Catatumbo. Capítulo 13.
Thor cayó en los límites marinos de Midgar, al nadar a la superficie de las aguas miró al cielo esperando ubicarse pero lo que parecía un nublado cielo se despejó dejando ver la inexplicablemente gran figura de Jormungandr, todo lo que estaba a la vista de Thor se sumió en la oscuridad para después ser arrastrado por las corrientes del mar que al caer Jormungandr se volvieron severamente turbias, como si de la mayor tormenta en mitad del atlántico de noche se tratará, Thor fue arrastrado por las olas y constantemente se golpeó con el cuerpo de Jormungandr el cual no podia ver su final, sujetandose a la piel de la gran serpiente pudo evitar sufrir los estragos de las olas, sujeto su martillo y con gran fuerza golpeó el cuerpo de Jormungandr ansioso de guerra.
- Ven maldita, ¡te estoy esperando!- Thor golpeaba a la serpiente cual campana, reía con orgullo sin miedo al caos que estaría por provocar, el cielo empezó a dejar caer agua y las nubes se apoderaron de este, Jormungandr dejó de moverse y se alzó en el aire observando a Thor, como cual serpiente cazando al ratón estaba esperando a el primer movimiento imprudente del dios, al observar que Thor no se movería decidió atacar, El dios dio grandes saltos hacia atrás escapando de la letal mordida, saltaba sobre fragmentos del mismo cuerpo de la serpiente que sobresalían del mar cuales montañas con descomunal tamaño, aquella serpiente se movía cuál cazadora profesional, al estar apunto de alcanzar a Thor este golpeó uno de los colmillos de la misma alejando a la inmensa serpiente, aquel golpe resonó entre toda la playa más cercana, Jormungandr se retorcio un poco, pero esto fue suficiente como para que Thor esquivara cada fragmento de el cuerpo de ella que amenazó con aplastarlo.
- Cuidarme de su veneno y su mordida, es fácil, vamos, vamos- se repitió varias veces, el dios tomando su martillo aún más fuerte lanzandolo al aire para que lo elevará a él también sobre este, no confiaba en estar parado sobre el cuerpo de Jormungandr, podría querer aplastarlo y no lo podría evitar, la serpiente salió de el mar a los pies de Thor, utilizo su gran cuerpo para bloquear la vista de Thor y el mar para atacarlo por sorpresa, con el poco tiempo de reacción que tenía, Thor lanzó su martillo al cielo pero no pudo ser llevado por el mismo, sólo su mano sería llevada por el martillo, la gran serpiente habia atrapado al gran dios en su boca dentrozando su antebrazo y haciendo que el dios perdiera la mano, Thor aún habiendo sido comido se sujeto a la piel de la boca de Jormungandr mordiendola evitando ser tragado, con su única mano sujeto uno de los colmillo de la serpiente y con su gran fuerza atraveso la piel de la mandíbula inferior con sus pies pateando continuamente, aprovecho la estabilidad que sus pies le otorgaron al estar en ese lugar y con su mano golpeó continuamente los dientes de la serpiente los cuales empezaron a soltar veneno atrapando al dios en el mismo poco a poco, Jormungandr se dejó caer de manera horizontal esperando a que el movimiento en su boca se detuviera, escucho unas palabras del dios que entendió a la perfección.
- Modido y bañado en veneno, esto es perfecto pero, ¡Yo Ganó maldita!- Thor colocó su mano en los colmillos de la boca de Jormungandr, la serpiente no entendió el porque había dicho esto hasta que vio al cielo el cuál se había iluminado, rayos de todas las extensiones de nubes se juntaron en un solo sitio del cielo el cual caía sin cuidado alguno, el martillo de Thor impacto contra los colmillos de la gran serpiente, estos se negaron a dejarlo pasar pero no lo pudieron evitar, los colmillos se torcieron hacia dentro de la boca, una vez llegó el ligero rose de la mando se Thor y su martillo esté lo sujeto con todas sus fuerzas y golpeó el el cráneo de aquella serpiente desde adentro de la boca, aquel golpe hizo retumbar a Jormungandr quien se retorcio de tal manera que todo Midgar lo sintió, al ver que sus golpe no matarían a la serpiente y esta no abriría su boca Thor solo dejo el Mjoldnir pegado a la parte superior de la boca de la serpiente mientras el lo sujetaba.
