Capitulo seis » Adultos


—Mesa cinco, mesa ocho, once y tres— el chef señalo donde debía ir cada uno de los platillos que YoonGi debía entregar. Su caminar era lento y temía tirar algo, viendo el menú, le costaría un ojo de la cara pagar por cualquier comida que cayera al tapete.

Más un despido.

Con unas piernas temblorosas, JiMin cubrió su boca tratando de no reír, le parecia que lucía como bambi cuando nació.

Dejó un platillo, se giró y dejó la sopa que le quemaba el pulgar. Caminó a paso rápido y ágil dejando la ensalada gourmet frente a la elegante mujer que gozaba de su abrigo de crueldad animal.

Reverenció entre cada cambio de mesa. Era muy educado y amable, parecía ese mayordomo que cuida al hijo de la familia rica. Su rostro era lindo, su cabello negro estilizado de manera limpia descubriendo su redonda frente. Cuando nadie lo veía, tomaba un pañuelo de su pantalón, limpiando gotas de su cuello, aunque llevaba trabajando en ese lugar por mas de 3 años, aun no se costumbraba al calor de la cocina y el apretado moño de su traje.

Enderezó su espalda cuando YoonGi llegó a su lado parando sus pies en sus propios tobillos, estaba cansado.

JiMin alzó su mano como una mesa, después puso la otra en un puño encima sacando su pulgar hacia arriba, como un control de videojuegos con palanca.

YoonGi recurrió a sus clases de señas, carburando, carburando. Nada.

Negó relajando sus hombros y JiMin carraspeo a HoSeok quien pasaba con una bandeja de bebidas alcohólicas.

Le hizo la misma seña y este dijo —Yo no necesito ayuda, pero gracias JiMin— con una amable sonrisa al final.

De nuevo miró a su amigo y este abrió la boca con entendimiento —Ah, "ayuda". Ya sabia... No JiMin. No creo que puedas ayudar.

[¿Seguro?]

—Si, a mi jefe no le gustará que un mesero se pasee por los comensales vistiendo un suéter rosa de peluche.

JiMin abrió sus ojos, miro su propia ropa ¿que tenia de malo? A él le gustaba mucho su suéter.

Pero de verdad quería ser útil. Tomó el final de su suéter y lo alzo pasando por sus brazos y cabeza.

Mendigo balde de agua que le cayo a YoonGi. Piel tersa y lechosa. Suave y de aspecto terciopelada.

Estiró sus manos tomando el brazo que aun no salia de la esponjosa manga —era broma, no te dejaran ayudarme porque no trabajas aquí. ¡No te quites la ropa!

JiMin hizo una extraña mueca antes de reír, se avergonzó un poco y de nuevo volvió a poner su suéter favorito. 

Miró su reloj antes de decir —Una hora más y nos vamos, ¿quieres esperar? ¿no tienes hambre?

JiMin no sentía ansias por salir de ese lugar, era de verdad muy cómodo. Y disfrutaba de ver a YoonGi en una faceta elegante y propia. Negó con dos curvas en sus ojos.

—Si quieres puedes salir un rato. Para que no te aburras, de verdad siento mucho que no estés haciendo nada. Estoy muy ocupado.

Con empatía negó, un ademan con su mano dejo a YoonGi entender que siguiera con su trabajo, que estaba bien.

Miro la pequeña mesa donde estaba, no muy lejos de la cocina, estaba situado en los casilleros donde los empleados guardaban sus pertenencias. La mochila de YoonGi comenzó a sonar, miro la silla delante de él por encima de la mesa y alcanzo la mochila.

Su celular recibía la llamada de un contacto llamado "Diaen".

No sabia que hacer, se veía muy lejos ademas de ocupado hablando con un cliente que parecía molesto. Ni HoSeok estaba para ayudarle. Vio como su responsabilidad el que YoonGi no perdiera una llamada importante, aunque no pudiera decir nada.

Pico el botón rojo y entró a los mensajes de aquel contacto.

YG: "YoonGi esta ocupado ahora, no puede contestar"

Un mensaje llego segundos después.

DN: "¿Quien es? ¿porque me colgó? ¿donde esta mi Yoons?"

¿Mi Yoons? JiMin no entendía.

YG: "Soy un amigo de YoonGi. Él esta trabajando. Le llamará después"

Guardó el celular, un mensaje llegó , luego otro y al final su pantalla decía "14 mensajes sin leer".

No quería meterse en las cosas de YoonGi, así que no leyó más y trato de ver un momento en que se acercara para llamar su atención. 

