Capítulo 8
Porque cuando menos te lo esperas, tu corazón vuelve a bombear por alguien más.
Y tus ojos se vuelven presos de una sonrisa que ilumina tus días.
Pati C. Ramos.
Nathan
Un par de días después...
— Cuándo quieras nos iremos ¿de acuerdo?— dije porque no veía segura a Lie.
Ella asintió y se hizo más fuerte su agarre en mi mano. Habíamos venido a la fiesta que organizaron los chicos de la universidad, ahora, por sus gestos, parecía que hubiese preferido no venir, tal vez no le gustaba mucho el gentío y el ruido perturbador.
Charlie no pudo acompañarnos porque de acuerdo al mensaje que nos había enviado, el día que compró la prueba de embarazo, el resultado había sido positivo cuando lo corroboraron.
Rodrick había ido por unos tragos y la amiga de Amelí, que se llamaba Emily, dijo que iría al sanitario mientras nosotros los aguardábamos en la parte lateral de la fiesta.
— ¿Sabes? Hay algo que si me gusta mucho y solía practicar en Seattle. De hecho, tengo algunos trofeos de concursos de los cuáles he participado. Cuándo conozcas nuestra casa, te los mostraré todos—dijo de pronto Lie.
A causa de la música alta prácticamente estábamos pegados uno del otro y nos acercábamos más para hablar en el oído. Mi cuerpo se tensaba por su cercanía, despertaba todos mis sentidos y ella no se daba por enterada. Llamaba la atención con la ropa que traía, un vestido de color negro que acentuaba su cintura, pero no era demasiado ajustado ni provocativo. Mostraba lo justo y necesario, mi boca se había quedado seca cuando la vi, al llegar a la casa de mis padres. Traía el pelo suelto, sus labios con ese brillo que solía usar y sus ojos resaltando todavía más por unas finas líneas negras, apenas visibles. La hacían ver jodidamente sexy.
Y teniendo en cuenta todo eso, sólo quería tenerla para mi toda la noche. Besarla hasta el cansancio y que nadie la comiera con la mirada como lo estaban haciendo algunos chicos.
— ¿Y que es eso que te gusta? — pregunté y llevé mis labios sobre cuello dejando un pequeño beso allí. La sentí estremecerse permitiéndome abrazarla como si fuera mía.
— Bailar— respondió alejándose un poco para mirarme a los ojos y regalarme una de esas sonrisas que me noquean por completo— Anda, vamos. Bailemos juntos ¿si? — sus ojitos suplicantes y su boquita siendo presionada por sus dientes fueron demasiado para mí. Subí la mano que tenía sobre su cintura a su nuca y la atraje completamente hacia mi para besarla.
— De acuerdo —, respondí al finalizar el beso.
Me estaba volviendo posesivo con ella, pero no reparaba en ello. Nos adentramos a la parte donde algunos se encontraban bailando, era un centro de madera, utilizado como pista de baile. Amelí comenzó a moverse totalmente segura de cada paso que daba, su pelo se movía al compás de sus pasos y yo no podía estar más hipnotizado por su espontaneidad. Cada tanto cambiaba de lado con ella para que algunos idiotas no se le quedaran viendo. Estaba equivocado cuando pensé que no le gustaría estar aquí, se notaba que realmente le gustaba bailar.
Trataba de seguirle el ritmo hasta que giró y apoyó su espalda por mi pecho con su brazos rodeando mi cuello y moviendo sus caderas en un simple vaivén, que despertó hasta mis más bajos instintos. No solo mi mente estaba por colapsar, sino también, mi cuerpo entero. Y ella seguía sin percatarse de absolutamente nada.
Era lo que más me atraía de ella, era enteramente inocente, pero al mismo tiempo tan letal como un arma. Podrías encontrar la muerte en sus manos y nunca se daría cuenta de ello. Carraspeé ante la poca cordura que me quedaba y volví girarla para mirarla de frente y devorarla a besos.
— La verdad no me gusta mucho este tipo de fiestas, pero me encanta bailar. Solo que ahora, tengo un poco sed —dijo después de un beso más, se encontraba agitada y sonrió sobre mis labios—, iré por una bebida —, ejercí un poco de fuerza en mi mano posicionada sobre su cintura y luego dejé un beso en la comisura de su boca.
— Ni creas que te dejaré ir sola, ¿Acaso quieres matarme Lie? Podría jurar que estás vengándote de mí porque fui un idiota contigo cuando nos conocimos— respondí, ella dejó escapar una pequeña risa y negó con la cabeza.
— No hago tal cosa— murmuró, bufé sonriendo y tomé su mano para ir por su bebida.
