SENPAI ES MÍO
Capítulo 5
_Vaya Soui-kun. Te ves terrible. Mira esas ojeras. Acaso tu...kohai no te dejó dormir anoche?? Me pareció escuchar... lamentos?_
_ Si dices una palabra más te degollaré con mis propias manos! Vámonos ya!_
Aun no amanecía cuando Isogay esperaba afuera de la habitación de Senpai, como lo había hecho furtivamente en los últimos días. Rosita tenía coordinado todo para que los ensayos de Souichi fueran clandestinos y así no pudieran ser interrumpidos. El travestido doctor sabía el gran esfuerzo que haría su alumno y necesitaba al menos brindarle algo de tranquila privacidad.
Para esta labor, Rosita requirió de la ayuda de Isogay, a pesar de la negatoria de Souichi, él pensaba que debía al menos someterse a la presión de ser visto por otros hombres, así que el ejecutivo fungía como público y posibles clientes del bailarín. Además al ser Isogay un heterosexual, representaba un buen reto lograr que el chico llegara a parecerle atractivo. Este al principio también estuvo en total desacuerdo, pero luego empezó a divertirse al ver las transformaciones de su homofóbico amigo.
Los primeros rayos de la mañana clarean el cuarto donde Morinaga comienza a despertar de los efectos del sedante que Souichi le inyectaba. Su cuerpo le recuerda con dulzura los acontecimientos recientes.
_Senpai estuvo divino anoche. todavía tengo el olor de su piel en mí..._ El chico se incorporó para ver a su compañero dormir en el futón al lado de su cama, pero se entristece al darse cuenta que ya no esta ahí. En el lugar donde se acostó a descansar ya no hay nadie y se siente un triste vacío en la habitación que anoche tenía un cálido ambiente romántico.
Un Souichi desconocido y sensual había desaparecido tan de repente como había aparecido. Su mente revuelta entre medicamentos y un poco de tristeza le decía que todo era una alucinación, producto de los remedios. Al moverse a acomodar su almohada notó una prenda bajo su espalda, era la camiseta de Souichi! Un rayo cálido le atravesó todo el cuerpo como si fuera a convertirse en brasas ardiendo, pero no por fiebre sino por el júbilo que sintió al comprobar que no era un sueño ni un producto de su imaginación. Todo fue real, extraño, pero tan deliciosamente bello que no podía pensar en otra cosa. Su corazón se aceleraba al recordar como Souichi toda la noche se esmeró por complacerlo, aún después de haberlo bañado y cambiado sus vendajes, volvieron a hacer el amor varias veces.
Tan adorable y hermoso se veía su senpai, que sus besos aun quemaban en su piel.
_Nunca había besado mi piel_ se decía mientras se tocaba el pecho y los labios a la vez que aspiraba a bocanadas el olor dulce y pecaminoso que dejó en él su amante.
_Quiero verlo! Necesito ver su cara a la luz del día, estará arrepentido? Se alegrará de verme?_
Las horas pasaron y con ellas las habituales visitas y mimos de sus amigos, pero nada de su amado senpai. Hasta que al fin llegó la noche tan esperada, con sus destellos en la ventana y el frío de una nueva nevada invernal, pero Souichi no apareció a la hora de la cena a supervisar sus alimentos. Tampoco vino a darle sus dosis estrictas de medicinas, ni a cambiar sus vendajes. En realidad hace días que ya no los necesitaba, pero se había vuelto un ritual para antes de dormir.
Esa noche durmió de nuevo acompañado de sus fantasmas y pesadillas recurrentes, hasta que el nuevo rayo de sol disolvió las penumbras y calentó su espíritu. El joven abrió los ojos buscando en toda la habitación, pero todo estaba tal cual la noche anterior.
