UN PREMIO CON SABOR A TRISTEZA
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Capítulo 1
Es una noche fria a inicios del invierno en la gran ciudad de New York. El reloj daba seis campanadas en una hermosa suit del piso 32. En ella encontramos a un apuesto joven de grandes ojos brillantes y cabello negro. Es Tetsuhiro Morinaga, un recién graduado de la Universidad de Nagoya, que viajó desde Japón para asistir a un evento muy importante en el mundo científico y mas aún para su carrera considerando sus escasos 23 años.
Su senpai, Souichi Tatsumi, había sido galardonado inesperadamente, por sus esfuerzos en la investigación de nuevas soluciones farmacéuticas para enfermedades que hasta ahora no tenían cura. Después de miles de intentos y de años de investigación habían logrado un nuevo componente que prometía ser toda una revelación en el área de salud. Gracias a esto millones de personas que sufrían dolorosos padecimientos, tendrían esperanza de una mejor calidad de vida y eventualmente una cura para sus males.
Todo comenzó porque el senpai de Morinaga debía inscribir su proyecto en una revista científica para poder lograr algún patrocinio o colaboración monetaria, por parte del gobierno, para el laboratorio de investigación en farmacéutica y agricultura, pues sin estos fondos era casi imposible continuar sus experimentos.
Muy a regañadientes Senpai llenó los formularios y ordenó a su kōhai que se encargase del papeleo, pues ni le interesaba el dinero, ni mucho menos figurar en un semanario universitario dedicado a "chismes de profesores".
Morimaga preparó los informes y resultados de uno de los experimentos mas exitosos en cuanto a resultados. una investigación sobre las células vegetales cultivadas en el laboratorio, demostrando que ciertos compuestos llamados "isoflavonasHB" pueden restaurar células humanas enfermas dejando las células sanas intactas.
En poco tiempo y casi sin intentarlo su artículo se volvió importante y fue tomado en cuenta por grandes investigadores en EEUU, quienes querían conocer al "célebre profesor" que había logrado tan notables resultados y ahora querían premiarle en una gran recepción en la ciudad de New York.
Incluso dentro de la universidad eran pocas las personas que sabían que se trataba de un joven de 25 años, en su segundo ciclo de mestría en Agricultura y su brillante ex-Köhai quienes estaban detrás de este maravilloso descubrimiento.
El agasajo se llevaría a cabo en un elegante auditorio ante muchas personas conocidas del ambiente científico.
Para este evento habían viajado Kanako y Tomoe Tatsumi, hermanos menores de Souichi, su padre Souiji no pudría asistir por haber sido convocado muy tarde, pues es difícil contactar a este reconocido insectólogo entre los bosques de Sumatra, donde no hay comunicación. Pero no dudó en llamar a su hijo para felicitarle y decirle lo muy orgulloso que se sentía de su primogénito.
Con ellos se encontraban el amigo más cercano de Morinaga: Hiroto-kun, este venía en representación del hermano mayor de Tetsuhiro, quien por motivos de trabajo no pudo tampoco llegar a tiempo a la recepción.
_Estoy tan emocionado por esta noche!_ Decía Morinaga a su amigo mientras preparaba dos smoking muy elegantes.
_Angel-kun, aún crees que se tome la molestia de venir? Ya sabes como es de poco sociable._ Dijo el pequeño Hiroto mientras se miraba al espejo por debajo de su altísimo amigo.
_Él nos alcanzará en la recepción, es terrible que no tengamos tiempo de buscarlo en el aeropuerto. Me pidió que yo me adelantara en escribir su discurso hasta que él llegue._ Hiroto lo miraba desconfiado.