— Pues créeme, es lo que estás haciendo. Me estás matando lentamente, pero entérate, que no me importaría morir así. —expresé
Nos acercamos a la barra riendo y visualicé a Rodrick sin perder el tiempo con la amiga de Lie. Ella no se había dado cuenta enseguida, pero una barrida con su mirada, los captó. Y se puso feliz por su amiga.
— ¿Ves eso? Emily está con Rodrick— dijo Amelí.
— Aha, dejemos que se diviertan un poco más, ellos dos solos ¿Qué dices? — comenté sonriéndole.
— De acuerdo, no los molestaremos—, respondió ella.
— ¿Que quieres tomar ? ¿Bebes alcohol?— pregunté, frunció su nariz y rápidamente negó pidiendo sólo una gaseosa.
— No, no bebo alcohol, una gaseosa está bien para mí— dijo segura.
— Bien, entonces una gaseosa será—, respondí para luego pedir una gaseosa para Lie y una cerveza para mi. Asegurándome de que no hayan puesto nada en nuestras bebidas.
— ¡Oh! Lo siento, lo siento —, de pronto una chica ebria chocó conmigo derramándome su bebida. Con sus manos intentaba arreglar la situación, pero solo me embarraba más de cerveza. La alejé para que dejara de tocarme y puse en línea recta mis labios porque había sido adrede. La conocía de la universidad, pero no sabía su nombre. Era obvio que lo había hecho a propósito.
— Descuida, puedo solo— alejé sus manos descortésmente y sonando muy borde que no le quedó de otra que seguir su camino. Tenía que limpiarme, pero no quería dejar sola a Lie— No me gustaría dejarte sola, pero esa mujer...
No terminé de hablar cuando Lie me interrumpió tranquilizándome, dejó su bebida a un lado y apoyo una mano sobre mi hombro. Sopese la situación y si no demoraba mucho, regresaría junto a ella en una par de minutos.
— No te preocupes, no pienso moverme de aquí. Ve tranquilo a limpiarte, estaré esperándote—. Dijo apoyándose a la barra de bebidas.
— No te muevas un solo paso, Lie. Lo digo en serio—, miré alrededor y luego regresé mi vista en ella — no aceptes bebidas de extraños.
— No lo haré—. Respondió.
Antes de dejarla, me aseguré de que Rodrick siguiera cerca y cuando lo hice asentí para luego ir al baño y limpiarme la camisa, lo más rápido posible. Al ingresar fui directo al lavado y, apenas lo hice Nicolás apareció en campo de visón, con aspecto desaliñado, denotaba que traía unas cuantas copas encima.
— No sabes lo caliente que me puso ver bailar a ese angelito que tienes en tu casa. Aún sigo duro porque no puedo dejar de imaginar su boca, pero chupándomela —, dijo asquerosamente refiriéndose a Lie.
De tan solo escucharlo me hirvió la sangre, no permitiría que él se metiera con ella. Lo golpeé a puño cerrado directo en la mandíbula, me jodía la existencia con tan solo cruzármelo y no lo bastaba. Me importaba muy poco que estuviera ebrio, siempre tenía que fastidiarme hasta lo último, sacando lo peor de mí.
— ¡Cállate imbécil! — rugí sin detenerme.
Nicholas reaccionó rápido y me devolvió al golpe. Volví a golpearlo, pero ahora en el estómago provocando que se doblara del dolor. Escupió y luego comenzó a reírse a duras penas, seguía mofándose de mí.
— Eres un idiota—, dijo y arremetí de nuevo en su contra, dos veces más. Él no podía permanecer correctamente de pie—. Mientras me divierto contigo, primito, allá afuera, ese angelito, estará deseando salir corriendo.
Finalizó riéndose como si estuviera contando algún chiste, lo agarré de la camisa gritándole. No podía pensar con claridad, sólo quería golpearlo hasta que quedase inconsciente.
— ¡¿De qué estás hablando?! —, lo golpeé una vez más y se apoyó por la pared del baño tosiendo por el golpe.
— Ve y descúbrelo tú mismo, imbécil —respondió jadeando.
Lo empujé provocando que cayera al suelo y salí rápidamente buscando a Lie, pero no la veía por ningún lado. Avancé hacia el frente y me encontré con Rodrick rompiéndole la cara a Isaac.
— ¡A ver si ahora te atreves a meterte con una mujer! — gritaba Rodrick.
Mi amigo lo miraba con furia y otro tipejo quiso meterse para golpearlo, iban a ser dos contra uno, pero lo intercepté echándolo al piso para terminar golpeándolo yo, fue cuando mi amigo me vió y señaló a Isaac mientras que con la otra mano lo sostenía de camisa.
