Capítulo 2



La primera desilusión amorosa, siempre será dolorosa.
Pero recuerda que eso te hará crecer  y tú corazón estará listo para recibir al verdadero amor.
Pati C. Ramos.



Nathan

— ¿Ocurre algo malo papá? — pregunté mientras observaba cierto cariz de preocupación el rostro de mi padre.

Nos encontrábamos en la empresa y había transcurrido dos semanas exactamente desde que fui a la casa, y no había podido regresar por causa de los trabajos pendientes aquí, más las últimas entregas en la universidad. Pues el siguiente semestre ya iniciaría y debía de finalizar con algunas materias.

— Si, he decido finiquitar la sociedad con tu tío Mike. La verdad es que desde que puso a Nicholas al frente, todas las funciones de sus acciones, el trabajo de los colaboradores, los resultados y las ganancias en la empresa, se han visto afectados. Ya lo había conversado con él y no le quedó de otra que aceptar. Pues reconoce que tu primo no ha sido ningún factor positivo para nosotros y antes de que la familia se vea afectada internamente, hemos decidido disolver la sociedad. De ese modo tomaremos el control absoluto, nuevamente, de nuestra compañía. Sinceramente sólo nos habíamos hecho socios porque tu tío necesitaba ayuda para salir adelante, ademas, creía que de ese modo su hijo maduraría y sentaría cabeza.

— Pues ese imbécil ya causó problemas, papá —dije con amargura. Me acerqué al ventanal observando hacia afuera y recordando cuándo lo encontré con la zorra de Chantal.

— ¿Por qué dices eso hijo?

Giré en dirección a mi padre, y por primera vez expresé en voz alta lo que había ocurrido con Nicholas y mi ex novia. No estaba listo para soltar todos los detalles, pero se sentía un poco más liberador el poder compartir ese dolor con alguien que podía comprenderme.

— Porque se metió con Chantal, me estuvieron engañando desde hace mucho tiempo. Lo peor es que esa maldita quiso justificar sus acciones y se atrevió a ir a mi departamento, pero ni siquiera la escuché.

— Dios, jamás imaginé que serían capaces de hacer algo así. ¿Cómo lo supiste? ¿Cuándo te diste cuenta de esto?—, papá suspiró pesadamente apoyando su cabeza por el respaldar de su silla aguardando mi respuesta.

Observé el techo como si fuera algo muy importante ante la rabia que aún bullía en mí y luego volví a mirar a mi padre.
Recordé el día que fui a la casa de Chantal y los encontré revolcándose en su habitación, claramente no esperaba mi llegada porque había decidido darle una sorpresa ese día, sin embargo... La sorpresa me la había llevado, yo.

— Quise darle una sorpresa a Chantal y cuándo fui a su casa, los encontré en su habitación. Antes de sorprenderlos escuché cómo se burlaban de mi y como se jactaban de haberme engañado. Fue hace dos semanas aproximadamente. No sabes como me sigo conteniendo para partirle cara a la Nicholas, se que no ganaré así, pero también se que esos dos no valen la pena.

— Eres un hombre muy inteligente, hijo. Me alegra escuchar eso y saber que no cometerás ningún error, por personas que no velen nada. Ahora entiendo el por qué de su insistencia— dijo mi padre levantándose de su asiento y colocándose a mi lado—. Sabes que Elijah está cargo de la seguridad de la casa, y me ha dicho que Nicholas ha ido durante estas semanas, al menos tres veces a la casa. Con la excusa de que no te ha encontrado en tu departamento y ese fue el motivo de su visita a la casa. Pero ayer, al parecer sucedió algo malo y él, Elijah, lo verificó en las cámaras de seguridad, hoy. Quedamos en que al llegar a la casa me lo mostraría.

— ¿Es algo relacionado con Nicholas?— pregunté porque nada que venga de parte de mi primo es bueno.

— Así es, la verdad no sé mucho, pero por como se expresó Elijah, me dio a entender de que no solo no le gustó lo que vio. También me solicitó permiso para actuar en caso de que fuese necesario, eso ha llamado mi atención. Cómo sabemos, y estoy seguro, Elijah es nuestro hombre de confianza y no actuaria de no ser necesario. De hecho, me dijo que ya lo hizo, pero que cuando sepa todo lo entendería. Cómo debíamos de ingresar a la reunión justo cuándo me lo comunicó, le pedí que habláramos mejor en la casa y fue todo.

Fruncí el ceño ante todo lo que papá me iba diciendo, algo debió hacer el estúpido de mi primo. Y sospechaba que tenía que ver con las personitas que ahora vivían en a la casa de mis padres.

— Tendré que hablar también con él y decirle que le prohíba la entrada al imbécil de Nicholas. Es obvio que fue a la casa con la intención de que tú no te enteres de lo sucedido, y no terminaras haciendo lo que has decidido respecto a la empresa. Y si Elijah reaccionó habrá sido porque algún problema ocasionó en la casa, papá. Sólo espero que no haya causado problemas con mamá y los hermanos Spencer.

