Capitulo 10
Capítulo 10
Después de ese abrupto encuentro pareciera que ambos habían enterrado sus sentimientos. Los días avanzaron envueltos en profesionalismo y aunque las tareas que Mark le asignaba parecían tener el único propósito de querer hacerla desistir de continuar en el bufete ella había demostrado estar a la altura de cada tarea causándole algo de molestia.
Mark: buenos días Lexie. Olvide incluir algunas tareas al correo de esta mañana. Necesitaré que archives todos los informes del mes pasado, redactes un documento para la señora Robles e investigues un poco más sobre las legalidades de los fondos fiduciarios.
Lexie: —tomando nota— ¿para cuando quieres que tenga listo todo esto?, ¿al terminar la semana?
Mark: —con firmeza— al terminar el día
Lexie: —sorprendida— eso es imposible, tan solo el documento de la sra Robles debe de constar de unas ocho mil palabras, yo...
Mark: —serio— ¿estás diciendo que no puedes llevar a cabo tu trabajo?
Lexie: —entiende su juego y no está dispuesta a darle ese gusto— te sorprenderás, soy más que capaz de hacer múltiples tareas. Considéralo hecho
Mark: —estaba seguro de que imposible que terminara— bien no me gustaría tener una razón para despedirte
Lexie: —no estaba dispuesta a que la viera fallar— por supuesto —comienza a salir de la oficina
Mark: —la detiene— ah y olvide traer mi almuerzo hoy. Por favor, ¿podrías hacer que traigan algo a mi oficina en una hora?
•••
Lexie asiente mientras en su cabeza no deja de odiarlo por ser tan imbécil y si no quería darle el gusto de ganar entonces tenía que ser más inteligente y delegar algunas tareas. Le encomendó a Brooke archivar los documento y pedir algo de comer del restaurante que se encuentra a un par de cuadras así ella podría concentrarse en las otras tareas.
•••
Una horas más tarde al terminar con las pocas tareas que le había puesto en el correo de la mañana va a los archivos a buscar un viejo caso de fondos fiduciarios que tuvo Victoria el cual la ayuda bastante a terminar de manera más rápida con esa tarea y poder redactar el documento de la sra Robles. Casi al final del día los dedos le duelen de tanto escribir pero cuando Mark la llama a su oficina está lista para demostrarle lo equivocado que estaba.
•••
Lexie: —sería ocultando una sonrisa de triunfo— ¿quería verme señor Sloan?
Mark: si, quería el borrador del contrato de la señora Robles
Lexie: ya se lo envié por correo electrónico hace una hora —dibujando una sonrisa—
Mark: —sorprendido— ¿lo hiciste?, ¿completo?
Lexie: se que es mejor que enviar un trabajo a medio terminar
Mark: ¿qué hay de los informes?
Lexie: ya terminé
Mark: ¿y la investigación que te pedí?
Lexie: en la sala de impresión —disfrutaba de sus reacciones, se sentía con superioridad— también me encargué de resaltar las áreas que son particularmente relevantes para nuestro caso
Mark: —incrédulo— entonces... ¿terminaste todo?
Lexie: si
Mark: —parpadea sin palabras, se siente como un verdadero estupido— yo, eh... no esperaba... gracias
Lexie: —con cierta seriedad— no hay problema, ¿algo más?
Mark: —sin entender— ¿qué?
Lexie: todavía quedan veinte minutos antes de que me vaya a casa
Mark: no. No sé me ocurre nada mas... —la expresión en su rostro cambia— al menos no nada relacionado con el trabajo — sus pupilas parecen haberse oscurecido un poco— sin embargo hay muchas actividades que podríamos realizar en veinte minutos
Lexie: —fingiendo no entender— señor Sloan, ¿qué está sugiriendo exactamente?
Mark: has sido una asistente muy bien portada, se que no es una tarea fácil para ti. ¿No estás tentada a romper algunas reglas? —lleva sus hábiles dedos a la parte superior de su corbata y comienza a aflojarla un poco—
Lexie: —con un tono de sorpresa— ¿qué estás haciendo?
Mark: —su tono de voz se vuelve un poco seductor— ¿no crees que está haciendo un poco de calor aquí?
Lexie lo observa con los ojos muy abiertos viendo cómo sus manos descienden por los botones de su camisa desabrochándolos lentamente dejando ver sus músculos tensándose y casi pareciera acariciarse así mismo mientras comienza a revelar más y más piel...
Lexie: —en su mente piensa que es increíble que él crea que deduciéndola puede recuperar algún tipo de poder sobre ella así que decide darle una lección— ¿sabes que? —cambiando su expresión en el rostro— si hace calor aquí —acercándose a él— ¿te gustaría que te ayude con esa camisa?
