¿Es una obligación?

"¿Cómo te fue con los rumores de pasillo?"

A pesar de haber dejado el visto en aquel mensaje de Nagisa, no sabía exactamente que contestarle con respecto a ello.

Si antes las miradas se posaban en mi al ser el único de la antigua clase E en quedarme en esta escuela-técnicamente somos una especie de leyenda en este lugar, por todo lo relacionado con ese molesto pulpo-ahora las miradas tenían cierto receloso.

Era fácil ignorar a las personas, lo hacía siempre, pero la hostilidad, dentro de cuatro muros era un poco más difícil de manejar.

Mientras observaba por la ventana hacia el patio donde se veían las canchas de fútbol y béisbol, un golpe sobre mi mesa llama mi atención.

- Akabane.

Sonrío al escuchar aquella voz.

- ¿Qué pasa señor segundon?- le pregunto interesado y por supuesto, divertido.

Esperaba una nueva apuesta.

- ¿Tan rápido has creado rumores de pasillo?- me pregunta, mi sonrisa se borra y adquiero mi faceta de completo aburrimiento.

- Los chismes vuelan- es lo único que digo mientras apoyo mi codo sobre la mesa y mi rostro en la palma de mi mano.

- Estoy seguro que no estarías tan calmado si fuera un verdadero chisme- se cruza de brazos esperando mi respuesta.

- Si estas pensando que saltaré sobre ti para violarte, déjame decirte- hago una clara expresión de asco- No eres mi tipo.

- Y tu tampoco el mío idiota- suspira llevándose la mano derecha al puente de su nariz, presionando el lugar un poco- ¿Realmente es alguien de la clase E?

- Por supuesto- sonrío con malicia- ¿Estás seguro que no estás celoso?

Aleja la mano de su rostro para mirarme con soberbia.

- ¡Deja de tomarme el pelo Akabane!- alza la voz molesto- ¿Quién de todos es?

- ¿Por qué tanto interés en saber quién es mi pareja?- pregunto mostrándome más serio.

- Akabane- se cruza de brazos- Ambos sabemos que antes de que salieras de este campus principal ya tenías una reputación, ignoraban tu comportamiento de buscapleitos principalmente por tu desempeño académico.

- Ja~- suspiro- Aquellos viejos tiempos que desafortunadamente no se pueden cambiar...- menciono siguiéndole la corriente.

- Ahora- insiste con su tono serio- No sé qué estabas planeando al difundir tu orientación sexual tan abiertamente, pero ahora, es posible que hayas creado algo más grande a tu antigua reputación.

- Reitero... ¿Por qué te preocupa?- insisto- Que me gusten los hombres no quiere decir que sea un fenómeno o que sea alguna artimaña estúpida para atraer a las chicas... Eso no va conmigo- frunzo ligeramente el ceño- Si crees que eso me va a detener para mantenerme en la cima de esta academia, estas muy equivocado- sonrío confiado- Sólo espera a lo que vendrá Asano, apenas estamos iniciando un largo recorrido tu y yo.

Noto el cambio en su expresión, ahora tiene una sonrisa cómplice.

- Estoy preparado Akabane.

Claramente nuestra rivalidad seguía en pleno apogeo, pero, puede que exista un lapso de una posible amistad bastante extraño, pero no tengo de que quejarme.

- Ah y respecto a quién es- noto como lo traiciona la curiosidad- ¿Recuerdas a un chico de cabellos azules?

Se muestra pensativo por unos segundos antes de mostrar signos de iluminación en su memoria.

- Que gusto inusual el tuyo- suspira- Disfruta del resto de la mañana y de las próximas horas y semanas hasta que algo más fuerte se esparza y opaque un poco tu situación.

-Estoy listo para cualquier cosa.

.........

Miro por última vez el celular, en aquel chat que comparto con Karma pero noto que me deja en visto, quizás ya iniciaron clases.

Espero que su respuesta tan... Agresiva de su parte no le genere problemas en la academia, aunque sería poco práctico que en ambas partes seamos vistos como bichos raros sólo por ser un estereotipo diferente al estipulado.

Suspiro y miro por la ventana, a comparación del día de ayer, hoy fueron más... ¿Discretos?

Las miradas siguieron, pero los murmullos se detuvieron, al menos cuando yo pasaba por el lugar, si hablaban a mis espaldas, no estoy seguro.

