Loki y Heimdall. Capítulo 15.

- Heimdall, ¿Qué hacemos?- Freyja aún era sujetada por Heimdall quien la subió en un carruaje de guerra el cual tenía unos caballos negros delante.

- Todos. Han aceptado la perdición de Asgard, hasta yo lo he hecho, pero no aceptaré perderte a ti. Tus hermanas, Frigg, Prymr, hasta el mismo Frey quería que tú vivieras, almenos honra sus últimos deseos- Heimdall miró a Freyja que aún estaba en el carro, esta parecía disgustada con las palabras de él.

- No hay honor en morir de esa manera- Un gran coraje se apoderó de Heimdall quien sujeto los brazos de Freyja y la miró firme, sus ojos no titubearon y su voz estaba firme como ninguna.

- ¡No hay honor en morir!, que mierda les corre por la cabeza- esto último lo dijo entre dientes intentando calmarse. -Eh vivido mil años atormentado por las voces, acciones, historias y más. Pero en ningún momento e deseado morir, jamás lo haré, no pasa por mi mente que alguien pueda desear morir- Heimdall se sentó en el carro junto a Freyja, podían escuchar todo el desastre fuera pero Heimdall sabía que aún estaban a salvo.

- Sólo si vamos juntos- Aquellas palabras dejaron a Heimdall algo atónito, no esperaba que la aceptación por parte de ella fuera tan fácil- no planeo estar sola por todo lo que me queda.

- No planeaba dejarte sola-Freyja se levantó y Heimdall solo permaneció sentado viendo, ella tomó las riendas del carro y hizo que los caballos corrieran, estos mismos con cada paso dejaban una estela como si de fuego se tratará. Al salir de los establos ya los caballos empezaron a alzarse por el cielo, cada guerrero que sabía quien estaba en el carruaje alzó su arma en forma de respeto y deseos de fortuna, desde las Valkyrias que aún tenían un corazón latiendo hasta la reina que se batía en duelo, todos los presentes alzaron sus armas al ver a aquella pareja retirarse. El carruaje de ambos empezó a alejarse pero en ese punto Heimdall lo vio, supo que estaba cerca, se levantó de su lugar y se colocó a la espalda de Freyja evitando que la dañe, con una mano intentó de tenerla pero fue inútil, una lanza atravesó la mano de Heimdall y se clavo en su pecho, en la gran muralla de Asgard se podía ver aquel que la había lanzado, el hijo más odiado de Odin -Loki.-

Freyja no noto lo que sucedía a sus espaldas, mantenía su vista al frente tratando de evadir cualquier irregularidad que pareciera, Heimdall con su poca fuerza saco la lanza de su pecho y luego de su mano la cual fue atravesada, dejó caer la lanza a el vacío y miró a la muralla donde Loki se mantenía de pie, la mandíbula de Loki estaba irritada a más no poder, algunos de sus dientes sobresalían de su boca por el veneno aplicado de Heimdall. Heimdall por otro lado soltó unas ligeras palabras mientras una risa se formó en sus labios.

- Eres increíble... Pero gane- Con un movimiento de manos simple Heimdall hizo aparecer lo que fue la lanza de Odin en sus manos, y la lanzó sin mucha fuerza, la lanza que nunca falla callo unos metros para después apuntar a las murallas, como si de un flash se trataba esta arremetió contra Loki tumbandolo de la muralla hasta dentro de Asgard quedando clavado en el suelo con una ligera sonrisa deformada en sus labios y un pensamiento gracioso para el mismo.

- (Eso fue trampa)- Loki conectaría su conciencia a la de cierta chica la cual dejó en Jotum bajo la protección de los pocos gigantes que no fueron a la guerra dedicándole sus últimos pensamientos. -Fue un honor. Recibir tus cuidados y... Ser tu esposo.-

Heimdall se sentó junto a Freyja sujetando el abdomen de ella esperando que la misma le regalará una mirada, Freyja estaba algo ensimismada pero cuando vio a Heimdall sintió un enorme calor y su mirada fue semejante a estar horrorizada.

- ¿En qué momento?. ¿Cómo? - Freyja dejó las riendas del carruaje y se inclino intentando de alguna manera pensar en que hacer, sus ojos estaban amenazando con llorar, sus nervios la estaba traicionando.

