Capítulo 1:

Al principio Stolas se negó rotundamente a dejarme ir, mas hicimos un nuevo trato, que terminó convenciéndolo al menos un poco.

Este consistía en que, apenas Stella se enterase de que yo era la hermana de Blitzo, Stolas me sacaría del castillo y me llevaría a la agencia de mi hermano para que él me cuidara. Además, debido al intercambio del libro, aún tendríamos que vernos a escondidas y también me vería en la obligación de satisfacer los deseos de Stolas.

Aunque de igual manera, no podía escapar de él o de Octavia, ya que le tomé mucho cariño al cuidarla desde que nació, y en caso de Stolas... En realidad aún no teníamos definida nuestra relación, pues él era un príncipe, podía hacer lo que quisiera conmigo...

—¿Aló? —respondí a la llamada que me hicieron

—¿Hola? ¿T/N?

—¡Octavia! —exclamé en tono animado, pues hace un buen tiempo no hablábamos. Era comprensible, considerando que ella ya había entrado a la etapa de la adolescencia— ¡Sí, soy yo!

—Tan animada como siempre... —susurró a través del teléfono

—¿Y qué pasó? —pregunté extrañada

—Pues... Sólo quería saber cómo estabas... Hace tiempo no nos vemos. —agregó algo tímida

Octavia podría parecer una adolescente amargada con la vida y deprimida, pero en realidad se preocupaba por las personas cercanas a ella.

—Oh, es verdad. —solté haciendo una mueca, pues últimamente Blitzo me ha mantenido bastante ocupada con papeleos sobre el alquiler del local, ya que debíamos seis meses de renta

¿Debería renunciar? Es decir, mi propio hermano me explota inconscientemente.

—¿Te gustaría que nos reunamos algún día? —cuestioné sonriente, aunque Octavia no pudiese verme— ¡Podríamos ir al restaurante donde preparan tu comida favorita y luego ver películas de terror!

—¿Ese restaurante aún sigue en funcionamiento?

—Sí, ¿acaso no haz hido con Stolas estos últimos años? —pregunté soltando una risita

—De echo no... —rápidamente me detuve apenas oí la respuesta de Octavia, colocando una expresión seria

Stolas, te descuido unos meses y pasa esto.

—¿Qué? ¿Stolas no te ha sacado a algún sitio? —fruncí mi ceño

—¿No lo sabías? —escuché el suspiro de Octavia por la llamada— Desde que te fuiste, papá se volvió más distante conmigo.

—¡Pero yo me fui hace años! —grité enfadada— Cuando nos volvimos a reunir, lo cual fue hace cinco años, Stolas parecía ser el mismo de siempre.

—Sólo porque estabas tú presente, T/N... —hizo una pausa, dudando en seguir hablando—En realidad, parece ser que eras su soporte en el castillo, ya que ahora está más ocupado en su trabajo como príncipe.

—¡Ese tonto! —gruñí conteniéndome al intentar destrozar el teléfono que tenía en mi mano— Sólo falta que no hayas vuelto a ver a tu padre desde el mismo día en que dejé de comunicarme con él por nuestro trabajo, ¡lo cual fue hace meses!

—... Volviste a acertar.

—¡AAAH! ¡CUANDO LO VEA HARÉ POLLO ASADO!

—Está bien, T/N. Ya me acostumbré. —intentó calmarme— Ahora que he crecido, comprendo más esto.

—En ese caso, hablaré con Stolas en persona, así que por favor dile a tu papi que nos vamos a reunir los tres pasado mañana, ¡y que si tiene una queja me llame!

—Estoy segura de que se pondrá feliz cuando se lo diga, papá estuvo esperando a que dieras el "sí " para poder llamarte.

Pues no le durará mucho esa felicidad luego de las cosas que le voy a decir a ese descuidado.

Supo esperarte apenas le dijiste que estabas muy ocupada y necesitabas tu espacio. —agregó Octavia, haciendo que mi corazón se ablandara un poco

Mierda, Stolas la estaba pasando mal también y me comprendió cuando le pedí espacio. Aunque ambos lo necesitábamos, pues yo estaba ocupada con mi trabajo y en salvarle el trasero a mi hermano, mientras que Stolas tenía que lidiar con su aún esposa y los papeles para su divorcio, pues Stella se negaba a separarse de él, además de su papel como príncipe.

—Entonces sólo ve con tu padre y dale un abrazo de mi parte, ¿si? —suspiré rendida— Debo volver a mi trabajo.

—De acuerdo. Adiós, T/N. —Octavia se despidió al igual que yo, para luego colgar la llamada

—Agh, ahora debo de encargarme de Stolas y mi jodido trabajo, ¡genial! —solté con sarcasmo

—¡Hermanita! —escuché como Blitzo se acercaba a mi oficina, empleando un tono melodioso

—¿Qué quieres?

