Realidad
- Estoy exhausto- le escucho decir al peliazul- No puedo creer que Koro-sensei nos haya hecho posar para tantas fotos.
No sentamos en un árbol cercano al campus, quedando algo escondidos detras del edificio.
- Debes admitir que fue hasta entretenido- hablo mirando con atención cada rincón del edificio.
- Si entretenido te refieres a que Nakamura-san y tu me obligaran a usar un vestido maid, no se que puede ser más divertido.
- Vamos~... ¿Sigues molesto por eso?
- Un poco a decir verdad, sabes que no me gustan ese tipo de bromas- le miro de reojo, se ve algo decaído y dudo que sea por el vestido.
- Debo aprovechar que aún tienes tu cabello largo- inclino la cabeza para besar sus cabellos- Me gusta verlo así.
- Lo dices sólo para poder molestarme- se cruza de brazos.
- Nagisa- me acerco más a su lado- No siempre todo lo que digo es para burlarme- beso su mejilla- ¿Por qué no aceptas que me gusta tu cabello?
- ¡Porque luzco como chica!, ¡Eso quiero eliminarlo de mi vida!- exclama logrando que me aleje un poco, pero no me aparto de su lado.
- Si bien sabes que soy tu novio y soy consciente de que no eres una chica, ¿Por qué te molesta?
Sus ojos evitan mirarme directamente, tengo la ligera sospecha de saber el por qué.
- Quiero dejarlo atrás.... Alejarme de la influencia de mi madre sobre mí, demostrar que soy un hombre y no alguien que aparenta ser una mujer, porque no lo soy- se apoya en mi costado- Quiero ser reconocido por lo que soy.
- Y así será mi pequeño- hablo sin dudarlo ni por un segundo- Después de todo, eres el mejor asesino de la clase, además...- le doy un par de besos más en su cabello- Serás el mejor profesor también.
Ríe un poco.
- Viniendo del asesino más sádico de la clase, es difícil de creer.
- Me duele que dudes de mis palabras de esa forma Nagisa- me llevo la mano derecha al pecho, fingiendo dolor por sus palabras, ríe un poco más.
- Lo siento- me mira a los ojos- Y te tomo la palabra, seré el mejor profesor y tu el mejor burócrata.
- He~ Me gusta como suena- menciono pensando un poco de como será el futuro- Para mi desgracia no podré tenerte cerca para ser testigo de tu evolución.
- ¿Lo dices por eso? O ¿Por tus celos?
- Has dado en el blanco- no intento negarlo, intentar mentirle al peliazul es algo peligroso, en especial, con la habilidad que posee de leer la frecuencia de las personas- Y yo que quiero dejar bien en claro que no eres hombre libre- sonrío con malicia al imaginarme la escena, sería divertido hacerlo.
- Lo dices como si fuera un objeto- se queja y se cruza sus brazos- ¡Verás que nadie se va a fijar en mi de modo romántico!
- Te tomaré la palabra y te diré "te lo dije" cuando me entere del primer caso- explico la posible escena- Estoy dispuesto incluso a formarte una escena de celos frente a esos pobres desgraciados y molestas chicas.
- ¿Hablas en serio?
- Por supuesto, debo dejar bien en claro que yo llegué primero y no tienen ningún derecho sobre ti.
- ¡Sigues hablando como si yo fuera un objeto o una simple mascota!- se queja, frunce el ceño ligeramente.
- No lo digo con esa intención principalmente- hablo con una tranquilidad sorprendente viniendo de mi- Confío en ti Nagisa, no en las personas que vayan a rodearte.
- Realmente eres un diablo celoso- suspira, sonrío de forma inconsciente por el comentario- ¡No lo tomes como un halago!- me advierte, pero desafortunadamente ya lo hice- Que malo eres Karma.
- Dudo que lo malo se pueda quitar de un día para otro y tampoco tengo planeado hacerlo así que, espero sigas aceptandome con esta faceta- le guiño un ojo coqueto, desvía la mirada hacia el lado contrario, lo he avergonzado, como me encanta hacerlo.
- Tampoco quisiera que cambiaras Karma- habla en un tono bajo pero audible, muevo mi brazo para poder abrazarle por la cintura y acercarlo a mi pecho- ¿Karma?
