Últimos vestigios

- ¡Karma!- grito mientras camino por el bosque- ¡Karma!- hago mala cara al no recibir respuesta de su parte.

Las clases han terminado y se supone que nos reuniríamos con mi padre, el cual, quedó sorprendido por la noticia, no se esperaba que la oración "Estoy saliendo con alguien" se juntara con "Quiere conocerte y es un chico". Pero, si le molestó o no lo acepta, no me lo hizo saber de inmediato, imagino que esperará a conocerlo para hablarme del tema.

- ¡Karma!- grito una vez más, resignado- Demonios, papá debe estar esperándome abajo, ya no insistiré más.

Me doy media vuelta para poder dirigirme al final de la colina y poder pasar por el campus principal para encontrarme con mi padre. Lo que me entristece un poco es que incluso el mismo Karma me pidió conocerlo y ahora no aparece cuando es importante. Suspiro e intento que esa decepción no afecte mis sentimientos por él.

..........

Grande es mi sorpresa cuando encuentro en la entrada del campus de la secundaria a mi padre a mi novio hablando muy cómodamente, como si fueran amigos de toda la vida, ¿Acaso se adelantó para presentarse por si sólo?, entrecierro un poco los ojos, algo planea, estoy seguro, Karma no haría algo así sin tener algún plan de respaldo elaborado, aunque dudo que lo haya hecho con mala intención, después de todo, intenta dar una buena impresión o al menos, eso quiero creer.

Me acerco a ambos llamando su atención.

- Nagisa- me llama mi padre- Comenzaba a preocuparme.

- ¿Preocuparte?- pregunto confundido por sus palabras, miro de reojo al pelirrojo, ¿Qué demonios has dicho?

- Te tardaste bastante con la limpieza, Nagi~ - responde esta vez el demonio a mi lado, así que le dijo esa excusa en lugar de decirle que yo buscaba a mi molesto novio, intento evitar que mi rostro se vea perturbado por esta situación.

- Tienes razón- hablo con cierta tranquilidad- Nuestro profesor titular me pidió hablar con él así que por eso tardé un poco más, lo siento.

- No te preocupes- dice el peliazul mayor sonriendo cansado- Aún estamos a tiempo.

- ¿A tiempo?- pregunta alzando una ceja.

Me siento fuera de lugar ahora mismo.

- ¿No recuerdas que hice una reservación en una cafetería cerca de la secundaria para poder conocer a Karma-kun?- me recuerda y yo me doy una cachetada mental.

¡Es cierto!, papá hizo la reservación en esa cafetería ya que es frecuentada, principalmente por aquellos que van en el campus principal, aunque no me agradó la idea en primer lugar, no podía decírselo, después de que logró conseguir una. Caminamos hacía la cafetería, a pesar de que me avergüenza ir de la mano con mi novio, a este no le importa mi bienestar personal y a mitad del camino, toma mi mano y entrelaza nuestros dedos, noto que papá mira la acción del ojidorado pero no menciona nada al respecto, de cierto modo, no se si sentirme aliviado o temeroso.

- Por cierto- recuerdo el momento en que los ví juntos- ¿De qué hablaban mientras llegaba?

- Me presentaba ante tu padre Nagi~ - su tono tiene cierta diversión en él, estaba sorprendido, no podía creer que no lo ocultara- Al ver que tardabas, creí que era bueno hacerlo, en general fue todo lo que se hizo.

- Entiendo- intento buscar alguna alteración, que me estuviera mintiendo, pero, a pesar de mis dudas... Me dice la verdad.

...........

Afortunadamente llegamos diez minutos antes de la hora que fue prevista la reservación. Nos sentamos en la mesa reservada, nosotros frente a mi padre, por alguna razón, me sentía pequeño frente a él, ¿Me sentiré así en la cena con mamá también?, espero que no, después de todo, papá es un poco más comprensivo que la mujer que me trajo al mundo.

Una mesera se nos acerca, para hacernos entrega de la carta, mientras observamos la misma, me asusto un poco al escuchar la pregunta por parte de mi padre.

"¿Cómo van las cosas con tu madre?"

Esa es la peor pregunta que pudo haber hecho, siento como los músculos de Karma se tensan a mi lado, no se puede mencionar esa palabra frente a él, es sorprendente que quiera asistir a la cena con ella en primer lugar.

