Por un café.
Pico sé encontraba bastante cansado en día de hoy. Había tenido otro día en su trabajo siendo un sicario de la familia Dearest. Tuvo que enfrentarse a un ejército enteró sólo para salvar a la tan preciada hija de Daddy Dearest, él hombre, no. Él demonio qué antes lo trataba con respetó debido a su manera tan eficaz y profesional de hacer sus "recados" pero qué después de haber perdido contra su ex, ahora solo lo trataba como si fuera una escoria o uno más de sus muchos demonios que crea.
Era denigrante, pero no tenía más opción, Pico vivía del trabajo que Daddy le daba, no tenía otra forma de vivir su vida, no tenía talento para algo más que no fuera las armas. Apuntar y matar, eso era lo único que el sabía hacer.
O por lo menos es lo que siempre decían de el. Que sólo servía para hacer desastres.
Él sicario dió un suspiró tratando de dejar de pensar tanto de su miserable vida. Pico vió una cafetería que le pareció algo bonita, así qué decidió tomarse un café para ver si eso desviaba su mente de sus penas.
Pico apenas entró al lugar vió a una cantidad de personas en el lugar, mismo lugar que tenía un ambiente agradable, con personas felices, amigos pasándola bien y familias pasando el rato.
Pico al ver ésto sonrió celos de lo felices que estaba los demás en comparación a el. Ver a un grupo de amigos pasando un rato divertido, le recordaba que no tenías ningún amigo aparte de dos par de locos con los que no se habla en años. Ver a una familia feliz, le recordaba que no tenía ningún pariente vivo y que técnicamente estaba huérfano desde hace años... Almenos al trabajar con Daddy Dearest, estaba en un ambiente laboral con demonios que fueron creados por el mismo demonio púrpura para servirle, no tenía nada más qué ser simples lacayos del demonio. Almenos en ése ambiente, él no era quien tenía la peor vida, pero en un lugar con gente común lo hacía sentirse... Patético hasta él punto en qué aveces piensa que su vida no tiene ninguna diferencia con la corta vida de esos demonios.
Pow!
-Auch!
Alguien abrió la puerta del local, y cómo Pico sé había quedado parado en la entrada como tonto,.terminó siendo golpeado por la puerta.
-Eh? Oh! Lo siento!-Se disculpó la persona qué abrió la puerta del local quién era una mujer mayor de pelo largo y morado.
Pico acarició con cuidado en la parte en dónde fue golpeado.-Mierda, ejem, no pasa nada.-Dijo el pelirrojo, al principio estaba enojado, pero sé calmó al darse cuenta de que la culpa fue de el por quedarse parado como tonto.
Pico siguió acariciando su cabeza, pero después notó qué la mujer sé acercaba mucho a su persona.
-Ehh, señora.-Habló, Pico sintiéndose incómodo por como la mujer violaba su espacio personal.-(Esto me suena que ya lo viví...)-Pensó él pelirrojo estando a punto de empujar a alguien si seguían incomodando lo.
-Por casualidad....-Habló la mujer de repente.-Tu nombre es... Pico?-Preguntò la mayor sonriendo ampliamente.
Pico la miró con sorpresa, ¿Acaso la conocía? La verdad no le sonaba de ningún lado, tampoco parece una... Asesina o loca, normalmente las locas asesinas lo conocen.
-Ehh, sí, ¿Por qué?-Preguntò, Pico mientras ponía las manos detrás de él en dónde tenía guardado su pistola. Sólo por si acaso la mujer cambiaba y se volvía tremenda psicópata.
-Oh! Lo sabía, je, je.
La mujer dejo escapar algunas risas mientras qué él pelirrojo ponía una cara confusa.
-Nos conocemos de algún lado?-Preguntò, Pico ya sin entender nada.
-Ah, no, pero conoces a mí hijo, Skid.-Dijo la mujer para después presentarse.-Mi nombré es Lila.
-(Skid?)-Pensó, Pico sonando le familiar. Y si, recordó qué había un par de niños raros con los que se encontraba casi siempre en sus misiones, lo cuál era raro porque eran lugares abandonados y cementerios en horarios nocturnos en dónde realizaba dichas misiones, también el echó de qué lo empezaban a seguir y le hablaban cómo si fueran amigos, aparte de ser raro, también eran molestos. Varias veces intentó alejarlos, pero parecía que sólo entendían las cosas a base de gritos, y Pico... No era alguien que le gritaría a uno niños qué sólo querían pasar tiempo con el.
-Es un gusto conocer a un amigo de mí hijo aparte de Pump.-Dijo Lila extendiendo su mano hacía el chico.
-Ehh, de acuerdo....-Dijo Pico sintiéndose algo raro al estrechar la mano con la mujer mayor.
-¿Ibas a tomar un café?-Preguntò, Lila sonriendo le calmadamente.
-Ehh, si.-Dijo Pico empezando a sentir algo de picazón en su cuello.
-Oh, bien. Yo también iba a pedir un café.-Dijo Lila teniendo una idea.-¿Que tal sí té acompañó? Ya sabes, a tomar café.
Pico quedó algo incrédulo por esa pregunta, intentó hablar, pero sintió un nudo en su garganta que lo obligó a toser un poco para poder hablar de forma más civilizada.
-No quiero ser una molestía.-Dijo Pico para después intentar alejarse de la mayor.
