Temor realizado
- Por favor Karma déjame ir- dice el peliazul quien está atrapado entre mis brazos.
Ya es de mañana, anoche, después de mi victoria de obtener los labios de Nagisa, degustamos nuestros bentos, tomamos un baño y fuimos a dormir. Compartimos mi cama, a pesar de que mi pequeño se quedó dormido rápido, pero yo no pude, algo me molestaba, era consciente de que el tiempo se estaba terminando, estamos cerca de la salvación o de la tragedia, pero antes de eso, debo lidiar con una mujer que no me agrada en lo absoluto. Pasé una gran parte de la noche fuera de la habitación, mirando por la ventana de la sala, mi mente estaba demasiado dispersa, no pensaba en nada en concreto, la presencia de Nagisa desvío toda mi atención.
Flashback
- ¿Karma?- su voz dulce y adormilada llama mi atención, volteo a mirarlo, su cabello está despeinado, veo como frota su ojo izquierdo- ¿Qué ocurre?, ¿No puedes dormir?
- Algo así- respondo sonriendo al ver su aspecto- ¿Qué haces despierto?
- Desperté con deseos de ir al baño, al no encontrarte en la cama me preocupé- se acerca a mi lado- ¿Qué te preocupa?
Observo sus ojos por unos segundos antes de responder, sabía que no era fácil mentirle, sabiendo que puede leer las frecuencias de las personas, pero, no tenía claro cuál era mi causa de mi desvelo.
- Realmente estoy planeando una estrategia a seguir cuando vayamos a infiltrarnos en la montaña- hablo tranquilo, aunque no era realmente una mentira, el Ikemen me encargó pensar en ello.
- Ya es tarde, es la una de la mañana- habla, al parecer sus deseos de dormir no le permitieron poner en duda mis palabras- Puedes pensar eso mañana, vamos a dormir- toma una de mis manos- No es bueno que te desveles.
- Está bien pequeño ratón- me levanto sin soltar su mano- ¿Ya fuiste al baño?
- Bueno... No- responde- Salí a buscarte primero.
- Iré a la habitación, te esperaré ahí- beso su frente.
- Está bien- dice sonriendo. Se aleja para ir al cuarto de baño.
- Quizás pueda dormir mejor ahora.
Antes de ir a la habitación tomo un vaso de agua. Me acomodo en la cama esperando al ojiazul, cierro los ojos un momento, mis oídos captan el sonido de la puerta al cerrarse, unos segundos después, siento como el colchón se hunde.
- ¿Estás más tranquilo?- me pregunta mientras me abraza.
- Lo estoy, no te preocupes- beso la coronilla de su cabeza- Descansa Nagi~
- Buenas noches- dice acomodándose mejor.
Me costó un poco, pero logré dormirme finalmente.
Fin Flashback
Estoy seguro que logré dormir por la tranquilidad que me transmitía Nagisa, es sorprendente pensar que mi novio es el mejor asesino de nuestra clase y que este tenga un aura tierna también, definitivamente tiene una doble cara este chico.
- Sólo un poco más- respondo, quería tenerlo conmigo unos minutos más, sabía que él debía volver antes a casa, por eso no podía retenerlo como quería- Te prometo que te soltaré si me dejas estar contigo un poco más.
- Karma...- dice en un susurro- Esta bien, solo un poco más.
Mis caprichos siempre son concedidos, el día que esto no ocurra significará que he perdido mi toque y que ya no soy el mismo, espero que ese día nunca se presente o yo mismo voy a desconocerme por completo. Disfruto de tener a mi pequeño ratón en mis brazos, he pasado algunas noches en vela haciendo la misma rutina, quedarme mirando a través de una ventana la ciudad mientras mis múltiples pensamientos se cruzan unos con otros, sin permitirme tener una idea clara en la cabeza, pero gracias a Nagisa, pude lograr conciliar el sueño, quisiera tenerlo a mi lado cada noche, pero no puedo pedir demasiado, algunas cosas las obtendré con el tiempo, estoy seguro de ello.
