Capitulo 14

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Los ruidos de árboles partidos se escucharon desde lejos. Izuna estaba segado por el dolor. Se negaba una y otra vez ante la idea de haberse equivocado tanto ¿como podía ser todo un engaño? Recordó el día en que ella lo confundió con alguien mas ¿entonces se trataba de Shisui? ¿Era a él a quien miraba con los ojos llenos de ternura? Estuvo a punto de matarla y ella ni siquiera se defendió en ningún momento ¿tanto amaba a su sobrino que prefería morir antes que continuar la vida sin él?

Tenía que ser un error, se negaba aceptar que causaron tanto daño a las personas equivocadas. Ahora que lo pensaba, ella nunca sonrió, en ningún momento mostró felicidad, ni siquiera, cuando hicieron el amor, pues la encontró llorando arrepentida por lo que hicieron ¿y como no estarlo? Si fue él, quien mas daño hizo dentro del complejo Hyuga? La acusó de ser una traidora cuando en realidad no hizo nada indebido.

Aún después de todo el daño que ellos principalmente él, le hicieron, todavía se esforzó por buscar una cura, logrando así salvar su vida ¿y todo para que? Para arrebatarle su inocencia, que era lo único que le quedaba después de perder todo. Seguramente, se sintió sola y sin esperanzas, por ese motivo, terminó entregándose a él, aún después de lo mal que la trataba desde que llegó. Cerró los ojos con dolor, al recordar esas hermosas orbes vacías, en el momento que le soltó la sarta de insultos ¿porque tuvo que ser tan impulsivo? ¿Que hacia ahora con el dolor dentro de su pecho?

Lo único cierto de todo lo que le dijo, era que ellos nunca debieron conocerse. Eso hubiera sido lo mejor para ambos, especialmente para ella.

Terminó con los nudillos sangrando de tanto golpear la madera sin usar nada más que fuerza bruta. Quería sentir dolor, quería ahogar ese sentimiento de pérdida que lo hundía, haciéndole temer lo que seguía de ahora en adelante.

Regresó al distrito Uchiha con la mente hecha un caos. La culpa no lo dejaba respirar y no sabía que decisiones tomar.

Entró el la mansión y oyó a Itachi hablando con Sasuke y con Obito en el despacho de Madara. No quiso interrumpir, pero al escuchar lo que decían, se quedó parado sin poder moverse.

—¿Entonces ella te mostró todo lo que sucedió con Shisui?—preguntó Obito.

—Si...—respondió recordando como pidió venganza en contra de Danzo—y cuando mire quien lo hizo, me pidió venganza, me pidió, que lo hiciera pagar por lo que le hizo a mi primo—Obito asintió con la cabeza.

—¿La Hyuga en verdad lo amaba?—inquirió Sasuke sin poder sostener el sentimiento de culpa, por llevarla, hasta la habitación de Shisui.

—Lo amó tanto, como la amaba él... De eso no me quedó la menor duda, casi pude sentir en carne propia su dolor al verlo morir, diciéndole que la amaba como sus últimas palabras, y ella encadenada sin poder ayudarlo—Itachi omitió que grasias a ese terrible dolor, se activó el destructivo poder de la Hyuga, evitando así, que ese mal nacido robara el otro ojo de Shisui. Esa información era demasiado peligrosa para compartirla, aunque la peor de las personas ya la conocía.

...

Izuna sintió una punzada en el pecho, al escuchar lo que decía Itachi. Ahora no tenía ninguna duda, ella amaba a su sobrino. Madara no reveló tantos detalles como lo hizo Itachi y francamente, lo asqueó escuchar lo que le hicieron, mientras Shisui moría, frente a ella.

Sin nada que decir, subió las escaleras limpiando sus mejillas, sintiéndolas  húmedas. Levantó el rostro hacia el techo conteniendo las emociones, sin poder creer que la humedad no era otra cosa que lágrimas, amargas lágrimas, derramadas por sus terribles errores.