- B-bueno- tartamudeo un poco- Pasaron de estar realmente tensan a más relajadas- intentaba no hacerlo sentir como un cuestionamiento a mi propia respuesta- Sus episodios han disminuido bastante.

- Entiendo- habla mientras desvía un poco la mirada, el tema de lo ocurrido en mi rota familia era delicado de tocar y hablarlo frente al pelirrojo, no creo que sea lo más adecuado- Ahora, realmente al motivo de la reunión.

Agradecí en mis adentros al escucharle decir eso, pero antes de comenzar a hablar, la mesera nos interrumpe para pedir nuestro pedido.

- Un postre de fresa con un jugo de frutilla por favor- pide el ojidorado, ¿Por qué no me sorprende?

- Un té helado es suficiente- pide mi padre.

- ¿Y para usted?- agradecí en mis adentros que no me dijera señorita.

- ¿Puedo tomar de tu jugo Karma?

- Me ofende la pregunta Nagi~ por supuesto.

- Entonces quiero una creppa- responde.

- ¿Algún sabor de helado en especial?- no me esperaba que trajera helado.

- Vainilla por favor- responde sonriendo.

Termina de anotar para tomar las cartas y retirarse con nuestro pedido. Repaso un poco esos instantes, hasta que reparo en un pequeño asunto.... ¡¿En serio le dije a Karma semejante cosa?!, ¡Que vergüenza!, ¡¿Qué habrá pensado mi padre?!, le miro, se nota cierta sorpresa y satisfacción en su mirar.

- Entonces- llama nuestra atención, comenzaría el interrogatorio- ¿Hace cuanto se conocen?

- Bueno- dejo al pelirrojo hablar- Nos conocemos desde nuestro primer año en la secundaria, eramos compañeros de clases.

- ¿En serio?- pregunta con cierta sorpresa- Eso quiere decir que desde entonces han tenido sentimientos por el otro o ¿Llevan casi tres años saliendo?

Niego de inmediato ante sus afirmaciones y preguntas, ¿De dónde salía esa idea?, pero, si lo pienso un poco, es cierto que mis sentimientos por Karma florecieron desde entonces, pero no estoy seguro en que momento comenzó él a corresponderlos, ahora si estoy interesado en la charla.

- Desafortunadamente no llevamos tanto tiempo saliendo- noto la mirada interesada de mi pequeño ratón sobre mí, ¿He captado su atención de tal forma?- Sólo llevamos un mes relativamente juntos.

Al mencionar el tiempo de nuestra relación, un viejo recordatorio hace su aparición en mal momento, quedan alrededor de dos semanas para que la fecha limite llegue a su fin, es decir, estamos cada vez más cerca del 12 de marzo.

- Mmm...- me lo pienso un poco antes de volver a contestar- Debo confesar que desde el comienzo no tenía ningún interés romántico en Nagisa en ningún sentido- miro de reojo al peliazul, el cual se desmoraliza por mis hirientes palabras al parecer- Pero, con el pasar del tiempo había algo que me traía de él- los recuerdos de nuestros primeros días juntos en el primer año comienzan a aparecer en mi mente, no eran del todo malos, pero realmente no puedo decirle a su querido padre, que había un lado de mi pequeño que realmente hacía que no quisiera bajar la guardia cuando estábamos juntos, lo que conllevó a que me alejara de su lado y mi suspensión ayudó a este hecho- Me agradaba pasar tiempo con Nagisa pero lamentablemente lo eché a perder por la suspensión que obtuve por intentar ser un héroe justiciero...

- No lo intentaste- me interrumpe el ojiazul, a este último ya le había comentado lo ocurrido- Lo fuiste, estoy seguro que nadie más aparte de ti hubiera intentado defender a alguien de la clase E.

- ¿Te suspendieron por una pelea al intentar defender a otro estudiante?- pregunta con cierto asombro mi suegro, asiento pesadamente, hay que maquillar, pulir y modificar algunas partes de la historia, estoy seguro que ninguno de los dos quiere que sus padres conozcan mi terrible personalidad- Eso es ridículo.