— ¡Este imbécil quiso besar Amelí! —, no lo pensé dos veces y solté al idiota que había golpeado.
Isaac quiso soltarse de Rodrick, pero fui más rápido y lo agarré para reventarlo a golpes. Sin embargo, antes le mencioné a mi amigo que el estúpido a quién había golpeado quiso meterse dónde no llaman.
— Rodrick, este cobarde quiso golpearte por la espalda — intercambiamos lugar y empuñé mis manos sobre el imbécil de Isaac— ¡¿Así que te crees muy hombre para intentar propasarte con una mujer?! ¡Ahora aprenderás a no hacerlo maldito infeliz! —, sentencié.
Lo golpeaba una y otra vez cuál bolsa de boxeo, estaba cegado por la rabia. No sé ni en qué momento llegó Nicholas metiéndose en la pelea, mucho menos entendía como es que estaba pudiendo con los. Mi primo ni podía sostenerse en pie, aún así se aseguró de devolverme algunos golpes. Otros amigos nuestros nos ayudaron, nos separaron, seguía sin poder controlarme y respiraba agitadamente. Hasta que pude darme cuenta de que Amelí se encontraba a cierta distancia junto con su amiga, con los ojos llorosos y totalmente angustiada. Verla fue como si un interruptor se encendiera dentro mío, deseando ir a abrazarla y olvidarme por completo de todo alrededor.
— Vamos, Nathan, vámonos. La policía llegará en cualquier momento. Tenemos que irnos, hay que llevar a las chicas.— dijo Rodrick agarrándome del brazo, asentí sin mirarlo, mi vista seguía puesta en Lie. Mi amigo colocó una mano en mi hombro zarandeándome un poco e hizo que reaccionara— ¡Ey! Solo la asustaras si sigues así. Esos imbéciles ya tuvieron su merecido, por favor, trata de calmarte. Vámonos— finalizó.
—Rodrick —, lo llamé antes de llegar junto a las chicas. Me miró y fui consciente de los golpes en su cara —Gracias—. Expresé.
— Somos amigos, que digo amigos, hermanos, uno para todos y todos para uno, recuérdalo. Anda, vámonos y cambia esa cara si en verdad no quieres espantar a Lie. Ya tuvo suficiente con la escoria esa molestándola—, respondió.
Llegamos hasta Lie y su amiga, Rodrick desbloqueó el vehículo y subió junto con la chica. Antes de hacer lo mismo, tomé la mano de Lie procurando no asustarla como había dicho mi amigo. Porque podía ver en su mirada cuán afectada estaba por toda la situación.
— ¿Estás bien? —, pregunté, ella parecía no poder hablar, más aún así susurró una afirmación.
— Si—,fue todo lo que dijo.
Cuándo subimos al coche, le pedí a Rodrick que nos dejara en mi departamento. El guardaespaldas ese no estaba trabajando hoy porque se me había ocurrido pedirle a Elijah que le diera el día libre, pues yo estaría con Lie y no era necesario de su presencia. Estoy seguro de que si estuviera presente, se atrevería a decirme que había sido culpa mía que el infeliz de Isaac se haya atrevido a molestarla. Y tendría razón porque no debí dejarla sola. ¡Carajo! Debió de importarme una mierda estar empapado de cerveza. Supuse que había sido adrede y lo confirmé cuando Nicholas me restregó en la cara que solo estaba divirtiendo. Lo planeó y su amigo fue partícipe, metiéndose con quién no debía. Espero que a los dos les haya quedado bien claro.
Nos despedimos de Rodrick y Emily, cuando llegamos al edificio donde vivía. Subimos en silencio, entramos a mi departamento, cerré la puerta mientras que Lie se dedicaba a mirar cada cosa que había abrazándose así misma. Seguía mal por lo ocurrido, lo sabía porque no había emitido ni una sola palabra. Permaneció de pie dándome la espalda, me acerqué a ella dándole vuelta lentamente y terminé envolviéndola entre mis brazos, en un fuerte abrazo. Segundos después me rodeó con sus brazos de igual forma y se permitió llorar sobre mi pecho. No quería preguntarle qué había pasado exactamente porque eso haría que quisiese regresar a ese lugar y volver a golpear a ese imbécil. Sin embargo, tenía que hacerlo para que supiera que nada malo pasaría y pudiese estar tranquila.
— ¿Puedes... decirme que ocurrió?—, le pregunté llevándola conmigo hasta el sofá y la senté sobre mi regazo haciendo a un lado un mechón de su pelo. Acariciaba su espalda suavemente queriendo brindarle un poco de calma.