[...]

Neji se instaló en el que sería de hoy en adelante, su nuevo hogar. Gai sensei consiguió ropa para él, pero toda era en color verde y le quedaba muy ajustada, haciéndole resaltar de más sus atributos físicos.

—Oh... Nii san... creo que té vez bien— recalcó Hinata, al ver a su primo vestido con la ajustada ropa verde.

—¡Hinata-sama! Por favor—reprochó el chico, sin querer salir frente a la Yamanaka, la cual estaba a punto de un derrame nasal, ante tal espectáculo.

—Esto puede ocasionar problemas, sobre todo con las chicas de la aldea. Será mejor que  esperemos la ropa que traerá Kakashi sensei—espetó Ino, dejando a Neji más tranquilo, sabiendo que no tenía que salir así.

Unos minutos mas tarde, el mencionado llegó con dos bolsas llenas de uniformes y ropa masculina, que pudo recaudar de los Anbu.

—Pase Kakashi sensei—Ino se hizo a un lado, para que pasara el peli-plata, sin embargo, él no llegó solo—Pasen ustedes también—invitó a Naruto y a Sakura, que también llegaron con la intención de conocer al primo de la que hasta hacía unos días, conocían como Haru.

Hinata agachó la cabeza al verlos. Se sentía avergonzada por haberlos engañado. Neji, notando la incomodidad en su prima, de inmediato se puso frente a ella, pensando que quizás esas personas querían ofenderla.

Naruto pasó de largo a Neji y se abalanzó  contra la ojiperla sin que nadie pudiera evitarlo—Ya nos enteramos lo que te paso Har, es decir Hinata-chan—el rubio la abrazó, mientras Sakura también se acercó a ellos para brindar apoyo. Neji se relajó mirando que en realidad eran amigos y no una amenaza.

—Sentimos tanto todo por lo que has tenido que pasar—Sakura le tomo las manos en un gesto de empatía hacia la ella—puedes contar con nosotros para lo que necesites—también Kakashi se acercó, remarcándoles los mismo a ambos primos.

—Gracias por sus buenos deseos—la ojiperla les agradeció y decidió presentar al castaño—este es mi primo, casi como mi hermano... Neji Hyuga—los tres recién llegados, lo saludaron diciendo sus nombres y también ofreciendo apoyo en lo que fuera necesario. El castaño les agradeció invitándoles a sentarse a todos, mientras conversaban acerca del entrenamiento con Gai y con los Anbus, que daría inicio esa misma tarde.

—¡Hinata!—la llamó Sakura—Le conte a Tsunade-sama sobre la recuperación de Izuna-san y quiere verte en el hospital para hacerte una propuesta de trabajo—la ojiperla se tensó al escuchar el nombre de Izuna, ya que desde el día que lo vio en la celda, no se miraron y en parte, eso era lo mejor aunque le quemara el pecho su recuerdo.

—¡Eso es genial Hina-chan!—exclamo Ino emocionada, por la idea de ver a la ojiperla desenvolviendose por toda la aldea.

Los dos varones se quedaron en el apartamento de Neji para guiarlo hacia el lugar de entrenamiento, una vez hiciera el cambio de ropa, mientras que la chicas, se dirigieron hacia el hospital de Konoha.

...

—Sakura-chan me contó como lograste salvar la vida de Izuna-san—añadió Tsunade después de ofrecer su ayuda por lo sucedido al clan Hyuga.

—Me resultó fácil saber que tipo de ingredientes se necesitaban para poder hacer la cura—aclaró sin querer entrar en muchos detalles.

—Exactamente, a eso me refiero... Nadie sin el poder ocular de los Hyuga, hubiera podido dar con el antídoto en tiempo récord. Es por ese motivo que te pido formar parte de el equipo médico de Konoha, de esa manera, puedes ganar dinero extra cuando no estes en misiones, tal y como lo hacen Ino y Sakura-chan ¿que te parece?—preguntó dejando pasmada a la morena, sin saber exactamente que debía responder.