Probó sus fuerzas para salir de la cama. En realidad estaba bastante bien. Un dolor aquí, una punzada allá, alguna cicatriz y moretones persistentes, pero podía caminar, aunque algo enmohecido por tantos días de inactividad, Hasta ahora no se movió de la cama como no fuera cuando senpai lo depositaba en el baño o en la ducha, esperándolo afuera, haciéndose el hastiado mientras le encaja todo tipo de ungüentos y medicinas, para luego dejarlo como una momia entre gasas y esparadrapo. Y después llevarlo hasta la cama con su brazo en la espalda. "No sabía que podía ser tan fuerte... para algo mas que golpearme cuando se enoja"
Pensó en eso muchas veces, pero no dijo nada, senpai solo quería saber donde le dolía mas y si estaba muy flojo o muy apretado el vendaje. Si hablaba de mas o decía lo avergonzado que estaba de ser tratado como un inválido podía ser castigado fisicamente desde su situación tan vulnerable. _Cállate!!!no seas ridículo. Esto no es algo que puedas hacer tú mismo_
Otro dia transcurrido y senpai no vino temprano, preguntó a todos por él, a todas hora a todo el que pudo, solo le respondían algo a la apurada o sin sentido "... creo que esta ocupado", o "... no lo he visto hoy". Solo Kanako tuvo un poco de piedad y regresó con un postre después de la cena, y noticias escuetas de su hermano "... me dijo que vendrá mas tarde".
Ya adentrada la noche se apareció Senpai acompañado de Isogai, cosa que molestó mucho al paciente que habría querido un rato de privacidad para al menos intentar robarse un beso.
Ambos hombres se veían bastante cansados y algo malhumorados, incluso Kanako hizo la broma <Isogay-san, estar tanto con nii-san te ha vuelto fastidioso...>
_jaja ...oíste Soui-san? Andar contigo ya me dio mala fama!_
_Quién te pide que andes...? Cómo que andas...? Vete a la mierda...!
Hubieron risas y más bromas, pero Morinaga no reía, solo miraba a su senpai en busca de una mirada complice, un roce... algo que fuera solo suyo, aunque fuera accidental.
Isogai frotó sus ojos en un gesto de cansancio. Se despidió deseando buenas noches a todos y salió del cuarto, para asombro de Morinaga seguido de nada menos que Souichi, quien como de costumbre sin voltear solo dijo hasta mañana y algo a Kanako como " deja que Morinaga descanse"
_Ehhh? Estoy harto de descansar, es lo único que hago..._ Pero su queja no llegó a su amado, el senpai ya había salido sin reparar en su frustración y rabia.
Esa noche todos los demonios del infierno atormentaban a un celoso Morinaga.
Fueron pasando los días, Souichi trataba de ocuparse a primera hora de las curaciones y medicinas de su paciente, pero al terminar de inmediato se escabullía sin decir a donde.
Rosita y Melody dedicaban todo el día a tratar de que el científico pareciera un bailarín de tarima "aceptablemente sexy". Esto último se tornaba bastante difícil, cada tanto Souichi hacia un desplante de mal humor o se negaba a realizar algún movimiento...
_No puedo mover así las caderas como tú, entiéndelo...!!!_ Se quejaba constantemente de forma agresiva.
Mientras sus maestros con paciencia y a veces con algo de burla agasapada se afanaban en que se soltara y cumpliera con su tarea. Los ensayos eran cada vez más extenuantes, el tiempo se agotaba y Souichi abanzaba poco.
Algunas noches muerto de cansancio y con el autoestima hecha pedazos, regresaba al cuarto donde su compañero herido lo esperaba ansioso.
_Dónde has estado senpai?_
_Haciendo cosas! Recuerda que tengo que cumplir una condena de labor comunitaria..._
_Kanako me dijo que eran un par de horas a la semana... qué haces el resto del dia?_
_...eh? Ahora encima de todo tengo que rendirte cuentas de lo que hago? Desde cuando...? Solo he estado ayudando a Rosita con... algunas cosas! Debo pagar la deuda que tenemos aquí._
_Lo siento senpai... pensé que ... _Hizo una pequeña pausa. _Dime! no estarás llevando a cabo aquella locura...? Me lo prometiste... recuerdas?
Un viento helado recorrió la espalda del senpai quien simplemente gruñó, sin contestar nada en concreto a su kohai.
A medida que mejoraba la salud de Morinaga, también mejoraba su suspicacia y la desconfianza de que todos le mentían respecto a su senpai.
Kanako habló con su hermano, pues estaba muy nerviosa por lo que Morinaga fuera a hacer si se enteraba de que todo seguía en marcha.
Tambien Kurokawa habia comentado algo con Hiroto, por lo que Tomoe se atrevió a hacer él mismo alguna sugerencia al cascarrabias de su hermano mayor.