- De hecho, para la secundaria Kunugigaoka, la clase E es la peor escoria como la peor penitencia que puedan tener los estudiantes- explica vagamente mi novio- Así que los del campus principal son más importantes que nosotros, así que no tenemos derecho a ser defendidos realmente- se rasca la mejilla un poco incómodo por el rumbo de la conversación.

- Después de ese hecho, me asignaron a la clase E así que volvimos a vernos el año pasado, aunque hasta este año estuvimos de acuerdo para hablar de los sentimientos del otro, así que puede decirse que el tiempo de mi suspensión fue de cierta ayuda también ya que desde entonces comprendí lo que sentía por Nagisa~

Miro el rostro sonrojado del peliazul, lo último no ha sido del todo mentira, ese tiempo también sirvió de reflexión respecto a lo ocurrido con él, aunque el motivo de mi expulsión y las noticias de la clase de asesinato dejaron esos pensamientos en un segundo plano, todo eso cambió cuando volví a verlo, pero esa ocasión, como compañeros de clase, no como aquel mejor amigo que había obtenido tiempo atrás.

- Debió haber sido complicado todo el asunto de aceptar sus sentimientos como a la persona a la cual iban dirigidos- menciona sonriendo el peliazul mayor, de cierto modo, está en lo cierto.

La mesera de antes vuelve con nuestros pedidos, muevo un poco el jugo de frutilla para dejarlo en medio de ambos platos y también le pido a la chica que traiga otro pitillo, estoy seguro que Nagisa no querrá beber del mismo, menos frente a su padre.

- ¿Qué piensas hacer después de la graduación Karma-kun?- me muestro tranquilo e imperturbable, nadie debe saber nuestro verdadero objetivo.

Con la ayuda de mi cuchara, corto un trozo de mi postre y lo pruebo antes de responder, tiene buen sabor, espero que mi malteada de frutilla valga la pena. Cuando estoy dispuesto a hablar la mesera vuelve y me hace entrega del pitillo, agradezco para devolver mi atención a mi suegro.

- Bueno, como tengo espíritu competitivo y no hay otra escuela que rivalice con Kunugigaoka, me quedaré en la misma para los últimos tres años de preparatoria- explico mientras le quito la envoltura al pitillo y lo pongo en el jugo.

Observo a mi pequeña serpiente muy concentrada en su creppa, un trozo de fresa se ve algo aportado de su plato así que me tomo la tarea de robarselo, lograndolo fácilmente.

- ¡Karma!- me regaña por mi acción- ¡Tu pastel tiene fresas!

- Pero yo quería una de tus fresas Nagi~ - respondo sacándole la lengua divertido, no puedo provocarle como quisiera hacerlo.

- ¡Entonces yo también...!- logra robarme una de las fresas que decoraban el pastel, realmente no tengo motivos para enojarme por ello.

Una voz nos distrae de nuestro pequeño momento de pareja.

- Cualquiera que les viera diría que actúan como amigos- frunzo el ceño- Pero la realidad es otra.

- S-supongo que algunas costumbres no cambian- responde avergonzado el ojiazul.

Veo que toma del jugo y la prueba.

- Creo que entiendo ahora porque que te gusta tanto el jugo de frutilla- dice mientras deja el vaso sobre la mesa.

- ¿En serio?- acaricio su cabello- Debí darte a probar de mi jugo favorito antes~

A pesar de querer ocultarlo, mi sonrisa socarrona no puede desaparecer de la noche a la mañana.

- ¡Ah!, olvidé mencionarlo- hablo cuando recuerdo un pequeño detalle que se me escapó- Después de que termine todo lo de la escuela, pienso ser burócrata.

Veo como mi suegro abre un poco los ojos y aleja sus labios del pitillo, ¿Tanta sorpresa causa esa noticia?

- Es una gran meta Karma-kun- habla saliendo del ligero asombro.

- Más que una meta es un deseo- vuelvo a darle una probada a mi postre- Y siempre obtengo lo que deseo.

Escondo mi sonrisa de satisfacción al sentir el respringo de Nagisa a mi lado, a veces adoro cuando las cosas tienen un doble sentido y consigo ese efecto en mi pequeño ratón. Le miro de reojo, está intentado disimular sus nervios comiendo de su creppa, como quisiera quitarle la crema yo mismo de sus labios.

Seguimos charlando un buen rato, hasta que el padre de Nagisa tuvo que retirarse por cuestiones del trabajo al parecer.