Escondo un poco mi rostro en su cabello, quiero que lo conserve largo, pero él es el que decide que hacer con su aspecto y su vida, está dispuesto a liberarse completamente de su madre, ese acontecimiento lo espero con cierta impaciencia, esas cadenas que lo tienen limitado deben ser destruidas, para que de él primer paso al completo cambio, justo ahora, está logrando un mínimo resultado. Pasan varios minutos antes de dignarme a soltarlo y dejarlo en libertad.
- Iré a ducharme- anuncia- ¿Te quedarás un rato más en la cama?
- Si- respondo mirando su figura alejarse hacia la puerta de la habitación.
- Está bien, intenta dormir también- dice mirándome por encima del hombro- No dormiste muy bien anoche.
- No te preocupes Nagi~ estaré bien- intento calmarlo- Ve a bañarte antes de que me arrepienta de haberte dejado ir y te traiga de nuevo conmigo a la cama- le amenazo sonriendo divertido, estaba considerando esa posibilidad muy seriamente.
- ¡Ya voy!- responde nervioso para huir del lugar.
Me acuesto boca arriba, para mirar el techo sin mucho interés, ahora que lo pienso, este lugar volverá a estar solo luego de que Nagisa se vaya, me quedo unos minutos acostado antes de levantarme para irme a la cocina a preparar el desayuno, decido cocinar unas tostadas francesas, un poco de tocino, con jugo de naranja a pesar de que yo quiero mi favorito. Escucho que una voz femenina me llama.
- Karma-kun- desvío la mirada hacia mí celular- Karma-kun, ¿Estás ahí?
- ¿Qué sucede Ritsu?- preguntó bajándole la llama a la estufa. Me acerco a la mesa del comedor donde deje el celular.
- ¡Ah!, ¡Karma-kun!- me saluda con una sonrisa- Realmente quería contactar con Nagisa-kun pero su celular está apagado.
- Se está bañando, ¿Ocurre algo?- pregunto frunciendo el ceño.
- Bueno... Nagisa-kun me pidió un favor ayer y vengo a reportar los resultados de mi investigación.
- Entiendo- respondo- Le haré saber que lo necesitas- asiente.
- Gracias- al dar por terminada la conversación, intento volver a la cocina pero me veo interrumpido- ¡Cierto!, ¡Karma-kun!- voltea a verla de nuevo- ¿Salió bien la cena de anoche?
- Olvidé todo lo que planificamos para ayer en la noche- suspiro- No pude invitarlo a cenar o bueno, no pudimos ir realmente, así que la reservación se perdió y no la cancelé.
- ¡¿Eh?!- exclama haciendo un puchero- ¡¿Quieres decir que no pudieron...?!- niego- Que malas noticias.
- Debo volver a la cocina Ritsu, creo que ya se está quemando.
- ¡Oh!, ¡Lo siento!
Vuelvo a la cocina y reviso lo que sería mis tostadas francesas, como lo había intuido, alcanzaron a quemarse, pero no demasiado, siguen siendo comestibles, afortunadamente ya había preparado los de Nagisa. Al tener la comida servida, comienzo a llevar los utensilios y los platos a la mesa.
- ¿Necesitas ayuda Karma?- al escuchar su voz no puedo evitar mirarlo, trae su cabello suelto y una sudadera que le queda algo grande.
- Aún quedan los vasos y la jarra en la cocina- hablo disfrutando de la vista.
- Iré por ellos- me sonríe y camina hacia la cocina.
Tomo asiento esperando a mi pequeño ratón, este vuelve con lo restante, lo deja sobre la mesa, toma asiento y nos sirve a ambos del jugo de naranja, agradecemos la comida, en el momento en que iba a informarle al ojiazul que Ritsu lo necesitaba, esta aparece en la pantalla de mi celular.
- ¿Nagisa-kun?
- ¿Ritsu?- Mira hacia mi celular- ¿Ocurre algo?
- Ayer me pediste que te avisara sobre tu madre- dice la pelirosa- Al parecer volverá a la ciudad dentro de dos horas.
- ¿Cuánto tardará en llegar?
- Alrededor de dos horas más- responde- ¿Es suficiente tiempo para ti?