—Es una gran oportunidad—dijeron las dos chicas emocionadas y en ese momento la Hyuga aclaró sus dudas.

—Me siento honrada por la gran oportunidad... y si, aceptó su propuesta—respondió casi llorando por la emoción.

—Muy bien, instálate en tu nuevo domicilio y mañana, después de tu entrenamiento, te esperamos aquí para que conozcas todo el hospital y los pacientes—las tres chicas salieron después de despedirse.

—Vamos a comer, yo invito—sugirió Ino. la Hyuga se sintió incómoda, pues no sabía bien como la tratarían los demás compañeros y en el fondo, después de tantos buenos tratos, temía que en cualquier momento alguien regresara a darle lo que había estado recibiendo los últimos meses... Malos tratos y dolor.

—Si, debemos aprovechar que Ino cerda nos invita—soltó Sakura—¿Vamos Hinata-chan?—inquirió la pelirosa, mirando que la joven, estaba algo dudosa.

—No te preocupes por el resto de nuestros compañeros, ya todos saben lo sucedido con tu clan y nadie se atreverá a faltarte al respeto—garantizó Ino, siendo respaldada por Sakura.

—Esta bien—finalmente respondió y las tres se dirigieron hacia un lugar para comer y  donde pudieran hablar sin que nadie las interrumpiera, sin embargo, al parecer todos había tenido la misma idea, ya que después de llegar al ramen, las tres chicas miraron como Naruto prácticamente arrastraba a Neji, diciendo que tenía que probar el mejor ramen del mundo, siendo seguidos por Rock Lee y Tenten.

Dentro del restaurante los hombres se sentaron juntos y Tenten se unió a las tres jóvenes. Ella al igual que Rock Lee, ofrecieron su sincero y desinteresado apoyó a los Hyugas.

...

—La he buscado por toda la aldea Hinata-san—aclaró una voz que ella conocía bien.

—¡Itachi-san!—la ojiperla llena de emociones, se puso de pie y abrazó al moreno, mientras lloraba, pues Itachi era el único que sabía todo lo que sucedió entre ella e Izuna. Los presentes observaron la escena, sin saber que decir en especial Neji.

—¿Quien es él?—le preguntó el castaño a Kakashi con algo de cautela y cuando el peli-plata le aclaró la identidad del joven, también él se puso de pie para agradecerle a uno de los Uchihas todo lo que habían hecho por su prima.

—¡Uchiha-san...! Neji Hyuga para servirle—se presentó una vez que Hinata se separó de él —estaré en deuda con todo su clan, por mantener a Hinata-sama, sana y salva durante todo este tiempo que yo no pude cuidar de ella—hablo Neji con seriedad, dejando muy incomodo al azabache, puesto que de sobra sabía, que nada de lo que el castaño pensaba era cierto.

—Itachi Uchiha para servirle y no tiene nada que agradecer, por el contrario, Hinata-san salvo la vida de mi tío y la mía también. Somos nosotros quienes deberíamos agradecerle a ella—concluyó Itachi.

—Siéntate a comer con nosotros Itachi-kun—lo llamaron Naruto y Kakashi. El azabache trato de negarse, pero Naruto terminó convenciéndolo de quedarse. Pasaron la tarde entre ramen y pláticas, por parte de todos.

Al terminar, Naruto y Rock Lee se llevaron a Neji para que conociera toda la aldea. Kakashi se despidió con la intención de seguir leyendo su pequeño libro y el Uchiha, se acercó a la ojiperla con el fin de obtener su dirección y así poder llevar todas sus pertenencias, las mismas que metió en un pergamino, en perfecto orden.

...

—¿Como se siente?—cuestionó Itachi al caminar junto a ella tras las tres kunoichis, quienes se habían adelantado, para darles privacidad.