- Loki. Acaba de pasar, no te preocupes- Heimdall tomo la mejilla de ella viéndola y apreciando cada facción del delicado rostro de ella.

- Me dijiste que no querías morir. Mentiroso- Al sentir el tacto de la mano de él las lágrimas no pudieron ser contenidas, los ojos de Freyja ya no veían con claridad por las lágrimas que desbordaban.

- No quiero morir. Pero menos quiero vivir sabiendo que no estás. Conmigo...- Heimdall con un ligero toque en la sien hizo que Freyja durmiera para luego sujetarla al carro, con su magia hizo que los caballos corran a un sitio especial mientras el solo se sentó junto a su amada apreciando aquello que aún podía ver con claridad mientras ella estaba inducida en un sueño. -Desearía tener más tiempo. Desearía haberte dicho almenos una vez cuanto. Te amo- el brillo en sus ojos se perdió velozmente, lo último visto por aquel dios fue lo que más aprecio, lo único que tenía, lo único que quería. Freyja.

...

Surt destrozo de un solo corte el castillo de Asgard, entró al mismo y observo en trono de Odin con desdén, colocó lentamente su espada en el trono derritiendolo tan lento con gran odio, escuchar los gritos todas las personas en ese reino lo llenaban de orgullo, ya que sabía que su logro fue completado, tomó el pomo de su inmensa espada y la lanzó al cielo, esta misma se perdió en las nubes sin cuidado alguno, Surt río fuerte al ver esto ya que sabía había ganado, la gran espada por gravedad empezó a caer firme, su calor estaba en aumento mediante caía, todo ser que se encontraba en Asgard y algunos de Midgar miraron al cielo asombrados, el brillo desprendido por la espada podría aturdir a cualquiera hasta el mismo Surt, quien la miró durante cada segundo y alzó sus brazos esperando que su espada se hiciera presentes, aquella espada callo de una manera tan ruda que todo escombro del castillo terminó por hacerse cenizas, la espada atravesó a su portador por el pecho para luego volverse una con el cuerpo de Surt, parecía estar todo calmado pero de manera repentina el infame calor y una gran explosión se avecino, se apoderó del reino consumiendolo a paso lento.

Midgar por otro lado estaba pasando por la mayor inundación jamás vista, esto se debía a la enorme batalla de Thor y los movimientos tan infalibles de la enorme serpiente, casi todo Midgar parecía estar bajo el agua y pocas eran las cumbres que sobresalían de ella, en el naranja cielo que se veía de Midgar solo se noto un carruaje, este mismo recorrió todo Midgar bajando a lo más profundo de la existencia, pasando por algunos reinos para luego estar a las raíces de gran árbol de la existencia, Yggdrasil. El carruaje al llegar solo quedó frente a una gran cueva, de la cual salieron dos hombres formidos, estos mismos al ver quienes estaban en el carruaje lo llevaron dentro de la cueba donde ya residía un estanque muy grande, ambos sujetos espectaron el como la cueva se cerró por la caída de una gran roca y algunas plantas que salieron desde adentro la sellaron.

- Eso fue rápido, denle agua a los caballo y despierten a Freyja- Mimir salió del estanque viendo a los dos sujetos que estaban ayudando a las personas del carruaje.

- ¿Qué sucederá con Heimdall?-Uno de los hermanos tocó al vigía para luego notar la gran herida que tenia.

- Heimdall murió. Sean respetuosos con Freyja, o en nombre de mi hermano yo mismo los ahogare en mis aguas y romperé sus memorias con los peores conocimientos del universo- la gran amenaza de Mimir fue sabiendo la audaz actitud de aquellos hermanos quienes dejaron a el cuerpo de Heimdall frente a Mimir y luego bajaron a Freyja del carro dejándola descansar en el suelo.

- Iré a dormir, estoy harto de esta mierda- Magni habló sin cuidado, uno de los hijos de Thor quien fue refugiado por órdenes de Odin - Vamos, Modi.-

Fue acompañado por su hermano y ambos se quedaron revisando lo inmensa que era la cueva, aquel lugar era inmenso de tal manera que ni Odin pudo indagar completamente en el.