Todo esto generaba un gran estrés en el científico, que cada noche debía mentirle a su compañero y asegurarle que su promesa seguía en pie. Esta mentira no era como la de llegar a tiempo a la ceremonia de premiación, esta era una mentira para que el chico no cometiera una locura y para que pasara tranquilo su convalecencia. Pero llegó un momento en que Morinaga se acercaba a descubrir la verdad y esto era algo que Souichi no podía permitir.
_Necesito que Morinaga regrese a Japón. Si él está aquí no podré concentrarme en lo que debo hacer. Ni hablar de cómo se pondrá cuando llegue el momento._ Le dijo Souichi a su compinche de baile, Isogay, mientras mezclaba el azúcar en su café.
Ambos estaban en un cafetín, a unas cuadras cerca del bar, para olvidarse por unos minutos del ruido y el ambiente nocturno de los "hombres de compañía".
Senpai pidió a Isogay salir del "Barhama" un rato y cambiar de ambiente. Los dos necesitaban poder sentirse como un par de tipos comunes y "normales" otra vez.
_He pensado lo mismo, pero como lo convencerás de que se vaya a casa sin tí?_
_No lo sé..._dijo senpai acercándo su cigarrillo al fuego del encendedor de su amigo, quien continuó hablando:
_Tengo una idea en mente. Pero es algo drástica...!.
_Rebuzna, idiota, a ver!
_Pienso que si lo dejas creer que... este, bueno..._ Isogay hizo una pausa y se frotó la frente_...oh Dios!
_Qué? habla de una vez, a mí ya nada me sorprende...!
El rubio ejecutivo, hizo un gesto y prosiguió con su idea... _Pues que tú y yo... ! ...ahora con toda esta locura nos hemos vuelto más unidos... Así que sería fácil que creyera que estamos...tú y yo..._
_COMO SE TE OCURRIÓ SEMEJANTE ESTUPIDEZ!!! Qué mierda mas retorcida se te ha venido a esa cabeza hueca!!! No vine aquí para que me vengas con más cosas de homo, estoy harto!!_
Antes de que el senpai le propinara un golpe, Isogay se aseguró de terminar de explicar su idea:_Cálmate! No es una propuesta, idiota! Yo mismo siento preocupación por Morinaga... De seguro hará algo estúpido ese día y es posible que nos maten a todos... Incluida Kanako!
Así que piénsalo! Él seguro se decepcionaría de tí, eso es claro, y no dudaría en regresar a casa lo mas pronto posible._
Isogay hizo otra pausa y reflexionó. _Bueno, aunque... no sé si tú puedas soportarlo..._
_ Soportar? Qué?_
_Que te abandone._
_Abandonarme? Si no soy un crío, ni su novio... ni nada por el estilo!_ Souichi entrecerró los ojos como quien quisiera ver desde lejos algo futuro.
_Sería un poco drástico y muy incómodo, pero si tienes razón accederá a regresar a casa... no me parece tan mala idea después de todo! Pero solo se lo haremos creer a Morinaga a nadie más! Los demás deben saber que no es cierto, OK?? De esa manera podré hacérselo entender después, cuando todo esto acabe.
_Eso es más que lógico. Pero tú te encargarás de esto, ok? No quiero que me rompa la cara!
_jajaja! sería bueno verlo hacer eso! Hace tiempo que quiere romperte el hocico! jajaja
_ Ah no! Si estoy en peligro cantaré como si me dieran ese suero! Asegúrate de controlarlo o te delato!
_Ok! si, si! Yo lo controlaré! No sabía que le tenías tanto miedo al idiota de Morinaga! Jajaja
_No es miedo... es respeto! Entonces... cariño, nos vamos?
_Deja de jugar con eso, no empieces! o haré que Morinaga te mate, le diré que me tocaste... jajaja
_Jaja me doy por muerto!
Cada noche era igual...
_Voy a salir, Kanako te ayudará si necesitas algo_
_ A dónde vas, senpai? Digo... no conoces nada en esta ciudad... _
_Saldré con Isogai, solo iremos a comer algo a un bar normal, estoy hastiado de ver tanto homo, me tienen enfermo!_
_Con Isogay? Otra vez? Él dijo que quería salir a conocer chicas americanas!!!_
_Y qué con eso?_
_Senpai, tú no querrás lo mismo, verdad?
_...eh?_
_Tú y yo...? Tú no puedes buscar a alguien más así como así!