Esa misma indiferencia impidió que JiMin leyera el ultimo mensaje.

DN: "¿Eres su puta? Voy para allá"

···

Sus ojos se cerraban, no quería dormirse así que se acomodó mejor en su silla, otro minuto más y sus parpados bajaron muy lento y esta vez su cara descendió hasta su antebrazo sobre la mesita.

HoSeok pasó saliendo de los baños de empleados y se derritió de ternura de ver a JiMin jeton sobre la mesa. Se acercó y le tocó el hombro.

—Jiminie, despierta. Ya estamos cerrando.

El pequeño levantó la cabeza y al instante absorbió la baba que amenazaba salir de su boca. HoSeok aunque le causo risa, ignoró esto para no incomodarlo y comenzó a guardar su mandil en su casillero —YoonGi ya casi viene. Yo tengo que irme, fue un gusto conocerte, nos veremos luego— le sonrió con todos sus dientes y JiMin le imito [Igualmente, cuídate] le señaló con sus manitas marcadas por la tela de su pantalón de mezclilla.

Se levantó directo al baño, después de hacer todo su business salió buscando a su amigo. Creyó que los gritos llegaban de otro lugar de la plaza, pero se equivocó, YoonGi se escudaba tras una mesa gritando a una chica al otro lado de la misma mesa que lo dejara en paz.

Ella le lanzó un cuchillo que encontró en la mesa y en ese momento Jimin se alerto acercándose y agitando sus manos en pánico. Ella lo miró con fuego en sus ojos y dijo —¡¿Tú quien eres?! ¡suéltame!— JiMin le arrebató el cuchillo de plata y lo lanzó a la barra que daba a la cocina.

¿En qué momento se había vuelto tan valiente? Jimin temía a la violencia, pero ver a Yoongi bajo esta, le carburaba acciones que no sabía era capaz de hacer. 

[Tranquila, no hagas nada malo]

La chica al parecer sabía señas pues le respondió de igual manera usando su dedo medio.

—¡A mi no me estés mentando la madre! Lárgate de acá— no, tal vez no sabía.

Se distrajo lo suficiente para que el gerente del lugar se le acercara y dijera en un alto tono de voz —¡Señorita le pido que se vaya del local si no quiere que llame a la policía!

Ella hiperventiló violentamente y miró a YoonGi un momento antes de salir marchando hasta su auto.

YoonGi soltó el aire de sus pulmones y se sostuvo de la silla cabizbajo. El rubio se le acercó con curiosidad y le señaló [¿Estás bien?]

Aunque no entendió bien, pero le sonrió aun tomando aire —Vayámonos, te dejaré en tu casa.

—Oh no, Min. Has molestado a los últimos comensales con esta pequeña pelea tuya— le interrumpió su jefe, a punto de decir —Estas despedido...

Los viajes en moto siempre son silenciosos, pero esta vez eran también incómodos. JiMin no sabia bien de donde sostenerse, le ponía en sobremanera nervioso la mirada de YoonGi, era indescifrable. Tal vez estaba molesto, enojado, triste. Lo peor de todo es que esa chica no hubiera llegado si no fuera porque el atendió su teléfono. Se hubiera ahorrado un despido de solo dejarlo sonar.

Justo antes de doblar para entrar a su privada, JiMin le señaló el parque, sin necesidad de mas comunicación YoonGi desvió su camino hasta el lugar.

Se bajaron y YoonGi observó cada esquina quitando su casco —Ah, yo recuerdo este lugar...

JiMin lo miró atento, queriendo escuchar más.

—Mis adultos me traían aquí a usar mi bici. Aquí aprendí y por allá me rompí mi primer dedo— sonrió nostálgico sentándose en la barda de cemento. JiMin llego a su izquierda con el ceño fruncido [¿Adultos...?]

—Así llamo a mis "papás"— dijo haciendo unas comillas.

[¿Porque no los llamas papás?]

—Mira, soy nuevo en esto, debes hablarme lentito Chim...

El pequeño rio dejando de verlo e hizo de nuevo las señas esperando que YoonGi dijera en voz alta cada una.

—Ya, pues...no lo se. Nunca pude hacerlo. Ellos, me rescataron cuando era pequeño.

JiMin lo miró sorprendido.

Él rio —Yo soy adoptado.

[Nunca lo imaginé]

—Si...yo tenia 9, algo grande para adoptarme— hizo una mueca extraña —Ellos adoptaron muchos niños, tengo 13 hermanos.

Los ojos de JiMin imitaban la luna que los iluminaba, redondas orbitas. YoonGi se burló de él y prosiguió.