.........

Cierro la puerta detrás de mí y me acerco de inmediato a Nagisa, quien suspiraba más tranquilo.

- Al final, todo salió...- una pequeña exclamación sale de sus labios cuando interrumpo su discurso y lo cargo a mi habitación- ¡¿Eh?!, ¡K-karma!, ¡¿Qué ocurre!?

- Ocurre que no poder besarte o tocarte en toda la tarde me está volviendo loco.

Llego a mi habitación, entro con rapidez para acercarme a la cama y acostarnos en la misma.

- Karma...- dice en un susurro al tenerme sobre él- Yo...

- Ya te lo he dicho antes pequeño- acerco mi rostro al suyo, me fascina ver ese color rojizo en su rostro- No pienso hacerte nada si no estás de acuerdo, pero... No me niegues el poder besarte- junto nuestras frentes, admirando el color celeste de sus ojos.

Nagisa sonríe, dejándome un poco sorprendido pero es él quien toma la iniciativa y junta nuestros labios, mientras tomo el control del beso, me acomodo mejor sobre su cuerpo para evitar aplastarlo, con mi brazo izquierdo mantengo mi peso con la ayuda de mis piernas, busco su mano derecha para entrelazar nuestros dedos.

Seguimos besandonos aún después de separar nuestros labios, llega un punto en que no puedo soportarlo más y cuando el oxígeno le hace falta a mis pulmones, comienzo a dejar un camino de besos desde la comisura de sus labios hasta la zona descubierta de su cuello.

- Kar... Karma- suspira por lo que hago.

- No me llames de esa forma- retomo el camino hasta llegar a sus labios- Sólo logras provocarme más.

- ¡N-no lo hago con esa intención!- responde avergonzado.

Le doy un corto beso en los labios.

- Ya lo sé- sonrío con picardia- Espero algún día poder sobrepasar el nivel de solo besarte.

Me levanto para sentarme en el borde de la cama, miro de reojo mi anillo, es algo extraño ahora que lo pienso, mi suegro no mencionó nada sobre estos. Siento como me abrazan por la espalda.

- Gracias Karma- posa su frente en mi espalda.

- ¿Por pulir la verdad frente a tu padre?- pregunto mientras disfruto del momento.

- No... Ambos sabemos que no debemos decir los verdaderos detalles sobre nuestra relación- me abraza un poco más fuerte- Te agradezco por hacer el esfuerzo de conocer a mi disfuncional familia.

- Será aún mejor cuando te presente a mis padres Nagi~ - hablo recordando a esas personas que viven preocupándose más por la economía que por su propio hijo- Espero que sea pronto.

Tiemblo un poco al escucharle decir eso, tiene razón al decir que debo presentarme a sus padres, debo conocer a las personas que trajeron al mundo a mi novio, pero eso me pone algo nervioso, puede que no lo denote tanto, pero de lo que sé de su familia es que sus padres son comerciantes y tienen un buen puesto como buena estabilidad monetaria, al lado suyo, es como si yo fuera el pobre de la relación o bueno, el "humilde", aunque Karma no demuestra demasiado interés en ese aspecto y no fanfarronea por tener dinero, a decir verdad, creo que le interesa más el asesinato como otros aspectos donde pueda ganar fácilmente.

- Espero dar una buena impresión, aunque quisiera conocerlos cuando haya cortado mi cabello, no quisiera que me vieran como una mujer.

- A pesar de que no quisiera de que te lo cortes... Dejaré muy en claro que eres mi novio, así tenga que explicárselos en plastilina- siento una ligera caricia en el dorso de mi mano derecha.

- ¿Por qué te gusta tanto mi cabello largo?- hago puchero, a pesar de que no pueda ver mi rostro, se muy bien que se lo está imaginando.

- Porque así conocí a Nagisa y de ese Nagisa me enamoré.

Todo mi rostro se convierte en una fresca y madura fresa, olvidé como respirar, es probable que en ese preciso instante, sufra un paro cardiorespiratorio, mi agarre en su cuerpo se hace más débil, de un momento a otro me dejo caer como piedra en la cama, me cubro el rostro caliente, estaba realmente avergonzado.

- Ne~ Pequeño- habla con su tono travieso y cariñoso, lo vual es raro- No mueras todavía.