- Na-gi-sa- siento como pasan algo sobre mis hombros y aunque identifiqué la voz, no pude evitar reaccionar según mis instintos de asesino.

¿Debí hacerle una llave a la persona con la que estoy teniendo ciertos problemas de relación desde que salí del closet en la preparatoria?

Escucho como se queja por el golpe en su espalda.

- ¡Shun-kun!- exclamo para socorrerlo de inmediato- ¡Lo siento!

- No pensé que supieras hacer este tipo de cosas- responde haciendo mala cara, principalmente por el dolor.

Ya sé que mi cuerpo es delgado de tal modo que me confundían con una chica, ¡No me lo recuerdes de esa forma!, ¡Es indignante para mí!

- L-lo siento- le ofrezco la mano para ayudarlo a levantar.

Mientras le ayudaba, pude captar un par de comentarios por parte de las chicas.

"¡Nagisa-kun es muy fuerte!"

"Es muy pequeño, ¡Pero aún así derribó a Shun-kun!"

Demonios, más comentarios sobre mí, he comenzado mi vida en preparatoria con un paso equivocado.

Si alguien escucha mi plegaria, ¿Podrían abrir el suelo y dejar que me trague?

- ¿Dónde aprendiste hacer eso?- me pregunta mientras intenta estirar la espalda.

- Asistí a unas cuantas clases de Kung Fu- miento al pensar en las artes marciales que realmente me enseñó un alto mando del gobierno.

- ¡Shun!

Meto un respingo al escuchar esa voz.

¿En serio?

¿Tiene que aparecer su mejor amiga justo ahora?

- Asuna- deja de hacer lo que está haciendo, en un claro intento de disimular lo que pasó.

- ¿Qué pasó?- se acerca mostrándose preocupada.

- No ha pasado nada, ¿Por qué lo preguntas?- se notaba que no era bueno mintiendo, se le veía ansioso.

- Quieres mentirme en la cara cuando unas chicas de nuestra clase al salir al pasillo hablaban de como Nagisa-kun logró tirarte al suelo- se cruza de brazos esperando alguna respuesta de su parte.

Incluso yo estaba pensando que responder con respecto a la situación.

- Intentar mentirte es lo último que se puede intentar hacer- suspira resignado- Si eso pasó, lo asusté y el reaccionó haciéndome una llave.

- ¿Qué tan asustado estabas?- ahora la atención va dirigida a mi.

- Bueno, es... La costumbre- responde nervioso rascando un poco mi mejilla con un dedo.

Y no es mentira. Alguien que entrenó de asesino al tener la guardia baja, un acercamiento de ese modo puede llevarnos a actuar por instinto creyendo que estamos en peligro.

Mal momento para esto.

- ¿Acaso vas por la vida tirando a la gente que te asusta de esa manera?- pregunta incrédula la castaña ante mi respuesta.

- ¡No, claro que no!

- Te estas contradiciendo Nagisa-kun- podía notar lo sería que estaba, esperaba una buena respuesta de mi parte.

- Está bien- respiro profundamente para tranquilizarme un poco- Suelo reaccionar de esa forma cuando estoy distraído y quieren llamar mi atención con algún tipo de contacto físico.

- Eso explicaría porque reaccionaste cuando pase mi brazo sobre tus hombros- explica el pelinegro, dándole validez a mi respuesta y realmente es cierto, lo único es que... La pulí un poco, no necesito rumores de pasillo donde se enteren que tengo habilidades en artes marciales y hago uso de ellas de manera indebida.

Noto un mayor alivio en el rostro de la ojimiel.

- Me asusté por un momento- su sonrisa era chueca y nerviosa- Creí que Nagisa-kun se estaba vengando de la actitud que tuvo este idiota ayer.

¿Cómo?

Abro los ojos como platos.

Santa mierda.

¡Eso era el colmo para mí!, ¡¿Qué clase de acusación era esa?!

- ¡Asuna-san!- la llama elevando un poco la voz por mi notorio estado alterado- ¡¿En serio crees que soy de los que toman represalias?!- le reclamo, en busca de una respuesta, me sentí un tanto indignado por la situación.

- No yo...- se refriega el rostro con las manos- No creo que seas de esos, lo siento, fue lo primero que pasó por mi mente.