_No seas estúpido! No quiero conocer a nadie! Es solo que ya no quiero estar en este ambiente! Necesito despejarme de todo esto._
Antes de que Morinaga pudiera decir más ya Souichi se había ido y aunque lo llamó
varias veces, este no regresó, sino hasta ya muy abanzada la noche y en evidente estado de ebriedad.
Simplemente se dejó caer en su futón y ni alzó a ver al pobre Morinaga que le eperaba despierto, según él para que le ayudara con sus vendajes, aunque ya no tenía heridas abiertas, o para que le suminitrara alguna medicina, las que Kanaco ya le había dado. O simplemente para verle y hablar. Pero el senpai era un bulto en la oscuridad, vestido y totalmente entregado al sueño etílico.
Al dia siguiente, Souichi despertó de muy mal humor y con resaca.
_Buenos días, senpai._ Le saludó el herido en tono jovial, pero no obtuvo más que un cierto gruñido como respuesta. Souichi saltó de la cama y se metió en la ducha, al rato salió ya casi vestido... el tiempo que estuvo en la habitación fue solo el necesario. Terminó de preparar los medicamentos, se los suministró al joven y se fue... sin decir ni una sola palabra.
Y asi pasó ese día y otro, otro más...
La fecha del cumpleaños del magnate se acercaba inevitable e implacablemente.
Morinaga sabía que algo raro pasaba, y cansado de pedir explicaciones que no llegaban, decidió indagar que él mismo. Había estado todo el día pensando en qué decir o hacer sin que Senpai se sintiera acosado. Mientras las horas pasaban realmente lentas y dolorosas, simplemente ahí recostado jamás podría saber nada más que lo que otros querían que supiera. Así que decidió salir de la habitación y tratar de recuperarse volviendo a su vida normal.
Al levantarse de la cama logró comprobar que se sentía mucho mejor de sus heridas, sus costillas rotas ya no le dolían tanto y podía movilizarse mas rápido que antes.
_Wow!, en verdad la medicina funciona... pronto estaré recuperado._ Pensó para sí mismo, mientras se preparaba para salir de la habitación. Ya listo, se miró al espejo y comprobó que no tenía cicatrices de los golpes en su cara, solo estaba un poco más delgado, pero eso podía arreglarse fåcilmente, de hecho tenía algo de hambre, así que antes de buscar a Senpai decidió bajar a la cocina por algo de comer.
Caminó por el interminable pasillo en forma circular del hotel, las alfombras eran rojas y las paredes tenían finas maderas y hermosos tapices. Cada tanto se detenía a ver una de las magníficas obras de arte que colgaban en las paredes. Intercaladas con los cuadros habían grandes puertas de maderas caladas, algunas eran de las bellas habitaciones cerradas, otras de pequeñas salas de espera o saloncitos de té.
Morinaga estaba detenido absorto mirando un hermoso cuadro, tanto que no se percató de que Isogay y Souichi venían acercándose por el pasillo circular. Isogay se detuvo abruptamente y le hizo una seña a Senpai. Este quedó inmóvil por la sorpresa, entonces Isogay lo lanzó contra la pared y fingió un besó. Morinaga escuchó el ruido y pensó que se trataba de alguno de los chicos y su cliente, así que decidió pasar rápido sin mirar a la pareja, pero curiosamente no pudo dejar de mirarlos de reojo. De repente la sangre se le congeló en el cuerpo, reconoció cada rasgo de los dos hombres. Sin pensarlo tomó a Isogay de los hombros y lo apartó de su amante tirándolo al suelo. El senpai lo miró sorprendido.
_Morinaga... por que no estas en la cama...?_
_Senpai, qué estas haciendo? Qué haces con él? Debe haber una buena explicación para esto...Verdad? ...Él te esta obligando a hacer cosas? Te esta chantageando?_Y dirigiéndose hacia donde estaba Isogay hizo a golpearlo, pero Souichi le detuvo el puño en el aire y se interpuso entre ellos.
_No te atrevas a hacer nada estúpido, mejor vuelve a la cama!!!_
Morinaga lo miró incrédulo. _No lo defiendas Senpai, él no tiene derecho... Dime que tú no querías... él te obligó?
Souichi se volteó hacia Isogai y le extendió la mano para que se levantase, este aceptó su ayuda, pero permaneció detrás de su amigo en todo momento.