—Soy el de en medio, cuando crecimos todos nos separamos, la mitad vive en Daegu, la otra mitad aquí y mis adultos aun cuidan de JuLee y Lou, ellos tienen 17, son gemelos.

JiMin abrió su boca y de nuevo señaló de manera lenta [Que gran corazón tienen tus adultos]

—Lo se, ya son mayores la verdad, tienen 70 y... No los visito lo suficiente— confesó bajando su cabeza.

JiMin noto su repentina tristeza y le tomó del hombro.

—Se van a decepcionar cuando les cuente que me despidieron...— miró a JiMin con una cara de lastima —No se porque te cuento mis problemas, tú no quieres escucharlos...

JiMin negó con su cabeza [Me importas, eres mi primer amigo]

Unio sus cejas un momento y se enderezo en su lugar —¿Tu primer abrigo?

Se dio una merecida faceplam.

[A-M-I-G-O] señaló agresivamente.

YoonGi carcajeo —Ya, amigo amigo. ¿enserio?

Su cabeza hizo un movimiento en asentimiento. Le daba un poco de pena confesar que no había tenido amigos desde el preescolar.

—¿Porque estudiabas en casa, cierto?

JiMin repitió el movimiento.

—Bien, me alegra ser tu primer amigo, me agradas mucho. Aunque eres muy callado.

Un buen manotazo le pego en su brazo.

—¡Es broma, es broma!

JiMin de pronto se entristeció [Lamento que te despidieran]

—No, no tienes porque. No fue tu culpa— alzo sus hombros mirando la calle sin prestar atención en realidad.

[Alguien te llamó y yo envié un mensaje, creo que no debí]

YoonGi sacó su celular y miro los 34 mensajes que tenia de parte de su psicópata ex novia —Esto...vaya— sus ojos bajaban y subían entre cada recuadro — Igual no te estreses, ella es así. Por eso terminamos.

JiMin de alguna manera sintió que mucho peso salia de sus hombros.

—Ya conseguiré trabajo en otro lado— miro la puerta de la elegante privada de JiMin y suspiró —Deberías ir a casa, es muy tarde.

No quería alejarse de él, no hasta que su padre se volviera a ir. Deseaba mucho poder vivir por su cuenta, lejos de todos esos traumas. Pero no había escapatoria, debía llegar a casa.

Sin usar su moto, acompañó a su amigo hasta su casa a pie. Un sentimiento protector de YoonGi no le permitía dejarlo solo, quería mínimo ver aquella persona que tenia tan mal a JiMin.

Uso su llave para abrir y se tomó un momento para mirar a YoonGi [Gracias por llevarme a tu trabajo, me divertí]

—¿De verdad? Yo sentí que te estabas muriendo de aburrimiento.

Cerro sus ojos negando mientras reia. Feliz hasta que la puerta que sostenía se abrió desde adentro.

Su papá dijo asombrado —Hijo.

Fácil por su mirada asustada saber que era aquel rubio hombre quien aterraba a su amigo. Él con el pecho en alto dijo —Buenas noches señor.

El hombre un poco robusto lo miró de pies a cabeza —¿Quien eres, muchacho?

JiMin se metió [un compañero] quería que se fuera, no sabía que clase de reacción pudiera tener su padre, un poco tembloroso tomo la mano de YoonGi y la guió hacia afuera.

Ante de irse miro sus manos juntas y su rol de valiente se esfumó, solo miraba esa manita gordita temblar sobre la suya. El hombre dijo —JiMin, entra ahora, por favor.

Separó su contacto y sin siquiera verlo, cerro la puerta de manera rápida.

De nuevo la fea sensación de peligro le llegó, pero no había nada que pudiera hacer. Tal vez en otra ocasión.

JiMin se quitó el suéter y tomó su mochila, todo bajo la mirada de su papá. Gong se le acercó y trato de tomar su mano, JiMin rápido solo lo esquivó corriendo a la escalera.

—¡JiMin!— lo hizo detenerse —Hace tanto que no te veo ¿podemos cenar juntos por lo menos? Hice tu favorito.

De verdad no quería. Negó e hizo con sus manitas un [no tengo hambre] ya sabría como escabullirse a la cocina en la madrugada para comer. Claro que tenia hambre.  

Gong suspiro después de verlo desaparecer en su cuarto. Sabia cuanto miedo le tenia, y después de 12 años, aun le parecía muy difícil arreglar las cosas con su propio hijo. En especial porque no era para nada su culpa.

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