- Lo necesario- responde sonriendo- Muchas gracias Ritsu.
- No hay problema- se le veía emocionada- Cualquier cambio te lo haré saber.
Asiente. De esa manera nuestra compañera desaparece de la pantalla de mi celular, como las distracción han desaparecido, comenzamos a deleitar nuestro desayuno, por las expresiones que estaba haciendo, al parecer, le ha gustado lo que le he cocinado.
Cuando terminamos de desayunar, me vi obligado–amenazado– a salir de la cocina ya que el peliazul dejó claramente en claro que él lavaría los trastos que faltaban por limpiar y justamente eso hice, salí de la cocina para evitar alguna pelea innecesaria con mi pequeña serpiente, especialmente ahora que abandonaré su lugar en el trono junto a mí. Me siento en la sala mirando aburrido por la ventana, esto solo me hizo recordar mi desvelo, supongo que no encontraré la verdadera razón del porque no pude disfrutar de mi última noche con Nagisa entre mis brazos como lo hubiese querido. Me permanezco en la misma posición hasta que soy sorprendido por unos delgados brazos que me abrazaron rodeando mi cintura, siento el peso del cuerpo contrario sobre mi espalda y el colo pone su mentón sobre mi hombro.
- Pareces distraído- habla en voz baja, su aliento choca con mi oído, ocasionando que me estremezca ligeramente- ¿Estás bien Karma?
- Lo estoy pequeño, solo aburrido- respondo intentando que olvide el tema, si yo mismo no se la respuesta, ¿Qué podría responderle a él?
- ¿Por qué no estaré aquí contigo?
- Si, ya que me abandonas- respondo, sonrío ligeramente, era momento de aprovecharme del momento- ¿Qué clase de esposa abandona a su esposo?
- ¡¿Cómo que esposa?!- exclama indignado y avergonzado, no tomé en cuenta el efecto de su reacción, mi oído se ha visto comprometido.
- Si, eres mi esposa o bueno, eres mi esposo, no deberías irte y dejar de atenderme, ¡Esa debería ser tu principal función!
- ¡¿De qué diablos hablas?!- dejo de sentir su peso como su agarre en mi cintura, un par de segundos después, está plantado frente a mi campo de visión, su rostro rojizo y su mirada molesta es una linda recompensa- Ya te dije que el hecho de que tengamos los anillos no quiere decir que estemos casados.
- Y yo te repito que aceptaste ser mi esposo cuando respondiste positivamente a mis sentimientos por tí- abre la boca para hablar pero la cierra casi de inmediato, hace un lindo puchero, el sonrojo no deja sus mejillas.
- Tu no mencionaste eso- habla negando mis palabras.
- ¿Ah no?- pregunto alzando una ceja.
- Dijiste que yo acepté a ser tu pareja, tu novio, tu amante y tu prometido- desvía la mirada al notar mi intensa mirada sobre él.
- Estamos comprometidos Nagisa~ - hablo con malicia- Si lo estamos, es porque seremos esposos, así que si lo incluye.
- ¡P-pero...!- intenta alegar, negar mis palabras pero por la mirada que le doy, entiende perfectamente que no puede negarlo, a no ser que, en algún punto del camino, ya no desee estar a mi lado- ¡Bien!- exclama sorprendiéndome, no me esperaba esa reacción- ¡Si soy tu esposo!- logro sentir un ligero calor en mis mejillas y como el corazón se me acelera- Si lo soy, significa que en algún momento viviremos juntos, haremos una familia y nos apoyaremos mutuamente.
El brillo en sus ojos, sus pómulos rojizos, esa expresión decidida y tierna al mismo tiempo es... Realmente una obra de arte, por esas simples reacciones, quiero tenerlo solo para mí, me he vuelto posesivo con él, no lo niego, pero he sabido controlar los impulsos más desastrosos que pudieron tener un efecto inadecuado en la relación. Recuerdo haber mencionado el que viviríamos juntos y que él sea el que lo diga... A veces odio ese mar de emociones que logran revolverme el estómago y elevar mi pulso.