— Probablemente. He estado imaginando lo mismo, me preocupa, sin embargo, tengo que terminar el convenio de la metalúrgica para hoy. Por el mismo motivo, he decidido conversar en casa con Elijah y no mezclar los asuntos de la casa con los de la empresa. Lo sabremos más tarde, espero no haya sido nada grave—. Dijo mi padre colocando una mano sobre mi hombro.

— Más le vale que no, porque sino ahora si le romperé la cara— dije soltando una amarga risa y negando con la cabeza—. De hecho papá, quería decirte que debo retirarme antes de tiempo. Debo ir por la casa, buscar algunas cosas que había dejado en mi habitación, necesito para mi siguiente semestre y luego tengo que prepararme para la convención en Boston. Lamento no poder acompañarte en la conversación con Elijah.

— Lo había olvidado ¿Es mañana no es así?— preguntó llevando sus manos a los bolsillos del pantalón

— Si, y en vista a que retomaremos nuestra independencia... Creo que debería de convencer a algunos inversionistas y de ese modo seguir fluctuando para no generar números negativos en la empresa—. El año pasado nos había ido muy bien y si logró que otro inversores confíen en nuestra consultora, nos iría aún mejor.

— Me parece bien, hijo. Estoy de acuerdo contigo. Antes de que te vayas, sabes que aún tenemos pendiente hablar sobre a Amelí y su hermano. Lo haremos en la casa ¿de acuerdo?

— Está bien, estaré esperándote allí antes de salir de viaje—. Dije dirigiéndome ya hacia la puerta, pero mi padre volvió a mencionar a la mayor de los Spencer.

— Una cosa más, hijo. Necesitaremos de tu ayuda para que Amelí pueda iniciar con la universidad cuánto antes. Tu madre me pidió que te lo dijera y estamos buscando algunos folletos o contenidos de estudios para presentárselos, y que pueda escoger uno.

— No lo entiendo, ¿por qué se te toman tantas molestias con ella y su hermano? No ves a tu amigo ¿hace cuánto? ¿más de diez años tal vez?  ¿Por qué lo ayudas?— realmente ya quería saber que estaba ocurriendo con esa familia.

—Lo comprenderás cuando sepas todo, hijo. Créeme, y, por favor, trata de no incomodarlos. Tanto Amelí como Matew, son muy inocentes. No tienen esa viveza o astucia como otras personas. Ni siquiera tienen malicia, han crecido muy unidos y en un buen seno familiar. Sebastián supo criarlos y pese a que tienen una muy buena condición económica, ellos no derrochan su dinero, saben el significado del esfuerzo y aún así desean seguir superándose. Lo descubrimos con tu madre cuando hablábamos con Amelí, es una joven maravillosa. No solo esta ilusionada con la carrera de diseño gráfico sino que además se desenvuelve muy bien en la cocina. Ella tiene su propia cuenta bancaria, habilitada por su padre y ¿sabes que es lo más increíble? No ha tocado ni un solo centavo, ha trabajado a medio tiempo en una cafetería cuando vivían en Seattle, y de sus ahorros ha estado intentando cuidar de ella y su hermano. Lo que me preocupa es que Sebastián puso a su nombre todas las inversiones que había hecho, me he puesto a investigar y si mis sospechas no me fallan... Amelí está siendo heredera de una gran fortuna y posiblemente ella no sepa nada, aún.

—Pero no podemos hacer algo al respecto ¿o si? ¿Cuándo hablaste con su padre? ¿Cómo fue para que ellos terminen viviendo en nuestra casa? No entiendo, papá, ¿por qué ayudarlo ahora?

— Hace un par de semanas fue la última vez que pude contactar con Sebastián, he contratado un investigador a raíz de lo conversado, y esta tarde tendré mayores respuestas. En cuánto a tus preguntas, espero también poder respondértelas, hijo. Mientras tanto... Lo ayudo, no únicamente ahora, siempre lo he hecho. Solo que ya no nos veíamos por la distancia, lo cuál no significa que nuestra amistad haya acabo por eso. Es todo lo que puedo decirte.

—Está bien, entonces te estaré esperando en casa para que podamos hablar al respecto. Nos vemos más tarde— respondí respigando a esperar la conversación con mi padre.

— Nos vemos, hijo.

