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JAKE
❝안녕하세요❞
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Nada pasó luego de eso. Sólo deje que el tiempo se me viniera encima hasta que las clases se dieron por terminadas ese día.

La observe recogiendo sus cosas y decidí ser valiente e incluso acercarme para interactuar con ella.

Mis manos se ponían sudorosas por cada paso que daba y transpiraba como un loco, esto no estaba bien.

Con nerviosismo agarre un cuaderno cercano y una pluma, caminando con seguridad la cual no sentía en absoluto, me recargue en una mesa actuando amigable, con una sonrisa de oreja a oreja, cuando sentí que algo malo estaba por suceder.

Así paso, me fui de lado con todo y la mesa, tirando torpemente todo lo que pude. De inmediato su atención estuvo en mi, ganándome un sonrojo muy bonito que recorría desde sus mejillas hasta su cuello, me levante sacudiendo mis pantalones.

—Hola soy Jake —extendí mi mano, estaba transpirando más de lo adecuado, ¿por qué estaba sudando como si fuera un día caluroso?

Miro mi mano y luego a mi, tenía unos ojos grandes y muy brillantes, algunas pecas imperceptibles en sus mejillas, era muy bonita.

Seguía con la mano extendida y luego recordé que ella no hablaba, ahora el sonrojado era yo, ella seguía sin inmutarse pero yo por otro lado tenía que irme antes de que arruinara más las cosas, retrocedi chocando con las mesas mientras caminaba de espaldas.

Tome mi mochila con el corazón acelerado y con las mejillas coloreadas de un carmesí por mi reciente vergüenza, ni siquiera me despedí, huí regañándome internamente hasta que estuve fuera del salón y pude respirar con facilidad el aire.

—Eres un idiota, Jake —mi consciencia estuvo de acuerdo conmigo.

No comprendía porque de repente alguien hacia que millones de sensaciones se alojaran en mi estómago solo con una mirada, estaba sufriendo un malestar estomacal seguramente y si no hubiera escapado antes de ahí, habria sido un gran problema.

Mis amigos me esperaban recargados en los casilleros bromeando entre ellos, atraje su atención de inmediato, me rodearon para interrogarme.

—¿Y bien? —indago Jay rodeando con un brazo mis hombros, los alumnos salían por el pasillo amontonandose.

—Le extendí mi mano esperando que me devolviera el gesto —expresé afligido.

Ambos supuestos mejores amigos totalmente lo contrario se echaron a reír.

—Déjame ver si entendí, extendiste tu mano, ¿verdad? —preguntó Sunghoon con una sonrisita.

—Ajá —a este punto ya me esperaba todo.

—Dime que no esperabas que hablara —quiso comprobar Jay, me quedé callado y fue suficiente confirmación para que comenzarán a reírse en mi cara.

Burlándose de mi desgracia, de mi pobre alma, me aleje con brusquedad refunfuñando y me siguieron entre risas.

—¡Vamos, Jake! —grito entre risas Sunghoon —¡A cualquiera le puede pasar! —le siguió Jay corriendo detrás de mi, ambos se seguían riendo.

Idiotas.

Seguí caminando con velocidad para perderlos pero me alcanzaron para rodearme.

—No fue tan mala primer impresión —sabía que quería que no me sintiera tan avergonzado pero no estaba sirviendo.

—No está funcionando nada de lo que dices, Sunghoon —le recalque con obviedad.

—Habrá mas oportunidades —me animo Jay palmeando mi hombro.

—Eso espero —declare aún con el ánimo por los suelos y mis amigos soltaron unas risitas comenzando a animarme con distintas opciones e incluso más alternativas.

Enserio esperaba que hubiera mas oportunidades.