Capitulo 5
Capítulo 5
Mark mantiene una de sus manos alrededor de la cintura de ella mientras que con la otra recorre su cabello. Lexie mantiene uno de sus brazos enredados al cuello de él pero con el otro se aferra a su camisa en un esfuerzo de mantener la cercanía de sus cuerpos.
Sus lenguas arrasan entre sí provocando que un gemido se escapa de los labios de ella y esto ocasiona que él la abrace con más fuerza.
Una pequeña voz interna en ella le recuerda que él es su jefe pero en ese momento lo último que desea es ser razonable así que se permite dejarse llevar por el momento y pasa una de sus manos por su firme pecho aquel contacto ocasiona que los músculos de él se tensen.
Mark: —suelta un suspiro y murmura por lo bajo— Lexie... —como si todo hubiera sido un recordatorio de donde estaban y que era lo que hacían retrocede bruscamente— lo siento no sé qué me pasó eso fue sumamente inapropiado
Lexie: tal vez así sea pero... me gusto
Mark: eso no importa —con seriedad— soy tu jefe, tu mi asistente. Esta es una relación de trabajo
Lexie: —sería— tienes razón tal vez esto no debió de haber sucedido
Mark: esto nunca sucedió. Ahora iré a la recepción haber si tienen alguna otra habitación tú puedes quedarte en esta suite
Lexie: acaso olvidaste que no quedaba ninguna habitación
Mark: tienes razón me iré a encerrar a mi habitación. A partir de ahora nuestra relación será estrictamente de trabajo y cuando acabemos con el caso serás transferida a otro asociado
Lexie: —indignada— perdón, ¿qué?, ¿no me hará ver mal?
Mark: no, solo dirán que otra vez estoy siendo difícil y eso está bien. Esto fue mi culpa puse en riesgo nuestra relación profesional por eso es mejor que tratemos de mantener la distancia a menos de que sea necesario vernos. De nuevo, lamento mi falta de juicio
Él inclina su cabeza con expresión tranquila pero la inquietud en su mirada lo delata ella lo mira y él se da la vuelta a su habitación.
Ella se queda pensando en lo que acaba de suceder; se besaron luego la quiere transferir y termino huyendo. Su cabeza no deja de dar vueltas mientras se cambia de ropa para ir al bar del hotel por un trago fuerte.
•••
Con un atuendo más casual baja al bar del hotel. Se sienta a lado de un chico que parece amable y pide su bebida, después de su primer sorbo el chico le sonríe.
Lucas: ¿eres turista?
Lexie: no, estoy aquí por negocios
Lucas: ¿mala noche?
Lexie: ¿es obvio?
Lucas: soy Lucas —le sonríe amablemente—
Lexie: un gusto. Soy Lexie —le extiende su mano— entonces, sentado aquí solo... debes tener una historia que contar
Lucas: oh, si
Mantienen una conversación acerca de la mala noche de ambos hasta que él propone llevar la conversación a otro lado lo que le hace pensar que aquello podría ser una buena oportunidad para olvidarse de ese miserable beso que nunca sucedió y tal vez aquel desahogo funciones para hacer más fácil el trabajo con Mark así que termina aceptando.
Ambos caminan con dirección a la habitación de Lexie quien parece demasiado divertida por irse con un extraño hasta que se topan con Mark en el pasillo.
Mark: —asombrado— ¿Lexie? —molesto— espero que no ers pensando en tener sexo en mi suite
Lucas: —desconcertado— ¿quién es este?
Lexie: —asombrada— este es mi jefe el señor Sloan...
Mark: —la interrumpe— también conocido como el que te echará de este hotel si no desapareces. Te he visto antes ¿verdad? —le frunce el ceño a Lucas—
Lucas: seguramente me estas confundido pero sabes que, se está haciendo tarde mejor volveré a mi habitación —se va sin despedirse—
Lexie: —indignada— ¿quién te crees?, no tenías derecho a asustarlo tenía todo bajo control
Mark: —irónico— claramente, la última vez que estuve aquí era sospechoso de estafar a los huéspedes del hotel
Lexie: —asombrada— ¡¿qué?!
