amigos y senseis.
...
Hinata miro su calificación y sonrió feliz. Tardo un poco mas, porque no quería estorbarles a los participantes mas jóvenes, los cuales salieron muy aprisa, también salieron los que no lograron pasar, así que esperó a que ya se hubieran ido todos, para salir, después de todo, se sentía muy feliz. Ahora tenía que concentrarse en los siguientes exámenes que se llevarían a cabo en el estadio de Konoha.
Las personas se fueron dispersando y entre todas ellas, buscaba a Neji, quería que fuera el primero en saber sobre su pequeño, pero significativo logró.
Entonces lo miró entre todos y se lleno de alegría—¡Nii san-nii san—le gritó mientras corría hacia él, agitando la hoja, como una niña pequeña.
Neji continuó recibiendo felicitaciones, al igual que Sai, pero lo único en lo que podía pensar, era en su protegida y en saber si ella también logró aprobar. Escuchó su nombre tras él y la miró corriendo hacia su dirección. Si, ella también había aprobado, su alegría lo decía todo.
—Lo logre nii san, lo logre—decía feliz en el mismo momento que Neji la abrazó complacido.
—Lo sabía Hinata-sama—le dijo dandole un beso en la coronilla. Los compañeros de ambos, no se hicieron esperar para también felicitarla y desearles suerte en todo lo que seguía.
—¡Vamos chicos!—les dijo Sai cuando los participantes se dirigieron a tomar lugares en donde Tobirama y otros shinobis de las naciones visitantes, les entregaban las bandas ninjas de la aldeas que les correspondía.
El gran grupo que entró, se redujo a la mitad, debido a que la mayoría no logró aprobar el examen. Eso era algo que siempre pasaba, ya que de cada aldea, sólo el diez por ciento, regresaba con el título.
Gaara se acercó a Naruto para saludarlo. Quería también saludar a Neji, ellos se habían caído bien durante el tiempo que el Hyuga permaneció en Suna. Él y sus hermanos también trajeron un grupo de participantes y por ende, le tocaba ocupar su lugar junto a los cuatro Kages desde donde observarían todas las batallas. Hashirama le avisó lo sucedido con la princesa Hyuga, la chica por la que el castaño se preocupaba tanto y al divisarlos desde lejos, no pudo evitar sonreír con gusto, ya que por lo menos aún se tenían el uno al otro, mientras buscaban noticias de los otros miembros del clan Hyuga.
...
—Mucha suerte en las siguientes batallas—le dijo Tobirama a Sai, una vez llegó el turno del chico para tomar su banda—Puedes pasar al lugar que les corresponde—Sai agradeció con una reverencia y continuó hacia dentro de la arena.
Con Neji hizo lo mismo que con Sai y el castaño también siguió a los participantes.
Hinata observó la imponente figura del apuesto albino y a paso lento, se fue acercando a él.
—Felicidades Hyuga-san... Aquí tiene—le entregó la banda a la sonrojada chica, que no podía sostenerle la mirada por mucho tiempo—Le deseo suerte en los siguientes combates... cuídese mucho—le dijo con tono serio, pero a la vez amable. La chica era realmente hermosa. Él no la había mirando tan de cerca y ahora que lo hacía, no pudo evitar quedar deslumbrado por los hermosos ojos Hyuga, eso, sin contar las adorables mejillas sonrojadas por estar frente a él.
—M-muchas gracias Senju-sama—la chica le hizo una reverencia y se marchó, antes de desmayarse frente al guapo hombre.
Iba a paso rápido cuando choco con un Anbu. De inmediato se disculpó por su descuido, pero el enmascarado permaneció en silencio, sólo mirándola sin moverse.
La Hyuga sintió un aroma que sabía bien a quien pertenecía—Uchiha-sama—pensó sin atreverse a decir nada.
...
Izuna se colocó el uniforme Anbu y enfocó a la ojiperla recibiendo su banda ninja. Le molestó la actitud que mostró Tobirama hacia ella, pero no pudo hacer nada.
Siguiendo sus pasos, se colocó frente a ella. Quería sentirla, mirarla de más cerca, la extrañaba mucho. Los días sin tenerla eran muy difíciles de vivir.
—Lo siento mucho, no puse atención—el azabache serró los ojo para escuchar esa melodiosa voz. No tenía intención de revelar su verdadera identidad, pues no sabía que decirle, después de tratarla como la trató.
—¡U-Uchiha-sama!—Izuna se dio cuenta que ella lo había reconocido, y lo único que pudo hacer, fue desaparecer en una nube de humo.
Con el corazón acelerado, se colocó en los tejados más lejanos esperando haberla despistado. Después de lo que supo acerca de Danzo, no pensaba perderla de vista, así fuera desde lejos para no alterarla.
Continuara.
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