- No, está bien- responde calmandome un poco- Estoy seguro que de ser Karma pensaría en claras opciones de venganza y de tortura.

- ¿Qué clase de novio tienes tu?- me pregunta demasiado directo el pelinegro.

- Uno bastante único podría decir- respondo sonriendo nervioso.

No recibo respuesta de inmediato, no iba a decir realmente que el pelirrojo era mi demonio sádico personal, eso... Me lo guardaría para mi mismo y mis antiguos compañeros de escuela y por supuesto, de asesinato.

El profesor hizo su aparición anunciando el inicio de la jornada escolar, tomo asiento en mi lugar, dispuesto a prestar atención a la clase que impartirían.

........

Al llegar la hora del almuerzo, estaba rodeado por mis amigos-ya no podía decir que eran simples compañeros-disfrutando de nuestros almuerzos. Mientras conversábamos un poco entre nosotros, el sonido de mi celular en una llamada me sorprende.

No suelo recibir llamadas mientras estoy en la escuela, sin tomarle demasiada atención a ese pensamiento, lo busco en mi bolso y me sorprendo un poco al ver que era una videollamada por parte de Karma, decido contestar, sabía que podría ganarme a un molesto demonio de mirada dorada por no hacerlo a la primera.

- Hola Karma- le saludo, mis acompañantes se muestran sorprendidos por mi saludo.

- Hola pequeño ratón- me saluda con una sonrisa y una mirada un tanto... Misteriosa, sabía que tenía algo en mente- Disculpa por no responderte antes, el señor segundon se tomó su tiempo en un pequeño cuestionario por lo que ocurrió ayer con esa molesta chica.

Que curioso, no me esperaba eso de Asano-kun.

- ¿Cómo fue su reacción?

- Un tanto interesante- dice con su tono divertido- Se puede decir que se mostró preocupado por haber declarado abiertamente que soy homosexual pero, le dejé en claro que nada me detendría en dejarle como el eterno segundon.

- Y gustoso aceptó tu propuesta- menciono con ironía.

- Claro Nagi~

Desvío por un momento la mirada.

- Hola Karma-kun- miro de inmediato hacia atrás al escuchar la voz de la castaña, no noté cuando se levantó de su lugar.

- Eh~ pero si es la señorita Asuna- dice sonriendo mientras la observa- Te tengo una pregunta.

- Adelante.

- ¿Cómo has visto el comportamiento de los demás con mi Nagisa?

- ¿Ah?- exclamo- ¿Por qué le preguntas eso?

- Te conozco, por eso puedo decir que no me dirías todo o me mentirías para que no me preocupe.

- Bueno si te soy sincera...- me sorprende que vaya a responderle- Estoy segura que sabes que hay personas que le insultaran como otras que seguirán actuando normalmente- estaba diciendo algo obvio, pero era como si estuviera planteando el terreno- Te diré la verdad, por el lado de las chicas, siguen hablando con Nagisa-kun, en el caso de los chicos, la mayoría se comporta como unos idiotas y le evitan, incluso mi querido amigo Shun-kun hizo parte de ese grupo.

- ¡Asuna-san!- exclamo conmocionado- ¡¿Tenías que decírselo a Karma?!

- Pero si él me está pidiendo la verdad, ¿Por qué debo mentirle sobre eso?

Una risa burlona no se hace esperar, miro hacia la pantalla del artefacto electrónico, al ojicobre le hizo gracia la situación.

- ¡Realmente me agrada esa chica!- dice riendo, muestra una grata sonrisa- Aún si ella no me lo hubiera comentado, noté su actitud el sábado cuando el descarado de Nagisa robó mi virtud en su preparatoria.

Eso... Se pasó de la raya.

Intento controlar mi creciente enojo, como intento esconder mi sed de sangre ante las palabras maliciosas de semejante demonio, ¿Quieres jugar?

Bien, seremos dos.

- Karma- le llamo sonando muy serio, puedo notar como la castaña se tensa detrás de mí- ¿Por qué mejor no cierras la boca y dejas de decir estupideces?

Al escuchar mi tono como notar mi cambio de expresión, su lado bromista desaparece por completo y me mira mostrándose serio.

- No puedo creer que te enojes cuando estoy diciendo la verdad.

Oh.

¿Seguirás usando esa misma carta?

