10
Una vez que Hajime vió como (T/n) abandonó la clase, este pasó su mano en el pecho donde se encuentra su corazón latiendo a mil por hora.
Su nerviosismo era provocado por esa chica de pelo (t/c), era evidente. Ni se había dado cuenta que estaba reteniendo el aire hasta que sintió que le faltaba respiración.
No hace falta decir que se sorprendió a la mínima que la vió. Su nueva maestra no les dijo los nombres de sus tutores personales porque se trataba de una pequeña sorpresa, y en el preciso momento que la peli(t/c) había entrado por la puerta, empezó a sudar con inquietud y se repetía a sí mismo que solo de trataba de una chica parecida a ella, pero.
Al sentarse a la silla de al lado, estaba bien claro.
Se suponía que ya no la volvería a ver después de que acabó la secundaria, entonces, ¿qué hacía ella en Aoba Johsai?
Bueno, una pregunta muy absurda a decir verdad, (T/n) tiene todo el derecho de ir a la escuela que quiera. La mejor pregunta es, ¿y esos dichosos latidos que empezaron a revolucionarse en cuánto la vió? Y si no fuera poco, era su tutora de ahora en adelante.
Y hay otra pregunta que es la más importante, ¿seguirá jugando a Volleyball?
"Por lo menos no me recordó por el pelotazo que me dió en el patio..."
Definitivamente necesitaba pensar con todo lo que había sucedido en tan solo unos minutos. Por suerte era la hora del primer descanso y eso le aliviaba bastante.
— ¡Iwa-chan! ¿Cómo fue con Capitana-chan? .— volteó perezosamente la cabeza para ver a su amigo, el cual mostraba su sonrisa de siempre.
— Dijo que no la llamaras así.
— Mientras que no me esté dirigiendo a ella, no debe pasar nada .— encogió de hombros.
El ojiverde suspiró con pesadez sabiendo perfectamente que ese tipo no le haría caso y se levantó de la silla —. Voy a comprar algo para desayunar .— informó antes de dirigirse hacia la puerta.
— ¡Matte, Iwa-chan! .— con torpeza, trató de seguirlo —. ¡Voy contigo!
— ¿Así que es tu antiguo kohai? .— preguntó con un dedo en el mentón —. ¿Y no lo reconociste?
— No sé si considerarlo como mi kohai... Además, solo jugué algún partido de práctica, no es como si fuera a recordar su rostro .— estiró los brazos para a continuación, ponerlos detrás de la cabeza y acostarse en el césped —. Maa... Ya lo iré conociendo, ¿y el tuyo?
— Es animado .- dijo en un suspiro.
— ¿Y ese tono? Te va perfecto para ti .- explicó en cuanto vió su expresión agotada.
— Es diferente... Oikawa es alguien energético, animado y no se para quieto .— situó su mano en el pecho —. Y yo puedo también estar animada, pero sé quedarme quieta .— recibió na carcajada como respuesta.
— Bueno, creo que tienes razón .— se quedó pensativa unos segundos —. Es muy coqueto por lo que ví.
— ¿Me lo dices o me lo cuentas? .— sus ojos se abrieron levemente al dirigir la mirada en cierto lugar —. Hablando de los Reyes de Roma... Mira quiénes están ahí.
(T/n) levantó la cabeza para ver donde su amiga observaba, dándose cuenta qeu los dos nombrados anteriores estaban por comprar algo en la máquina.
— De aquí a hoy tendremos que hacer actividades con ellos .— informó Yuko, haciendo que la contraria la mirara confusa —. No escuchaste el profesor, ¿verdad?
— ¿Tengo cara de tener ánimos para escuchar el profesor? .— interrogó con una ceja enarcada mientras se señalaba as sí misma —. Además, como eres buena amiga y te enteras de todo, siempre me podrás decir algo si a mi se me escapa, ¿no, Yuko? .— canturreó, haciendo que la otra solo negara con la cabeza en silencio.
— De verdad no tienes remedio, (T/n) .— frunció los labios pero inmediatamente mostró una sonrisa ladina y miró a la peli(t/c) —. ¿Quieres que los llame?
— ¿Qué? .— de repente se levantó, aún sentada en el suelo, y entrecerró los ojos —. No te atreverías.
— Oh bueno... No hace falta .— la contraria ladeó la cabeza desconcertada —. Ya vienen.
— ¿¡Qué!? .— vió como ese amiguito de ojos cafés se acercaba animadamente hacia ellas mientras que el otro lo seguía por detrás con su rostro neutro de siempre —. De seguro hiciste una señal para que vinieran .- dijo en un susurro pero lo suficiente alto para que su amiga escuchara, sin embargo la contraria solo encogió de hombros.
— No fui yo, fue Oikawa .— la de los ojos (t/o) la fulminó con la mirada.
— Ahora en serio, te va perfecto para ti ese chico.
No es que (T/n) le desagrade a esos dos muchachos, simplemente le agrada aprovechar el tiempo del receso para dar una pequeña siesta de unos diez minutos y a ella no le molestaba que Yuko la acompañara porque sabe quedarse en silencio o calmada, pero ese chico de ojos chocolate no era muy quieto que digamos.
— ¡Hola, Ito-chan, Capitana-chan! .— saludó, curvando los labios y moviendo la mano.
— Buenas, Oikawa e Iwaizumi.
— ¿Qué te dije sobre decirme Capitana-chan? .— reprochó al escuchar el apodo de nuevo.
— Es la costumbre .— dijo en un tono inocente, haciendo que su amigo de la infancia tuviese ganas de estrangularlo, pero obviamente no podía.
No delante de ella, eran sus superiores y debía comportarse, no obstante ya no tenía ninguna duda de que el castaño lo hacía a propósito.
— ¿Os queréis sentar? .— propuso Yuko con una sonrisa amable, ganándose otra mirada fulminante de parte de la oji(t/o).
— ¡Ni hace falta preguntar! .— rápidamente se sentó con los pies cruzados para que después palmase el sitio de su lado, indicando que Iwaizumi se sentara, cosa que obedeció a regañadientes —. ¿Y bien? ¿Qué podéis explicarnos de la escuela? ¿Alguna cosa mala o buena? ¿Profesores majos o demonios? ¿Muchos deberes y exámenes? .— empezó a tirarles preguntas.
— Muchas preguntas a la vez .— Yuko dió una pequeña carcajada —. Bien, vamos a responder pregunta por pregunta.
Iwaizumi, el cual se sentía totalmente un extraño sentarse ahí, abrió el pequeño paquete de galletas y comenzó a comer en silencio mientras sus ojos estaban dirigidos al suelo.
A veces se atrevía a levantar un poco los ojos para ver las expresiones de su actual tutora, percatándose que ella se metía a la conversación varias veces, pero en seguida quitaba la mirada por miedo a ser descubierto.
En ese mismo instante tenía envidia de Oikawa por el simple hecho de que le es fácil abrirse a las personas y no le parece complicado hablar con las chicas.
Hajime le gustaría hablar con (T/n) y poder mantener una charla tranquila, pero tenía en claro que él no tenía ese lado del castaño y a él se le haría más difícil abrirse.
¿Había pasado ya un año?
Sí, claro que sí, y maduró mucho en ese entonces, pero volverse a encontrar a esa chica que tanto admiraba anteriormente, solo hizo que minimizara toda la confianza que había conseguido al paso del tiempo.
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