Salí de la empresa, realicé todos mis pendientes y unos cuarenta minutos después, al llegar a la casa, la primera persona con quién me encuentro es Mary. Quién me informa que mamá salió con Matew porque al parecer han encontrado una escuela y el niño necesitaba un par de cosas. Le agradezco y luego voy a la que solía ser mi habitación a buscar mis cosas. Y digo solía porque al ingresar veo cosas que no son mías y al parecer alguien más ya ha ocupado mi dormitorio, creo saber de quién se trata.
Observo que algunas cosas mías ya no están, en el vestidor solo veo ropa femenina y donde se supone era mi escritorio, ahora hay una agenda de color lila. Me acerco a tomarla y lo abro fijándome en la primera página. Se que está mal lo que hago, pero la imperiosa necesidad de saber más de ella, me empuja a hacerlo. Dos líneas escritas llaman mi atención atención y la fecha es de hace un par de semanas atrás.
<< Ser fuerte por mi hermano>> << Todo estará bien>> su caligrafía es pulcra y bonita. Dejo la agenda en su lugar y me fijo en unas cajas apilonadas a un costado, dándome cuenta de que son mis cosas.

— Lo que me faltaba, ahora esta niña estará ocupando mi espacio en esta casa.

Hablo en voz alta a la nada misma, niego con la cabeza y agarro un par de esas cajas para llevarlas abajo, y buscar las carpetas que estaba necesitando. Las dejo sobre el escritorio de papá al ingresar en su despacho y comienzo a concentrarme a lo que vine. Sin embargo, tan solo unos minutos después, escucho una risa y algunos murmullos que provienen de la cocina. Hago a un lado mis papeles y me dirijo a la cocina para ver qué sucede.

— En verdad, muchas gracias por tu ayuda—. Dijo Amelí, podía verla desde mi lugar.

— No fue nada, señorita —. Elijah se da cuenta de mi presencia deja de sonreír y Amelí lo hace después—. Si me disculpa, estaré afuera en caso de que me necesite— dijo él para luego dejarnos solos.

Ella solo asiente con una pequeña sonrisa en el rostro y luego se dispone a acomodar algunos alimentos en la alacena, ignorándome por completo.

— Vaya, veo que ya te has adaptado muy bien. Si que eres rápida— digo despectivamente y no sé porqué lo hago.

— De dónde yo vengo, antes de entablar una conversación, las personas con educación saludan. Y no entiendo tu indirecta. No me he adaptado a nada, simplemente soy educada con las personas que merecen la pena— respondió mordaz.

— Si, eso ya me ha quedado claro. De hecho, hasta les sonríes a quiénes también lo merecen ¿no? Déjame preguntarte algo ¿eres así de fácil con todos? —, se que la estaba ofendiendo, su rostro lo decía todo y no se merecía, pero no podía dejar de compararla con Chantal. Y recordar el engaño, me era imposible no pensar en que Amelí podría ser una de esas tantas mujeres—. Mira que si en verdad llegara alguien de servicio social a corroborar cómo cuidas a tu hermano... Dudo mucho que lo quieran dejar contigo—, me acerqué a ella provocando que levantase un poco su rostro. Tenía una expresión dura pero sus ojos denotaban dolor—. Corroborarían que eres una mujer expuesta a la vida fácil ¿o me equivoco?—, finalicé.

— ¡Eres un idiota! —, gritó y recibí un golpe de su parte, no fue un golpe cualquiera.

Era un golpe a puño cerrado. Instintivamente llevé mi mano a mi cara y cerré mis ojos dejando mis labios en línea recta. Para cuándo volví a abrir mis ojos, Amelí se secaba con rabia una lágrima que se le había escapado. La tomé de sus brazos, no era mi intención lastimarla, pero al parecer con mi agarre lo hice porque un gemido lastimero salió de ella.

— ¡Suéltame!— volvió a gritar.

— No vuelvas a hacer eso. O soy capaz de.. —, la acerqué un poco más a mí y ella intentaba soltarse, pero no lo lograba. Jamás tocaría a una mujer, no la golpearía. Solo no podía dejar de observa su boca y desear callarla con la mía.

— ¿De qué? ¿De pegarme? Hazlo, si te crees tan hombre para hacerlo. Hazlo. Pero no dudes en que te devolveré cada golpe que pueda —, sorprendido ante sus palabras la solté porque realmente jamás haría tal cosa.

Nunca en vida haría eso. Sin embargo, tenerla así de cerca sólo me provocaba besarla y hacer que se callara. La solté como si tocarla me quemara y sus palabras así lo hicieron, aún sin entender el por qué.

—Eres igual a tu primo. Los dos son unos imbéciles, me da pena tu madre que siempre habla maravillas de su hijo. La desilusión que se llevará cuando te conozca realmente— dijo sin poder evitar que sus lágrimas cayeran como cascada.

— ¡Ya cállate! — Dios, no sé ni por qué gritaba. Sus verdades eran como clavos en mi piel. Nunca había actuado de esta forma y ahora, delante de ella, era lo que más detestaba. Estaba siendo un poco hombre.