- Pues yo recuerdo las múltiples veces que tú, demonio sádico, has intentado hacerlo conmigo, ¿Y me ves quejándome en frente de terceras personas?- le pregunto ladeando la cabeza un poco, no despegaba la vista de la pantalla de mi celular.

- ¿Me estás diciendo que tu si puedes hacer eso y yo no puedo?

- Karma Akabane- le llamo muy enojado, saboree esas palabras, una por una- Espero tengas un buen recibimiento en tu hogar el día de hoy- le sonrío ligeramente cambiando de a poco mi expresión- Ten un buen día.

- ¡Nagisa!, ¡No te atrevas a colgarme!- me desafía.

- Y tu no me obligues a destruir tu anillo- le respondo sonriendo ampliamente, fingiendo inocencia- Adiós~

Dicho eso último, le cuelgo la videollamada y pongo de inmediato mi celular en silencio.

Si me llamaba, que se hartara.

Lo mismo iba dirigido a los mensajes, no era necesario bloquearlo para que no me fastidiara el resto del día, simplemente solo tenía que ignorarlo y listo.

Tomo mis palillos para tomar uno de los rollos de huevos de mi bento para llevarlo a mi boca, intentando disminuir mi mal genio.

- No me lo esperaba- casi me atraganto al escuchar la voz del pelinegro, había olvidado por un momento que estaban a mi alrededor.

Toso un poco luego de tragar el alimento que quería matarme, recibo algunos golpes ligeros en la espalda.

- Debo decir que no esperaba ese pequeño enfrentamiento- menciona la castaña a mi espalda, escucho sus pasos y luego aparece en mi rango visual, frente a mí, tomando asiento.

Enrojezco de la vergüenza.

Te lo voy a cobrar todo, ¡Karma Akabane!

- L-lo siento- río nervioso- Karma no es la persona más razonable al momento de hablar, cuando quiere molestar a alguien, a veces hay que tratarlo de esa forma.

- No hace falta que nos lo expliques- habla Shun-kun negando con sus manos- Siento que su relación es un tanto más complicada que las otras relaciones que haya visto antes.

Técnicamente, es cierto.

Somos un caso... Especial.

Demasiado especial.

Observo la pantalla de mi celular mientras mi creciente ira comienza a aumentar al ver ese letrero de su videollamada ha finalizado.

No podía creerlo.

¿Realmente me amenazó con destruir el anillo?

- Has ido muy lejos pequeño ratón- sentencio en mis pensamientos- No me culpes por ser cruel contigo.

Si quería iniciar una guerra campal entre nosotros, con gusto la tendremos.

No le daré el gusto de fastidiarme de esa forma.

- Akabane- desvio mi atención de ese aparato electrónico para mirar a aquel ser molesto de cabello rosa, era muy claro que mi malgenio se podía sentir a kilómetros a la redonda, que agallas tiene para venir a joder justo ahora.

- ¿Qué quieres?- pregunto de mala gana y de muy mal humor.

- ¿Quieres guardar esa sed de sangre?- me reprocha con fastidio- Que tu novio te deje como un idiota no es excusa para que emanes esa aura.

- ¿Ja?- exclamo cambiando un poco mi expresión, levanto una ceja- ¿Quieres morir señor segundon?- le amenazo mirándolo directamente a los ojos- Mis problemas con Nagi son sólo míos, no te entrometas.

- Eres el tipo más celoso, posesivo y dependiente que haya conocido nunca, ¡Deja las estupideces!

Sin importar cuanta sed de sangre usara para asustarlo, él sólo se estremecía con aquella proveniente de su padre, estaba seguro que nadie podía ganarle en el nivel de intimidación y terror que podía ejercer ese sujeto, al menos, sobre su hijo.

Me relajo un poco mientras respiro.

No conseguiré nada con enojarme y desquitarme con alguien más.

Nagisa es el culpable de este mal humor y debe hacerse responsable de lo que provoca en mí.

Pero... Ahora que recuerdo sus palabras con más calma, mencionó a mi familia.

"Espero tengas un buen recibimiento en tu hogar el día de hoy"

Frunzo el ceño mirando con cierto odio el par de emparedados que me quedan por comer de aquel bento preparado por mi madre.

Acaso ese pequeño ratón... ¿Va a utilizar a mis padres para ir en mi contra?

Sonrio con arrogancia.