- Vamos, ¡muerete ya maldita!- El cielo de toda ciudad en Midgar se iluminó, Asgard presenció aquel suceso mientras se batía en duelo, todo reino en los nueve mundos tuvo presente aquella luz tan resplandeciente que ni el fondo marino pudo obviarla, una inexplicable cantidad de rayos calleron sobre la cabeza de Jormungandr uno tras otro sin descanso alguno, el cuerpo de la serpiente se negaba a ceder, lleno por completo su boca de veneno, Thor aguantando respirar golpeó una vez más a la serpiente desde adentro haciendo que el rayo más fuerte de toda la historia cayera sobre la cabeza de la serpiente, el sonido de este fue tan desgarrador que ni el reino más lejano pudo evitar no temblar cuando aquel sonido llegó, Asgard retumbo sin cesar y todos los presentes en el Bifrost detuvieron su pelea al sentir tal presencia, todo habría acabado después de treinta segundos, Thor dejó la cabeza de la serpiente tan destruida que hasta parte de el veneno en ella se había evaporado, la lluvia empezo a caer sobre el dios quien estaba victorioso, pero aquella lluvia le quemaba, tardo unos segundos en darse cuenta que aquella lluvia sólo era más veneno de la gran serpiente que yacía muerta, Thor empezó a caminar con gran esfuerzo, el veneno lo hacía perder sus fuerzas, su mirada estaba borrosa pero eso no lo hacía detenerse, el respirar le fue difícil, tan sólo cinco pasos bastaron para que su única mano no soportará el peso de el gran martillo, Thor miró esto con desdicha y odio ya que significaba su debilidad.
- Con que así se sintió, Heimdall- Thor dio cuatro pasos más hasta que nada en su cuerpo respondía, ni siquiera su corazón, el cuerpo del dios callo cual plomo en el suelo sin vida, solo una cosa pensó el dios al estar en sus últimos segundos. - (Desearía haber sido mejor esposo. Mejor padre. Mejor... Hijo)- La vida del dios se extinguió con pena y orgullo, pero aun con esto el respeto hacia él de parte de todos fue indiscutible. Habia detenido a un gigante colosal, eso fue una victoria para los Aesir sin duda alguna.
- Vidar, retrocede a las puertas, cubre la entrada y lleva a la última fila contigo, las cuatro filas que aún quedan y yo abatiremos a los que podamos- las tropas de Asgard hacían retroceder a los guerreros de Helheim (las tropas del infierno nórdico que eran lideradas por Hel hija de Loki y su lobo Garm), contra los gigantes debían atacar al menos cinco guerreros Asgardianos para derribar un gigante, lentamente Asgard estaba cediendo.
- ¡No me retiraré ahora!- aquel dios estaba más que dispuesto a pelear contra los gigantes sin miedo a la muerte pero Heimdall lo tomó del cabello y tiro de el para que no avanzará, Vidar se dio la vuelta y encaró a Heimdall dispuesto a dar batalla al vigía.
- Vete a las puertas, eres el dios de la venganza y la oscuridad, sobrevivir para cumplir tu venganza, es tu destino, además, Odin no habría estado nada feliz si alteras sus planes- al mencionar al anterior rey Vidar no pudo disputar más lo dicho, tenía la intención de marcharse, Heimdall sujeto su espada y entre las filas que se batian en duelo pudo ver una gran lluvia de fuego que consumía a los guerreros de Asgard sin cuidado, solo basto con verlo para saber quien era el que causaba ese estilo de estragos, Heimdall avanzó sin cuidado, entró a las tropas enemigas derribando a sus contrincante de simples cortes, su gran espada era manejada cual cuchillo de cocinero, los gigantes se alejaron del lugar donde se encontraba sabiendo el peligro que suponía, una gran lluvia de fuego callo sobre el dios pero este no le tomó importancia ya que debio mover su espada para cubrir su cuello de ser apuñalado, Loki intento matar rápidamente al dios quien solo rio un poco.
- ¿En serio?, puedo ver a través del fuego, ohh, ya entiendo, es otra de tus bromas- Heimdall jugaba con la poca paciencia de Loki, sabía que este solía perder los estribos y eso le saldría rentable.