- Tu tampoco lo hagas pequeño ratón- pido mientras escondo mi nariz en una de sus coletas- No pierdas la esencia que tienes ahora.
Nos quedamos así un rato, en algún momento, Nagisa se quedó dormido, sólo escuchaba su respiración tan pausada y calmada, aprovecho la oportunidad para acomodarlo mejor, dejándolo en medio de mis piernas para servirle de almohada humana, queda acostado de medio lado, nisiquiera reaccionó a mis movimientos, disfruto un poco de su compañía hasta que el sueño comienza a ganarme a mí también, cierro los ojos y me dejo llevar por la oscuridad, lo último que siento es una ligera brisa antes de caer totalmente dormido.
............
Despierto y me remuevo un poco en mi lugar, algo está rodeandome con cierta fuerza, abro de a poco los ojos encontrándome con una vista del pecho de alguien, estuve a punto de chillar del susto hasta que identifico quien me abraza. Karma sigue dormido, cuando despierte, va a estar totalmente adolorido de la espalda, incluso en mi posición siento el cuerpo incómodo y entumecido.
Paseo un poco la mirada, frunce ligeramente el ceño al encontrarme una cobija aobre nosotros, ¿De dónde salió?, ¿Acaso alguien nos había visto dormir y decidió arroparnos en lugar de despertarnos?. Un bostezo no se hace esperar, al igual que unas pequeñas lágrimitas saliendo de mis ojos, el cuerpo de Karma es cálido, hasta cómodo, cierro los ojos disfrutando del momento, me gusta estar cerca de mi novio, sin tener que preocuparnos por nada en especial.
Disfruto unos segundos más de lo ocurrido hasta que un importantante recuerdo azota mi cerebro, abro los ojos de golpe al mismo tiempo que un fuerte grito se escapa de mis labios.
- ¡Olvidé a Sakura!- chillo angustiado.
Fue tan fuerte el grito, que el pelirrojo reacciona de mala manera, apresandome contra su cuerpo y dejando salir una significativa parte de su sed de sangre.
- ¿Karma?- le llamo, este voltea a verme.
Su expresión se veía tranquila, pero comienza a desfigurarse hasta que se muestra totalmente molesto.
- Tu...- su voz se oye ronca y con cierta molestia- ¡¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño?!- me grita furioso, le miro asustado, no esperaba que se molestara a tales magnitudes.
- L-lo siento- tartamudeo de modo inconsciente- No quería despertarte, pero debo irme ahora mismo.
Al hacer el intento de levantarme, me doy cuenta que estoy siendo retenido por los brazos de Karma, lo cual es extraño ya que no debería ser así, después de todo esta molesto conmigo.
- ¿A dónde crees que vas pequeño ratón?- su tono de voz me causa escalofríos.
- Tengo que ir con Sakura- explico, intentando no verme perturbado por su profunda mirada cobre- Todavía tengo unas cuantas clases pendientes con ella antes de que comience la preparatoria y ella vuelva a estudiar.
- ¿Ah sí?
- Si- digo manteniendome firme- No te había dicho, ¿Cierto?
- Para nada, ¿Debo considerar esto un engaño?
- ¡¿Qué demonios estás diciendo?!- chillo al percibir la malicia en su voz, el humor de Karma es muy variable y en ocasiones, peligroso.
Ríe por mis palabras, cuando deja de hacerlo, acerca sus labios a los míos y los junta en un ligero rose, me sonrojo por ello, ¿Por qué lo ha hecho?
- Te espero en mi casa Nagisa~ - habla más tranquilo, lo cual es sorprendente ya que segundos atrás estaba furioso por perturbar su sueño.
- Ya lo sé- digo sonriendo- Aún si no me apareciera por tu casa, irías a buscarme.
- Espero no tener que hacerlo- responde lanzandome una mirada de advertencia.
- ¿Es acaso una amenaza?- frunzo el ceño.
- Es posible- se remueve un poco en su lugar- Espero no tener que castigarte cariño.
¿Acaso se está burlando de mí?
- No voy a permitir que lo hagas- sentencio.
- ¿Estás seguro?- pregunta con un tono divertido que me preocupa, acerca su rostro a mi oreja- Todavía pienso seriamente en hacerte mío- susurra.