Morinaga sintió que millones de agujas entraban en su corazón. _ Sen-pai... que es esto?_
Souichi lo tomó del brazo y lo llevó a su habitación... _No seas ridículo, quédate aquí!_
_No puedo! Menos sabiendo que estas con él!_ Gritó Morinaga
_Es hora de que regreses a casa_
_Irme a casa? Yo solo? Tú no vendrás conmigo?_
Souichi movió la cabeza en ademán de negación. Luego como siempre salió sin decir nada más. Dejando a un Morinaga más destrozado por dentro que cuando lo había encontrado el en pozo de aquella bodega.
Morinaga no podía creer lo que había visto, no era posible que su senpai se haya enamorado de aquel tipo... antes se odiaban, como es que ahora eran... amantes?
Siempre están juntos. Se repetía el angustiado kohai. Isogay era perfecto para senpai. No era gay, ni quería serlo. Igual que Souichi, así que nunca lo delataría, serían afines en sus gustos y sentimientos, ambos tenían un carácter fuerte de machos alfa. Recordó que a veces cuando él tomaba las riendas Souichi se volvía un manso gatito... Era eso lo que le gustaba de Isogay?
Las lágrimas corrían por su rostro y no podía dejar se verlos en su mente. Ambos entregados a la pasión. Quien seria el activo? Souichi seme? Será por eso que lo cambió por otro?
Como perros hambrientos los celos le comían el alma y le causaban un dolor mortal en las entrañas.
Pasaron algunas horas tristes y frías con dudas y lamentos, cuando creyó que sus ojos no podían llorar más, escuchó como se abría la puerta del cuarto. Souichi entró de pronto y se dirigió hacia donde el chico estaba recostado. Sin mirarlo dejó caer bruscamente unos tickets de avión sobre su abdómen.
_Toma, te vas mañana mismo para Japón. Que te acompañe el idiota de Hiroto._
_Entonces esto es todo...? Así nos separaremos finalmente?_ Sin fuerzas para rogarle, ni valor para mirarlo, el chico trató de decir algo que hiciera reaccionar al frío corazón de su amado... pero las palabras no salían, solo le brotaban lágrimas que ya ni se molestaba en esconder.
Finalmente una frase se asomó por sus labios _Yo te enseñé a amar... y tú te enamoraste de... otro! _
Souichi se volteó para huir como siempre, pero su kohai lo detuvo del brazo.
_Explícame esto, Senpai! ...Me mandarás a casa para quedarte aquí con... ese? Acaso tienes sexo con él?_
_Imbécil... cómo te atreves a preguntarme algo así... como si yo fuera un asqueroso homosexual?_
El rostro del más joven estaba desfigurado por el llanto y la furia. Ya totalmente fuera de sí, solo podía sentir como los celos se iban apoderando de él. Sin darse cuentas tomó a Souichi por el cuello de la camisa y lo acercó a su rostro como si fuera un muñeco de trapo. El senpai trató de safarse de aquel puño, pero la fuerza del chico era demasiada. Morinaga encajó un golpe a la altura de la cara de su amado dejando la pared rota del impacto. Mucho tuvo que hacer Souichi para no sucumbir al miedo y recobrar el control.
_Qué me vas a hacer, maldito idiota, ahora vas a golpearme? Y luego qué? Me vas a violar?_
Morinaga se percató de lo que hacía y lo soltó sorprendido y apenado, dejándolo caer al suelo.
_Yo-lo siento... es que no puedo soportar la idea... de que tú estes con otro! No tienes derecho! Ni siquiera eres bueno en la cama, sabes?_
Souichi sentía la sangre que le hervía en las venas y sin pensárselo le dejó ir un golpe en la cara.
_Puedo tener sexo con quien yo quiera. Es mi cuerpo y puedo hacer lo que me de la gana con él. Quién te dijo que te pertenezco?_ Y salió de la habitación dejando atrás al hombre devastado por la discusión y el dolor de todo lo que allí se dijeron.
Toda la noche pasó Morinaga entre sollozos y preguntas, llendo de aquí para allá desesperado, sin encontrar ni un segundo de paz o consuelo.
Salió de aquel cuarto lleno de recuerdos que le sofocaban y no le permitian respirar.
Sus pasos lo llevaron sin querer por los camerinos hasta un saloncito de maquillaje, donde escuchó unas voces y algo asi como un sollozo.
__"... cada vez que lo hago me siento asqueroso..."_Reconoció la voz.
_S-senpai ...?_
Souichi se encontraba sentado en una de las sillas frente a los espejos, con la cara oculta entre sus manos en actitud de desesperación, a su lado Isogay parecía consolarlo de pie con su mano en el hombro del angustiado Senpai.
