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JAKE
❝안녕하세요❞
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Ahí estaba, sentada totalmente ajena a mi mirada, totalmente concentrada en algo en su cuaderno.

La campana sonó y Jay me dio una palmadita en el hombro sacándome de mi ensoñacion, comencé a reunir mis cosas dentro de mi mochila con prisa. Los seguí escuchando su habituales bromas y risas escandalosas, me detuve cuando la vi comenzar a interactuar con un chico a base de señas, admirando su increíble habilidad y la forma en que se deselvovia con facilidad.

Sunghoon me arrastró del brazo haciendo que perdiera de vista la conversación en señas que ella tenía.

Lo seguí sabiendo que era porque teníamos un entrenamiento importante de básquetbol y no podía perdermelo por ninguna circunstancia.

Con todos los ánimos del mundo les di palmaditas a mis amigos al tiempo que caminábamos por el concurrido pasillo, los estudiantes se amontonaban deteniendose frente a sus casilleros. Esquivaba un par de cuerpos en mi trascurso hasta la cancha.

Nos dimos algo de valor en la entrada del gimnasio.

El sonido de la pelota rebotando por la cancha se mezclaban con las voces de los chicos pidiendo un par de pases, la forma tan satisfactoria en que encestaban una canasta y celebraban con pequeños vitores haciendo sonreír a otros que estaban sentados en la banca observando el pequeño partido improvisado.

En un pequeño descanso decidí unirme de delantero recibiendo la pelota pero sin lograr encestar una, revolví mi cabello con frustración, esta era la quinta que no rozaba ni siquiera el aro. Mis amigos se acercaban a darme palmaditas de apoyo para darme más coraje, seguí sin dar ni un punto al equipo.

Mi respiración era dificultosa por la falta de agua, no me había parada ni siquiera un minuto a hidratarme.

—Tranquilo, Jake —palmeo mi hombro Sunghoon volviendo a su posición.

El ritmico sonido de los tenis rechinando en la pista llenaba mis oídos, respire profundo, sentía mi respiración retumbando en mis oídos, salte alzando la pelota en el aire para encestar...

Y volví a fallar, lancé la pelota tan fuerte contra la pista que hizo eco, los demás soloe vieron en silencio, salí azotando la puertas de la cancha siendo seguido por mis amigos.

—¡Jake! —grito Jay llegando a mi lado— ¿Todo bien? —sonaba preocupado.

Tome una respiración profunda y los mire a ambos.

—Todo bien, solo necesito algo de aire —y me aleje de ellos reconociendo sus miradas inquietas sobre mi.

Camine hasta el jardín trasero sentándome frente a la fuenta, recargando mis codos en mis piernas y cubriendo mi rostro con mis palmas, nivele mi respiración calmando los nervios que recorrían mi cuerpo.

Algo dulce y acogedor me envolvió, era suave, caliente como una manta aterciopelada que te envuelve en un día frío.

Me permití sentirme mal y cuando aquél calor desapareció alce la mirada para conectarla con la de Elizabeth, bajo la luz del sol sus ojos brillaban, estaba en shock y ella me dio una linda sonrisa dejándome procesando todo, al mismo tiempo se dio la vuelta marchandose hasta perderse de mi periferia.

Saliendo de mi shock la seguí viéndola detenerse frente a aquél chico con el que la había visto hace un rato. Volvieron a comunicarse a través de las señas, mis ojos solo estaban en la forma que ella lo hacía parecer tan simple.

De nuevo la campana sonó, los estudiantes se acomularon en el pasillo creando una barrera entre ella y yo, donde podía vislumbrarla aún relacionandose con ese chico.

Yo también quería conocer esa parte de ella, la forma en que su sonrisa se ensanchaba especialmente con una seña, él lo hacía parecer tan fácil pero mi mente no era capaz de formular una palabra decente cuando estaba frente a ella.

Las palabras se mezclaban y era como si el abecedario completa se me olvidara, mi lengua se enredara haciéndome imposible hablar con coherencia.

La ví despedirse con una sonrisa y darse la vuelta, capte a mis amigos alzando la mano para llamar mi atención.

Suspire dirigiendome hasta ellos.

—¿Ya te sientes mejor? —pregunto Jay apoyando su mano en mi hombro mientras nos dirigiamos a la salida.

—Si, alguien me dio ánimos —recordé con una boba sonrisa.

Se miraron entre ambos con una sonrisa cómplice.

—Uyy, alguien tiene novia —pronunciaron al unísono burlándose y puse los ojos en blanco caminando más rápido para perderme de su vista.

—¡Alguien tiene novia! —coreaban.

—Basta idiotas —intentaba ponerles fin a sus molestas burlas.

—¡Jake, ya tiene novia! —empujaban mi hombro riéndose y haciéndome refunfuñar intentando ignorarlos sin ningún éxito.

—¡Ya!, o los voy a dejar que se vayan a pie —los amenace caminando más rápido escuchando sus quejidos.

—¡Vamos es una pequeña broma! —se excuso Sunghoon con una risa.

—¡Si, no aguantas nada! —grito Jay apoyando a Sunghoon.

—Se van a pie, mejor para mi —dije alzando mis hombros restandole interés alguno.

Ambos me siguieron soltando quejidos y quejándose de que no soportaba ni una broma.

En mi mente se repetía el acogedor y cálido abrazo de aquella chica que despertaba mi curiosidad cada día más, haciendo que me sintiera cada vez más atraído a lo que era.

Convirtiendola en alguien vital para mi sin que me diera cuenta.