— ¡No tienes derecho a gritarme! Mucho menos a decirme todas esas cosas. ¡Aléjate de mi! Y no vuelvas a... — Amelí fue interrumpida en ese momento.

— ¡NO ACEPTARÉ ESTO EN MI CASA! —, de pronto un grito más fuerte se escuchó en toda la casa, era papá y parecía encontrarse sumamente furioso.
Llegó hasta la cocina dónde nos observó a ambos y estaba claro que se dio cuenta de que algo pasaba. Detrás de él se encontraba Elijah con una tablet en las manos. — ¡No pienso tolerar este tipo de cosas en esta casa! ¿Por qué están discutiendo ustedes dos? —, se acercó a Amelí y ella palideció como si papá fuera capaz de arremeter en su contra.

— Yo no hice nada, se lo juro señor Henry—, para cuando terminaba de hablar, ella ya no podía contener sus lágrimas. Y miraba con temor a mi padre. El suavizó su expresión comprendiendo la reacción de Amelí e inmediatamente la abrazó queriendo calmarla.

— Lo siento, lo siento pequeña. No fue intención asustarte, por favor discúlpame. No es lo que imaginas, créeme. Sólo quiero ayudarte—, la alejó un poco y secó sus lágrimas, intentó sonreírle y luego la llevó hasta la sala. Los seguí porque cada vez entendía menos, todo. Se sentaron en el sofá y luego se dirigió a nuestro guardia de seguridad—. Gracias por todo Elijah, más tarde coordinaremos la nueva organización y hazle saber a Oliver que estará contratado para lo que hablamos.

— Si, señor. Con su permiso— se retiró y papá tomó las manos de Amelí, sorprendiéndose al hacerlo cuándo ella intentó alejarlas con un quejido.

— ¿Pero qué te pasó niña? ¿Por qué traes la mano lastimada? —Amelí estaba retraída y papá se sintió culpable. Podía notarlo, no tenía por qué. Era únicamente mi responsabilidad. Había sido yo el causante de ello — Perdona mi reacción hace un momento, no soy un hombre violento y no tolero ese tipo de actitud en mi casa. Jamás he permitido algo así, es por eso que cuándo Elijah me mostró las grabaciones de seguridad me enfurecí mucho. Ahora se que tu mano está así desde ayer ¿no? No tengas miedo Amelí, puedes contar conmigo como un padre. Yo cuidaré de ti y de tu hermano, no permitiré que nadie les haga daño. Ahora por favor, dime lo qué pasó ayer ¿si?

— Yo solo quiero volver  a mi casa, que mis padres regresen y no quiero que me separen de mi hermano– ella seguía llorando e intentaba secar sus lágrimas cada tanto — Por favor, no permita que nos separen—. Terminó por romperse en llanto con sus últimas palabras y era únicamente mi culpa.

— Te lo prometo. Eso jamás pasará. Mira, no sé quién se atrevió a decirte algo como eso, pero no los separarán, ni Alice ni yo lo permitiremos. Vamos a curar esa mano, me dirás lo ocurrido con Nicholas, luego te dejaré descansar ¿de acuerdo? Y no quiero que me ocultes nada, Amelí. Las grabaciones ya me mostraron algunas acciones de ese descerebrado. En cuanto a lo que ustedes dos discutían—, dijo mirándome y luego a Amelí —, ten por seguro que si mi hijo dijo o hizo algo fuera de lugar, él también se las verás conmigo—. Finalizó intentando calmarla.

Ella dijo en un leve murmullo que si, no me dirigió la mirada en ningún momento. Aguardó unos segundos y después comenzó a narrarle lo ocurrido a papá. Me sentía una vil escoria al saber que yo he sido participe de toda la angustia que ahora mismo estaba sintiendo Amelí. El temor de ser separada de su hermano era por mi culpa, no me mencionó pero era evidente que era por causa de mis palabras. Respecto a Nicholas, yo mismo me encargaré de hacerle pagar por todo. Atreverse a lastimar a un niño y a ella, eso no se quedará así.

Estaba agotada emocionalmente, era muy notorio. Papá le dijo que en cuanto mamá llegara, le diría todo él mismo y que mientras tanto, Amelí, intentara descansar. Ella se retiró un poco más calmada ya con la mano vendada, y un ungüento en el brazo derecho donde se le había formado un pequeño hematoma a causa de Nicholas, papá se había encargado de curarla mientras le contaba todo. No sé cómo haré para que pueda ver que no soy quién cree, que no soy ese animal que mostré ante ella. Pero de algo si estoy seguro, enmendaré mi error, le pediré perdón y, cuidaré de ella y de su hermano como lo hacen mis padres.

Ay por Dios, que explosivos ambos ¿no lo creen? El terco de Nathan se disculpará ¿realmente? ¿Qué habrá ocurrido con su primo Nicholas?
No se olviden que los espero en los comentarios!
Hasta el próximo capítulo!
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