_Cielos! Soui-kun...te comprendo, yo no podría... pero...así son las cosas._
Souichi levantó la mirada y sus ojos estaban hinchados y su rostro pálido y mojado.
El chico en el pasillo sintió un sobresalto. Por qué lloraba su senpai?. Intentó entrar de repente y sorprenderlos, pero una frase terminó de congelarle la sangre en sus venas.
_ Isogay! Dime... al menos lo hago bien? Te gusta en serio?
El amigo se arrodilló a la altura del rostro del científico y estrechó sus temblorosas manos en señal de consuelo.
_Haz mejorado mucho... Nadie podría... resistirse a tus encantos!
_Eso no será suficiente... no me sirve de nada, soy un fracaso_
_No estas solo, yo estaré ahí en todo momento..._
Morinaga no podía creer lo que veía, le daba vueltas la cabeza y el alma lo abandonaba por ratos. No pudo distinguir bien ni las palabras, ni los gestos, pero su senpai aceptaba que aquel tipo le tocara y lo consolara.
_Senpai!! _Creyó haber gritado, pero en realidad fue un susurro. _Asi que estas aqui con él?
Los hombres en el cuarto se pusieron de pie como si hubiesen sido descubiertos de repente en algo impropio.
_Morinaga!!! No hagas nada estúpido...!!!_ Dijo senpai al voltearse y ver a su kohai descompuesto en el marco de la puerta.
El muchacho no se contuvo y se abalanzó al cuello del compañero de senpai que se resguardaba en sus espaldas como queriendo desaparecer.
_Hey! Tranquilo hombre! Yo no... solo estábamos hablando... Tatsumi-san dile!!_
_Tú eres como una serpiente siempre detrás de senpai! Él es mío!_
Souichi otra vez se interpuso entre Morinaga y el golpe que iba para el otro hombre, pero esta vez no pudo esquivar el tremendo puñetazo yendo a parar al otro lado de la habitación. Lo que hizo que se enfureciera y dejara que toda su ira se apoderara de sus sentidos..
_Qué mierda tienes en la cabeza...Cómo te atreves...?_ Le gritó encajándole un puntapié de suerte en el único lugar del torso donde no habían heridas en sanación. Morinaga se retorció de dolor. _Senpai, por qué sigues defendiéndolo?_
_Te quiero en el primer avión a Japón mañana!! No quiero verte aquí más! Entiendes, idiota?_
Para este momento Morinaga no sabía que le dolía más, si adentro su alma o su cuerpo maltrecho.
Isogai intentó ayudarle, pero Morinaga hizo un gesto de rechazo. Se incorporó y salió lo más rápido que pudo. El pasillo se tornó eterno, se encontró con Hiroto y Rosita que le ayudaron a volver a su cama.
_Qué pasa Angel-Kun?_ Le decía Hiroto preocupado, mientras intentaba enjugarle las lágrimas
_No entiendo, el de aquella anoche no tiene nada que ver con este... algo lo cambió_
Hiroto trató en vano de calmarle, así que Rosita le suministró un tranquilizante para que pudiera dormir.
El amigo del herido se dirigió enfurecido hasta donde estaba Souichi con ese aire inexpresivo de siempre.
_Estoy harto de ver como juegas con Tetsuhiro! Por qué no lo dejas en paz?_
_A ti quería verte, enano_
El más pequeño respingó con desconfianza,
_Hiroto, vas a escucharme! Mañana te irás con Morinaga. Lo acompañarás hasta Japón ileso y ahí lo cuidarás hasta que yo llegue. Sin tocarle un solo cabello, ni aprovecharte de él! Ni meterle ideas raras sobre mí! Ha habido un malentendido con respecto al imbécil de Isogay... que resolveré luego.
Si sobrevivo yo mismo le contaré todo. Si no... puedes hacer lo que te de la gana!. Pero NUNCA! entiendes insecto? NUNCA lo dejes quedarse. Lo quiero fuera de esta locura... Mañana habrán tipos muy peligrosos armados y ya es suficiente con tener aquí a mis hermanos, para tener que preocuparme de un Morinaga herido otra vez!...Él es importante para mí, más que mi propia vida... esta claro, idiota??