Hinata suspiro tratando de no llorar de nuevo—Estoy bien... es sólo que han sido muchas emociones en tan poco tiempo—respondió tratando de sonar bien, pero el moreno detectó dolor en su voz.

—Sabe que puede contar conmigo ¿porque no me dice lo que le está preocupando?—ella lo sabía, sabía que a Itachi no podía engañarlo, él parecía detectar las mentiras al igual que Neji—Es por mi tío ¿verdad?—la ojiluna agachó la cabeza y él supo que había dado en el blanco. Él sabía que entre ellos dos se había estado formando algo y también que amabas partes ignoraban el vínculo tan cercano, que compartieron con Shisui. Posiblemente esta información ocasionó conflictos y conociendo el explosivo carácter de su tío, no había que pensarlo mucho, para saber que debió pasar algo grave—Dígame la verdad ¿mi tío le hizo algo?—le preguntó ahora con cierta preocupación.

Las lágrimas en el rostro de la ojiperla no tardaron en  aparecer, dándole la certeza al Uchiha, que estaba en lo correcto—Yo-yo no sabía que ellos eran tan cercanos...Shisui vivía bajo el mismo techo que...—se rompió en llanto, recordando de nuevo los acontecimientos que la llevaron hasta dónde estaba en este momento. Itachi la abrazó, tratando de transmitir apoyo, pero la chica estaba muy apesadumbrada, como si cargara con mucha culpa. Luego de unos minutos, la morena se calmó con ayuda del Uchiha y también por la presencia de sus amigas, dado que no se quería evidenciar frente a ellas.

Las tres kunoichis no se enteraron de nada y la Hyuga lo agradeció, puesto que no sabría como explicar lo fácil que fue para Izuna arrastrarla a la cama, formando así, un número mas en la ya larga lista de mujeres durmiendo con él. Y como si eso fuera poco, ella debía cargar con el recuerdo del Uchiha dando la orden del exterminio dentro del complejo Hyuga. De no haber sido por Sai, la masacre hubiese sido aún mayor y más lamentable, sólo por querer asesinarla a ella sin averiguar los motivos, simplemente dejándose llevar por el dolor de perder a un ser querido.

Ahora el abismo se había hecho mucho mas grande, unido a los insultos y las hirientes palabras que le dedicó la última vez que se vieron, cuando la abandonó a su suerte, sabiendo que su destino después de ser juzgada sería la muerte. Lo mejor para ella era olvidarse de él y hacerse a la idea que también él murió para ella, después de todo, nunca hubo nada serio entre ellos... Lo realmente importante, era dedicarse a la búsqueda de sus familiares y encontrar al responsable de toda su desgracia.

[...]

Shizune le mostró a Hinata todo el hospital y sus instalaciones. La ojiperla miro con detenimiento el area donde se encargaban de analizar los diferentes antídotos y es en esa área, donde pasaría la mayor parte de su tiempo, a menos que la situación le requiriera en otra de las muchas ubicaciones disponibles.

—¿Que te parece?—preguntó Sakura, al momento de encontrarla en los pasillos del hospital.

—Todo esta muy bien equipado, ademas es muy grande—respondió emocionada, pues esa era la primera vez que visitaba instalaciones médicas que no fueran las de su clan.

—Me da mucho gusto...¡Vamos te presentare todos los pacientes!—la pelirosa le tomo el brazo y se la llevó a todas las habitaciones donde había alguien a quien presentarle hasta que finalmente llegaron a la oficina de Sakura, que se encontraba cerca de la que ocupaban Tsunade y Shizune.

—Me da mucho gusto verte sin ocultar tu verdadera identidad—le dijo Mito, la cual salió de consultorio donde la revisó Shizune.

—¡Mito-sama!—exclamó haciéndole una respetuosa reverencia. Se sintió cohibida sin saber que decir frente a la dama.

