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ELIZABETH
❝안녕하세요❞
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Nuestras miradas cruzaban de vez en cuando, y aunque él pensase que no lograba ver que me miraba de reojo, estaba totalmente equivocado. Sin embargo. Nada parecía ser incómodo.

Cuando el timbre sonó. Me limite a guardar mis libros en la mochila con calma mientras otros alumnos salían despavoridos del aula.

Repentinamente la mesa volteándose abruptamente de la nada dejando todos mis lapiceros y algunas libretas regados por todo el piso. Y a un lado de todo ese desastre, un chico con una gran expresión de dolor en su rostro, quien se toma su rodilla con gracia.

Y cuando esté se dio cuenta de que lo miraba, no pude evitar sonrojarme a ese intercambio mutuo de miradas. El simplemente se apresuró a levantarse sacudiendo su pantalón, la vergüenza transpiraba en el.

—Hola soy Jake —dijo algo que no alcancé a leer tan rápido, y segundos despues extendió su mano eufórico al frente mío.

¿Qué significaba esto?

Mire su mano a primera instancia y luego lo mire a él esperando que pudiese repetir lo antes mencionado, tenía unos ojos algo pequeños y muy vibrantes, su pelo caía sobre su frente dándole un aspecto poco rebelde, y una ligera sonrisa de nervios se asomaba de su boca.

Pero él seguía sin decir nada más.

Repentinamente esa sonrisa se desvaneció y dio ciertos pasos hacia atrás chocando con algunos pupitres a sus espaldas.

Tomó su mochila y salió despavorido del salón.
Dejándome ahi, completamente confundida.

"¿Qué acaba de ocurrir?" Me cuestione. E inmediatamente no pude evitar sonreír con gracia.

"Qué chico tan gracioso" pensé mientras recogía mis cosas del suelo.

—¡Ya voy! Es que Beth se quedó atrás—grito Yuna y yo la observé entrando al salón— ¿Qué fue lo que pasó aquí? ¿Qué es todo este desastre?—me dice con suma lentitud para que yo pudiese entenderle sin tantos problemas.

Simplemente me limito a encogerme divertida sin lograr que una sonrisa abandone mi rostro.

—Vamos, las chicas nos esperan afuera. Iremos a comer pollo frito al restaurante de Jiwoo—dice despacio recogiendo mis cosas con bastante rapidez—Vaya, como es que pudiste causar este desastre tu sola.

Yo no puedo evitar reír ante su comentario y recordar lo reciente sucedido con aquel chico.

Luego me toma de la mano y me jala rápidamente fuera del salón.

Bueno, ya habría más oportunidades para conversar con él.