- Y si ser tú esposo significa estar siempre a tu lado, ¡Pues lo haré!
Parece que esta vez, he obtenido lo que quería, pero mi estado emocional se ha visto más afectado de lo que realmente llegué a pensar.
Apoyo el codo de mi brazo derecho sobre la mesa, desvío la mirada e intento cubrir mi rostro con el dorso de mi mano, si seguía hablando, tendría un pre-infarto, o un paro cardiorespiratorio y sinceramente, todavía deseo vivir para seguir el sendero tomado de la mano con el ojiazul.
- ¿Karma?- me llama curioso- ¿Estás bien?, ¿Dije algo mal?
¿Qué si dijiste algo mal?, hay mi pequeño ratón, no tienes ni idea de lo feliz que me hacen tus aceptaciones, tus palabras, el poder confiar con tu cariño y amor, quizás no estaría mal morir justo ahora, mientras siento que nada hace falta en mi vida, justo en este momento, donde me siento afortunado y realizado. Respiro hondo antes de atreverme a enfrentar su mirada azulada.
- No digas más- las palabras no me fluyen con naturalidad, se atropellan al momento de querer pronunciarlas- O no me haré responsable de lo que pueda ocurrir.
Su boca se abre con sorpresa, ni yo mismo esperaba decirlo de esa forma, pero debía ser directo con mi sentir que darle rodeos estúpidos.
- ¿Eh?- es lo único que musita, me quedo en silencio sin intenciones de aclarar la duda circundante en su rostro- Karma...- me llama en voz baja, sus ojos adquieren un brillo que los hace ver hermosos y enigmáticos, estoy seguro que algo se trae entre manos- Te quiero...- por un momento olvidé como respirar- Te quiero demasiado- sus mejillas eran iguales a dos jugosas fresas, casi de modo inconsciente me relamo los labios, humedeciéndolos, siento que me falta el aire, que tengo la garganta seca.
Al no encontrar palabras para expresarme, me muevo hasta su lado al otro de la mesa, este se voltea a verme, alerta a mis acciones, acercó mis brazos para alcanzar su cintura, con mi mano libre, lo tomo del mentón, con claras intensiones de tener el control en ese momento, me inclino y uno nuestros labios, deseoso de aquel acercamiento. Nagisa corresponde a mi beso sin pensárselo demasiado, puede que estos sean los últimos momentos que pasemos juntos antes de que tenga que volver a su casa, por la falta de aire, no podemos evitar separarnos, a pesar de ello, le doy varios besos cortos antes de separarme un poco de su rostro.
- ¿Cariño?- me llama, posa su frente sobre la mía- Supongo que ya es tiempo de que vaya a mi casa.
Oh, es verdad...
- Tienes razón- cierro los ojos, disfrutando del momento- Deja que te acompañe a casa.
- B-bueno...- responde- Realmente no me molestaría, pero lo mejor es que vaya solo, recuerda que mañana es la cena con mi madre.
- Ya lo olvidaba- miento aprovechando la oportunidad presente- Confirma la hora para el posible desastre que pueda causar.
- Ya te dije que no hagas locuras- me reprende sin sonar molesto, no puedo ver su rostro por mantener los ojos cerrados.
- Y yo no te prometí ser bueno- responde- Mi comportamiento será una respuesta al de tú madre, así que, espero que ella no intente persuadirte o tratarte mal en la cena, de lo contrario, tendremos problemas.
- Se que quieres protegerme- sus brazos recorren mi abdomen, cintura y espalda, abrazándome- Pero puedo cuidarme solo- su rostro se mueve, puedo notarlo porque nuestras frentes están unidas, me da un par de besos cortos en los labios- Que quieras hacerlo, eso me feliz, pero entiende, no quiero separarme de ti como tampoco quiero arruinar las cosas con mi madre, ambos son importantes para mí- me da otro beso corto, adoro sus labios- ¿Ya te lo dije no?, seré tu esposo y eso, no quiero que cambie.
Acerco más nuestros cuerpos con la ayuda de mi brazo en su cintura, mi mano que sostuvo su mentón aplica ligeras caricias en su suave mejilla. Sus palabras logran calmar cualquier demonio que pudiera estar atormentarme.