—Nada de sama llámame como todos los demás, de lo contrario me harás sentir vieja, ya todos en Konoha saben que no me gusta ¿verdad Sakura-chan?—la pelirosa asintió sonriendo.

—E-esta, bien...Mito-san—remarcó la ojiperla.

—Así esta mejor—las tres estuvieron hablando de las instalaciones médicas y lo que se pudiera llegar a necesitar en un futuro. Las dos más jóvenes sintieron curiosidad al ver el abultado vientre de la pelirroja y esta al notarlo, las insisto a tocarlo. Ambas quedaron maravilladas, sintiendo los movimientos que hacía el bebé desde adentro. Entre risas y asombro, las tres se despidieron y cada una de ellas se retiró a cumplir con sus obligaciones.

Después de terminar sus deberes, Hinata salió del hospital y se sorprendió al ver a Kushina y a Mikoto, esperando por ella. Sin saber como la tratarían, optó por mirar hacia abajo intentando no enfrentarse a las acusadoras miradas que pensó le darían ambas por engañarlas.

—¡Hasta que te encontramos pequeña!—exclamo Kushina, llenando a la chica en un maternal abrazo, mismo, que fue completando con Mikoto.

—Me tenías muy preocupada—le dijo Mikoto, revisando que se encontrara en buen estado de salud.

—L-lo siento mucho, no era mi intención, yo...—no encontraba las palabras adecuadas para decir que se sentía muy culpable por haberlas engañado, especialmente a Mikoto quien era también tía de Shisui.

—Tranquila... no digas nada, Itachi me contó todo—la ojiperla se abrazó a la Uchiha, derramando lágrimas de alivio y a la vez dolor.

—Naruto me contó todo también y estamos aquí para ayudarte en lo que necesites—recalcó Kushina—Ahora vamos por un té y unos roles de canela—la ojiperla no tuvo tiempo de negarse, debido a que ambas le tomaron los brazos, para llevarle hacia el lugar donde la invitaron la primera vez.

[...]

Los días continuaron, y los dos Hyugas habían comenzado sus entrenamientos. Para Neji resultó más fácil de lo que esperaba, debido a su alto nivel de entrenamiento previo que siempre mantuvo dentro del complejo Hyuga, mientras que para Hinata, todo era diferente y todo de debía al motivo de mirarla tan frágil, nadie quería llegar a lastimarla, aún cuando ella pidió ser tratada por igual.

—No te molestes Hinata-chan, lo haremos como tu digas—remarcó Kiba, antes de que la Hyuga se enfadará mas. Lo cierto era que durante las mas de tres semanas que la ojiperla se había estado entrenando con sus compañeros de equipo, se volvieron muy unidos, incluso con Kurenai y con su pequeña hija.

—Grasias Kiba-kun—le respondió más animada, puesto que ella sabía bien cuanto potencial tenía y no le era posible exponerlo.

Shino la atacó con sus insectos, sin llegar a ser letal, pero tampoco blando. Si ella no demostraba ser fuerte saldría gravemente herida.

Hinata al ver la cantidad de insectos dirigiéndose hacia ella, comenzó a rotar convirtiéndose en una ráfaga luminosa que no permitió a ninguno de los escarabajos acercársele. Shino sonrió complacido. Era verdad, Hinata no merecía que la trataran por debajo de ellos, solo por creerla frágil.

Kiba y Akamaru hicieron lo mismo que hizo Shino, atacándola con casi todo, incluso corrieron tras ella, siguiendo su olor y en ese punto, le fue muy difícil ocultarse de los dos profesionales.

—Gracias chicos... estoy muy agradecida con ustedes—les dijo cansada y con la ropa sucia por el largo entrenamiento. Ese día no tenía que ir al hospital, así que les pidió a sus compañeros mas entrenamiento y ellos gustosos aceptaron.

—No tienes nada que agradecer, para nosotros esto es una gran experiencia, ademas de ser muy satisfactorio ver lo buena que eres al esquivar nuestros ataques—añadió Kiba.

