Antojos

Dí vueltas en mi cama como si fuera una especie de trompo, Karma sabe como conseguir que mis defensas impuestas contra él se destruyan en mil pedazos. ¿Cómo pudo usar la tarjeta de que me veo sexy con el cabello suelto a sus ojos?, ¡Es una tontería!, lo único que logro ver cuando miro mi reflejo en el espejo es mi absurdo parecido con una chica, a pesar de que esté vestido de hombre... Definitivamente el cabello largo no me favorece en mi nueva identidad, pero todo por cumplir con sus caprichos, comencé la preparatoria con mis coletas.

Suspiro al recordar la reacción de mis compañeros... Principalmente los masculinos, al no creer que fuera varón por mi peinado de mujer. Aunque las mujeres también lo dudaron, fueron más amables que la mayoría hombres del curso, a pesar de que me sentí algo herido por el rechazo, no era de extrañar que eso pasara. Luego de los dos primeros días decidí volver a peinarme con la coleta de caballo baja, al menos así no me vería tan afeminado, eso ayudó un poco, aunque recibí algunos comentarios de que parecía una especie de mayordomo, por parte de las chicas, halagandome por ello y los hombres... No se veía tanta negativa por su lado, así que, ese peinado ganó por el momento, seguía decidió a cortarlo.

- A veces no entiendo a Karma- murmuro recordando a mi novio- Ahora no sé si tomarme en serio sus palabras de hace un momento o ignorarlas para poder verme presentable ante sus padres mañana.

Ese pequeño punto es otra cosa, el pelirrojo afirma que sus padres saben que soy un hombre, que la relación de su único hijo está atada a otro, dando a entender que ambos somos homosexuales, es... Un tanto difícil la situación para las personas del mismo sexo, pero dudo que a Karma le interese realmente, su único interés es en mi bienestar y que las cosas fluyan entre ambos, con la intención de que avancemos y progresos como pareja.

- Supongo que puedo darle el beneficio de la duda esta vez...- menciono quedando acostado de perfil, mirando hacia la puerta- Luego de mañana, dejaré de consentir lo que diga sobre mi cabello, ya no le dejaré influenciar en mis decisiones.

Estaba decidido, ahora que lo pienso, ¿Qué pensara cuando vuelva a verme con la colega baja?

Karma me ha visto con mis diferentes estilos de peinados, desde la coleta baja, el cabello completamente suelto y las dichosas colegas que usé por casi un año.

- Debo dejar de pensar en él- me sonrojo por pensar en mi pareja, ¡Tiene mucho poder e influencia sobre ese maldito demonio!

Por ahora terminaré mis deberes de mañana, para pensar después que ropa puedo seleccionar para la cena con mis suegros y pensar que puedo llevar para aportar en la cena, sería de mala educación de mi parte llegar solo a comer; afortunadamente mañana es sábado y podré ir a una peluquería el domingo para cortar mi cabello, lo mejor es no decírselo a Karma y que se decepcione después de ver que dejé de aceptar sus caprichos.

- Si, eso haré- me digo a mi mismo decidido.

..........

- ¡Ey Nagisa-kun!- alzo la mirada de mi cuaderno de matemáticas, una de las chicas de mi clase con las cuales he establecido una especie de amistad me llama, la veo acercarse con una gran sonrisa- Voy a la cafetería a comprar algo para almorzar, ¿Se te ofrece algo?

- Ah bueno...- me lo pienso- Realmente traigo mi propio bento, aunque una bebida no estaría mal.

- Vale, vengo al rato a traertela- dice para alejarse e ir con sus amigas que le esperaban en la puerta.

Ella fue una de las primeras en acercarse a mí a saludar, principalmente le había llamado la atención el anillo que llevo conmigo, ha sido a la única realmente que le he confesado que tengo pareja pero... No le he dicho que es hombre igual que yo, no me avergüenza admitir mi orientación sexual, pero tampoco le ví la importancia de contárselo a alguien con la que no había formado un vínculo de confianza y de amistad fuertes.