- Todo irá bien, no te preocupes- hablo con un tono tan calmado, impropio de mi naturaleza, pero, que sólo le demostraría a mí pequeño.
..........
Al día siguiente
Estoy asustado, aterrado, con los nervios carcomiendome por dentro, faltan unos minutos para la hora que mi madre citó a Karma a la casa para la cena.
Desde que ella llegó a la casa ha estado muy tranquila, su lado oscuro no ha aparecido en ningún momento, debería estar feliz de que todo esté marchando bien en nuestra relación... ¡Pero esto me causa una gran desconfianza!, supongo que he estado tan acostumbrado a mi estilo de vida anterior que no puedo evitar desconfiar de las buenas acciones de la mujer que me trajo al mundo, estoy seguro que si se lo digo al pelirrojo, este llegará a la misma conclusión que yo.
Justo ahora estoy en mi habitación, con el cabello suelto, con ropa algo casual–mi madre no me insistió para que usara un vestido–y sobre todo, con el anillo de plata que Karma consiguió para mí. Al verlo no puedo evitar recordar todo lo que le dije ayer en su hogar, le dije que sería su esposo, puede que en ese momento me dejara llevar por las fuertes emociones que se estaban amontonando en mi pecho, pero, una pequeña vocecita en mi cabeza no está en desacuerdo, quisiera que esas palabras se volvieran realidad, aunque aún es muy rápido para considerarlas, nuestro camino–que también incluye a nuestros compañeros–es todavía incierto.
Casi caigo de mi cama cuando escuché el sonido del timbre, estaba tan absorto en mis pensamientos que olvidé todo lo relacionado a la cena en esos minutos, fueron tales mis nervios que olvidé hacer mis coletas usuales y salí disparado de mi habitación para que, la primera persona que viera Karma fuera yo y no mi madre, no quería que todo se formara en desastre en la primera interacción, especialmente en la puerta del departamento.
Mi madre se asomó en la cocina, en esta ocasión ella tomó la responsabilidad completa de preparar todo, así que no me fue permitido hacer más que poner la mesa y realizar la limpieza general del lugar–para mi suerte–la miro para hacerle entender que yo abriría. Ella solo me devuelve la mirada y vuelve a concentrarse en sus labores.
Miro la puerta, por alguna razón, me sentía intimidado por ella, estoy seguro que sí se lo dijera a alguno de mis amigos–o a Karma–se reirían de mí por algo tan tonto y patético, respiro hondo intentando calmar mis tormentos internos, tomo el pomo de la puerta y la abro. Mi mirada se centra en la persona frente a mí, el habla se me esfumó, mi cuerpo se paralizó, no sabía porque me ocurría, no era como si nunca hubiese visto al de mirada cobre vestido de manera formal, pero ese día, justo en ese jodido día, se había esmerado en su presentación personal, lucía jodidamente guapo, no podía apartar la mirada–aunque tampoco quería hacerlo–incluso su cabello que solía estar la mayor parte del tiempo como un nido de pájaros a merced del viento, se mostraban obedientes al haber sido peinados–no con gran esmero–por mi novio.
- ¿Qué ocurre pequeño?- habla con un tono coqueto que me hiela la sangre- ¿Acaso viste un fantasma?- esa sonrisa ladina era mala señal, pero por los Dioses, era jodidamente atractiva- ¿O mi sola presencia ha sido necesaria para dejarte rendido a mis pies?
Si la situación fuera otra... Estoy seguro que me lanzaría a besarlo, pero una presencia a mi espalda tan familiar hizo que cualquier acción o pensamiento que se me pudiera ocurrir fueran interrumpidos abruptamente.
- Karma- logro articular palabra, los nervios volvieron a aparecer en el peor momento posible, la tensión en el ambiente me mataría a mi primero, estaba seguro de ello- Te presento a mi madre Hiromi Shiota- las palabras no fluian como querían, lograba que se atropellaran entre ellas de forma olímpica, ahora deseaba que cualquier cosa detuviera esto- Madre, te presento a Karma Akabane, el chico... Con el que estoy saliendo.
