San Valentín
- Lo odio- gruño molesto.
Este ambiente donde se denotan las cursilerías entre las personas, al igual que el aroma del chocolate solo me molesta en el fondo.
En esta fecha las chicas le dan a los chicos que les gustan un chocolate y un mes más tarde, exactamente el 14 de marzo, los chicos que recibieron algún regalo de alguna chica deben corresponder con un regalo más grande para demostrar si están interesados o no, en mi caso, supongo que recibiré chocolates el próximo mes, aunque el chocolate blanco no sea de mi agrado.
Mientras más tiempo pasa, nuestro principal objetivo ha quedado de lado y, sinceramente, no ha sido del todo malo esta pequeña distracción para poder volver y concentrarnos en un último asesinato.
Reclino mi cuerpo un poco para hacia atrás al igual que mi asiento, con mis labios y mis dientes juego con la pajilla de mi último jugo de frutillas, casualmente, hoy todos están tan perdidos en el tema de los regalos y los chocolates, que las clases de hoy se han visto detenidas un poco antes. Observo el techo aburrido, esperando poder tener a mi pequeño ratón conmigo, pero ha estado ocupado últimamente con sus exámenes para la preparatoria que he pasado a un segundo plano como nuestro maestro. Una voz interrumpe mis pensamientos.
- ¿Karma-kun?- una voz algo tímida y femenina llega a mis oídos. Dejo de recliminarme hacia atrás para prestarle atención.
- Ah, Okuda, ¿Ocurre algo?
La observo, sospechosamente está ocultando sus manos en su espalda.
- B-bueno- tartamudea un poco- Se que ahora sostienes una relación con Nagisa-kun, pero aún así...- se inclina un poco y al mismo tiempo me extiende una caja pequeña con chocolates.
Abro un poco los ojos ya que no me esperaba eso de su parte. Los recibo con cierto interés. Ella se incorpora y me sonríe.
- Gracias Okuda- agradezco mientras observo la caja con su listón rojo.
- No es nada- menciona para retirarse dejándome solo de nuevo en el aula.
Observo la ventana encontrándome una pequeña escena que llama mi atención. La rubia oxigenada, por alguna razón, está molestando a la de cabello igual al pasto, pero eso no es realmente lo que me llama la atención, una caja que intenta esconder en su espalda es lo que me logra ponerme alerta, en otras palabras, es para Nagisa. Me levanto de mi lugar para ir hacer de las mías, una sonrisa maliciosa se dibuja en rostro cuando llego donde ambas chicas.
Todo el proceso de exámenes me ha tenido tan distraído que he dejado de lado tanto a Karma como los planes de asesinato. Las clases finalizaron así que tengo que correr para poder terminar todo el proceso y esperar finalmente los resultados. Cuando intento salir del campus soy interceptado por Kayano-san, la cual, se veía algo nerviosa.
- ¿Kayano-san?- la llamo, esta da un pequeño brinco como si la hubiera asustado- ¿Estás bien?, ¿Ocurre algo?
- S-si- tartamudea, algo muy raro en ella.
- Okay- menciono no muy convencido- Lo siento Kayano-san pero debo correr.
La hago a un lado pero ella me detiene del brazo, volteo a verla, ella abre la boca pero luego la cierra, unos segundos después sonríe y me extiende una caja de chocolates.
- Tienes razón- menciona mientras me empuja por la espalda- Tienes muchas cosas que hacer si quieres llegar a ser un buen profesor como Koro-sensei- miro la caja en mi pecho- Así que apresurate- me empuja hacia la salida.
- ¿Ah?, ¡Si!, ¡Gracias por los chocolates!- menciono antes de irme del todo.
..........
Al terminar mis últimos exámenes y entrevista, reviso mi celular encontrando unos mensajes de Karma, al parecer quiere que vaya a su casa para pasar algo de tiempo juntos, teniendo en cuenta la fecha. Recuerdo los chocolates que Kayano-san me dió, ¿Estuvo bien que los recibiera teniendo novio?, espero que no le moleste eso.