Desde entonces hemos hablado y nos hemos conocido, junto a sus otras amigas y un par de chicos que tal parece les he caído bien y tienen un ligero interés en algunas que han hablado conmigo, quizás se vieron amenazados, pero realmente no me llaman la atención en un sentido romántico para decir que voy a ocasionar un caos emocional con mis compañeros, no estoy para ese tipo de cosas.

- Na-gi-sa- salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de uno de los chicos.

- Ah Shun-kun- le digo, me habían pedido que les llamara por sus nombres en lugar de apellidos- ¿Pasa algo?

- Quería preguntarte si al salir de clases tenías planes- sus orbes azules me hacían recordar a una gema llamada zafiro, su color se asemejaba mucho- Pensábamos ir con los chicos a jugar videojuegos.

- Ah yo...- me rasco la nuca- No puedo, tengo una cena con los padres de mi pareja- responde con cierto nerviosismo.

- ¿Eh?- se muestra sorprendido e interesado- ¿Ya han dado el paso de conocer a sus padres?, ¡Debe ser muy seria su relación!

- Algo así- sonríe nervisoso, ¿Qué me diría si le dijera que llevamos saliendo alrededor de dos meses?- Sus padres no están mucho en la ciudad, así que decidimos que era buen momento de que yo conociera a sus padres.

- Me causa cierta envidia escucharte decir eso- admite.

Shun era un chico alegre, carismático, que tiende a veces a ser serio, observador e inteligente, de cabellera negra pero se podía notar que tenía ciertos acabados de color azul, como si fueran una especie de rayos, lo curioso es que combina con sus ojos. Él fue uno de los chicos que no me juzgaron por mi primer peinado, demostrando que realmente estaba interesado en conocerme.

- ¿Por qué lo dices?- pregunto un tanto curioso.

- Bueno...- sus mejillas se sonrojan un poco, debe ser algún tema que involucre sus sentimientos- Yo estoy...- se ve interrumpido por la presencia de la chica de antes que traía mi bebida.

- Aquí tienes Nagisa-kun- dice sonriendo.

- Gracias Asuna-san- le respondo- ¿Cuánto te debo?

- No te preocupes por eso- niega.

Asuna era una chica de cabello castaño liso y largo y con orbes color ámbar, a veces me hacían recordar a los de Karma, pero los del pelirrojo son más de un tono cobre. Ella es simpática, amable y de cierta manera, según me han contado mis nuevos compañeros a veces es algo... Agresiva, principalmente cuando se enoja. Pero a pesar de ello, es muy buena chica.

- ¿En serio?- la veo asentir.

- ¿Les molesta si como con ustedes?- pregunta mirándonos a ambos.

Yo miro al pelinegro quien no duda en decir que sí de inmediato, supongo que mi pregunta quedará en el aire, como nuestra antigua conversación. Dicho esto, guardo mi cuaderno para sacar mi bento y disponerme a almorzar al lado de mis nuevos amigos.

..........

Al terminar las clases, no pude evitar frenar en seco al reconocer aquella cabellera rojiza a lo lejos, recostada en una de las paredes de la entrada de mi preparatoria. ¡¿Qué demonios hace ese demonio rojo aquí?!

No pude evitar parar en seco, justamente iba junto a Asuna-san y Shun-kun a los cuales les extrañó mi reacción.

- ¿Pasa algo Nagisa-kun?- me pregunta confundida la castaña.

- Ehh bueno yo...- intento hablar nervioso, sin poder quitar mi mirada de ese lugar, no me ha mirado todavía, ¿Tendré oportunidad de escapar?

Desvío la mirada sintiendo mis mejillas arder.

- ¿Ocurre algo?- me pregunta el pelinegro- ¿Por qué te has sonrojado de repente?

No puedo evitar ocultar mi rostro con mis manos.

- En serio Nagisa-kun ¿Qué te pasa?- pregunta preocupada- ¿Acaso viste un fantasma?

- N-no...- tartamudeo, mi voz se ve opacada por mis palmas- Es que... Acabo de ver a mi pareja.