_Que yo sepa con su característica "dulzura" dijo que no vendría a una cosa tan "absurda como un premio por hacer lo mismo todos los días". Así que no sé para que le compraste un smoking a alguien que no vendrá! Ese senpai tuyo si que es extraño, mira que no querer venir a recibir su propio premio, después de tanto trabajo... Bueno aunque tú te lo mereces mas que él, solo por soportar mansamente su pésimo humor y sus exigencias durante cinco largos años!!!_
Morinaga lo miró con cara de desaprobación. _... pero no importa el hotel es precioso y nosotros la vamos a pasar increíble aunque él no esté!_
_No digas eso. Es cierto que hemos trabajado mucho, pero él mas que nadie se merece que el mundo sepa que es un genio, aunque sea tan jóven! ...Y sí va a venir, yo sé que si vendrá!_
_Pobre amigo mío ángel-kun! fijo que no viene y te quedarás con cara larga todo el viaje._
Hiroto no estaba lejos de la realidad... en vez viajar con destino a Manhattan como habían acordado, Souichi Tatsumi se encontraba muy lejos de allí, rodeado de verde vegetación y hermosas vistas, haciendo un recorrido por el campo buscando la rara "Digitalis purpúrea" en las altas montañas de Tsukuba. Recientemente había adquirido alguna agilidad entre clavos, cuerdas y cumbres tan solo por satisfacer su curiosidad de encontrar rarezas para sus estudios y experimentos. Se había hecho casi experto escalador, cosa que no le gustaba mucho, pero tenía que hacerlo si quería llegar a las especies en las laderas mas altas para tomar muestras frescas y si era posible hacer allí mismo ciertas preparativos para sus experimentos. Sus ojos se llenaban de júbilo cuando divisaba una especie rara o algún nuevo componente para sus cultivos.
_"Já! Mira que voy a querer estar en ese lugar lleno de personas extrañas, mientras podría estar aquí, entre las Atractylodes haciendo todos estos descubrimientos...
-Por supuesto que no tengo ganas de ir, para eso sirve el inútil de Morinaga. A él le gustan esas cursilerías de recepciones en incómodos trajes y hoteles caros"._
Mientras en la ciudad de New York entre cámaras de tv y reflectores, la ceremonia había comenzado. Allí se encontraban los hermanos de Senpai, también Mitsugu Kurosawa: esposo de Tomoe a quien Souichi detestaba por atreverse a "seducir" a su pequeño e influenciable hermano menor. Con ellos se estaba Taichirō Isogay el mejor amigo de Kurokawa y bastante mal querido por Morinaga debido a ciertos malentendidos del pasado.
Morinaga caminaba nervioso y sudaba mientras repasaba un discurso que él creía había escrito para que lo pronunciara esa noche su senpai. Al borde de la desesperación, miraba cada tanto hacia la gran puerta de entrada buscando la conocida figura de su compañero de laboratorio. Pero ni señales de él. A veces creía divisarlo entre la multitud de invitados, pero siempre era una persona equivocada. Las manos le sudaban y el corazón se le hacia un puño en el pecho esperando la llegada de su "roomy", esto último era del conocimiento únicamente de sus familiares y algún amigo intimo, pues Tatsumi era demasiado receloso con respecto a su vida personal.
_"Senpai aparece, vamos... yo sé que vendrás, no puedes ser tan terco. Tu familia esta aquí. Dios!!! ...Yo sé que vendrá. Sí, lo hará!"_
Pero no fue así. Souichi nunca llegó, durante toda la ceremonia sus amigos esperaron y él no apareció. Por fin su nombre fue convocado para subir al podio a recibir el reconocimiento; la comunidad al fin vería quien era el insigne nuevo genio. Se escucharon aplausos por todo el recinto durante un rato, pero nadie subía a recibir el premio. De pronto los aplausos cesaron y la gente se miraba confundida; y el profesor Tatsumi?
La pequeña Kanako entre furia y desencanto decía apenada:
_Nii-san es un tonto! No vino! No es posible que nos haya hecho esto y a ti Mori que tanto has trabajado...
Le decía mientras cambiaba su gafete por el de Souichi, colocando la fotografía de Morinaga en vez de la de su obstinado hermano mayor.
_Por qué no subes tú a recibir el premio? también te lo mereces!_
Morinaga se negaba rotundamente, pero ante la insistencia de los organizadores y de todos sus amigos subió a la tarima, dijo unas palabras, las que había escrito para Tatsumi Senpai y recibió el premio, pero estaba tan enojado que olvidó mencionar que él no era Souichi, de modo que los allí presentes creyeron que el galardonado científico era este muchacho alto y de cabello oscuro.