Camino hacia la estación de trenes mas cercana para tomar el tren que me dejara cerca de casa de mi novio. En el camino, no puedo evitar mirar a las parejas que caminan de la mano y celebran la fecha en curso, miro de reojo mi mano derecha, donde está el anillo que de alguna forma, me une a Karma, al igual, que mis sentimientos por él. Ha pasado tan poco tiempo desde que formalizamos nuestra relación, sin embargo, siento que ha ido muy rápido el tiempo, especialmente... El 12 de marzo, ese día se acerca con rapidez.
No estoy preparado para ese día
...........
Lo primero que hago al llegar a casa de Karma es abrazarlo con fuerza, el pensamiento de que la presencia de Koro-sensei en nuestras vidas se desvanecerá con un sólo soplido de primavera, me ha puesto muy sentimental, mis defensas han disminuido considerablemente.
- ¿Nagisa?- me llama mientras me rodea con sus brazos- ¿Qué ocurre mi pequeño?
- No quiero que llegue el 12 de marzo- menciono con la voz entristecida, me acaricia el cabello.
- Estoy seguro que nadie de la clase E quiere que llegue ese día, pero... Pequeño ratón, no podemos detener el tiempo y tenemos que cumplir con nuestro objetivo principal.
- Lo sé pero aún así....- muevo inquieto mi frente en su pecho- No quisiera que la persona que nos apoyó y nos dió la mano cuando nadie quiso hacerlo aparte de Yukimura-sensei, desapareciera de nuestras vidas.
- Lo entiendo- siento sus labios en la coronilla de mi cabeza- Será difícil cuando llegue el momento, pero debemos ser fuertes para poder lograrlo, estoy seguro que el pulpo no querría quitarnos la oportunidad de tener un futuro.
- Suenas insensible Karma- me quejo.
- Pues has elegido un pésimo pañuelo de lágrimas Na-gi-sa- dice mi nombre en silabas, algo trama- Sabes que no soy del tipo sensible y que de palabras de alivio- se separa del abrazo para cruzarse de brazos.
Hago un puchero interno para cerrar la puerta del hogar de mi novio e intento acercarme a su lado para quitarle el mal humor.
- Lo siento- se disculpa- Soy consciente de ello Karma, aún sabiendo eso, nunca me alejaría.
- A veces pienso que esperas mucho de mi Nagisa- menciona para acostarse en el sillón, aprovecho un pequeño espacio para sentarme sin incomodarlo, es bastante grande este sofá.
- No digas eso- niego- Sólo quería expresarte lo que sentía con respecto a Koro-sensei.
- No quieres dejarlo ir- menciona, para removerse en el sillón, buscanso poner su cabeza en mi regazo- Así como yo ahora tengo deseos de secuestrarte y no dejarte ir a casa.
- ¡Karma!- chillo sintiendo el rostro caliente- ¡Debo volver a casa!
- ¿Cuándo podré tenerte solo para mí?- pregunta con tono juguetón, me atrevo a mirarlo y me arrepiento por hacerlo, tiene esa mirada gatuna que sólo significa que habrán problemas graves para mí, si lo permito, es probable que termine quedándome aquí y ¡No puedo hacerlo!
- Esta noche no será- responde intentando sonar firme.
- Algún día voy a secuestrarte y haré muchas cosas contigo- el remolino de emociones hace que empuje a Karma de mi regazo con fuerzas que no sabía que tenía para salir corriendo por la enorme casa.
En ese momento, hubiera agradecido ser más ágil y veloz que Karma.
..........
- ¡Por favor Karma!, ¡Déjame ir!- chillo al verme aprisionado en un rincón de algún lugar de la casa, sinceramente, me perdí y al no conocer el lugar, fue más fácil para el pelirrojo hallarme.
- Lo que hiciste hace rato te saldrá caro, Nagisa- habla con ese tono de voz amenazante y serio que suele usar cuando las cosas van a empeorar para sus víctimas.
- ¡Y-yo!- trago grueso- ¡L-lo siento!, ¡No sé que me pasó para que reaccionara de esa forma!, ¡Perdóname Karma!- ruego por mi vida.
- Con un simple "Lo siento" no solucionarás las cosas- responde, da un paso al frente, me diento más acorralado- Debo castigarte por tus acciones.
- ¿Q-qué?- tartamudeo- ¿Cómo que castigo?