- ¡¿Eh?!- exclama mi compañero- ¡¿Está aquí?!

- Si...- admito, ya les había comentado anteriormente que decidimos ir a preparatorias diferentes.

- Eso... ¿Es malo?- pregunta sin comprender la ojimiel.

Suspiro mientras alejo mis manos de mi rostro para mirar de nuevo hacia la puerta, noto que está mirando hacia acá, al notar que le miro, sonríe con picardía, ¿Acaso va a cumplir lo que me dijo hace tiempo?

- Bueno... Realmente no les he dicho nada acerca de él, ¿No?- les miro, era la primera vez que lo mencionaba, no de forma tan directa como debería, pero espero su reacción.

- Bueno...- la primera en hablar es Asuna-san- Tampoco queríamos forzarte a hablar.

- Espera un momento- habla el ojiazul- ¿Tu pareja es un...?

Su pregunta se ve interrumpida, estuve tan al pendiente de mis dos acompañantes que no noté cuando llegó este demonio a mi lado, pasando su brazo sobre mis hombros.

- Parece que les estabas hablando de mí Nagisa~ - había pasado un tiempo que no escuchaba su voz en vivo y en directo, solemos hacer videollamadas o llamadas normales para saber del otro.

No volteo a verle de inmediato, me quedo mirando las expresiones de mis compañeros, parece que el más sorprendido es Shun-kun en comparación de la castaña.

- Karma- volteo a mirarle, esta sonriendo, como si estuviera satisfecho- Ellos son mis compañeros de clases Asuna-san y Shun-kun.

- Eh~ - dice mi novio, tengo la ligera sensación de que va a hacer algo que va a perjudicar mi imagen- Gracias por cuidar de mi pequeño ratón.

¿Por qué justo ahora usa ese apodo?, aunque prefiero ese a que me diga mi pequeña serpiente.

- ¿Qué haces aquí Karma?, ¿Acaso te escapaste de las clases?- volteo a mirarle, siendo sorprendido por un ligero beso en la mejilla.

- ¿Debo decir que sí a eso?- me pregunta con su típico tono burlón.

- ¡Karma!- lo reprendo por ambas cosas, sin poder evitar sentir mis mejillas calientes.

- Tranquilo Nagi~ - dice sin dejar de lado su sonrisa pícara- Realmente mi maestro de la última clase tuvo una calamidad de último momento así que por eso me encuentro aquí, pensé en venir por ti para poder ir a mi casa.

- ¡No!- niego de inmediato- Todavía no es la hora, además... Tengo otras cosas que hacer.

- Pues te acompaño.

- Pareciera como si quisieras arruinar mis planes, ¿No?

- Realmente que poca confianza me tienes querido ratón- dice fingiendo decepción.

Dejamos de mirarnos para voltaer a mirar al frente al escuchar una pequeña risa femenina, tal parece que a Asuna-san le ha causado gracia la situación.

- ¿Realmente son pareja?- pregunta sin borrar su sonrisa.

- ¿No lo parecemos?- pregunta curioso el ojicobre.

- Bueno... De no haber sido por el beso en la mejilla y el sonrojo de Nagisa-kun, se podría decir que actúan como amigos.

- Hemos tenido esa impresión varias veces- respondo- Parece que los comportamientos no cambian mucho- admito sonriendo.

- Pues es un placer conocerlo Karma-kun.

- Digo lo mismo- responde, aleja su brazo de mi hombro para acercar su mano en un saludo más cordial, sólo le he visto hacerlo con Koro-sensei en su intento de ver si las armas anti-sensei funcionaban, espero que no sea uno de sus sucios trucos.

La castaña extiende su mano para estrecharla con la suya. No pude evitar sobresaltarme al ver sus palmas juntas, reaccioné igual que un gato al cual le echaron agua para intentar calmarlo.

- Nagisa- miro hacia el pelinegro- ¿Por qué no lo mencionaste antes?

- ¿Mencionar?- le pregunto sin comprender.