- Un gusto conocerla señora Shiota- habla el pelirrojo adoptando una actitud seria y alerta, tan diferente a la que mostró diez segundos atrás.
- El gusto es mío- habla con voz calmada, no podía evitar sentir que algo explotaría en cualquier momento- Tenía deseos de conocer a la persona que ahora cuida de Nagisa- aquello me tomó por sorpresa, fue un golpe que no lo ví venir- Aunque debo admitir que me sorprendió un poco enterarme que estaba saliendo con alguien- la última palabra me generó un revoltijo en el estómago, ahora me arrepentía de haberme asombrado, tal parece que ella sería un hueso más duro de roer a comparación de mi padre.
- Fue un evento un tanto espontáneo- se explica el pelirrojo, al parecer había notado que no estaba listo para incluirme en la conversación- No llevamos mucho tiempo saliendo, poco más de un mes, así que no es de extrañar que se sorprenda.
Esta horrible tensión me iba a volver loco.
- ¡K-karma!- le llamo nervioso- Pasa, es mejor charlar estando sentados y cómodos.
Este me mira, suavizando su mirada, aunque estaba claro que oculta la molestia que sentía por estar presente ante mi madre.
- Gracias Nagi~ - dice con ese tono juguetón tan característico de él, quiere matarme o hacer que nos asesinen.
De alguna forma, mamá no dijo nada sobre nuestra pequeña escena, sigue siendo extraño, le dimos permiso para entrar en nuestro humilde hogar, aunque él ya conocía el interior.
- Por cierto Nagisa- habla el pelirrojo- Creí que no te gustaba tu cabello suelto.
- ¿Eh?- me llevo las manos a mis hombros, sintiendo los largos mechones sobres estos- ¡Olvidé recogerlo!
- Llevaba tiempo sin verlo suelto- menciona mientras camina hacia la sala- Me gusta.
- Lo dices solo por molestarme, ¿No es así?- pregunta desconfiado.
- No exactamente- voltea a mirarme y luego mira sobre mi hombro, es cuando recuerdo que no estamos solos.
- Veo que se llevan mejor de lo que imaginé- menciona mi madre sonando satisfecha- Akabane-kun- le llama- ¿Eres parte de la clase E?
- Así es- responde sin necesidad de negarlo, orgulloso de serlo, no puedo evitar sonreír por ello.
- ¿A qué se debió tu salida del campus principal?- pregunta curiosa.
- Bueno...- se lleva las manos a los bolsillos delanteros de su pantalón- Nagisa y yo nos conocimos desde nuestro primer año en la secundaria, eramos compañeros de clases, por nuestros gustos similares terminamos hablando- da un breve resumen de nuestros inicios- El interés romántico por su hijo no existía en ese momento, pero, con el pasar del tiempo había algo que me traía de él- no puedo evitar mirar a mi madre, era obvio que no le estaba respondiendo aún su pregunta, pero ella se mostraba interesado- Me agradaba pasar tiempo con Nagisa pero nuestra relación se rompió un poco debido a la suspensión que obtuve por intentar ser un héroe justiciero- estaba consciente de que le estaba diciendo la misma historia maquillada que le dijo a mi padre, era lo mejor.
- ¿Fuiste suspendido por ser un héroe justiciero?- pregunta confundida, se acerca a la sala y se sienta, Karma espera un momento para tomar asiento, en un sillón separado al de ella, manteniendo visiblemente la distancia entre ellos, yo me acerco para sentarme a su lado.
- Verás mamá- hablo mas tranquilo involucrandome en la conversación- En la secundaria Kunugigaoka, aquellos que no son del campus principal, no tienen derecho a ser defendidos, es por eso que cuando Karma ayudó a uno de la clase E perdió cualquier beneficio que pudiera tener aún siendo un chico problema que era conocido también por tener buenas calificaciones.
- ¿Estás diciendo que sin importar sus buenas calificaciones lo suspendieron solo por defender a otro estudiante?- pregunta mostrándose escéptica.