Lila agarró al pelirrojo de su brazo.-Vamos, será mejor que tomar café solos, no?-Insistió la pelimorado. Mientras que él pelirrojo sé ponía algo incómodo y a la vez sentía otra picazón en su cuello peor que la otra vez.
-(Parece qué ella es igual qué si hijo...)-Pensó, Pico al recordar lo insistente que era el niño con disfraz de calavera... Si es así, entonces parecía que no tenía opción más que aceptar la propuesta.-Esta... Bien....-Dijo él pelirrojo sintiendo algo de vergüenza al aceptar algo como tomar café con alguien más.
Lila sonrió sin notar la amargura del chico pelirrojo.
------------------------------------------------------------------
Pico sé encontraba sentado en una mesa para dos del local de café junto con Lila. Los dos ya habían ordenado y ahora estaban esperando a qué llegase su café.
-Y Pico?
-Uhm?
-Que cuenta? Que te trajo a este lugar?-Preguntò, Lila buscando un tema de conversación.
-Ehh, pues él café obviamente.-Contestó, Pico, haciendo reír un poco a Lila.
-Je, je. Bueno, yo siempre vengo los sábados a tomar un poco de café mientras dejo a mí amiga Jaune cuidar de mí hijo.-Explicó, Lila apoyando su cabeza sobre su mano derecho.-Me gusta el café de este lugar, tanto qué creo que sufriría un colapso si no tomo un café aquí un sábado, je.-Bromeó la pelimorado mientras ponía una mano en sus labios para tapar las risas.
Pico movió un poco la cabeza sin saber qué más que "Bueno" y nada más. Hace tiempo que no tenía una charla normal con alguien que no tuviera qué ver con un recado, pero almenos sabía qué tenía que decir algo más para no hacer de esta situación más incómoda dé lo que era de por sí.
-La verdad es qué estaba algo estresado y el lugar me pareció bonito....-Dijo siendo sincero, Pico. Tal vez no debería serlo con alguien que es un completo extraño, pero tampoco es como sí algo malo pudiera pasar... O por lo menos no podía ser peor que luchar contra una gótica.
-Oh, un mal día, no?-Preguntò de forma retórica, Lila.-Bueno, ya sabes, ante un mal momento, una taza de café ayuda.-Dijo la mayor tratando de animar la vibra del chico. No funcionó.
-(Ojalá si mis problemas se arreglaran con sólo tomar café...)-Pensó, Pico mientras miraba de forma abatida sus manos viendo por un momento manchas de sangre de sus compañeros de su antigua escuela.
-Ehmm, hey.
Pico levantó la mirada para ver a Lila quien tenía una mirada algo preocupada.
-Ew, todos tenemos malos días.-Dijo Lila poniendo sus manos sobre los del chico.-Pero lo importante es seguir levantándose para el mañana, no?-Dijo la mujer mayor para ver si eso animaba un poco al más joven.
La verdad es que no ayudó mucho porque, Pico sabía qué mañana tendría que hacer otra misión de cuidar a la hija de Daddy Dearest, pero por otro lado... Aprecio el gesto de la mujer por tratar de hacerlo sentir mejor.
Aparte... Pico pensó que sus manos eran bastante suaves y reconfortantes...
------------------------------------------------------------------
-Viste qué alfinal fue mejor tomar café acompañado?-Dijo Lila mientras salía de la cafetería juntó con cierto pelirrojo.
-Supongo....-Dijo Pico abrazando su brazo con el otro.
-Bien, fue un gusto conocerte, Pico.-Dijo Lila para después tratar de irse del lugar.
-Espera!-Gritó, Pico deteniendo el andar de la mujer pelimorado.
Lila miró al más bajo con curiosidad.-¿Pasa algo?
-Eww, Tú vienes aquí todos los sábados, no?-Preguntò, Pico mientras sentía él cuello de su suéter algo apretado.
-Pues es un hábito hasta este punto.-Dijo Lila inclinando un poco la cabeza sintiendo curiosidad.-¿Por qué preguntas?
-Yo sólo... Pensé en volver en próximo sábado es todo....-Dijo Pico con rascándose la nuca sintiendo bastante vergüenza de lo qué estaba haciendo.
-Oh, entiendo....-Dijo Lila.
-Entiendes?-Dijo Pico con algo de incredulidad. La verdad es que ni el se estaba entendiendo en estos momentos.
-Sí... Quieres qué pasemos el rato como amigos.-Dijo Lila sonriendo le al pelirrojo.
-Asi?-Dijo Pico algo dudoso, pero también pesando qué era lo más lógico o por lo menos la única respuesta con algo de lógica.-Ehh, sí... Si no te importa.
-Claro qué no me importa.-Dijo Lila sin tener ningún problema.-Suena divertido, aparte de que eres buena compañía.
-(Bu-buena compañía?)-Pensó, Pico sintió qué su cara sé quemaba, pero no de forma literal y dolorosa, si no de una forma que era incluso hasta placentera.
-Me gustaría seguir charlando, pero tengo que volver a mí casa.-Dijo Lila alejándose del lugar mientras sé despedía de Pico.
Él pelirrojo vió cómo la mujer sé despedía de el. Pico sonrió un poco y movió su mano en señal de despedida.
-(Hasta el próximo sábado...)-Pensó, Pico, refiriéndose al día en qué volvería a reencontrarse con Lila.-(No suena tan mal...)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top