Mark: así que, de nada. Acabo de salvar tu billetera
•••
Caminan con destino a la suite y aunque intenta ocultarlo Mark sigue molesto por la escena que encontró.
Mark: no creí que fueras de las que se enreda con cualquier desconocido en los hoteles
Lexie: —molesta— oh, por favor, no actúes como si te importara
Mark: por su puesto que me importa... eres mi asistente y tú comportamiento se ve reflejado en mi y en la firma
Lexie: —sorprendida— ¿en serio? Ahora usarás la firma como pretexto, si lo que dices es verdad ¿por qué no me despides?, es lo quieres deshacerte de mi así que ya da lo mismo
Mark: no me tientes. Eres sin lugar a dudas la asistente más rebelde que he tenido. Eres un problema en más de un sentido
Lexie: —enfadada— "en más de un sentido", ¿qué quiere decir con eso" acaso ¿me vas a despedir porque te sientes atraído por mi? —él estaba por negarlo pero ella lo interrumpió— ni siquiera te esfuerces en negarlo
Mark: —cede ante aquello confesando sus sentimientos hacia ella— bien no lo haré, eres exactamente mi tipo. Desde que te vi en el ascensor, luego cuando saliste vi tu trasero increíble y cuando te veo pavoneándote por la oficina, me vuelvo loco. Te ves ridículamente sexy usando estás enojada como ahora y me haces simplemente querer...
Lexie intenta comprender las palabras de él pero antes de que eso suceda la arrastra a sus brazos presionando sus labios contra los de ella y sus manos se deslizan hábilmente hacia abajo presionando más fuerte ella inhala bruscamente mientras la electricidad se dispara por cada fibra de su ser. Él continúa acariciandola al tiempo que sus labios mantienen un beso largo y sensual.
Mark: —se aparta un poco y le susurra— pasa la noche conmigo
Lexie: —lo deseaba demasiado pero recordó lo que antes él había dicho— no estás pensando con claridad. Esto no es lo que quieres
Mark: —le dirige una mirada intensa— eres exactamente lo que quiero
Lexie: —siente el deseo en su mirada— ¡oh Dios mío! Me deseas tanto como yo a ti
Mark: si
Lexie: —siente como aumenta su deseo y solo es capaz de susurrar — teach me
Ella se acerca a él poniendo sus manos en su pecho ocasionando que aquel contacto tense los músculos de la mandíbula de él como si estuviera tratando de mantener el control sobre si mismo.
Mark: —con una vez suave— ¿estás segura de que quieres hacer esto?
Lexie: ¿me despedirías si lo hiciera?
Mark: no. —divertido— Pero no me impediría despedirte por ser una asistente insensata
Lexie: me esfuerzo —divertida— pero es difícil pensar claro cuando estoy contigo
Mark: —su voz es tierna— deja de pensar por esta noche. Déjame hacer las cosas bien —el deseo se siente en su tono de voz— llevemos este juego de lujuria a la cama de una vez, ¿quieres?
Lexie: si
Mark: ¿solo si?
Lexie: si señor Sloan
Mark: así está mejor. Sígueme
Entre besos con dirección al dormitorio de ella al tiempo que él va despojándose de su ropa.
•••
Están llegando a la cama cuando los nervios se apoderan de ella.
Mark: quítate la ropa para mi —nota como algo en su rostro cambia y su intensa mirada de deseo empieza a opacarse— no estes nerviosa —acaricia su mejilla— eres hermosa
Lexie: —aquello la hace recuperar la confianza así que se deshace de sus prendas hasta quedar en ropa interior— ¿te gusta lo que ves?