Hiroto se ahogaba prensado entre las manos de senpai en su cuello y la pared, sin llegar a sentir el suelo bajo sus pies ni aire pasar por su garganta, solo pudo asistir con la cabeza hasta que Souichi lo lanzó por el aire cual trapo hasta el suelo.
_Bruto, podías haberlo pedido con un poco más de amabilidad, no tengo ningún problema en hacerlo__
_No llegues a olvidarlo o te mataré__
_Personalmente no creo que esa locura tenga éxito. Angel-Kun saldrá lastimado de todos modos si te pasa algo__
_Ese no es tu problema...largo! Empieza a empacar sus cosas!!__
El nuevo día llegó con su pálido sol y un frío húmedo y desalentador.
En la puerta del bar el ruido de sollozos y abrazos se mezcla con el ruidoso tránsito de NYC. Los amigos de Morinaga le hacían cumplidos y le animaban en una confusa marejada de abrazos, que este sin ganas intentaba de retribuir. Su esfuerzo por aparentar tranquilidad le tornaba la cara en una rara mueca disfrazada de sonrisa.
__Gracias Kanako-chan, nos vemos en casa. Adiós Melody-Kun! amigos. Gracias por su hospitalidad. Les llamaré cuando lleguemos a Japón. Despídanme de... _ Se le quebró la voz en una frase inconclusa. _...Tomoe y Kurokawa y... los otros... _
Miró a su alrededor y de nuevo se estremeció, tampoco Isogay estaba ahi. Así de inseparables se habían vuelto esos dos. Senpai nunca fue así de apegado con él.
Entró lo mas rápido que pudo al auto que les esperaba. Adentro ya se encontraba Hiroto todo acalorado por haber corrido toda la mañana haciendo maletas y tironeando del herido para tener todo a tiempo y listo para el viaje.
_Anímate Angel-Kun, pronto estaremos en casa!!!
El auto se puso en marcha y hasta el último momento Morinaga guardó la secreta ilusión de que su senpai fuera a darle aunque fuese una mirada de despedida, una frase o hasta un reproche. Pero ni eso obtuvo de él. Su espíritu se iba desmoronando con cada calle que recorrían, con el recuerdo de cada cosa que había visto a su llegada a esa ciudad. Le dolía recordar su estúpida felicidad y los planes que había hecho para los dos. La tienda donde compró el hermoso frac para la noche de la premiación. El cafecito al que quería llevarlo a provar el mejor expesso... la tiendita de flores con el prefume que a Souichi le gustaba...
Abundantes lágrimas regaban su rostro entumecido en el frío vidrio del auto.
_No llores angel-Kun ... la verdad es que ya sabemos que cuando senpai regrese a Japón caerás rendido a sus pies y olvidarás todo esto__ dijo con un tono de resignación.
_No... eso no pasará. Él esta con ... otro ahora! _Sus esfuerzos de disimular su llanto ya no existían. _... yo le doy asco ahora.... Le repugno!_
_Qué dices? Senpai con otro hombre? Te sientes bien? _
El chico puso su mano en la frente del compungido muchacho para sentir su fiebre.
_Los vi Hiroto! A él y a Isogai!
Hiroto abrió los ojos como platos y se apartó para esconder su rostro del otro lado del auto.
_Tú lo sabias ... y me lo ocultaste? Todos lo sabían no es así? No eres mi amigo...!
Morinaga estalló en furia contra su pobre amigo.
_Angel-Kun no sé de que hablas! Senpai simplemente siguió con el plan y ha estado entrenando con Rosita y parece que necesitan a Isogai para algo.
_QUEEE?? ENTRENANDO A SENPAI??
Cuando llegaste todo golpeado Souichi-san juró vengarse.
_NO ENTIENDO NADA!!_
_No te das cuenta? Senpai accedió al plan de Rosita y bailará en la celebración del cumpleaños de Johnson, Angel-Kun por eso Senpai me ordenó mantenerte lejos... y es lo que debo hacer!
Morinaga no daba crédito a lo que escuchaba. La demencia se había apoderado de Souichi arrastrado por un montón de lunáticos!
_Hiroto! Debes contarme todo, por favor, no omitas nada!!!
_Bien! el viaje a Japón es muy largo, así que te contaré TODO lo que sé..._
_No iremos a Japón...!!! y volviéndose al conductor le ordenó: _ Señor, PRONTO!llévenos de regreso, por favor!
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