- ¿No les habías dicho que yo existía Nagi~?- pregunta mi novio, les miro y ambos sueltan sus manos.

- Realmente si dije que estaba en una relación, pero no dije si era con una chica o un chico.

- ¿Debo tomar eso como si me estuvieran negando?- pregunta con cierta seriedad- ¿Cómo si te avergonzaras de mí?

- Me sorprende que me preguntes eso- alzo una ceja y me cruzo de brazos- ¿Acaso crees que lo estoy?

- No me permites besarte en público- responde fingiendo dolor, está aprovechándose de la situación.

- ¡Porque me genera vergüenza!- alzo un poco la voz- No quiero discutir este tema aquí.

- Pero que malo eres conmigo Nagi~ - su mirada denotaba su satisfacción de molestarme.

- Asuna-san- me dirijo a ella- Dijiste que me ayudarías con unas cosas, ¿No?

- ¡Ah es cierto!- habla como si hubiera recordado mis palabras, algo que nunca le dije, realmente mencioné que estaría ocupado esta tarde, pero no pedí ayuda- Y Shun dijo que iba a los videojuegos con sus amigos- mira hacia la puerta- Donde estos ya te están esperando- miramos al mencionado- Oye... ¿Shun?- le toca el brazo para intentar llamar su atención.

- ¿Eh si?- le mira con cierta seriedad- ¿Pasó algo?

- ¿Por qué estas en las nubes?- le pregunta extrañada- No importa- le resta importancia- Dije que tus amigos te están esperando.

- ¡Oe Shun!- se escuchan unos gritos masculinos a lo lejos, este voltea a mirar- ¡¿Vienes o no?!

- Em ¡Si!- responde- Nos... Vemos el lunes, ¿Está bien?- nos voltea a mirar, aunque sólo me echó un vistazo, lo cual me pareció extraño.

- Si, por supuesto- responde la castaña para soltarlo, este solo se despide una última vez y se va corriendo hacia los otros.

Por alguna razón... Me dió la impresión de que no le agradó del todo el descubrimiento de quien es mi pareja. Bajo la mirada por un momento.

- ¿Nagisa?- escucho la voz del pelirrojo, no se de donde surgió mi idea, pero levanto la mirada lo tomo del cuello de la camisa para jalarlo hacia mí, al mismo tiempo que me acerco a su rostro para besarlo.

Adiós a la discreción y a la vergüenza. Noto que Karma se sorprende por mi acción pero no duda en ningún momento en corresponderme. Sólo espero que los maestros no se enteren y si lo hacen, acepten mi condición, lo bueno de esta situación es que somos de preparatorias diferentes, así que no se presentarán de nuevo este tipo de cosas. Aunque, por otro lado, aquellos que estén mirándonos, crearán su característica opinión acerca de mí, no siempre vas a a encontrar a un chico de cabellos celestes, atado en una coleta baja de caballo, besando a un hombre pelirrojo que no es de esta preparatoria, siendo confirmado por su uniforme.

Un par de segundos después se pueden escuchar algunos murmullos como la exclamación de sorpresa de mi compañera de clases. Nos separamos y no puedo mirar al rostro de mi novio, se notaba en su mirada acusadora que quería saber el por qué de mi arrebato... Un tanto egoísta de mi parte.

- Chicos- escucha la voz de la castaña- Puede que hayan generado una escena que no olvidarán hasta que aparezca un nuevo chisme con mayor impacto que pueda opacarlo- se explica hablando con cierta seriedad- Quizás lo mejor ahora es que nos vayamos por el momento.

- Concuerdo con ella- dice el ojicobre- ¿Ahora si me permites acompañarte a tus obligaciones antes de la cena?

Suspiro pesadamente.

- Supongo que puedes hacerlo.

Dicho esto, los tres salimos de los terrenos de la preparatoria. Al estar cerca de la puerta, pude notar la expresión de Shun-kun, esperaba que las cosas no se complicaran por tal revelación entre ambos, realmente es un buen tipo.

.........