El calor sube por mi rostro rápidamente, en estos momentos no estoy seguro si se debe a mi creciente furia o a la vergüenza que me ocasionan esas palabras, no entiendo realmente porque Karma tiene tantos deseos de llevarme a la cama y realizar eso. A pesar de que ahora no quiera hacerlo, no quiere decir que rechace la propuesta del todo, después de todo, espero que la persona que me tiene entre sus brazos y me observa con atención, sea a la única que ame en mi vida. No puedo evitar esbozar una pequeña sonrisa al pensar en ello, pero de inmediato me arrepiento al ver su expresión complacida.
- ¿Eso quiere decir que puedo hacerte mío esta noche?- pregunta con ese mismo tono bajo y lleno de picardia, niego de inmediato- Que malo eres Nagisa.
- Y lo seguiré siendo si sigues insistiendo con lo mismo- hablo enojado.
- Algún día voy a tenerte debajo de mi y disfrutaré de tus sonoros ge...- lo interrumpo golpeandolo en el rostro.
- ¡No iré a tu casa está noche!- le grito y me alejo rápidamente de su lado antes de que me acorrale.
- ¡Nagisa!- grita mi nombre a mis espaldas- ¡Vuelve acá!
Ha llegado el momento de huir por mi vida.
..........
Observo como Sakura realiza unos ejercicios que le he preparado para nuestra sección de estudios de esta tarde. Logré escaparme de Karma por los pelos, aunque estoy seguro que estará esperándome para atacarme, como alguna pantera hambrienta. Definitivamente no se porque desea tanto que tengamos eso, no llevamos tanto tiempo saliendo y... Siento que es precipitado.
Un par de mensajes llegan a mi celular pero por seguridad propia, no los volteo ni a mirar, sólo espero que no sea ese demonio pelirrojo solicitando mi presencia o preguntando mi ubicación, a veces tiende a desenvolverse en el papel de novio celoso, lo cual sigue creyendo que lo hace solo para molestarme, si no existieran muestras de afecto meloso, estoy seguro que nuestra relación seguiría considerándose la de los mejores amigos.
- ¿Nagisa?- salgo de mi ensoñación cuando la voz de la pelirosa me llama.
- ¿Qué pasa Sakura?, ¿Hay algo que no entiendas?
- No es eso...- dice con cierta vergüenza, demasiado extraño viniendo de ella- Desde hace unos días he querido preguntarlo pero no creía que fuera lo correcto.
- ¿A qué te refieres?- pregunto un tanto confundido por sus palabras.
- ¿Acaso estás comprometido?- pregunta con una seriedad que hasta a mí me tomó por sorpresa antes de ponerme rojo como un tomate.
- ¿D-de dónde sacas eso?- tartamudeo.
- Por el anillo que llevas contigo- señala el pequeño objeto en mi mano derecha, a veces olvido que está ahí.
- Ah... Esto- sonrío al recordar el momento en que Karma me lo dió- Más que anillo de compromiso es de pareja.
- ¿En serio?- pregunta entrecerrando los ojos- Pienso que tiene pinta de compromiso.
¿Debería decirle que sí?
- Bueno, mi pareja y yo los usamos como señal de un compromiso futuro entre ambos- explico para dejar en claro que no voy a casarme todavía.
- No crees que es... ¿Demasiado?- le miro- Quiero decir, hace poco tiempo que lo usas, así que supongo que no llevan mucho tiempo saliendo- asiento ante sus sospechas-
Por eso digo, es muy apresurado, apenas están terminando la secundaria.
Sonrío con cierta amargura ante sus palabras, ese era el tiempo límite, un triste pero fuerte recordatorio de que la Tierra explotaría si no lográbamos asesinar a Koro-sensei, por ese motivo, si finalmente no lo logramos, al menos habré podido pasar tiempo con la persona que mas quiero en el mundo y habré tenido la experiencia de estar comprometidos.
- Puede que tengas razón- hablo, intentando sonar calmado- Pero aún así, me alegra.
- Definitivamente son raros- dice Sakura frunciendo el ceño antes de bajar la mirada y seguir con sus ejercicios.
Justo ahora, mis emociones han ido a pique, lo que abunda ahora es la tristeza, espero no sea del todo visible para la ojinegra, nunca podría decirle la labor que posa sobre mis hombros, como el peso de la misma.
..........
Ese pequeño momento, donde de un momento a otro, la realidad nos abofeteó fuertemente, fue el peor golpe que pudimos haber recibido.
