Capítulo 18

Después de aquel intercambio de mensajes Mark es llamado por el señor Gonzalo Vega para una reunión de emergencia.

Gonzalo: gracias por venir tan pronto, Mark. Por favor siéntate
Mark: no hay problema —desabotona un poco el saco y toma asiento— gracias, usted dirá en qué puedo ayudarle
Gonzalo: quería saber ¿cómo va tu progreso con el caso del fondo fiduciario?
Mark: va muy bien señor. Nuestra cita en la corte se acerca y estamos casi listos
Gonzalo: muy bien ¿y la relación con tu asistente a mejorado?
Mark: —siendo profesional en todo momento— si señor. Nuestros problemas quedaron en el pasado y ahora estamos haciendo un gran equipo
Gonzalo: que bueno escucharlo. Sabia que no debía dejarla ir. Sin embargo, me he enterado de ciertos rumores que han estado circulando
Mark: ¿qué clase de rumores?
Gonzalo: no le tomes importancia no creo en las murmuraciones pero eso no evita el hecho de que me gustaría recordarte sobre el acuerdo de no confraternización que firmaste cuando te convertiste en mi empleado unificando la terminación inmediata de tu contrato si está regla es quebrantada
Mark: —tratando de ocultar su molestia— si, recuerdo ese ridículo pedazo de papel. —un poco más tranquilo— Pero estoy dedicado a esta empresa. Ganó todos los casos y traigo mucho dinero. Con el debido respeto, se que no soy tan prescindible para usted.
Gonzalo: en eso tiene razón en cambio su contrapartes femeninas podría no serlo. Así que es mejor que respetes la reglas de mi compañía o alguien más terminara pagando las consecuencias de tu imprudencia. ¿Entendido?
Mark: fuerte y claro
Gonzalo: ya puedes retirarte y no olvides que no soy ajeno a lo que sucede aquí.

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Devuelta en su oficina
Lexie: hey, ¿como te fue en tu reunión?
Mark: bien
Lexie: ¿fue acerca del puesto de socio?
Mark: no
Lexie: ¿entonces, que?
Mark: nada que te incumba
Lexie: ¿disculpa?
Mark: solo continúa con tus tareas. Voy a tener reuniones todo el día así que no me interrumpas

Lexie aprieta los labios mientras camina de regreso a su oficina apresurando el paso tratando de evitar que él se dé cuenta de sus sentimientos.

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Mark se pone a revisar papeles pero en realidad su mente se encuentra divagando en el comportamiento que acaba de tener y es que tiene que tomar una decisión o tal vez inconscientemente ya la había tomado y en un intento de evitar lastimarla estaba empeorando las cosas.

No pasó ni una hora cuando se sintió tan sofocado que tomó su saco y salió del lugar con dirección a su casa.

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Sus opciones no eran muchas, los rumores ya estaban por todo el bufete y lo que más le hacía hervir la sangre era el hecho de saber que si dejaba que todo continuara entonces la única que iba a terminar afectada sería ella.

Pero tener todos los hecho sobre la mesa no lo hacía menos difícil, de alguna manera aquella chica que conoció en el ascensor se había metido en su vida convirtiéndose en... su TODO

Había imaginado tanto que había empezado a hacer planes con ella a su lado pero ahora se convertían en ceniza porque su sentencia de amor se había convertido en una condena en la que su mayor demostración de amor tenía que ser amarla sin estar juntos.

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Mientras tanto en la oficina

Lexie hacía todo por concentrar su atención en los documentos pero cómo podía hacerlo cuando su cabeza estaba en otros lados y hasta en otro continente.

Madrid fue el primero de los errores y a pesar de lo imbecil que llegaba a comportarse lo dejó entrar, creyó en sus palabras.

Poco a poco fue creyendo que aquello podía ser algo maravilloso y el fin de semana en su casa había sido como ese pequeño gran toque que le confirmaba que eran capaces de todo y luego... luego volvió a ser el imbecil que la despertó mostrándole que ese nosotros que había imaginado en aquellos días era solo eso una imaginación que se tenía que ir con el viento.

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Por la noche ambos estaban en sus camas intentando dormir lo cual era un esfuerzo en vano.

La casa de Lexie estaba impregnada de lo que ahora parecía un falso "nosotros" y ahí en su ropero estaba la camisa que se había quedado. En medio del dolor se levantó para olerla y finalmente la aventó con coraje deseando que todos los falsos recuerdos se fueran.

Mientras que a varios kilómetros de ahí pese a que Mark no tenía un recuerdo físico no podía evitar estar en desvelo pensando en lo bien que la habían pasado en su burbuja feliz y se sentí mal de solo pensar en lo mal que de seguro ella la estaba pasando sin saber que pasaba, quería protegerla pero empezaba a darse cuenta que su manera no era la mejor.

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Pueden volver a escuchar esta canción hasta la captura

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A la mañana siguiente Lexie escuchó su despertador sin estar segura a qué hora fue que el sueño la venció y sintiendo sus mejillas pegajosas a causas de sus lágrimas por lo que estaba tentada a reportarse como enferma pero no ganaba nada al contrario en casa todo sería peor pues en cada rincón veía sus mentiras.

Por su parte Mark estaba escuchando el sonido de su despertador pero ya llevaba algunas horas despierto pensando en la mejor solución a todo, pensando en ella y en todo lo que había planeado vivir a su lado.

De mala gana tomo el celular para mandarle a Lexie el mensaje con los pendientes del día.

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La noche se ve tan gris y se siente demasiado fría.
Cuando Lexie está yendo de vuelta a casa apenas comenzaba a anochecer así que en el trayecto fue viendo el sol caer intentando ignorar una vez más sus lágrimas de enojo que ardían detrás de sus ojos.

Finalmente llega a su edificio y entonces su corazón casi da un vuelco al descubrir en la puerta una figura que se le hacia familiar.
Lexie: —molesta— ¡pero que.... —suelta algunos golpes a su pecho—
Mark: —ambos se veían tan fatigados— lamento presentarme así, pero tenía que hablar contigo
Lexie: después de como me trataste y que me has ignorado en dos días, ¿ahora dices que quieres hablar? —trata desesperadamente de abrir la puerta del edifico para huir de ahí—
Mark: —delicadamente detiene los movimientos bruscos de ella— por favor, déjame explicarte... ¿puedo entrar?

Y es que la realidad es más que un cuento que termina en vivieron felices y comieron perdices aquí hay que enfrentar dragones inesperados que no se derrotan tan fácil y hasta lo más sencillo se puede complicar pero siempre hay algo que todo lo puede... el amor.