Mark: ¿tú qué crees? —su mirada se intensifica peor esta vez no es a causa del deseo si no por la admiración y al ver aquella reacción ella se sienta empoderada por provocar esa respuesta en él— creo que... Barcelona es mi nueva ciudad favorita y quiero que tú sientas lo mismo. Hagamos de esta una noche para recordar. —da un paso hacia adelante—
Lexie: —le dedica una sonrisa llena de deseo— eres todo un seductor
Mark: —con arrogancia— eso me han dicho
Aquel comentario le hace pensar a Lexie que esto puede ser solo un juego para él pero en ese momento eso no importa sólo sabe que esta lista para lo que le tenga reservado y que lo necesita.
Por su parte Mark hace rato dejó de pensar concentrándose únicamente en el momento, en ella y en su gran deseo por pasar una noche junto a ella.
La joven desliza sus palmas por sus abdominales descendiendo hasta llegar a su prominente bulto en su ropa interior. En todo momento mantienen contacto visual y son capaces de anticipar los movimientos del otro.
De un momento a otro él la jala dejando caer a ambos en la cama ella decide aprovechar estar encima de él para sentarse a horcajadas y comenzar a besar desde su clavícula hacia abajo hasta llegar a su ropa interior para con los dientes deshacerse de aquella prenda causando que él inhale bruscamente.
Mark: —en medio del placer— atrevida. Yo soy el jefe esta noche
Con un movimiento rápido invierte la posición estando ella debajo de él.
Él es capaz de ver el deseo que se ha apa ofertado de sus ojos, su sonrisa divertida mientras que ella observa como resaltan sus venas mientras se apoya a lado de ella así que cierra sus ojos esperando un beso pero en su lugar la lengua de él recorre su cuello causando que arque su espalda en señal de que lo necesita dentro de ella pero en cambio coloca su boca sobre la de ella y la besa con fuerza ella permite que la posea.
Las manos de ambos vagan libre y desesperadamente, queriendo apreciar cada centímetro del cuerpo del otro.
Lexie piensa que sus músculos están perfectamente torneados y que es tan guapo que con solo tocarlo y verlo apoyado encima de ella se siente... deliciosamente placentero.
Mark ha terminado de enloquecer a causa de ella. Baja la cabeza entre sus pechos, besándola, provocándola con la habilidad de su legua hasta llegar a su ombligo mientras ella pasa sus dedos entre sus cabellos gimiendo su nombre suavemente.
Las manos de él se deslizan en los muslos de ella al tiempo que ella en forma de invitación abre las piernas una que acepta con gran placer.
Al principio es gentil pero al cabo de unos momentos ambos están tan excitados y deseosos como para seguir tomándolo con calma así que el ritmo de los vaivenes aumenta y cuanto más rápidos se vuelven más se mueven.m más ruidosos se vuelven. El marco de la cama golpea a la pared lo que ocasiona una divertida sonrisa en Mark deteniéndose por un segundo antes de continuar con vigor recuperado. Es entonces cuando Lexie piensa en las paredes del hotel deseando que sean gruesas... consiente de qué hay otra cos que es satisfactoriamente gruesa... consiente de nada más que el deseo que corre por sus venas vuelve su concentración al momento.
Gradualmente se va sintiendo un ascenso ocasionando que ella quiera aferrarse más a él por su parte él en medio del deseo desbordante inevitablemente no ha dejado de cuidarla.
Y cuando ambos llegan al clímax... ella se da cuenta de que es una de las experiencias sexuales más intensas que ha tenido mientras que él se da cuenta que nunca se había sentido así con alguien.
Esa noche, por primera vez después de que sus caminos se cruzaron pese a que duermen en camas separadas ambos son capaces de conciliar un sueño profundo.
Mark tenía razón definitivamente Lexie recordados Barcelona, pero ¿solo ella lo recordará?
•••
A la mañana siguiente ambos se encuentran haciendo sus maleta sin tener contacto con el otro.
Los pensamientos comienzan a abrumar a ambos a Lexie le preocupa el como será el trabajo después de que se dejaron llevar por el momento y a Mark... él está realmente es algo confuso saber cómo está eso es algo que tocará descubrir en New York.
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