Aún cuando teníamos una pequeña esperanza de que Koro-sensei no explotara y que la Tierra se salvaría, el gobierno, en especial el ejército, nos recordaron que era aún mayor la posibilidad de que la vida sería borrada si no tomábamos cartas en el asunto.
Nunca pensé que, nos hicieran de lado en nuestra propia misión.
Estaba caminando por las calles luego de terminar mi sesión de estudios hacia la estación de trenes con la intención de ir a la casa de Karma, pero el revuelo y aquellos artefactos que apuntaron hacia aquella colina que conocía todos nuestros secretos me transtornaron de tal modo que tuve que correr hacia la misma, quería asegurarme que Koro-sensei seguía con vida, que nuestro objetivo como la clase 3-e no se había evaporado en el aire.
Al llegar cerca de la academia, un tumulto de hombres uniformados como de periodistas estaban en el lugar, varios de mis compañeros de clase ven el lugar sorprendidos y preocupados, me acerco a ellos.
- ¿Alguien sabe que está ocurriendo?- escucho a Isogai preguntando a los reunidos en general.
Todos niegan.
Comenzamos a escuchar a los periodistas, donde nos enteramos que el secreto nacional acerca de la existencia de Koro-sensei está siendo revelado y peor que eso, está siendo retratado como el villano de la historia.
- ¡Koro-sensei no es ningún monstruo!- volteo a mirar a Okano-san, quien se atrevió a gritar en medio de toda esa multitud.
Los periodistas voltearon a verla y comenzaron a acosarnos en preguntas sobre si eramos los estudiantes que mantenía cautivos, que él era una amenza para nosotros, que si estabamos siendo amenazados por nuestro maestro para afirmar que no era malo, entre otras cosas, lo que yo quería principalmente era quitarmelos de encima, incluso algunas de mis compañeras más sensibles lloraban mientras defendían el honor de Koro-sensei, pero sólo lo veían como algo actuado o planeado por el monstruo.
Karasuma-sensei apareció y nos escoltó a todos hasta una especie de carpa militar donde nos hicieron entrar, bitch-sensei se eencontraba en ella, poco a poco todos los integrantes de la clase E estabamos reuninos en la misma carpa y le pedíamos explicaciones a nuestro sensei, o mejor dicho, al agente.
- Pero, ¿Por qué hacen esto?- pregunta nuestro presidente- Se supone que nosotros tenemos la misión de matar a Koro-sensei.
- El gobierno a tomado medidas contra la amenaza que representa a la humanidad- se explica el pelinegro con un tono de voz profundo- El tiempo se ha agotado y no podemos confiar nuestras esperanzas a una mínima posibilidad de que ocurra lo inimaginable.
- ¡Sin importar que esa mínima posibilidad existiera!, ¡Es nuestro trabajo!- exclama Terasaka alterado.
- Es todo- habla con seriedad- No tienen que preocuparse por esta situación, nosotros nos encargaremos de ese pulpo.
- Por favor Karasuma-sensei- doy un paso adelante- ¡Permitamos hacer...!- soy interrumpido al ser tomado por el cuello de mi abrigo.
- No tiene caso pedirle algo Nagisa- la voz de Karma resuena en el lugar- Después de todo, Karasuma es solo otro peón del gobierno.
- Así es- responde sin mostrarse afectado por las palabras del pelirrojo- Por ese mismo motivo, les advierto que no me causen problemas con este asunto- al soltarme, logra empujarme un poco, pierdo el equilibrio pero mis compañeros detrás de mí no me permiten caer- Ahora, todos vayan a sus casas, no puedo asignar a nadie para que les cuide.
Camina y sale del lugar junto a bitch-sensei, un silencio incómodo se instala en el lugar, hasta que Terasaka lo rompe.
- ¿Vamos a dejar que nos hagan a un lado después de todo este tiempo?- se queja inconforme de la situación.
- ¿Qué otra cosa podemos hacer?- dice Maehara un tanto molesto- El lugar debe estar custodiado por los militares.
Yo en lo único que puedo pensar es en esas palabras que Karasuma-sensei nos dió esa misma mañana, en medio de nuestra sesión fotográfica, "Confío en que ustedes lo lograran". Mientras más lo pensaba, había algo que seguía molestandome, llamo la atención de todos cuando logro entender la situación.