- Ten cuidado con lo que dices, no te vayas a quemar- Loki se alejo dos pasos creando distancia para que la espada de Heimdall no lo alcance y creo una flama en su mano que salió disparada al vigía, Heimdall alzó una roca del suelo y se la lanzó a Loki evitando que el fuego lo toque, el mago se agachó evitando la piedra y le lanzó dos dagas a Heimdall quien utilizo la armadura de su antebrazo para evitarlas, dio un paso al frente aprovechando su altura para alzar su espada y dejarla caer sobre Loki, este mismo colocó su espada como escudo pero el gran impacto colocó al dios de los engaños de rodilla, la diferencia de fuerza y destreza era evidente, pero quien esperaría a que el dios de los engaños juegue limpio, Loki sujeto el filo de la espada de Heimdall con su mano descubierta y tiro de esta haciendo que el vigía diera un paso adelante siendo atravesado en el abdomen por la espada de Loki quien perdió dos dedos al sujetar aquella filosa espada del vigía - Te dije que te quemarías.-
- Al parecer si era otra de tus bromas- Heimdall tomó un pequeño frasco de cristal que tenía en su antebrazo y sujeto el cabello de Loki con su otra mano, le dio un golpe en la cabeza a Loki con su codo y cuando el dios de los engaños abrió la boca Heimdall le metio el pequeño frasco en la misma, ahora agarró la cabeza de Loki cual balon y le cerró la mandíbula rompiendo el frasco dentro de la boca de él. - Te regresó el veneno de tu hijo muerto.-
Loki se retorcía a los pies de Heimdall, el vigía se alejo un poco sacando la espada del dios de los engaños de su abdomen y tomando su propia espada, pretendía volver a las filas pero el suelo retumbo nuevamente, un pilar salió del suelo y golpeó a Heimdall quien voló por los aires hasta que callo cual estrella, no tenía estabilidad, callo al rango de las últimas filas de guerreros Asgardianos, estos intentaron auxiliarlo y este acepto de manera difícil la ayuda de ellos, su espada estaba enterrada en el suelo pero no le tomó importancia y al ver el destello de luz que se alzó en la primera fila de guerra, un gigante brillante como el fuego más vivo del mundo estaba provocando estragos y riendo victorioso.
- ODIN Y THOR. ¡ESTÁN MUERTOS!-aquella voz resonó entre las filas de Asgard llegando hasta el mismo reino el cual quedó en silencio, los presentes en el mismo quedaron petrificados, los más fuertes del reino habían caído a manos de los gigantes, los guerreros perdieron sus almas de guerra.
- No se inmuten por eso, ¡Peleamos por Asgard no por Thor o Odin, regresen a las puertas, esperen las señales de Tyr!- la voz de Heimdall fue aceptada por los Guerreros quienes volvieron corriendo a las filas de defensa, estaban perdiendo con la llegada de aquel gigante pero era algo que ya esperaban en sus planes, Surt avanzó sin cuidado, los guerreros de la primera fila se negaron a retroceder, sus gritos de guerra sonaron más fuerte que antes, sus espadas chocaban sin compasión alguna por el enemigo, todos los demas guerreros retrocedieron a pasos acelerados, Heimdall espero sin moverse ni un poco, caminando hasta su espada y sujetandola con ambas manos, veía a los guerreros embelesado por su manera de pelar tan fiel y apegada al honor Asgardiano, como si sus fuerzas no conocieran límite. - Así que esta era la belleza de la guerra que tanto difamaste, Odin- Heimdall con algo de magia conecto su visión y mente a cada persona de Asgard permitiendo a todos ver lo que sucedería.
- Aunque sea el fin, aunque los héroes de guerra hayan muerto no hay motivos por los que rendirnos, en este momento, estaremos más vivos que nunca, ¡y en el nombre de todos ellos!- Heimdall alzó su espada y la enterró en el suelo, Surt dio muerte a los últimos guerreros y empezó a avanzar sin cuidado alguno por el puente siendo seguido por todo gigante tras de él -eres bienvenido a danzar conmigo en el Helheim.-
Heimdall giro su espada aún clavada en el suelo del Bifros, toda conexión que tenía aquel gran puente tembló, los guerreros de Asgard ya habían pasado las puertas y todos podian ver a través de los ojos del vigía lo que sucedería, todo fragmento del Bifrost empezó a desplomarse, se divio en grandes grietas, grandes grietas las cuales se rompieron dejando a la vista de todos como caían todo guerrero, gigante y dios sobre el al vacío, todos los presentes quedaron atónitos con aquello que había pasado, el castillo del vigía callo a su igual, todo guerrero de Asgard se mantuvo en las puertas con gran impotencia por lo que sería la pérdida del dios, Surt grito con todas sus fuerzas mientras caía y movía su espada de manera frenética, toda persona en Asgard presenció la caída del dios vigía quien con orgullo espero su muerte dejando unas últimas palabras al aire.
- Pelear sin miedo a morir, mueran sabiendo que vivieron bien- Heimdall se sumió en la oscuridad de aquella caída que parecía infinita esperando su final, nadie más vio a través se los ojos del dios, nadie más espero otras palabras de él, en aquel momento una parte del amor de Freyja fue fragmentado, como si su cuerpo exigiera doblegarse y llorar desconsolada pero era la reina y no se permitiría algo tan frágil como eso ante sus guerreras. No podía permitirselo.
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