- Ne~ Nagi~ - menciona Karma mientras caminamos a mi nuestro destino- ¿Por qué rompiste tu regla de no demostraciones en público?

Nos habíamos separado de Asuna-san en la estación de trenes, tal parece se dirigía a su trabajo de medio tiempo, lo que le daba la total libertad a mi demonio personal de preguntar y hacer lo que quisiera.

- Fue un arrebato Karma... Quería demostrar que realmente no me avergüenza mi situación de homosexual- respondo mientras miro alrededor, buscaba la dirección de la pastelería que había investigado el día anterior.

- Eso quiere decir que puedo besarte todo lo que quiera cuando estemos en público, ¿Ahora?- se notaba su emoción y satisfacción, esperaba una respuesta positiva de mi parte.

- Ya te dije que no Karma- le respondo, al localizar el lugar sonrío más tranquilo, creí que estaba perdido- Sigue siendo vergonzoso.

- Pensé que habías dicho que no te avergüenzas de nuestra relación- me recuerda.

- Si, eso dije- me detengo frente a la puerta de la pastelería- Pero no quiere decir que no deje de ser vergonzoso.

- Pero que hueso duro de roer eres mi pequeño ratón- suspira resignado- Supongo que tendré que conformarme con tenerte para mí cuando estemos a solas.

- Ah callate Karma- digo sintiendo un ligero cosquilleo y calor en mis pómulos.

Empujo la puerta para entrar al lugar, encontrando el ambiente y decoración que había visto en las fotos del sitio web. Incluso cada uno de los postres, tartas, pasteles y demás que están exhibimos en el mostrador... Dan deseos de quedarte a probar cualquiera de las deliciosas del lugar... Lo cual me estaba pasando justo en ese momento.

Una de las encargadas del lugar al vernos entrar, camina hacia el mostrador mostrando una gran sonrisa, se veía amable.

- Buenas tardes, bienvenidos a la pastelería Sweet cravings- nos saluda- ¿En qué les puedo ayudar el día de hoy?

- Si, mi nombre es Nagisa Shiota- hablo mostrándole una sonrisa- Llame el día de ayer para hacer un encargo especial.

- ¡Ah!- menciona mientras busca una libreta al parecer- Si, estoy segura que te anoté aquí- menciona buscando entre las hojas- Si, aquí está tu nombre- me mira- Todavía le estamos dando los toques finales en la decoración, si gusta puede esperar mientras lo terminamos.

Eso último solo fomenta mi deseo de comer algo.

- ¿Quieres pedir algo Nagisa?- me pregunta mi novio- Puedo notar que así lo quieres.

Soy un cuaderno abierto para él, en todos los sentidos de la palabra.

- Bueno... Si...- admito sonrojandome un poco.

- ¿Qué se le antoja el día de hoy?- me pregunta la encargada- Nuestro especial de hoy va dirigido a las parejas.

- Pa.... ¿Parejas?- pregunto interesado por esa información.

- Así es- responde con una sonrisa- Consiste en un par de tortas unipersonales de chocolate.

Me lo pienso un poco, ¿Será que pruebo una?

- Si lo quieres pídelo Nagi~ - escucho la voz del pelirrojo- Yo lo pagaré.

- ¿Eh?- volteo a mirarlo- ¡No puedo dejarte hacer eso!- me niego.

- Has pedido algo especial para la cena de esta noche con mis padres- habla con calma, pude notar una extraña expresión en su mirar- Al menos es un modo de compensarte de mi parte.

- Bueno...- digo para rascarme la nuca nervioso- ¡Está bien!- miro a la chica que esperaba a mi orden- ¡Un especial por favor!

- A la orden- dice para proceder a sacarlos de la bandeja.

- No pensé que tuvieras tales antojos- se burla por un momento el pelirrojo.

- ¿Eh?- alzo una ceja- Lo pedí por la oferta de dos pasteles- tal parece no se lo esperaba y su expresión lo demuestra- No puedo comer tanto principalmente por la cena de esta noche, además, no estaría bien de mi parte que me lo comiera solo.