- Como escuchaste pequeño ratón- se abalanza sobre mí, pataleo para que se aleje y me deje tranquilo pero no sirve de nada.
Al final terminé siendo cargado como un costal de papas sobre su hombro, lo golpeo en la espalda exigiendo que me suelte, pero por alguna razón, siento que eso sólo lo incita a planear algo aún peor para mí. Escucho el ruido de una puerta, cuando Karma da un par de pasos al frente, distingo un poco mejor su habitación, la puerta hacia mi libertad es cerrada dejándome encerrado junto con mi furioso novio. Da un par de pasos más y me deja caer sobre la cama, abro los ojos sintiendo el pánico recorrerme al igual que cierto pensamiento en la cabeza.
"¡QUE NO SEA LO QUE ESTOY PENSANDO!"
Karma se acomoda sobre mi, inmovilizando mi cadera con sus piernas y mis brazos con una sola mano. Observo su mirada afilada y gatuna.
- Lo siento- vuelvo a repetir, a pesar de saber que eso no me iba a salvar.
No responde, me observa por unos segundos para inclinar la cabeza acercándose a la zona de mi cuello.
- ¡No lo hagas!- chillo mientras intento retorcerme para liberarme.
- ¿Acaso me tienes tanto miedo que no quieres que te toque?- mi piel al igual que mi alma se erizan al sentir su cálido aliento en mi oído.
- N-n-no te t-tengo miedo...- tartamudeo, mi corazón late muy rápido, me falta la respiración, esto es demasiado para mí- S-sólo creo que e-es muy rápido...- digo en un susurro.
- ¿Cuánto llevamos de conocernos?
- Como tres años... - respondo, simplemente estoy a punto de desmayarme.
- Tres años... - abro más mis ojos al sentir algo húmedo sobre la piel de mi cuello- ¿Y dices que es muy rápido?
- ¡¿Qué estás haciendo?!- exclama incómodo y asustado.
Una extraña exclamación se escapa de mis labios cuando reconozco los labios del ojidorado en mi cuello, besando con cierto cuidado y atención. Por algún motivo, no se sentía del todo mal, ¡pero no era correcto hacerlo!
- Karm... ¡AH!- exclamo un tanto asustado y sorprendido, abro los ojos como platos cuando soy consciente de lo que está haciendo, ¡Esta intentando dejarme una marca!- ¡No lo hagas por favor!- intento moverme- ¡Karma!- chillo, su acción duele un poco- ¡Sueltame!
Esta situación dejó de gustarme.
Estaba a punto de besar un par de veces la marca que le he dejado a Nagisa, pero su último grito, mencionando mi nombre me alarmó deteniendo mi acción.
Su voz se escuchó rota.
Rápidamente suelto sus muñecas y dejo de aplicar fuerza en su cadera. Me he pasado realmente, observo su rostro, sus ojos azules están vidriosos, me maldigo en mis adentros por lo ocurrido pero, simplemente, está horrible sensación de querer tocarlo, tenerlo solo para mí es mayor en algunos casos. Me incorporo y me alejo de su lado, camino por mi habitación para salir del lugar e ir por algo de agua.
- ¿Karma?- escucho que me llama, algo dudoso y más tranquilo.
No respondo a su llamado y simplemente salgo del lugar, no tenía palabras para arreglar lo que había hecho. Por algún motivo, en ese momento, mi hogar se sintió tan minúsculo que, en cualquier momento, como a unos cuantos pasos de distancia y en la dirección correcta, nos encontraríamos de nuevo y... Sólo quiero alejarme por el momento, pensar e intentar imaginar un buen escenario donde no termine de arruinar las cosas.
En la cocina, me tomo unos cuatro vasos de agua, no tengo deseos de tomar de mis bebidas favoritos. Nagisa.... ¿Por qué me haces perder la razón?, ¿Por qué te deseo tanto junto a mí?, ¿Por qué quiero besarte y tocarte como si no hubiera un mañana?, es como si esa pequeña serpiente se hubiera apoderado de mi sin predemitarlo siquiera, sin ninguna malicia sólo... Siendo él mismo.