— Cuando te fuiste al baño, ese tal Isaac apareció frente a mí. Dijo que era bonita, que por qué estaba sola, si no quería compañía y comenzó a acercarse poniendo sus manos sobre mi. Intenté alejarlo, pero ejercía mucha fuerza. Una de sus manos... —, se secó las lágrimas, yo cerré mis ojos porque ya imaginaba lo que pudo haber hecho ese maldito y necesitaba controlarme para no afectarla más de lo que ya estaba. Volví a abrirlos y con la otra mano tomé la de Lie para que pudiera seguir—. La bajó hasta mi nalga, presionándola y quiso besarme. Logré darle un golpe en la entrepierna alejándolo de mí, fue cuando Rodrick llegó llevándoselo afuera y comenzaron a golpearse. Luego...
— Luego terminamos peleando juntos—, terminé por ella suspirando pesadamente. Lie tomó despacio mi mano que tenía sobre la de ella y la acarició con sus dedos observando mis nudillos destrozados.
— Es mi culpa —, susurró derramando un par de lágrimas más, se refería a los golpes que traía—, hay que curarte los golpes.
—No es tu culpa—, aseveré atrayéndola para abrazarla—eso no importa ahora. No te preocupes— apoyó su cabeza sobre mi hombro y fui consciente de que el cansancio, el desgaste de esta noche estaba causando estragos— Vamos a descansar—, dije levantándome con cuidado junto con Lie y me observó atentamente.
— No tengo ropa... ¿Está bien si duermo aquí? ¿En el sofá? Tengo que avisarle a tus padres —expresó angustiada.
Negué por completo y prácticamente la arrastré hasta mi habitación. Le dije que yo dormiría en el sofá y ella aquí, busqué una playera del vestidor para que pudiera estar cómoda, y se la di. Luego me encargué de avisar en la casa que Lie se quedaría esta noche conmigo, al cortar la llamada le mostré el baño, aguardé a que estuviera lista y desdoblé las sábanas de mi cama para que se acostara allí. Un poco dudosa lo hizo y cuando terminé de taparla con el edredón con intenciones de dejarla descansar, Lie tomó mi mano impidiendo que me vaya.
— ¿Podrías... Podrías quedarte hasta que me duerma? Por favor —, dijo sin soltar mi mano, con los ojos acuosos, me agaché para besarla en la frente y asentir con la cabeza.
— No te dejaré sola, pero espérame un momento, me cambiaré de ropa— murmuré.
Antes de acostarme junto a ella fui al baño, me cambié de ropa y me limpié los golpes de forma descuidada. Tenía un pequeño corte en la ceja derecha, pero no lo había sentido y me daba igual. Al finalizar, me acerqué hasta la cama y me acosté al lado de Lie. Ella no tardó en girar en mi dirección y tomar mi mano.
— Gracias—, susurró mirándome a los ojos.
Me agradecía por haberla defendido, aunque si hubiese podido evitar que pasara por eso, lo hubiera hecho.
— No tienes nada que agradecerme, Nicholas tendrá su merecido y de eso me encargaré personalmente. Fue el único responsable de lo qué pasó— expresé.
— No, por favor no quiero que tengas problemas por mi culpa— dijo preocupada, llevé un dedo sobre su boca y la silencié porque nada sería su culpa.
— Shh... no es, ni será tu culpa. Esto es un problema entre mi primo y yo. Intenta descansar, Lie. No me iré a ninguna parte— afirmé, ella se impulsó levemente y dejó un pequeño beso sobre mi mejilla.
— De acuerdo, buenas noches— habló en voz baja, iba a regresar a su posición anterior, pero presioné mis labios con los de ella, besándola lentamente.
— Buenas noches, Lie— dije sobre sus labios.
Se acomodó abrazándome dejando escapar un suspiro de alivio, ahora si la sentía tranquila y segura. Esperé a que se durmiera, velando su sueño.
Todo lo ocurrido daba vueltas en mi cabeza, debía ponerle punto final a lo de Nicholas o seguiría jodiéndome la vida, y lo peor, él, sabía que Lie me importaba. Tenía que hacer algo para que no se metiera con ella, la miré sabiendo que en verdad significa mucho para mí. Unos largos minutos duré así, hasta que al final el cansancio prácticamente entumeció mi cuerpo y quedé rendido. Pero sintiéndome en paz al tener a Lie a mi lado.
Awwww Como le defiende Nate a Amelí verdad ?
Será capaz de volver a confiar realmente? Abrirá de nuevo su corazón? O solo se quedará en el intento de hacerlo?
Hasta el próximo capítulo!
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