Para cuando Morinaga se percató del error ya era muy tarde. Kanako traviesa había dicho que Morinaga era su afamado hermano, todas las fotografías eran con él. Así como los elogios y palmadas en la espalda. Morinaga quería morirse, se asfixiaba en su traje de solo pensar en semejante error! Además su corazón estaba roto de esperar a quien ya no vendrá.
Muy apenado se dirigió a Kanako:
_Esto es un grave error!_
_Tranquilizáte Morinaga-san, jeje... Nii-san se lo merece por no estar aquí... además alguien debía recibir el premio y quien mejor que tú! Todos sabemos que te lo mereces igual que Soui-san por todos los años de esfuerzo, a él no le importará, estoy segura!_
Morinaga pensaba que nunca se había sentido tan triste; se había imaginado esa noche especial para los dos, brindando con champaña en sus hermosos trajes, con todos sus amigos alrededor y por si esto fuera poco, era en homenaje al trabajo de tanto tiempo con la persona que siempre había amado en silencio, sin poderle contar a nadie de tantos momentos juntos envueltos entre amor y deseo, pero que su homofóbico compañero nunca aceptaría en sociedad. Era por su amor a él, con todo y sus desórdenes de personalidad, que había pasado todos esos años en el laboratorio encerrado, siempre dispuesto a los caprichos y exigencias de su senpai y sin siquiera pensar en protestar. Aunque luego de su graduación sus caminos parecían separarse.
Pero el egoísta científico no se apareció, ni siquiera llamó, no se sabía dónde estaba en este momento, pues este no se había ni siquiera molestado en contestar los mensajes o las llamadas.
Esa noche Morinaga se sentía tan decepcionado que lo único que le quedaba era salir a emborracharse para olvidar todo aquello. Hiroto sugirió ir a un bar que le habían recomendado visitar si alguna vez iba a NYC.
Era un exclusivo Night Club de ambiente gay llamado "El Barhama La Mama". Sus clientes eran hombres de clase alta que venían a ver a los mas guapos bailarines, tomar algo y gozar de compañía exclusiva de algún caro "score" si tenía el suficiente dinero para pagarlo.
Ahí se encontraban Hiroto y Morinaga, este último no se preocupaba en ocultar su tristeza ni su desgano hasta de embriagarse, sus pensamientos estaban lejos de ahí. Su amigo trataba de animarle y constantemente le señalaba algún chico guapo interesado en ofrecerle un trago y conversar. Pero Morinaga se rehusaba siquiera a voltear a ver de quien venía la invitación.
_Vamos Angel-Kun, nunca vi tanto chico guapo en un solo lugar, anímate! Deja de pensar en ese bueno para nada de...
_Ni lo menciones!_ Lo interrumpió Morinaga _Estoy tan enojado que no quiero escuchar nada de él. De nuevo su egoísmo me hace daño. Ni siquiera una llamada, nunca tuvo intensiones de venir y dejó que me ilusionara.
_No quiero verle. Dijo con resolución. _Cuando regrese a Japón tomaré una desición definitiva. Esto es lo último que esperaba de él._
Las horas pasaron y el descontento no desaparecía, ni con los mimos de Hiroto, ni los coqueteos de los lugareños. Morinaga decidió dejar el lugar e irse a descanzar. Tal era el fastidio que sentía de estar ahí. Se despidió de su amigo y salió en busca de un taxi.
La tristeza y el licor se entremezclaban en su cabeza. Solo quería acostarse y dormir, en la habitación que él pensó que esa noche compartiría con su compañero, pero que en vez de eso, tendría que pasar solo y muy molesto por lo sucedido
Ya en la calle, mientras buscaba transporte, se le acercó un hombre tan alto como obeso, Morinaga lo reconoció de la recepción en el hotel, se trataba de Phillip Johnson, un magnate americano, Owner de Pharma Corp. Int una de las empresas farmacéuticas mas consagradas en el millonario mundo Farmaceutico.
