9
En el momento que el maestro dió la señal, los alumnos se levantaron de sus mesas para salir de la clase y seguirlo hacia una planta más abajo, donde se encontraban los de primer año.
El mayor, hizo un movimiento con la mano para que los estudiantes se esperaran y llamó a la puerta del aula indicado y abrirlo a continuación -. Ya hemos llegado, ¿que vayan uno por uno? .- pausa -. Entendido .- los menores vieron al profesor aclararse la garganta -. Los chicos ya han organizado la clase para que podáis sentaros en parejas. Así que uno por uno entraréis a la clase.
(T/n) rodó los ojos junto con un suspiro cansado y agotador, siendo observada por su amiga.
— No pongas esa cara .— reprochó con una ceja enarcada.
— Pensar que tendremos que cuidar a uno de primero ya me es cansino .— se quedó pensando en un corto tiempo —. La verdad es que últimamente todo se me hace pesado.
— Las vacaciones te han afectado, (T/n) .— carcajeó suavemente.
— Estar en el sofá sin hacer nada en todo el día era lo mejor del—.
— - Ito Yuko .— nombró el mayor, interrumpiendo la conversación que las dos chicas entablaban —. Puedes entrar.
La nombrada miró a la peli(t/c) con una leve sonrisa antes de irse hacia la puerta.
La fémina hizo un puchero al quedarse sola sin poder hablar con nadie más, y no tuvo más remedio que esperarse a que la mencionasen para que fuera al aula de primero.
Jugueteó con los dedos de las manos con impaciencia y le vino mil pensamientos en su cabeza, tratando de averiguar cuando y donde había oido ese nombre de Iwaizumi Hajime. Su memoria de Dory le impedía ir más allá y solo podía memorizar los sucesos de hace dos meses, además de que siempre fue mala recordando nombres.
— (T/a) (T/n) .— respiró hondo y andó para pasar al lado del maestro, el cual le dió espacio para que pudiera atravesar la puerta.
Lo primero que vió fue a la profesora de primero, que le indicó a la chica quién era el alumno elegido y donde debía sentarse.
La mayor le indicó que fila se encontraba el estudiante y la peli(t/c) volteó la cabeza en busca de ese lugar, poco tardó en hallarlo y andó para, en pocos segundos, quedar frente al menor y sentarse en la silla que estaba guardada para ella.
(T/n) echó un ojo a su alrededor, dándose cuenta que la mayoría de sus compañeros ya estaban entablando una conversación con los de primero y ahí vió a su amiga, hablando animadamente con el castaño que tenía cerca.
— Bueno, terminemos con esto .— murmuró, girándose para ver el rostro del joven —. Buenas, soy... .— su ceño se frunció, estando realmente confusa cuando se dió cuenta que ese tal Iwaizumi, estaba totalmente recto y con una expresión de sorpresa, nerviosismo e incomodidad.
— ¿(T/a)-senpai? .— la nombró totalmente desconcertado.
— ¿Huh? .— se señaló a sí misma —. ¿Me conoces?
De inmediato su mirada se volvió ensombrecida, transmitiendo algo de... ¿Decepción? en su rostro.
— (T/a)-senpai, en la escuela anterior tuvimos algunos partidos de práctica de Volleyball.
La mayor parpadeó varias veces, intentando memorizar sus horas de club de secundaria, finalizando en abrir levemente los ojos hasta caer en cuenta.
— ¡Ya sé...! ¿Eres ese chico que remataba tan bien? .— ahora fue él quien levantó las cejas al escucharla, sintiendo sus mejillas calentarse.
— ¿Realmente piensa que mis remates son buenos? .— cuestionó, frunciendo el ceño.
— Bueno... ¿Eres quién aspiraba a ser la estrella de tu equipo, verdad? .— el contrario asintió con la cabeza dudoso —. Es algo obvio que seas bueno rematando, además de que si recuerdo bien, pudiste romper algunos de mis bloqueos.
— Aún me queda mucho por mejorar.
— Pero no dudo que tu forma de jugar sea espléndida .— curvó los labios, apoyandándose con la mano y el codo en la mesa —. Me siento aliviada saber que a quien tengo que tener en cuenta es alguien que ya conozco. ¿I... Iwa-chan... era, no?
El ojiverde hizo una extraña mueca con la boca por el apodo tan raro que le quedó por parte de su amigo e hizo una mirada de desagrado.
— No... Es mejor que me llame Iwaizumi...
— Ah... Lo siento. Juro que hay alguien que te llamaba así .— miró al suelo un momento callada —. Entonces Iwaizumi, no hace falta que me trates como a "usted", no me gustan las formalidades.
— De acuerdo... .— ella ladeó la cabeza, analizando su postura no muy convencida, decidiendo en darle un suave golpe con el puño en el brazo para llamarle la atención, haciendo que sobresaltase el menor.
— Oye, ¿por qué estás tan tenso? ¿Tanto te desagrada que nos haya tocado estar juntos? .- interrogó con un tono desanimado, cosa que el pelimarrón se alteró al escucharla.
— No, no... Solo...
— Iwa-chan siempre fue así .— ambos se voltearon para averiguar esa voz desconocida para ella y para el otro muy irritada, viendo delante a un castaño acompañado con... ¿Yuko? —. No lo tomes en cuenta, normalmente su cara da miedo.
Hajime lo fulminó con la mirada ante ese comentario, sin embargo no podía hacer nada al respecto ya que estaban con sus superiores, cosa que Oikawa sabía perfectamente y por eso no dudó en decir tal cosa.
— ¿Ese es el que te ha tocado? .— interrogó la peli(t/c) a su amiga mientras lo señalaba con una ceja enarcada.
— Sí... Me ha dicho que es amigo del tuyo.
— Buenos días, Capitana-chan.
(T/n) iba a abrir la boca para reprochar pero un "click" sonó en su cabeza, cayendo en cuenta de quién era ese castaño.
— Ya te recuerdo... Siempre me ibas llamando "Capitana-chan" .— hundió las cejas, memorizando esos momentos que no paraba de escuchar ese apodo.
— Es que te queda lindo .— la fémina entrecerró los ojos y de inmediato Iwaizumi escondió su rostro detrás de la mano, sintiendo vergüenza saber que él era un amigo de la infancia.
La mayor desvió la vista de él hacia su amiga —. Vigila a este niño .— y la contraria solo rió algo nerviosa.
— Oikawa, creo que será mejor que volvamos a tu sitio .— hizo un andén con la cabeza, dándole a entender que la siguiera hasta el pupitre correspondiente.
— Hasta ahora, Capitana-chan ~ .— se despidió con un movimiento de mano antes de alejarse.
(T/n) solo se quedó meditando unos segundos lo que acababa de suceder con el ceño levemente fruncido y se volteó para ver al de los ojos verdes.
— ¿Siempre fue así tu amigo?
— A medida de los años se vuelve peor... .— murmuró mientras se masajeaba el puente de la nariz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top