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JAKE
❝안녕하세요❞
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Había organizado todo con antelación, las nubes que colgaban en el techo las había creado yo mismo, el salón brillaba con las estrellas en el proyector y yo sonreía orgulloso por mi creación.

Acomode la pequeña mesa, las sillas y la comida que había preparado para esto.

Me di un par de ánimos y salí para animarla a que entrará, antes de que tuviera la oportunidad de atreverme algo llamo su atención. Se dio la vuelta metiéndose por los pasillos siendo guiada por el ruido de voces y risas escandalosas que yo conocía a la perfección, se metió al salón de donde provenían todos los sonidos escandalosos, aquellas imágenes que me dejaron sintiendo un cosquilleo en mi piel, un hormigueo que recorría mi mejillas tornandolas de un carmesí.

En la pared se proyectaban videos de mi ensayando frente a un espejo mis señas, sonriendo confiado y practicando mi conquista. Quería morirme de vergüenza por la forma en que mis amigos se reían y veían atentos cada toma.

Por otro lado ella sonreía, sus ojos brillaban como dos estrellas, otra escena me mostraba durmiendo encima de los libros de señas y los puntos que había reunido durante algunos semanas. Más tomas donde ella me enseñaba a practicar mis señas y yo la observaba perdido olvidando cual era la seña que me estaba aprendiendo.

Cuando el video acabo de reproducirse todas las miradas estaban sobre mi, estaba paralizado sin saber que decir y las palabras no me salían.

—Y-yo...—mi voz salió vacilante y me aclare la garganta.

Me acerque a ella agarrando sus manos, las mías temblaban por los nervios, me aferre con más fuerza a las suyas mirando esos brillantes ojos que desde el principio me habían cautivado por completo.

Respire hondo antes de separarme de ella.

'Al principio no sabía lo que sentía, mi corazón palpitaba con más fuerza y las emociones solían remolinarse en mi estómago, millones de mariposas merodeaban en él cuando tus ojos se conectaban con los míos.

Con el primer abrazo que me diste hiciste sentir en paz a mi corazón y te convertiste en alguien vital para mi, enseñándome que a veces un simple abrazo puede hacer más cosas que las palabras.

Una acción puede más que las palabras, por eso me gustas y me esforzado porque esto no salga mal, mostrarte una confesion, digna de lo que significas para mi.

Me gustas Elizabeth...

Me gustas mucho más de lo que las palabras pueden expresar por eso lo estoy demostrando con señas.

Para demostrar que estoy comprometido a ser en quien puedas confiar hasta que me lo permitas.'

Me miró con esos ojos brillantes que no me cansaría de ver, jamás, algunas pequeñas lágrimas bajaban por sus mejillas.

Me abrazo y los vitores no se hicieron esperar, los aplausos mientras el acogedor calor se su cuerpo me envolvía como la manta más suave.

Era agradable, podía sentir toda la esencia que era ella en la forma en que se aferraba a mi y yo también lo hice con ella.

Sabiendo que con ella tenía más capaz de lo que alguna vez pediría.

Tomé su mano y la guíe hasta el salón que había organizado, hice para atrás la silla para que se pudiera sentar. Nos acomode poniendo la comida y la música que había escogido bajo mi propias elección, porque me relajaba y aún seguía muy nervioso por mi confesión.

Las sonrisas, las dulces señas, la forma en que sus ojos brillaban por las luces del proyector con estrellas. Quería grabar para siempre en mi mente este momento y atesorarlo en lo más profundo de mi pecho.

Era feliz a su lado de la forma más simple y con las señales que da solo el corazón.