A veces pienso que lo que siento por él es mucho más fuerte y un poco más posesivo de lo que debería ser, pero sencillamente, no quiero que llore, ya sea por mi causa o por otro idiota que lo lastime, no quiero.
Escucho unos pasos por el pasillo, parece que le tomó menos tiempo encontrar el camino correcto. No miro hacia el lugar, quiero ver su rostro, pero siento que no debo hacerlo.
- ¿Karma?
Su voz... Esa melodiosa que solo me incita a querer besarlo hasta robarle el aliento.
- ¿Está todo bien?- pregunta acercándose a mi lado- ¿Pasó algo?- se escuchaba preocupado.
No volteo a mirarlo y lucho contra mi deseo de abrazarlo. Siempre se preocupa por los demás, en lugar de pensar en él también. Suspiro y no contesto, ¿Cómo podría excusar mis pasadas acciones?
- Karma, no me ignores por favor.
Pide con esa voz calmada, siento sus dedos a cada lado de mis mejillas, me obliga a mirarlo, no permito que nuestras miradas se encuentren, no tengo derecho a mirarle luego de que me sobrepasé con él. Me sorprendo un poco cuando acuna mi rostro con sus manos y lo atrae hacia el suyo, une nuestros labios en un beso, al principio no correspondo por la impresión, pero después me dejé llevar, los labios de Nagisa me fascinan y no podía desaprovechar esa oportunidad que me fue servida en bandeja de plata. Nos separamos por la falta de aire, dejo mi orgullo de lado para observar sus ojos.
- No estoy molesto Karma- habla en voz baja, como si me estuviera contando un gran secreto- Sólo... En serio pienso que es muy rapido para eso- no puedo evitar sonreír al ver su rostro con un lindo color rojizo.
- Olvídalo Nagi~ me he pasado contigo, lo siento- me disculpo, noto que se sorprende un poco por mis palabras- ¿Tan sorprendido estás pequeño ratón?- pregunto con mi usual tono burlón.
- A-algo- dice nervioso- ¿Por qué te alejaste?
- Era lo mejor.
No iba a expresar en voz alta que no quería verlo ni hacerle llorar, le doy un corto beso en los labios.
- No estás respondiendo mi pregunta.
- Si quiero poder tenerte conmigo y poder hacer todo tipo de cosas, tengo que respetar tu punto de vista, aunque quiera acelerar las cosas un poco- admito mi otro punto de vista.
Me sonríe, esa sonrisa suya... Es lo que quiero apreciar todos los días en su rostro
Deja de acunar mi rostro para abrazarme, escondiendo su rostro en mi pecho.
- Gracias por entender Karma- lo envuelvo en mis brazos para devolverle el abrazo.
- No me agradezcas nada, es justo para ti.
- Debo decirte algo- entrecierro los ojos pensando en que podría decirme, luego sonrío malicioso al saber lo que me diría.
- Ya se que me fuiste infiel Nagisa- respondo con seriedad y cierta burla en la voz. De inmediato se separa y me mira con horror.
- ¡No te he sido infiel!- exclama frunciendo el ceño con las mejillas sonrosadas.
- La pelo de pasto te dió unos chocolates, yo los ví, no puedes negarte.
- ¡Fue un gesto amistoso!, ¡Además...!- me mira molesto- ¡Me enteré que también te dieron chocolates!
- ¿Quién te lo dijo?- pregunto levantando una ceja, inquisidor.
- ¡Okuda-san me preguntó si podía hacerlo!
Aquella declaración me toma desprevenido, ¿Era una especie de broma acaso?
- ¿Y le dijiste que sí?- frunzo el ceño, el ojiazul asiente de inmediato- Que pésimo novio eres....- suspiro frustrado.
- ¡¿Por qué me dices eso?!- exige una respuesta, lo he molestado.
- Un novio normal se hubiese puesto celoso y no lo hubiera permitido.
- ¡¿Eso crees?!- me grita molesto- ¡Pues un novio que confía en su pareja no tiene porque ponerse celoso!
Pienso detenidamente sus palabras unos segundos antes de reír un poco.
- ¡No te burles!- chilla furioso.
- Estamos a mano- menciono.
- ¿Qué?- pregunta totalmente confundido.
- Pues que yo también incité a la pelos de pasto para que te diera esos chocolates.