Intento respirar pero sencillamente no puedo, ¡Voy a morir!

Me abrazo a una de sus almohadas para evitar verle a la cara, incluso ver su cuerpo, es mejor este escondite que las palmas de mis manos.

- Cariño~ - siento como se acerca para abrazarme por la cintura, aún cuando estoy boca abajo, eso quiere decir que esta es la pose más prometedora que hemos hecho, ¡Y nisiquiera es haciendo eso!- Nagisa... Tengo una pregunta que hacerte.

Todo su peso queda sobre mí, estoy siendo aplastado por mi demonio personal, ¡No me gusta esa idea!, lo peor de todo es sentir su respiración cerca a mi oreja, eriza los vellos de mi nuca y no me permite abandonar mi sonrojo.

- Karma... Por favor... Dame algo de espacio, pesas demasiado- pido amablemente.

- ¿Por qué debería?- siento sus labios rozar mi oreja.

- ¡Porque me avergüenza!- exclamo.

- Y yo que deseo tenerte lo más cerca posible y no me lo permites- dice con cierta decepción de por medio.

Se levanta no sin antes lograr morder levemente mi oreja, chillo como respuesta, este ríe divertido por mi reacción.

- Perdóname Nagi~ pero enserio me encantan tus reacciones- admite de una forma tan simple que eso no es un alivio verdadero para mi pobre corazón- Aunque ahora me maldigo por no poder ver tus hermosas y cautivantes reacciones.

Esto es demasiado para mí...

- Ci... ¡Cierra la boca!- chillo avergonzado- Voy a morir por tu culpa.

- No quisiera perderte tan fácilmente.

Es oficial... Ya he muerto...

............


- Nagisa... No te enojes conmigo.

Llevo en la misma posición como una hora, le doy la espalda mientras abrazo una almohada y me apoyo en otra, puede que lo ame, ¡Pero hay un límite que hay que respetar!, presiento que ya estoy sufriendo del corazón.

- A veces creo que lo haces sólo por tu satisfacción.

- En parte, pero también por querer estar cerca de ti- se explica- Iré a preparar la cena de esta noche.

Reacciono a su comentario, observo como se aleja para salir de la habitación.

- ¡Karma!- le llamo mientras tomo asiento, este voltea a verme- ¿Puedo ayudarte?

Una sonrisa socarrona se dibuja en su rostro, sus orbes cobres se muestran afilados, como los de un felino.

- Esta bien- acepta, suelto la almohada para seguirle.

Me acerco para tomarle de la mano, entrelazando nuestros dedos.

Puede que en algún punto del camino hubiera tropiezos pero... Me alegra que estemos juntos.

................................

- Ya está todo preparado para el despliegue de mañana en la noche- habla una voz masculina al otro lado de la línea.

- Si- responde mientras observa desde lo alto de un puente peatonal, en dirección a donde, estaban las instalaciones de la Clase E, pero que, por la oscuridad creciente, no podía distinguir muy bien el lugar- Una vez que ninguno de los estudiantes o profesores esté en el lugar, podrán proseguir.

- Perfecto- responde complacido la voz desde la otra línea- Le daremos fin al objetivo sin errores.

- Si señor.

- Estaremos esperando su llamada agente Karasuma.

- Si señor- cortan la llamada.

Una ligera brisa remueve sus cabellos como su traje, cada vez estaba más cerca el día y era momento de recordarselo a sus estudiantes, a pesar de que trabajara principalmente por parte del gobierno, quería que estos se hicieran cargo de la muerte del objetivo.

- ¡Karasuma!- le llaman a lo lejos- ¡Karasuma!

Desvía la mirada hacia la rubia que le llamaba energicamente, esta se le acerca corriendo, se había quedado atrás para comprar unas cosas para llevar a casa del agente.

- Gracias por esperar, me tomó un poco más de tiempo del esperado- respira con cierta dificultad, le observa con atención- ¿Ocurre algo, Karasuma?- pregunta atenta a sus expresiones y movimientos.

- No hay de que preocuparse Irina- habla con cierta indiferencia, guarda su celular en su bolsillo- Sólo estoy cansado, hay que ir a casa.

- Ah... Claro.

Tiempo restante
8 días

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top