- "Ni siquiera sueñes con que ellos pueden determe"- tomo uno de los emparedados para morderlo sin dejar de sonreír- "He vivido casi toda la vida sin la presencia de ellos, puedo salirme con la mía sin importar que Nagisa, espero estés preparado"

Doy otro mordisco.

Sólo espera y verás ratón con aires de valentía.

No conoces ni la mitad de lo que puedo hacer.

..........

Al terminar las horas de clase y al no tener algún club en especial al cual asistir me predispongo a guardar mis cosas para poder dirigirme a la residencia Akabane.

A pesar de que ahora deseo ahorcar a Karma por sus estúpidas bromas soberbias, su madre me ha pedido que fuera a su hogar, parece que quiere que le ayude a preparar algo.

No estoy claro del que, pero aún así no podía decirle que no, quería poder pasar un poco más de tiempo con los padres de mi novio para conocerlos mejor e intentar descifrar un poco de donde heredó esas facetas de bromista y sádico empedernido.

Pude notar que su padre tiende a ser coqueto e insistente en lo que quiere obtener de otros... Pero no vi vestigios de eso en él.

Maldito pelirrojo, ¿De dónde sacaste ese lado demonio?

¿Acaso fue en las calles?

Suspiro por mis pensamientos, debería dejar de mortificarme con eso, ya conocía esas facetas de Karma, ¿Por qué demonios me quejo ahora?

- ¿Nagisa-kun?- reacciono alejándome de mis pensamientos para ver a la ojimiel- ¿Ya te vas?

- Así es- respondo con calma y con una sonrisa- Tengo algunos planes con los padres de Karma.

- ¿Vas a ir a pesar de que te enojaste con Karma-kun?- pregunta un tanto confundida.

- Ya había quedado con Akabane-san de ayudarla por lo que no estaría bien de mí parte cancelar a último momento- sonrío un poco nervioso y me llevo mi mano libre hacia la parte trasera de mi cuello- Además, espero poder conocerlos un poco más si llegan a irse por viaje de negocios de nuevo.

- Está bien, lo entiendo- responde con una sonrisa tranquila- Shun-kun está con sus amigos, por lo que entendí en su explicación antes de ser arrastrado le pidieron que estuviera en la práctica del equipo de atletismo.

Cuelgo mi mochila en mi hombro y comenzamos a caminar para salir del aula.

- ¿Tienes trabajo hoy?- le pregunto.

- Así es- responde mientras recoge su cabello en una coleta de caballo- Tengo turno tres días seguidos.

- Creí que ibas lunes, miércoles y viernes.

- Es así, pero cambié mi turno con otra chica que trabaja allí- me explica mientras caminamos por los pasillos.

No hay muchos estudiantes por lo que, la sensación de ser observado no es tan notaria.

A pesar de ello, no me importa mucho, suelo caminar en esta misma dirección desde que comenzó este año escolar, no estoy avergonzado por mis acciones.

No me arrepiento de ellas.

¿Desde cuándo está eso planteado?

¿Debe ser una obligación que me guste una mujer?

Miro a mi compañera mientras parece comentarme algo, pero al estar tan perdido en mis pensamientos no logro escucharla realmente.

Asuna-san es una chica atractiva a simple vista, a comparación de otras chicas que son nuestras compañeras suele usar mucho menos maquillaje.

Es un polo opuesto a ese tipo de chicas, no suele exagerar en su imagen, pero no quiere decir que no se arregle solo es... Más sobria en ese sentido.

¿Realmente deberían gustarme las chicas?

- Na... Gisa... ¡Kun!- parece que alguien está llamándome- ¡Nagisa-kun!- reacciono al momento en que siento un agarre en mi brazo derecho seguido de como me jalan hacia atrás.

Creo que fue tan fuerte aquel agarre que logré dar media vuelta e intentar evitar que la ojimiel se golpeara en la espalda. Lo único que logré con mi acción fue que cayeramos al suelo, ella sobre mí, luego de perder el equilibrio.

Me tomó un par de segundos entender la situación.

¡Una chica estaba sobre mí!

- ¿A-Asuna-san?- la llamo en un tartamudeo nervioso.

Intento mirarla sin saber si debería tocarla o no, ¿Qué tal se enoje por esto?

