KyungSoo veía como todo lo que quería se iba destruyendo de a poco.

A través de aquellos ojos rojos, los rastros de las lágrimas secas eran las pruebas para demostrar que estaba roto. Quebrado por la ida de su padre, dañado por las falsas sonrisas de felicidad por parte de su madre y hermana, una daga clavándose en su pecho con cada palabra maliciosa que salía de la boca de esos insensibles chicos y chicas que se burlaban de él.

Todo parecía irse nublando, su camino se iba haciendo cada vez más oscuro. KyungSoo no entendía el por qué debía sentir aquello. Más bien, él no quería sentir eso.

Pues... ¿por qué el destino le brindaba un destello de esperanza a su tormentosa vida, después de tantas desilusiones y pérdidas?

Park ChanYeol era como el primer fósforo capaz de crear fuego, luego de tantos intentos fallidos.

Ese chico carismático que lo hacía sonreír con sus ocurrencias, haciendo lucir en el rostro de KyungSoo una linda sonrisa acorazonada, una que casi nunca mostraba.

La misma persona que lograba sacar lo mejor de él, haciendo que pensara de forma positiva y no negativamente, haciendo que aquel sentimiento creciera.

ㅡ Kyunggie, ¿por qué no sonríes tanto? ㅡ Preguntó de repente ChanYeol, sentado a un costado de él.

Aquella pregunta tomó por sorpresa al pequeño Do, y al no poder formular palabra alguna, decidió dirigir su mirada hacia otro lado.

Miró a cada rincón de su habitación, tratando de no conectar su mirada con el más alto. Se fijó en el osito de peluche que se encontraba escondido es su armario, pudiendo ver la mitad de uno de sus piecitos, sintiendo de apoco sus mejillas enrojecer.

ㅡ Y-yo... ㅡ Se negaba a mirar en donde se encontraba su amigo, así que siguió evitando su mirada. Comenzó a jugar con sus deditos, sintiendo como de apoco estos empezaban a sudar por el nerviosismo que le causaba la mirada de ChanYeol.

No le gustaba que le mirasen durante mucho tiempo.

ㅡ No sé. ㅡ Dijo, dignándose finalmente a mirar al más alto. Suspiró pesadamente, y se removió en su cama algo incómodo al ver a ChanYeol seguir observándolo ㅡ. ¿Tú por qué sonríes tanto?

ChanYeol casi suelta una risa al ver la mirada sorprendida que le dirigió su amigo.

ㅡ ¡Hey, no respondas mi pregunta con otra! ㅡ Le contestó, y fingiendo estar enojado, cruzó sus brazos en su pecho, desviando su mirada de KyungSoo ㅡ. Eso es trampa.

ㅡ Tú siempre haces trampa. ㅡ Objetó Do, y una sincera e inconsciente sonrisa comenzó a entreabrirse en sus labios.

ChanYeol se giró en su dirección para refutar lo que había dicho, pero al ver la pequeña sonrisa que KyungSoo esbozaba, se calló.

De pronto se sintió cohibido, como si algo dentro suyo hubiera sido descubierto. ¿KyungSoo sabría que a ChanYeol le gustaba su sonrisa? Él esperaba que no, aunque fuera muy obvio por sus reacciones.

De pronto el lugar se sumergió en un cómodo silencio, pues ninguno de los dos sabía qué decir y tampoco les importaba estar así.

Park miró de reojo a KyungSoo, y con sus dedos empezó a dibujar el rostro de su pequeño amigo en las sábanas de la cama de Do. Y aunque el dibujo sólo se basara de líneas chuecas, para ChanYeol era una obra de arte con tal solo estar inspirado en el rostro de KyungSoo.

Tuvo un impulso de repente, y le resultó difícil retener aquellas palabras.

Quería decirle lo mucho que le gustaba estar a su lado, que era muy lindo aunque KyungSoo creyera que no, decirle que siempre lo protegería aún cuando tuviera que sacrificarse con tal de verlo feliz, para que nadie volviera a dañarlo como antes.

Sin embargo, ChanYeol simplemente se tragó con fuerza sus palabras, el nudo en su garganta haciendo que le fuera imposible decir algo.

Quería, pero contenía sus sentimientos.

Las palabras de TaeHyung comenzaron a crear dudas respecto a sus sentimientos sobre KyungSoo.