—Kiba tiene razón, no olvides que pronto presentaras tus exámenes, al igual que Neji y Sai-san, lo mejor será que estés bien preparada—espetó Shino. Él temía al principio que la ojiperla no fuera capaz de lograrlo y según lo que escuchó, se decía que Neji pasaría sin ningún esfuerzo pues para las personas que lo habían visto entrenando, no pasó desapercibido el gran potencial que poseía el castaño, tanto en el ámbito físico, como en el mental, Gai sensei, Rock Lee, Tenten y varios Anbu, ya lo llamaban el genio Hyuga.

Después de ponerse más agresivos con la ojiperla, los dos chicos comprobaron que aunque Hinata lucía frágil, era perfectamente capaz de liberar una batalla y por ende también pasaría los exámenes sin ningún contratiempo y sin ningún tipo de ayuda, ya que el encargado de evaluar todo, era el mismo hermano del Hokage... Tobirama Senju.

[...]

Yugao se había pasado los días planeando la manera de reconquistar a Izuna, aunque sin mucho éxito. Estaba decidida a no perderlo por la Hyuga y mucho menos ahora, que se sabía la verdad, pues no podía ser posible que el Uchiha se interesara de nuevo en la que fue la novia de Shisui.

Las últimas semanas no pudo tener un acercamiento con el moreno, debido a sus distintas misiones, las mismas que los mantuvieron fuera de la aldea, pero en distintos grupos. Le molesto mucho no poder coincidir con el hombre que amaba y ahora que ambos llegaron, no pensaba rendirse.

Konoha se preparaba para los exámenes Chunnin, los cuales atraerían la presencia de las otras naciones, con el fin de evaluar a todos los próximos candidatos, lo que tenía a los residentes emocionados mientras se preparaban con todo para la llegada de muchos invitados.

—Acompáñame Izuna... hace mucho que no salimos a ningún lado—Yugao trataba de convencer al estoico azabache, quien permaneció con la mirada perdida, sumido en sus pensamientos.

—No tengo ganas de salir, ya te lo dije—respondió el azabache sin emociones, aunque por dentro su cerebro le exigía mirarla, mirar a la mujer que no abandonaba todos y cada uno de sus pensamientos.

—No pienso irme hasta que me acompañes, así que será mejor que te levantes—el azabache camino tras ella muy a regañadientes, no porque quisiera ir con ella, sino porque tenía curiosidad por todo lo que se había estado hablando acerca de los Hyuga.

Apenas entraron en el área comercial y se encontraron con Obito, Kakashi y Rin, quienes al igual que ellos, buscaban un lugar donde pasar el rato.

En ese momento, Izuna encontró la excusa perfecta para no estar a solas con Yugao y sin perder tiempo, los invito a unirse a ellos molestando de sobre manera a su acompañante.

—Únanse a nosotros—les invito el Uchiha mayor y los tres presentes, sonrieron acercándose a ellos, ocupando la misma mesa del restaurante donde decidieron cenar.

[...]

—Vamos Hina-chan, Sakura y Tenten ya están aquí—Ino logró convencer a la ojiperla, de salir a divertirse esa noche, ya que en los últimos días, lo único que había estado haciendo era entrenar y trabajar en el hospital.

—Ya-ya voy—respondió sin mucho ánimo. De no ser por la insistencia de la rubia, ella hubiera preferido no salir, pero Ino le comentó que tenía planes de verse con Sai, después de muchos días sin saber nada de él porque al igual que los primos Hyuga, Sai también tenia que prepararse para tomar los exámenes.

La Yamanaka quería acercar a Sai con todo el grupo de amigos, como lo hizo con los primos Hyuga y a decir verdad, no era difícil, dado que Naruto, Sakura y Kakashi, lo recibieron mejor de lo que esperaba, haciéndole sentir en familia. Eso era lo que Sai necesitaba, sentir que contaba con amigos y no que solo era utilizando como le sucedió con Danzo.