- Chicos- todos voltean a mirarme- Creo que Karasuma-sensei quiere que nos hagamos cargo de esto.
- ¿Cómo estás tan seguro?- pregunta Megu desconfiada.
Camino hacia adelante para poder darme la vuelta y observar a mis compañeros.
- Él mismo nos lo dijo, ¿No?, que creía en nosotros para realizar este trabajo, creo que a eso se refiere con que no le dieramos problemas.
Un ligero silencio se escucha en el lugar.
- Tienes razón- habla el presidente de la clase- Debemos ser nosotros quienes hagan el trabajo, ese es el motivo de nuestra clase, ¿No?- sonríe con la intención de brindarnos confianza.
- Si- respondemos al unísono.
- Vamos a casa por el momento- habla Megu-san- Intentemos descansar y mañana comenzaremos a planearlo todo.
Con esas palabras en mente, salimos de la carpa y cada quien toma su respectivo camino. Sin importarme demasiado lo que puedan pensar las personas, camino tomado de la mano de la mano de Karma, este asunto me ha desmoralozado y preocupado demasiado.
Esto en serio está pasando, el tiempo se está terminando y no quiero que eso ocurra.
Cuando subimos al tren, intento hacerme pequeño al lado de Karma, agradezco que el vagón no está tan lleno, incluso, estoy feliz de que puedan confundirme con una chica en estos momentos, siento unas terribles ganas de llorar, nunca creí que terminaría encariñandome tanto con Koro-sensei.
- Todo estará bien pequeño- dice mi novio mientras posa su cabeza sobre la mía- No tienes de que preocuparte.
- ¿Crees que podamos hacerlo?
- Estoy seguro de que lo lograremos- dice en voz baja- Estamos preparados para lograrlo, nadie se hará cargo de ese pulpo aparte de nosotros.
- Tendremos que estar preparados para lo que pueda ocurrir- hablo mientras cierro los ojos.
- Y lo estaremos, por ahora...- siento como mueve un poco la cabeza, planta un par de besos en mi cabello, sonrío levemente, me gusta ese mimo- Descansa, te avisaré cuando lleguemos a la estación.
- Esta bien- cierro los ojos e intento descansar un poco, mi cansancio mental es mayor al físico, así que me cuesta un poco quedarme dormido, pero lo logro luego de un buen rato.
.........
- Entra Nagi- hablo con cierta pesadez, nunca creí que semejante revuelo pudiera ocurrir una semana antes de la fecha limite, aunque también he sido ingenuo al no tomar en cuenta los posibles movimientos que pudieran realizar los gobiernos del mundo ante la amenaza de extinción.
Creo que... No fuí el único ingenuo.
Me despojo de mi abrigo, está haciendo algo de calor en la casa. Observo un par de segundos la espalda de Nagisa, el también se quitaba su abrigo, me acerco y lo abrazo por la espalda.
- ¿Quieres algo de cenar? o ¿Prefieres dormir?- le pregunto al ubicar mi mentón sobre su hombro.
La expresión de pocos amigos que me dedicó cuando le desperté, me hizo pensar en lo peor por un momento, aunque es extraño que mi parte sádica y aduladora de los conflictos no se activó por ese pequeño estímulo, quizás sólo ocurre cuando veo el desafío plantado en la mirada de mi posible enemigo.
- ¿Puedes pedir una pizza?- pregunta con un tono de voz suave, melodioso para mi gusto- No tengo ganas de entrar a la cocina a ayudarte a hacer la cena y además no creo que quieras cocinar tu tampoco.
- Ne~ ¿Acaso eres adivino?- planto un beso en su mejilla y acaricio ligeramente su pequeña cintura, en serio me encanta todo de Nagisa, a pesar de que tenga complexión de mujer, no me importa, quiero verlo y probarlo todo, lo único no diferente es que ambos somos hombres no hay nada de que no hayamos visto antes- ¿Qué pizza te apetece?
- Cualquiera está bien para mí, menos alguna que tenga picante, sabes que no lo tolero del todo.
- Entiendo- disfruto un poco más del momento antes de separarme y llevar a cabo la llamada.
Estos van a ser los días con mayor crisis por la que haya pasado la clase E en toda su existencia.
Tiempo restante
7 días
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