🌒 26 🌒

— Para el lunes cada uno de ustedes me traerá un ejemplo sobre lo que sería su concepto fotográfico, que tipo de camino fotográfico quieren tomar y una explicación breve sobre ello, comencemos éste nuevo año con trabajos ligeros, luego los moleré con tareas.— Las risas inundaron el salón y la profesora sonrió terminando de apuntar todo sobre la pizarra, algunos puntos importantes de la clase, que le servirían a todos.– Se me olvidaba, necesito que dos alumnos me ayuden después de clase a ordenar un poco esto, necesito sacar algunas cosas y acomodar otras. Quiénes me ayuden se ganarán dos puntos.— De inmediato Jungkook y Yugyeom sin pensar levantaron las manos, mucho antes que los demás y la profesora asintió de acuerdo.– Muy bien, Jungkook, Yugyeom, cuando sea hora de retirarse, les daré indicaciones de qué hacer, avisenles a sus padres, por favor.— Jungkook sintió esa mirada sobre él y tragó saliva, o fue pura casualidad o fue algún plan de Cherii aquello, aunque lo vio ilógico porque no se levantó de su lugar en ningún momento del día, tendría que convivir más con Yugyeom ¿Y si Jungkook renunciaba a esos puntos extra? No, no podía, le eran necesarios. Bufó en bajito, formando un puchero en sus labios.

Por otro lado, Yugyeom que habló con SeokJin y Cherii un par de días antes, se sentía nervioso, no quería estar a solas con Jungkook, ahora él era el que tenía miedo de que su alfa lograra ganarle estando con su omega. Si se mantenía alejado y no le dirigía la palabra, tal vez sólo su alfa se remueva por el aroma de Jungkook, eso esperaba al menos. Sin poder reprimir su acción, miró a Jungkook, teniendo la opción en su cabeza de negarse y que alguien más se quedara en su lugar, pero perdería esos puntos extra y le iban bien en su calificación final.

Estaba jodido. En realidad, los dos estaban jodidos.

Agarró sus audífonos y los colocó en el teléfono, buscando el contacto de su appa, teniendo que pasar por el de aquel omega que lo traía loco desde hace casi meses. Esperó unos segundos antes de que contestara, notando su felicidad como si estuviera presente con Yugyeom, le explicó lo que tenía que hacer y su appa Youngjae sólo le pidió que llegara antes de cenar a casa, además de que tuviera cuidado al volver, después de varios adiós ya que no le quería dejar hablando solo, pudo cortar la llamada. Sobó su frente mientras buscaba sus lentes para ver mejor la pizarra y formular en la mente las maneras de ignorar a Jungkook.

Libros, cajas, útiles escolares, materiales de cámaras, entre otras cosas iban directo a la basura donde Jungkook y Yugyeom tiraban todo sin fijarse, porque según la profesora "todo era inservible.", entonces lo que ella decía era cierto.

— Jungkook, recoge y lleva esto a la oficina de la dirección, Yugyeom, tú ayudalo en lo que yo hago una llamada, ahora vuelvo.— Ambos asintieron sin voltear a mirarse, Yugyeom tomó una caja del piso, colocando junto a Jungkook, dentro de ésta los tubos vacíos de cintas decorativas, muchas a su parecer, en algunas ocasiones rozaban sus manos sin dobles intenciones de nada... O tal vez sólo un poco. Claramente los dos sí se dieron cuenta de ello, pero no decían nada al respecto, preferían conservar ese silencio incómodo y frío, al igual que seguir rozando sus manos pensando que no se daban cuenta.

Una vez terminaron de meter todos los tubos dentro de la caja, Jungkook se concentró en tomar el inicio de la cinta para pegar la caja, siempre tardaba en encontrar el inicio. Se mordió la lengua caminando de reversa en busca de unos libros que también les pidió que llevaran sin darse cuenta que habían cajas detrás. Yugyeom lo miró de reojo y negó con la cabeza, tendría que hablar con él quiera o no.

— No camines de reversa, te caerás.