—¿Listas?—preguntó Tenten, cuando las miró salir vistiendo bonitos vestidos, al igual que ella y Sakura. Las dos asintieron y se dirigieron hacia el lugar, donde sugirió Shikamaru.

Luego de unos minutos llegaron al restaurante, en el que ya estaban reunidos los chicos esperando por ellas para entrar. Ino se sonrojó al ver a Sai, quien sin hacerla esperar, de inmediato se acercó a ella con la intención de saludarla.

Sakura se dirigió hasta donde se encontraba Sasuke, que al parecer fue invitado a última hora y no se sentía cómodo con la presencia de los primos. Mucho menos después de las palabras de agradecimiento que le dedicó Neji, por cuidar tan bien de su prima dentro del distrito Uchiha.

Hinata desvió la mirada cuando se encontró con las oscuras orbes del Uchiha. Si ella hubiera sabido que él también estaba con el grupo de amigos, no hubiera ido, pero ahora ya no podía retroceder. Para su suerte, Neji y Kiba la rodearon, animándole a entrar sin parar de hacerle cumplidos, por lo bien que lucía vestida de esa manera.

El grupo finalmente entró formando un revuelo, como solían hacerlo siempre que se unían. Naruto y Rock Lee, eran los mas efusivos, al momento de llamar la atención de todos los clientes del local.

Entre risas y alboroto, todos tomaron asiento. Hinata, quedó en medio de Neji y Kiba. Sakura, Sasuke, Shikamaru, Rock Lee y Tenten, quedaron frente a ellos. Ino, Sai, Choji y Shino, ocuparon los lugares seguidos de Neji, rodeando asi, una gran mesa.

Una vez pidieron sus órdenes, todos, se dedicaron a conversar sobre los próximos exámenes que se llevarían a cabo en Konoha y en los cuales, participarían, Hinata, Neji y Sai.

Sasuke se puso tenso al notar la presencia de Izuna, quien no había dejado de ver a la Hyuga desde que entró en el establecimiento. Ella por su parte, aún no se percataba de su presencia. Todos los que estaban con Izuna, miraban hacia ellos, como si de un espectáculo se tratara, como esperando que algo sucediera en cualquier momento.

—¡Hinata-chan! ¿Estás lista para los exámenes?—preguntó Rock Lee con entusiasmo, sólo a ella, pues había presenciado el entrenamiento de los dos varones y no le cabía duda que ellos si lo estaban, sin embargo, nadie le había hablado sobre la ojiperla.

La Hyuga se sonrojó sintiendo toda la atención sobre ella, eso era algo que nunca le gustó. Neji le tomo la mano brindándole apoyo, pues él bien sabía como era su prima cuando era observada por todos.

—Yo-yo, creo que también estoy lista—respondió sonriendo tímidamente.

—Se que lo harás bien—recalcó Naruto y en ella le agradeció desviando su mirada hacia un lado, encontrándose con las oscuras orbes de Izuna. El azabache la veía sin parpadear logrando intimidar a la morena. Ella pudo apreciar como Yugao se refregaba en el brazo del Uchiha, sin que este se molestara en alejarla. Con un sentimiento de tristeza, desvió la mirada encontrándose con Sasuke para luego regresar hacia Neji. Instintivamente le apretó la mano, logrando que el castaño supiera que ella no se encontraba bien.

—¿Pasa algo Hinata-sama?—le preguntó muy cerca del oído, para que sólo ella pudiera escuchar.

—N-no es nada nii san, es sólo cansancio debido al entrenamiento—mintió, esperando que su primo le creyera. Hubiera querido marcharse, pero no podía huir de sus errores, tampoco era justó para Neji dejar de divertirse por estar con ella, así que optó por tratar de ignorar la presencia del Uchiha y su novia, de todos modos, viviendo en Konoha, los tendría que ver a menudo.

Continuara.

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