_Hola profesor Tatsumi, no esperaba encontrarle en un lugar como este...
_Sr Johnson! yo...Solo...
Esto no es ... lo que parece...
El joven se sobresaltó al recordar que este hombre creía que era otra persona.
_Yo solo vine a acompañar a un amigo... pero es mejor que me vaya al hotel.
_ no se preocupe ... profesor! Sabe? Me interesa mucho su descubrimiento, quisiera invitarle un trago y hablar con usted... He estado pensando en proponerle un fideicomiso para su departamento de investigación. Ahora que conoco sus logros, quisiera conocerle mejor...
Morinaga advirtió algo raro en las palabras de aquel hombre, pero no podía rechazar la oferta, debido a que ese sujeto fue el principal patrocinador de su viaje a esta ciudad.
_Claro, disculpe señor... Pero le ruego que sea solo una copa, estoy algo cansado.
_ Excelente! permítame llevarle a un lugar mas... apropiado. Gente como nosotros no debemos ser vistos en un lugar como este. Cierto?
Hizo un gesto con la mano casi de inmediato apareció un lujoso auto negro. Al instante un valet dispuso la puerta para que entraran en él los dos hombres.
Un muy contrariado Morinaga se encontraba, al cabo de unos minutos, en un lujoso penthouse propiedad del desagradable empresario.
_Póngase cómodo señor...!
_Así estoy bien, gracias!
Morinaga no podía disimular su incomodidad y desconfianza.
_Sabe? Souichi... puedo llamarle así?_ Morinaga asintió con la cabeza, mientras trataba de no perder de vista a los dos gigantes que resguardaban la puerta.
_Nunca me imaginé que usted fuera tan joven, yo a su edad apenas y estudiaba jaja y vivía de mis acaudalados padres._ Dijo de forma burlona.
_Eso en Japón estaría muy mal visto...
Respondió intentado adoptar la personalidad de su senpai. Sintió que debía cuidar su reputación, después de todo había suplantado su identidad.
_Aún así sé que usted es alguien "único en su especie..." al igual que a mi, a usted le interesa la ciencia y por lo que sé es del tipo enérgico y poco sociable. Me imagino que comparte conmigo la idea de que hay gente que no debería existir...
_No sé bien de que gente me habla...
_Bien yo tengo medios para proporcionarle "voluntarios" y fondos suficientes para sus investigaciones...
_"Vo-lun-tarios"?
_Los marginados... los desechables, homosexuales, enfermos o la gente de países pobres, todos ellos son gente idónea para hacer estudios de laboratorio... capaces de donar órganos por un plato de comida... maravillosos colaboradores!
El trago de licor se atoró en la garganta del muchacho, que no pudo disimular el impacto de escuchar aquellas revelaciones.
_Por qué me dice todo esto?
_ Bien... joven amigo, quisiera proponerle un trato que beneficiaría a los dos. Usted se olvida de su descubrimiento, me cede sus derechos y todos sus escritos y a cambio recibirá una excelente remuneración de mi parte. Así como reconocimiento y un laboratorio para usted en mi empresa.
Que le parece, mi querido Souichi?
_Morinaga se levantó de un salto del sillón en el que estaba, preso de ira al imaginar semejante atrocidad. Incluso su senpai habría retorcido el cuello de ese hombre al escuchar su repugnante proposición.
_Es una idea espantosa, señor y me ofende que crea que puede comprarme y menos que yo acceda a ser parte de su emporio de asesinos.
Me largo ahora mismo!_
Pero los dos gorilas de la puerta le impidieron el paso.
_ Vaya, resultó usted ser tan inteligente, como intachable. Lástima! hubiéramos sido un gran equipo!.
_Déjeme salir ahora mismo!
_Sabe? mi plan B era matarlo de inmediato si se negaba, pero no contaba con que usted fuera además tan atractivo, sería una lástima desperdiciar su visita sin mostrarle "mi hospitalidad"
Morinaga supo que estaba en serios problemas cuando intentó salir de allí, pero los dos hombres le sujetaron de los brazos.
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