- Puede sonar tonto, pero así fue, es por eso que cuando terminé mi suspensión, terminé siendo degradado a la clase E- explica- Aunque no me molestó demasiado.
- ¿Qué no te molestó caer en la clase E?- pregunta sonando aterrada por la respuesta desinteresada del pelirrojo- Esa clase es una limitación para el futuro de los estudiantes, por eso no puedo creer que lo hayas tomado tan tranquilamente.
- Sin ofender señora Shiota- habla mostrándose reacio a sus palabras, era una mala señal- Pero, la clase E no es lo que usted cree- la mira, no estaba seguro de si la desafiaba con la mirada- Es un ejemplo para todos los estudiantes de esa secundaria, pero, eso no significa que sea una limitación, nosotros mismos nos encargamos de limitarnos sin importar si estamos en la cima o en sus aposentos- se explicando, su tono de voz es serio- Somos sus enemigos declarados y en ocasiones, se necesita de un insentivo para mejorar, para eso existe la clase E.
- Me sorprende que defiendas a la clase E- habla a la defensiva.
- La clase E me ha dado más de lo que me daría el campus principal en estos momentos- responde sintiéndose orgullo y yo, conconrdaba con sus pensamientos.
Miro el rostro de mi madre, se le notaba sorprendida, su mirada se posa en mí, ya habíamos pasado por esto entre ambos, el desacuerdo de que yo debía volver al campus principal para cumplir con sus espectativas había quedado en el pasado, de alguna forma ella entendió que mi felicidad no era seguir su camino, quizás con las palabras de mi novio... Se convenza más de que no importa en que clase esté.
- Akabane-kun- le llama- ¿Qué piensas hacer después de la graduación?
Una sonrisa maliciosa se dibuja en su rostro.
- Poseo un espíritu competitivo por naturaleza y como no hay otra escuela que rivalice con Kunugigaoka, me quedaré en mis últimos tres años ahí.
- Por un momento creí que irías a la misma preparatoria de Nagisa.
- Mamá...- aquello me avergonzó.
- Me hubiese encantado- habla logrando que me sonroje, se muy bien porque lo dice- Pero, nuestros ángulos son diferentes en ese aspecto.
- Entiendo- habla, al mirarla notó una pequeña sonrisa en su rostro- Nagisa, ayúdame a servir la cena.
- Eh, si- digo- Primero me recogeré el cabello- anuncio para caminar hacia mi cuarto.
Fuí lo más rápido posible a mi habitación, no me tomé la molestia de recogerlo en las dos colegas habituales, en el camino me lo recogí en una simple coleta baja, al estar a punto de salir del pasillo hacia la sala, la voz de mi madre me detiene.
- ¿Tú fuiste quien tuvo la idea de los anillos?
- De hecho sí- habla sin mostrarse alterado- Tengo entendido que ese pequeño accesorio fue el que nos delató.
- ¿No pensaban mencionarle nada a sus padres acaso?
- Mmm... Mis padres no se encuentran en la ciudad y es muy extraño que estén en casa así que no saben respecto a mi relación con Nagisa- responde sin tomarle mucha atención a ese detalle.
- ¿Tus padres en que trabajan?
- Son comerciantes de día financiero que viajan por todas partes del mundo- soy consciente de que la mayor parte del tiempo mi novio la pasa solo en su hogar, me pregunto, ¿Cuándo podré conocer a sus padres?.
- Así que eres de una familia acomodada- no se escucha nada por unos segundos- A pesar de serlo, te muestras como alguien humilde.
- Si, el hecho de que mis padres tengan dinero no me interesa realmente- sonrío, típico del pelirrojo.
Me decido a hacer acto de presencia, al parecer, el miedo que me había atacado desde que Karma puso un pie en la casa en presencia de mi madre, ha comenzado a desaparecer poco a poco, estoy tranquilo al saber que ha puesto de su parte para no crear un infierno en este pequeño departamento.
Nuestro futuro juntos... Parece que no es tan incierto como lo creía... Pero todavía hay un escalón difícil de descifrar.
Tiempo restante
3 días
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top