Jungkook lo ignoró olímpicamente, haciendo bufar al alfa y éste sólo espero a escuchar el golpe. Así lo fue, Jungkook terminó tropezándose con una caja cerrada, soltando un chillido cayó sobre el frío piso, no pudiendo negar que Yugyeom tuvo razón cuando se lo advirtió. Ambos se miraron y Yugyeom se acercó, ofreciéndole la mano para que se levantara.

— Te lo dije.— Murmuró, sintiendo el cálido tacto de su mano con la de Jungkook, ocasionando que su lobo se removiera contento. Le ayudó a levantar y el omega sobó su brazo sonrojado.

— Uhm, g-gracias.— Definitivamente, podría decir en voz alta que amaba la voz del omega.

— De nada. Eh ¿Puedes ir a dejar esto? Tengo que terminar de cerrar las demás cajas.— Cargó aquella que le dio en brazos y se la pasó, mirando a los ojos al menor de altura, Jungkook la agarró, sintiendo vergüenza por poder mirarlo a los ojos después de mucho tiempo. Apartó la mirada y salió del lugar sin decir nada más. Yugyeom cerró los ojos y murmuró para sí mismo.– Tan lindo.

[...]

— Suwoong, sigo pensando que esto es un mal plan.— Susurró el mejor amigo del alfa, siendo arrastrado por éste.– La profesora podría regresar en cualquier momento y-y ¿Si me hace a-algo?

— Ella no volverá, me dijo que les avisara que se tenía que ir de urgencia porque tenía algunos problemas familiares, también que si podían seguir mañana ¿No es genial? El día anda a tu favor Kookie. Además, si te hace algo... Sería lo mejor para ti ¿No? Ese idiota está más que enamorado de ti, cuando te ofreció su mano, podía oler su aroma de felicidad hasta el otro lado de la universidad.— Siguió empujando la espalda de Jungkook, camino de vuelta al salón donde estaba Yugyeom seguramente terminando lo que le dijo.– Entrarás ahí, y luego de unos minutos fingirás que te llama la profesora con lo que te dije, luego iré yo con la excusa de buscar a mi "novio", tú me dirás que sales en unos momentos y yo te abrazo y beso en la frente ¿Está bien? Es hora de que tengas alfa.— Le picó juguetón en las costillas y Jungkook se quejó intentando evitarlo.

— Entiendo, entiendo.— Unos metros antes de llegar a la puerta observó a su mejor amigo sin saber que hacer.– Bien, aquí voy.

— Tranquilo, si utiliza su voz... Intenta controlar a tu omega, sólo eso.— Le sonrió reconfortante. El menor de ambos entró al salón como si nada pasara, aunque por dentro moría de nervios. Resopló, caminando a la zona donde las cajas estaban amontonadas, comenzando a ordenarlas mejor, evitando hablar con Yugyeom, así estuvo unos minutos hasta que Suwoong le llamó para que simulara que hablaba con la profesora.

— ¿Pasa algo profesora?— El alfa intentó escuchar lo que le decía pero no entendía nada, sólo supo que era la profesora porque Jungkook lo dijo.– Oh, claro, está bien. Hasta luego, tenga lindo día.

— ¿Te dijo algo importante?— Habló Yugyeom, acomodando unos lápices.

— Ya nos podemos retirar, tuvo que irse de urgencia y que m-mañana podíamos seguir, que si puedes, v-vuelvas a pedir permiso.

— Oh, okey.— Agarró su mochila y comenzó a guardar las cosas que dejó fuera de ésta y sobre su lugar. Suwoong se acercó a el marco de la puerta, haciéndole señas a Jungkook, él asintió, de acuerdo a que comenzara.

— ¿Kookie?— Una tercera voz se hizo presente en el salón y Yugyeom frunció el ceño, odiaba esa estúpida voz desde la primera vez que la escuchó, además qué ¿Él qué hacía ahí? ¿A esa hora?

— ¿Woongie? P-pensé que ya te habías ido a casa, es tarde.— Le sonrió a su mejor amigo y Suwoong se adentró un poco al salón, haciendo que Jungkook quedara frente suyo. Se atrevió a tomarlo por la cintura expectante a la reacción de Yugyeom. Mientras tanto éste miraba por un reflejo todo, su lobo ahora estaba hirviendo en celos, intentaba dominarlo de nuevo, y clavó las uñas en el libro que tenía en manos, respirando hondo, luchando contra él mismo.