Se mantiene unos segundos en silencio antes de gritarme.
- ¡¿Y tienes el descaro de decirme que te he sido infiel?!- le saco la lengua y le guiño el ojo- ¡¡Eres un maldito idiota!!
- Miralo por el lado positivo cariño...- sus facciones se suavizan un poco- Confiamos en el otro de tal forma, que hasta conspiramos para que recibamos chocolates de otras personas.
- Lo pones como si fuera algo muy común- hace puchero, aún estaba molesto, pero más relajado.
- Es extraño, pero nuestra relación es extrañamente funcional a su modo- menciono, a lo cual Nagisa lo analiza un poco.
- Querrás decir que nuestra relación es parecida a nuestra relación normal de amigos, solo que el contacto físico y los besos son parte de nuestra relación-menciona un poco avergonzado.
- No lo veo de esa forma pequeño- niego- Puede que siga tratandote como si fueras mi amigo, pero simplemente no puedo verte como tal, este fuego de sentimientos en mi interior, no me permite hacerlo- tomo su barbilla con mis dedos, con delicadeza- Te quiero demasiado, me gustas mucho, es posible que te ame con todas mis fuerzas, más sin embargo, siento que nunca podré dejar de hacerlo.
- Karma...- dice mi nombre en un susurro. Su rostro ha adquirido ese color rojizo que tanto me encanta.
- Así que, para mi es inevitable el querer besarte, abrazarte, acariciarte, velar por tu seguridad, querer tenerte conmigo en todo momento, ¿Lo entiendes Nagisa?, estoy completamente loco por ti, no te quiero lejos de mi lado, no lo soportaría.
- Cariño...- abro un poco los ojos al escucharlo decir eso, se suponía que solo yo usaba ese término, pero escucharlo de sus labios, con su voz, estoy a punto de perder la cordura y comermelo a besos.
Me sonríe ampliamente, mostrándose complacido, feliz, nervioso y sobre todo, transmitiendome su amor, ese sentimiento que nos ha acercado a ambos y estoy seguro que....
No dejaré que Nagisa se aleje de mi lado, quiero todo de él, en especial sus sonrisas sigan acompañandome.
..........
- Karma....- deja salir un suspiro- Llevo casi veinte minutos intentando salir de tu casa, pero no me lo has permitido, debo llegar a casa para cumplir con el acuerdo con mi madre.
- Lo siento pero no quiero que te vayas, te quiero conmigo- beso su mejilla, lo tengo acorralado por un fuerte abrazo donde lo sujeto de la cintura y su espalda hace contacto con mi pecho.
- Nos veremos mañana en clase, si quieres nos encontramos para tomar el tren juntos- propone.
- Aún así te quiero aquí conmigo- respondo, estoy siendo demasiado caprichoso y lo sabía muy bien.
- ¿Qué tengo que hacer para que me dejes ir?- pregunta impaciente.
- Que te quedes conmigo este fin de semana- respondo- Así no debo compartirte con nadie.
- Lo dices como si fuera sencillo para mí hacerlo- responde con cierto sarcasmo en la voz.
- Por favor Nagisa, hemos estado separados por tus estudios y exámenes para tu ingreso a la preparatoria, no hemos pasado mucho tiempo juntos.
- Eso lo sé, pero debo esforzarme por eso, quiero seguir mi propio camino, poder sentirme libre de las ataduras proporcionadas por mi madre- recuesta su cabeza sobre mi hombro.
- Lo sé- menciono- Extrañaré tu cabello largo cuando puedas cortartelo.
- ¿Acaso te gusta mi cabello largo?- pregunta sorprendido.
- Todo lo que venga de ti me fascina Nagisa- respondo cerrando por un momento los ojos.
- No tienes arreglo Karma- suspira, siento que me da un beso en la mejilla- Haré lo que pueda para pasar contigo el fin de semana.
- Suena bien para mí- lo dejo libre por fin para que pueda irse- Nos veremos mañana Nagi~
- Claro- sonríe para darme un beso en la mejilla y salir por la puerta.
Deseo que esa sonrisa perdure con el tiempo pero, sinceramente, la veré perturbada cuando llegue el momento de la cuenta regresiva.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top