Capítulo VI

Mañana será la exposición de arte donde las obras de Gee participarán. Está un poco nervioso y lo sé no solo porque es mi esposo y lo amo, sino también porque no deja de hablar ni un segundo acerca de la exposición y lo hace con una velocidad impresionante.

Estamos dentro de una tienda de trajes comprando uno para "la noche especial" me he probado al menos unos diez trajes de todos los colores existentes, incluso uno amarillo, no sé porque gee creyó que luciría bien, ahora él está conversando con la vendedora animadamente. Siento lastima por la pobre chica, cuando gee está nervioso y comienza a hablar no hay nada que ni nadie, ni siquiera yo, quien lo pueda callar

Recuerdo que dos días antes de nuestra boda él no podía parar de hablar de lo bien que nos iría, si la comida, si los invitados, si la decoración o el altar, e incluso me contó la historia de la boda de sus padres, CINCO VECES! Además de que le da por reír de la nada. ¡Insisto! Pobre chica, tiene una mueca entre pena y terror, no puedo imaginar cómo le irá a nuestro hijo o hija cuando a gee le den ataques de nervios e insista en vestirlo de flor o abeja para el festival de la primavera de la escuela.

Y hablando de eso ayer, después de la larga noche haciendo hijos que tuvimos, en la mañana llamamos al orfanato donde Gerard había enviado nuestros papeles para iniciar el trámite.

Me entere que él llevaba ya bastante tiempo buscando donde pudiésemos adoptar, casi medio año, el ser una pareja homosexual podía llegar a ser un obstáculo pero grande fue mi sorpresa al saber que había esperanza.

Al entrar en ese lugar y dirigirnos hacia la oficina para nuestra cita, pasamos por un corredor que daba a un gran jardín con mucho niños y niñas corriendo para todos lados. El rostro de gee reflejaba una felicidad tal que en varias ocasiones durante la entrevista me quede embobado viéndolo.

La entrevista había sido bastante extraña, nos preguntaron de todo, desde en que trabajamos y cuanto ganábamos a si acostumbrábamos a mantener relaciones sexuales todos los días o si podríamos llegar a practicar la poligamia. El rostro serio de la señora que nos entrevistaba era bastante intimidante, pero al final relajo su semblante y nos dio esperanzas asegurándonos que tal vez podríamos tener un hijo en aproximadamente menos de dos meses e incluso podría ser en el trascurso de una semana.

Eso alegro más a mi Gerard, en cuanto salimos del lugar se arrojó a mis brazos en unabrazo de koala. A pesar de que soy más bajo que Gerard y aunque no lo parezca tengo más fuerza que él, gracias a eso no fuimos a dar al suelo.

Todo había estado en total calma el día de ayer, salvo que durante todo ese día cada que sonaba el teléfono tanto Gerard como yo corríamos a contestar esperando que fuera la trabajadora social o la directora del orfanato informándonos que nos otorgarían la oportunidad de ser padres. Lamentablemente siempre eran para otras cosas, aun así no perdemos la esperanza.

Sí, todo iba en calma y solo había pasado un día pero hoy a Gee se le ocurrió que sería buena idea el ir formales a la exposición y por eso ahora estábamos escogiendo un traje para mí, aún faltaba el de Gerard y ya eran pasado el mediodía y para complicar un poco las cosas Gerard era un manojo de nervios.

Cuando tuve puesto el traje me acerque a Gerard esperando su aprobación... y de paso salvar a la vendedora
- ¿Qué opinas gee? Acaso no me veo fantástico?
- Ammm... no lo sé frankie, hay algo que no me convence
-Y si mejor escogemos tu traje primero? Así será más fácil, ¿no crees?

Asintió no muy convencido de mis palabras y comenzamos a buscar algo para él. Caminamos por toda la tienda de trajes pero nada nos parecía, al final, ya cansados y con hambre decidimos que lo mejor sería ir no tan formales, sino algo más cómodo, tal vez casual. Entramos a una última tienda donde encontramos la ropa perfecta, Gerard iría con un pantalón de mezclilla negro y una camisa de vestir blanca y encima un chaleco negro y una corbata del mismo color. Yo iría también con un pantalón de mezclilla negro pero con una camisa de vestir negra, corbata y un saco del mismo color.

Después de toda una odisea buscando la ropa adecuada regresamos al hotel, iba charlando animadamente con gee cuando me quede de pie a media calle.

Una sensación extraña se apodero de mí, y no podía apartar la mirada de la calle, la había visto en otro lado.
- Frank vamos! No te quedes parado... qué ves? - Volteó a ver a donde yo miraba, pero él no veía otra cosa más que una simple calle - ¿Frank? Vamos- me tomo de la mano y comenzó a caminar jalándome para que no me quedará parado ahí por más tiempo, pero no lo podía evitar, de nuevo tenía esa sensación de miedo y no tenía idea de porque, ya había visto antes esa misma calle, lo sabía, tal vez era algo así como una premonición, algo extraño, tal vez... ¿una advertencia?.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top