- Despierta Freyja- Mimir tocó ligeramente la cara de la diosa dejando agua en esta, el cuerpo de Mimir estaba completamente hecho de agua, en pocas palabras Mimir era agua. Noto que tras un poco de agua en su cara, Freyja empezó a despertar, ella desconocía el lugar donde estaba y al ver a Mimir algo de temor llegó a ella, ya que nunca lo había visto en persona, pero más fue su temor al ver a Heimdall a los ¿pies? de Mimir.

- ¿Qué le hiciste?- Freyja se arrastró hasta tomar a su amado en sus brazos, el temblor en sus manos no la dejaban estar segura de cómo tomar a su amado y revisarlo, la cara inexpresiva de él en aquel momento y su pálida piel hicieron que su corazón latieran dejando a su mente divagar en la negación de lo que estaba sucediendo hasta que el ya presente posó habló.

- Murió- Freyja lo miró con desdén y odio, sus ojos retenían las lágrimas que no deseaba dejar caer. -Loki lanzó una lanza desde las puertas de Asgard con tal fuerza que disloco su propio hombro, Heimdall vio que aquella lanza estaba preparada para matarte y aún sabiendo más que no la podía detener con sus brazos arriesgó su cuerpo en una apuesta de vida o muerte para salvarte. Como puedes ver él perdió la apuesta pero. Antes de morir Heimdall dejó caer la lanza de Odin y está por obligación del destino mismo mató a Loki.-

Freyja habría dejado de escuchar cuando la muerte de su amado fue mencionada, las lágrimas no pudieron ser retenidas por más que lo intentó, ya no podía mantenerse tranquila, no se lo permitía, Mimir toco el hombro de ella mojando el mismo.

- Hay algo extraño en su muerte. Toda alma va a algún sitio pero Heimdall no exilio el alma de su cuerpo al morir, no había alma la cual pudiera exiliar, Heimdall existía en cada momento que vivía y al morir solo desapareció de la existencia. Es una lástima, ustedes no podrán estar juntos al morir.- Mimir se vio con la obligación de decirle todo lo que sabía a Freyja, debía decirlo.

- ¿De verdad quieres que acepte eso?- Freyja rompió la camisa de Heimdall y recogió todo estilo de cosas que se encontró en el suelo colocándolas en la herida de su amado llenandola hasta tenerla lo suficientemente bien. -Agua-su mirada y voz exigieron a Mimir que le diera lo antes pedido, este mismo esperando algo sorprendente colocó su mano en el pecho de su hermano para luego quedar como espectador por lo que sucedería. Freyja colocó ambas manos en la herida de Heimdall y con algunas palabras de idiomas extraviados en el tiempo creo una transmutación la cual sano los órganos internos y se fusionó a la piel del vigía, su cuerpo ya estaba sanado pero, su corazón no latía.

- No funcionará, si solo bastará con salvar su cuerpo, muchos estarían aquí... Para tu suerte, yo estoy aquí- Mimir hizo crecer su cuerpo y dio un golpe a una pared que hizo temblar a toda la cueva, de la pared golpeada callo un líquido dorado el cual sujeto, volvió a su altura natural y acercándose a Heimdall, abrió la boca del mismo y dejó caer el líquido dorado, para luego Mimir entrar por la boca de Heimdall tomando posesión de su cuerpo. -No puedo creer lo raro que se siente, son demasiadas sensaciones-Mimir estaba experimentando el vivir en un cuerpo por primera vez, permaneció en el cuerpo de su hermano hasta que hizo que el corazón del mismo latiera. -Freyja, cuando salga de este cuerpo no te aseguro que se mantenga- Mimir sin esperar más salió del cuerpo de Heimdall volviendo a su lago.

El corazón de Heimdall latio por varios segundos, sus claros ojos se abrieron y sus nauseas fueron tan grandes que no pudo evitar vomitar al tener algo de conciencia y fuerzas.

- Sabe a tierra y pasto húmedo, que asco. Do...-Heimdall fue callado por una manzana la cual Freyja lo hizo tragarla casi de una sola mordida. Por lo asustada que estaba de que él no resistiera más tiempo, aquella era una de las manzanas las cuales permiten a los dioses ser más resistentes al envejecimiento y otras cosas. Después de saber la estabilidad que tenía su amado en vida Freyja no dudo en darle una paliza que jamás pudiera olvidar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top