Su mirada dorada se muestra sorprendida por unos instantes, una sonrisa ladina se dibuja en su rostro, ¿Qué estará pensando mi demonio personal?

- Aquí tienen- llama mi atención la encargada, esta nos hace entrega de dos pasteles de chocolate blanco con una inusual forma de corazón, con lo que parece tener una capa de milo o chocolate negro en polvo encima y lo que más adora mi acompañante, fesas pero en forma de fresas puestas en un palillo, realmente se ven apetecibles- tomo la pequeña bandeja donde estos vienen.

- Pueden tomar asiento donde deseen, si necesitan algo más no duden en llamar, estaré en la cocina dando los últimos detalles a su encargo Shiota-san- asiento, ya me es extraño que me llamen por mi apellido, pero no quiero contradecirla.

Ambos nos dirigimos a una mesa y nos sentamos o bueno yo lo hice y Karma se quedó de pie a mi lado.

- ¿Pasa al...?- me veo silenciado por un beso de su parte, abro los ojos por su acción, ¿Por qué de repente esto?

Tardo un poco, pero correspondo su beso. Cuando este se separa junta nuestras frentes.

- Eres lo mejor que puedo tener- dice en voz baja, en un susurro, como si me estuviera confesando algún secreto peligroso. Me sonrojo de inmediato por sus palabras, ¿Qué le había picado?

- Kar...ma...- le llamo pero tartamudeo- ¿Por qué...?

- Haré lo que esté en mis manos para no perderte- el sonrojo en mi rostro toma un color rojizo mas intenso y cubre por completo mis mejillas.

- Karma...- susurro su nombre- ¿Q-qué pasa?

- Nada... Solo quería hacértelo saber- me da un pequeño beso en los labios para alejarse y sentarse en la silla del frente- Haber~ probemos estos pasteles, espero encontrar alguna fresa en su interior.

.........

Duramos alrededor de una hora en esa pastelería, tuvimos que pedir algo de tomar para acompañar esos pasteles individuales, estuvieron, ¡Deliciosos!, lo interesante es que el que yo comencé a comer tenía algunos trozos de frambuesas en su interior, mientras que el de Karma por alguna extraña razón, resultó con pequeños trozos de fresa-como si estas lo persiguieran-Al hablar con la encargada, nos dijo que los pasteles tenían diferentes frutos rojos en su interior, así que era muy pobrable que termináramos con frutas diferentes, lo cual fue cierto. Recibí mi encargo, empacado de manera adecuada como decorado en su exterior, realicé el pago y salimos hacia la estación de trenes.

- Voy a ir mi departamento a arreglarme para poder ir a tu casa- le digo mientras esperamos a los trenes.

- No me molestaría acompañarte Nagisa.

- ¿Eh?- le miro, su rostro se veía serio, pero extrañamente tranquilo- ¿No deberías volver a ayudar a tus padres?

- No creo que me necesiten por el momento- responde usando un tanto apagado y serio, algo debió pasar con sus figuras materna y paterna.

- Puede que no te necesiten pero necesitas estar presentable y si me acompañas no podrás arreglarte- intento darle excusas para que vuelva a su casa.

- Pensaba en solo cambiarme la ropa, así que no hay de que preocuparse- responde con simpleza.

- Está vez no accederé a tus caprichos Karma- le dejo en claro para mirar al frente.

Le escucho suspirar pesadamente.

- Está bien pequeño ratón iré primero a mi casa- responde resignado.

A lo lejos pude distinguir mi tren.

- Y si puedes, arregla los problemas que tengas con tus padres- dicho esto comienzo a caminar para ubicarme y esperar a que el tren pare y tengamos acceso para subir a este.

Solo espero no haberlo incomodado con mis comentarios, pero si quiere que sea parte de la cena, no quiero verme envuelto en un ambiente hostil, cuando con mis padres fue lo contrario.

- Todo estará bien- me digo a mi mismo mientras avanzo para poder abordar el tren.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top