— Estaba en la biblioteca, no tengo internet en casa hasta mañana y mi única opción fue quedarme ahí. ¿Ya casi terminas bebé?

"Acaso le dijo... Bebé?" Pensó, apretando los dientes furioso, Jungkook no era su bebé.

— Oh, ya terminamos, sólo recojo mis cosas y me voy Woongie.— Se esforzó para no reír Suwoong y Jungkook le pegó discretamente un manotazo.– ¿Qué hacías por aquí?

— Es que vi las puertas aún abiertas entonces pensé que seguías aquí, lo confirmé cuando te vi entrar al salón. Te llevaré a tu casa, apresurate.— Revolvió sus cabellos pelirrojos notando el aroma de Yugyeom más pesado, como un limón echado a perder, seguramente ya luchaba contra su alfa. Y no mentía, Yugyeom sentía la furia cada vez más sobre él.

— Bien, ya salgo ¿Te veo en el auto?— Suwoong le hizo una señal que ya lo besaría y Jungkook asintió.

— Claro, te veo allá, mi Kookie.— Se acercó más a él y plantó un beso en su frente, sonriéndole para que se tranquilizara antes de desaparecer por la puerta.

"Mi Kookie..."

Sin poder controlarse más, soltó un gruñido que resonó desde su pecho, espantando a Jungkook que comenzaba a temblar. La vista se le nubló por completo y sus ojos se llenaron de un negro tan oscuro como la noche, sus colmillos crecieron un poco más y no podía detenerse más, cada vez le ganaba más y más.

Su lobo le había dominado.

¿Cómo te llamó?— La voz de Yugyeom le provocó un escalofrío y empezó a caminar directo a la salida, con el miedo recorriendo su ser, queriendo quedar arrodillado por las piernas que comenzaban a temblarle.– ¿Mi, Kookie?

— É-él, y-yo...— No pudo pronunciar nada al mirarlo a los ojos, si intentaba apartar la mirada, su omega se ponía peor de lo que estaba, no tenía escapatoria, su cuerpo chocó contra la pared mientras Yugyeom se acercaba aún más.

Tú no eres su Kookie.— El omega chilló espantado y fue tomado de la cintura por Yugyeom una vez estuvo frente él, acercándose a oler su cuello.– Tú eres mío y sólo mío.— Apretó el agarre sobre él y Jungkook jadeó de dolor, temblando como gelatina al tenerlo tan cerca.

— Y-yugyeom...— Un beso en el cuello lo paralizó y la respiración de Yugyeom era más profunda, gruñía cada dos por tres y cuando lo volvió a mirar a los ojos, todas las palabras se volvieron escasas, esa oscuridad lo hipnotizó.

¿De quién mierda eres?— Sino fuera por Yugyeom, juró que quedaría de rodillas ahí mismo, cada vez le era más difícil respirar por los nervios y el miedo. Nunca había estado de esa manera con un alfa controlado por su lobo, ni siquiera había visto así a su appa y decir que su lobo no lloriqueaba del miedo, era una vil mentira, además que seguramente tenía la cola entre las patas.

T-tuyo.— Fue el turno de hablar del lobo de Jungkook, dejando que tomara un poco el mando sobre él, pudiendo cambiar en cualquier segundo.

¿Tuyo qué?

Mi a-alfa.— El lobo rió feliz sobre sus labios, acercándose aún más, dejándolos sólo a milímetros de distancia.

Que bien que lo sepas.— El omega gimoteó, sosteniéndose de sus hombros y conservando los ojos húmedos. Sin poder resistirse más, el alfa lo tomó con más fuerza de la cintura y unió sus labios con los de Jungkook, éste ronroneó como si de un gato se tratara al sentir la suavidad de los labios de su alfa. Yugyeom no se tomó el tiempo de ser delicado y tierno, quería, deseaba, transmitir todo el deseo que sentía por él, todos los sentimientos que se tragó por un mes.

Lo quería todo de él.