No quiero que piense que me estoy aprovechando de ella y que lo que tengo con Karma es una excusa para acercarme de forma más descarada a las chicas.

¡No haría eso nunca!

- ¿A-Asuna-san?- vuelvo a llamarla.

Siento como sus manos toman la camisa de mi uniforme y no puedo evitar sonrojarme, ¡Espero que nadie esté mirando esta escena y tome fotos de esto!

- Nagisa-kun- se reincorpora un poco soltando su agarre pero si deja sus palmas sobre mi pecho- ¿Cómo puedes ir caminando así de distraído y casi caer por las escaleras?

Me pregunta levantándose del todo.

Oh.

Entonces esa fue su acción, estaba intentando ayudarme pero terminó en esta posición y situación vergonzosa.

Tragame tierra.

No puedo evitar cubrirme un poco el rostro mientras me incorporo para quedar sentado frente a la ojimiel, quien hacía lo mismo.

¿Cómo es que me avergüenzo de esto cuando fuí besado a la fuerza por Bitch-sensei y besé por mi propia voluntad a Kayano-san?

Debo estar demente.

Respiro profundo un par de veces para intentar tranquilizarme.

Cálmate corazón.

- Lo siento... Sólo estaba pensando en...

Me quedo callado unos segundos, ¿Debería decirle?, no hemos pasado el tiempo suficiente para abrirme de esa forma con alguien que apenas estoy conociendo.

Observo a la castaña unos segundos mientras ella arregla un poco su cabello por la caída, pero aún así está atenta a mis palabras.

- En el por qué no me gustan las mujeres- admito finalmente pero mi tono de voz disminuyó.

Desvío la mirada al no querer observar su expresión, como si pudiera llegar a juzgarme.

- ¿Crees que es una obligación que te gusten las mujeres?- al escuchar su voz no puedo evitar sorprender para verla, se le veía tranquila.

No tenía esa mirada de desaprobación ni de asco... Seguía viéndome con la misma expresión que ha mantenido desde que comenzamos a relacionarnos.

- ¿Eh?- es lo único que pronuncio a sus palabras.

- Nagisa-kun- dice mi nombre sonriendo- ¿Por qué ahora estás poniendo en duda tus sentimientos?- me pregunta cambiando su expresión a una seria- Creí que estabas completamente convencido de que te gusta Karma-kun y estabas dispuesto a seguir con su relación.

- No... ¿No crees que soy raro?- pregunto.

¿Por qué ahora me siento de esta forma?

Antes no me importaba la aprobación de los demás... Quizás fuera porque mis antiguos compañeros se tomaron nuestra relación de mejor manera que ahora... No me esperaba que hubiera tanto rechazo a mi orientación.

Ahora es como si estuviera pasando por una fractura de mi fortaleza.

- Para nada- abro los ojos con mucha sorpresa al escuchar las palabras de mi compañera- Me demostraste que estas dispuesto a seguir con tu relación sin importar el ojo o el juicio público, ¿Por qué dudas ahora de tu decisión?

Es como si necesitara de esas palabras para calmar un poco la incertidumbre que comenzaba a florecer en mi corazón.

- Gracias Asuna-san- respondo sonriendo por sus palabras.

- No tienes porque agradecerme- se levanta del suelo y recoje su bolso- ¿No tienes que ir a ayudar a tu suegra?- me recuerda mientras organiza su uniforme.

- ¡Es verdad!- exclamo para levantarme rápidamente- ¡Debemos irnos!, tu también tienes que asistir a tu trabajo.

Dicho esto retomamos nuestro camino hasta la estación de trenes más cercana donde nos separamos, aprovecho para entrar a la tienda de tartas para comprarle una a mis suegros, no quería aparecer con las manos vacías.

Después de esa charla con la ojimiel, mis dudas comienzaron a disiparse.

Era cierto.

Yo había tomado la decisión de ser pareja de Karma y no me importaba realmente las miradas o las opiniones y las cosas deben seguir así, no debo dudar de mis sentimientos y de mis decisiones.

Amo al maldito demonio pelirrojo, sin importar que llegue a comportarse como un idiota cuando quiere obtener algo para su satisfacción personal.

Realmente quiero seguir junto a Karma y creo que él piensa lo mismo.

Las cosas mejorarán, estoy seguro.

Sólo hay que seguir adelante, ¿Verdad?

Koro-sensei.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top