Mark: —su voz se escucha algo ronca— bueno, es un trabajo que requiere de dos personas
Lexie: hoy has estado diciendo todas las cosas correctas —se acerca un poco más—
Mark: ¿ah si?
Lexie: si. Ni siquiera sabes lo irresistible que eres —termina por romper la distancia y estando tan cerca se detiene un momento a mirar como el pecho de él sube y baja a causa de su respiración luego desliza sus manos bajo la camisa y la empuja sobre sus musculosos hombros, brazos y... exponiendo su torneado torso no puede evitar detenerse a observarlo—
Mark: —juguetón— ¿disfrutando de la vista?
Lexie: mucho —entonces estudia sus opciones: caer ante la tentación o correr con su camisa fuera de ahí... a consideración por los días que la había hecho pasar opta por la segunda opción
La joven tiene la camisa en la mano y da algunos pasos lista para disfrutar de la venganza pero un par de pasos son suficientes para que Mark se de cuenta de su plan y rápidamente bloquea su paso.
Mark: ¿a donde crees que vas?
Lexie: déjame ir
Mark: —la toma por la cintura— tienes mi camisa. ¿Crees que soy tan estupido?
Lexie: —tiene una sonrisa divertida— bueno, ciertamente muy inteligente no eres a donde creíste que regresaría a ti arrastrándome después de como me has tratado estos últimos días
Mark: te he tratado como una asistente si no te gusta deberías renunciar
Lexie: —se suelta de su agarre— oh, eso te encantaría ¿verdad?
Mark: —se sincera— si, porque entonces no me sentaría culpable cada vez que te veo. Con cada mirada me dan ganas de arrancarte la ropa. Si renuncias... tal vez pueda hacer mi trabajo apropiadamente
Lexie: —confundida— ¿por eso intentaste deshacerte de mi?
Mark: te lo dije en este momento no puedo tener nada ni nadie que me distraiga de mi trabajo
Lexie: —molesta— ni si quiera tuviste la decencia de decírmelo. Pensé que solo estabas haciendo alarde de tu poder
Mark: —sonríe ante eso, luego vuelta a tomarla por la cintura y se inclina más cerca para susurrarle— tal vez lo estaba haciendo. De hecho, todavía lo hago
Ella siente tan cerca el calor de su torso desnudó al tiempo que su respiración se acelera. Él acaricia con su pulgar los labios de ella y es ese toque el que la hace derretirse olvidando su plan.
Ese toque basta para desarmarla o cuanto lo ha deseado todo ese tiempo pero no es la única que a olvidado todo él prefiere dejar de pensar para ceder al momento así que desliza una de sus manos hacia la nuca de ella y la otra alrededor de su cintura y así ambos se pierdan en un abrazo que arde en renovado deseo.
Mark: —se inclina lo suficiente como para embriagarla de su aroma, abrumada por la necesidad de sentir sus labios acerca su cabeza a la de él— esto no es muy profesional de tu parte
Lexie: —se detiene un instante— ¿debería actuar profesional!
Mark: ¡al diablo con lo profesional! —sus labios se encuentran con los de ella aquello se siente suave y cálido en medio de un beso fuerte y desesperado tal como ambos lo habían estado necesitando—
Ella desliza sus manos sobre su espalda al tiempo que en su cabeza se reproduce el recuerdo de cómo fue sentirlo dentro de ella en aquel mismo escritorio haciendo que lo desee con más intensidad y entonces un gemido de escapada contra sus labios... ¡y luego ambos se quedan sorprendidos al escuchar que alguien llama a la puerta!
Se separan abruptamente
Lexie: ¿quién es?
Mark: yo... no estoy esperando a nadie
Lexie: —susurrando— no pueden encontrarnos así
Mark: —también susurra—lo sé ¿donde está mi camisa? —al encontrarla rápidamente se la pone y es evidente cómo los pliegues se acomodan perfectamente a sus bíceps mientras expertamente se acomoda la corbata—
Lexie: —acomoda su alborotado cabello y agradece mentalmente seguir con ropa— ¿como puedes lucir tan sexy en traje como sin él?
Mark: —le dedica una sexy sonrisa— debe ser mi encanto natural
Lexie: —por un segundo se sorprende y piensa para si misma en lo agradable que puede ser cuando quiere—
Se escucha otro toque en la puerta
Mark: te verías menos sospechosa si quitas de tu rostro esa mirada de "ven a la cama" —ríe divertido—
Lexie: —suelta una risa nerviosa— no tengo una... —son interrumpidos por la entrada de Brooke—
Booke: lamentó interrumpirlos. Alguien ha venido a verlos, se que ya casi con las cinco pero ha dicho que era urgente
Mark: está bien, hazlo pasar
Byron: señor Sloan, Lexie. ¡Tienen que ayudarme! Mi hija se ha enterado de la demanda y ha desaparecido.
Lexie y Mark intercambian miradas sorprendidos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top