—Huy, ¡cuánta frialdad  hay en ti! —se hizo el dolido— ¿Así es como tratas a tu único hermano?

—Sino vas a decir nada más entonces vete. Estoy ocupada, Blitzo.

—¡Bueno, bueno! ¡Pues tenemos nuevo trabajo!

—¿En serio?

—¡Sí! Por fin vino otro nuevo cliente.

—Menos mal, de lo contrario hubiéramos tenido que huir de este lugar por no pagar la renta.

—Oh, es verdad. Con este nuevo cliente podremos pagarla, ¡ya que nos va a dar mucho dinero!

—Ajá, y más te vale no gastarlo en tonterías. Así que primero yo lo recibiré y lo administraré.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

—¡Todos saben que gastas el dinero en cosas insignificantes, Blitzo!

—¡Hey, eso no es verdad!

—Sí lo es. —apoyaron Moxxie y Loona, entrando a mi oficina

—¡Pfff, está bien! —se rindió Blitzo

—Oye, T/N. —me llamó Millie— Para tanta cosa, ¿porqué no le pediste al príncipe Stolas que te diera ese dinero?

Inmediatamente todos dirigieron su vista hacia mí.

—Pues... No quiero deberle nada más. —me di la media vuelta— Ya tengo suficiente teniendo un trato con Stolas, debido a que mi querido hermanito quería ese estúpido libro de hechizos, para así poder seguir con su negocio de trabajo.

—¿Tan malo es el príncipe que ni lo soportas?

—No es eso... ——murmuré con aflicción— Sólo me siento utilizada por él, y eso es algo que no me gusta.

—Ya veo... —respondió Millie

—Bueno, voy cobrando al nuevo cliente. —ignoré sus miradas y me dirigí hacia la puerta para huir de ahí

—T/N, ¿acaso tú amas al príncipe? —preguntó Moxxie, a lo que me quedé de congelada en mi sitio

Un silencio sepulcral inundó mi oficina, aparentemente esperando mi respuesta.

—¿De qué hablas, Moxxie? ¿Acaso estás borracho otra vez? —pregunté cambiando de tema

—No haz respondido. —insistió

—Yo...

—¡Obviamente no! ¡A mi hermanita no le puede gustar ese búho ninfómano! —Blitzo me brazó de manera sobreprotectora

—No decidas tú por ella, jefe. —le regañó Millie, cruzándose de brazos

—Es verdad lo que dice Blitzo. —susurré por lo bajo— Después de todo... Lo mío con Stolas es puramente carnal, él sólo me ve como una demonio de clase baja de la cual puede satisfacer sus deseos...

Me solté del abrazo de Blitzo, para tomar el picaporte de la puerta y comenzar a girar la, lista para irme.

—¿Hermana...? —Blitzo me vio confundido

—Vayan alistándose para hacer el trabajo, lo haremos mañana mismo a primera hora. —dicho eso salí de la Oficina

Me fui a mi cuarto compartido con Loona y me encerré con llave, para luego hacerme una bolita en el suelo y comenzar a llorar. Estaba cansada.

Narrador omnisciente

—¡Papá! T/N dijo que nos podríamos reunir con ella pasado mañana, y qué la llamaras para acordar ciertas cosas. —Octavia entró a la Oficina de su padre de golpe, a lo que este se cayó de su silla por ese acto repentino

—¡¿Qué?! —preguntó entre sorprendido y emocionado

—Oh, y también me dijo que te diera esto... —Octavia tímidamente se acercó a su padre y lo abrazó

—¿Ella pidió que me abrazaras?

—Sí... Dijo que era de su parte.

—Awww, mi terroncito. —Stolas devolvió el abrazo a su hija con cariño— Bien, en ese caso le diré a los cocineros que preparen algo rico, ¡suspenderé mi trabajo toda esta semana para poder comer contigo y T/N!

—¿Eso significa que cenarás conmigo esta noche?

—¡Sí! No importa que tu mamá esté presente, ¡yo también estaré con ambas en la mesa, cenando!

Debido a que Stella se había negado al divorcio, aún vivían en el mismo castillo, así que en consecuencia, se veían en la obligación de comer juntos y toparse de vez en cuando, aunque Stolas evadió esto encerrándose en su Oficina y sólo saliendo para ir al baño. Se negaba a toparse con Stella y recibir uno de sus tantos gritos o golpes.

—Bien. —Octavia sonrió levemente y salió de la Oficina de su padre contenta

—Ya era hora... Al fin podré estar con T/N y Octavia, los tres juntos... Como una verdadera familia, igual que antes. —Stolas sonrió ampliamente y se levantó para poder ir organizando todo de una vez

Estaba emocionado por verte, así que debía darse una ducha luego de varias semanas para estar presentable el día de su encuentro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top