Mordió el labio inferior de Jungkook y éste jadeó, abriendo los labios, dejando que la lengua de Yugyeom ingresara entre ellos y jugara con la suya, ambos perdiendo la poca cordura que les quedaba encima, se abrazó a él perdiéndose entre los chasquidos y los movimientos húmedos del par de labios de Yugyeom. El otro se abrazó más a su cintura, gustoso por fin tener a su omega de aquella manera, de él y sólo de él, aunque si seguía así, llegaría a otros extremos en donde no sería ni la ocasión ni el lugar, pero el tenerlo completamente suyo, le hacía olvidar eso. Terminó el beso sobre sus labios y guió los propios hasta el cuello, lamiendo la zona en donde debería estar su marca con sus encías picando, deseoso por morderlo, además que las feromonas de Jungkook lo volvían loco cada segundo que pasaba.

Jungkook abrió los ojos con la respiración entre cortada. Los besos y lamidas sobre el cuello le provocaban escalofríos que llegaban a su pelvis, se estremeció mientras soltaba pequeños gemidos, disfrutando de aquello aún más raro y nuevo le fuera, pero al darse cuenta que eso era en la parte donde debía ir la marca de su alfa, se espantó tanto que intentó separarlo, y el alfa no se dejaba apartar. Chilló al sentir una pequeña mordida, entrando en crisis al saber que en cualquier momento clavaría los colmillos allí, aunque amara sentir como su cálido aliento junto a la saliva que dejaba se posara en su cuello, y su aroma a limón sólo dificultaba las cosas.

— Yu-yugyeom, detente.— Lo intentó apartar, sin poder hacer nada ya que era mucho más fuerte que él, pero éste después, volvió a subir a los labios del omega, besando lentamente, abriendo los ojos, mientras parpadeaba varias veces, y Jungkook notó que Yugyeom le volvió a ganar a su alfa pues el negro en sus ojos volvió a la normalidad.– ¿Yugyeom?

Él lo miró con terror, separándose de golpe, observando todo su cuerpo y el rostro. Tenía los labios rojos e hinchados, al igual que húmedos, en el cuello habían pequeñas mordidas junto a puntos rojos, de lo que parecían chupetones, en los ojos tenía lágrimas que amenazaban con salir y tuvo miedo de sí mismo. Había acaso, echo algo que Jungkook ¿No quería?

— Dios... De v-verdad, perdón, Jungkook, p-perdón.— Agarró su mochila del suelo y salió del salón sin mirar atrás, no podía, él hizo...

— No, no, Yugyeom detente.— Le tomó de la mano, pero rápidamente se soltó, mirándolo nuevamente con terror de él mismo.

— Jungkook, no l-lo entiendes, en serio, lo la-lamento.— Comenzó a correr lejos del omega que sólo se quedó parado observándolo irse hasta que reaccionó.

— ¡Yugyeom, espera!— Ignoró el grito de Jungkook y siguió corriendo a su auto, seguido por Jungkook, metió la llave lo más rápido que pudo para prender el auto y arrancó, apretando el acelerador, dejando marcas en el piso por lo rapidez con la que lo hizo.

El omega mientras recuperaba la respiración, fue cubierto por el polvo del piso y chilló pegando el pie contra el pavimento, se jaló el cabello pelirrojo, pudo haberlo alcanzado si no se hubiera quedado mirando como se iba. Suwoong observó todo lo que había ocurrido y salió de su auto corriendo directo a Jungkook, abrazándolo sabiendo ya que éste comenzaría a llorar.— Yu-yugyeom...

— Déjalo, primero tranquilizate. Calma a tu omega, seguramente se fue porque pensó que te hizo algo malo.— Intentó en vano calmar a su amigo y Jungkook sollozó.

— Debí h-haberlo alcanzado...

— Ya hablarás con él, vamos Kookie, te llevaré a casa.— Asintió y el más pequeño se acurrucó en Suwoong, dejándose consolar por él.

•'•

Ese será el único "lemon" que habrá aquí, jeje.

No hubo marca ¿Qué piensan respecto al capítulo?

Nos leemos la próxima semana n.n.

¡Nos leemos luego!

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