•2•

La brisa matutina entraba por la ventana del departamento, agitando las cortinas con suavidad. Jun-hee miraba el horizonte, envuelta en su bata, con una taza de café entre las manos. Sus pensamientos iban y venían, entrelazándose con recuerdos de dolor y miedo. Aún no podía creer que estaba aquí, viva, con la oportunidad de empezar de nuevo. Incluso tenía un departamento y alguien que la amaba.

Dae-ho la observaba desde la cocina. Para él, Jun-hee era un enigma que se desdoblaba poco a poco, y cada vez que descubría una nueva faceta de ella, sentía que la amaba más.

—¿Puedo besarte? —preguntó de repente, sosteniendo su propia taza.

Ella sonrió levemente.

—¿Desde cuándo pides permiso?

Él dejó la taza sobre la mesa y se acercó. Sus labios rozaron los de ella con una ternura inusual. Fue un beso lento, casi tímido, como si ambos intentaran convencerse de que merecían este momento de paz.

Pero la calma se rompió cuando sonó el timbre.

Jun-hee suspiró.

—Eso arruinó el momento.

Dae-ho rodó los ojos con una sonrisa y abrió la puerta. Al otro lado, Gi-hun los miraba con su expresión despreocupada.

—Espero no interrumpir nada.

—Lo hiciste —respondió Dae-ho sin rodeos, pero igual lo dejó pasar.

Gi-hun se acomodó en el sofá, sin rodeos.

—Necesito pedirles un favor.

Jun-hee y Dae-ho intercambiaron miradas.

—Es sobre el hermano de Sae-byeok, la chica que les platique—explicó Gi-hun—. La señora que lo cuidaba falleció, y no quiero que termine en un orfanato. No tengo la estabilidad para hacerme cargo de él, pero ustedes…

Jun-hee sintió que el aire le faltaba. Había perdido a su bebé recientemente. La idea de criar a alguien ahora le aterraba.

—Lo haremos —dijo Dae-ho sin dudar.

Jun-hee lo miró, sorprendida.

—¿Lo haremos?

Él sostuvo su mirada.

—Es un niño que perdió a su hermana. Nosotros sabemos lo que es perder a alguien. No podemos dejarlo solo.

Hubo un momento de silencio antes de que Jun-hee bajara la mirada.

—Está bien.

Gi-hun sonrió con alivio.

—Gracias.— Fue rápido el inicio pero explicarles toda la situación y lo importante que era para el le tomo unas horas.

Cuando Gi-hun se levantó para irse, Dae-ho lo detuvo.

—Necesito preguntarte algo.

Gi-hun arqueó una ceja.

—¿Qué pasa?

—Quiero contarle a Jun-hee sobre mi pasado...sobre la marina.

Gi-hun suspiró, era un tema delicado al grado de poder recibir un tipo de rechazo pero era mejor saberlo.

—Hazlo. Ella merece saberlo.

Cuando Gi-hun se fue, Dae-ho volvió a la sala y encontró a Jun-hee mirando al vacío.

—¿Estás bien?

Ella tardó en responder.

—Criar a alguien me asusta. Se que es un niño grande pero aún así el ser una figura de ejemplo para alguien me aterra... más cuando nisiquiera sabía si a mí propio hijo le daría una buena crianza.

Dae-ho se sentó junto a ella y le tomó la mano.

—No tienes que hacerlo sola.

Jun-hee lo miró, encontrando sinceridad en sus ojos.

—Quiero contarte algo que creo que mereces saber ya que espero estar contigo el resto de mi vida.—dijo él después de un momento.

Ella asintió, esperando.

Dae-ho respiró hondo y comenzó.

—Cuando era niño, mi padre era un hombre violento. No había un solo día en que no golpeara a mi madre o a mis hermanas. Yo era el menor, y me enseñaron que quedarme callado era la única manera de sobrevivir.

Su mandíbula se tensó.

—Un día, mi madre se fue. Nos dejó con él. Nunca volvió.

Jun-hee sintió un escalofrío.

—¿Qué pasó con tus hermanas?

—Las casaron jóvenes o simplemente huyeron con dinero robado de papá. Yo me quedé solo con él. No sé si fue peor.

Dae-ho exhaló.

—Cuando tuve edad suficiente, escapé y me enlisté. Creí que la marina sería diferente, pero solo era otro infierno con reglas distintas. Nos entrenaron para ser máquinas. Nos enseñaron que el dolor era insignificante. Y vi caer a muchas personas por casi nada, varias de ellas yo tuve que hacerme cargo de "eliminarlas"...

Bajó la mirada.

—A los que no obedecían, los hacían desaparecer.

Jun-hee apretó su mano.

—Lo siento.

—Siempre fui una decepción para mis hermanas, no me importaba que tanto me golpeara mi padre yo aún así buscaba su aprobación, la soledad sonaba peor que ese infierno. Tal vez por eso mis hermanas se fueron tan pronto encontraron a alguien que era ligeramente mejor que mi padre...yo nisiquiera las trate de detener cuando veía que se iban, solo las observaba en silencio...soy un fracaso por eso no quería que supieras que nisiquiera puedo proteger a los que amo.

—Eso no es verdad. Todos cometemos errores o hacemos cosas imperdonables simplemente porque no tenemos otra opción o no queremos hacer sufrir a alguien.

Él la miró.

—Quiero saber de ti.— Dijo con voz sería y firme.

Ella respiró hondo.

—Esta bien, pues verás yo no era la hija perfecta. Y cuando quedé embarazada, fue la excusa que necesitaban para alejarse de mí por completo mis padres. Desde pequeña vi como mi madre trataba de deshacerse de mi, mi padre siempre decía que no era su hija, solamente seguían juntos porque recibían un apoyo monetario por tener una hija, a veces no salía de casa por los golpes que me daba mi madre, ella siempre sintió celos porque mi padre prefería utilizar mi cuerpo en lugar de el de ella...— Comenzó a trabarse al hablar y a contener un poco sus lágrimas.

Tragó saliva. El la abrazo entendiendo todo.

—A veces fingía que no tenía padres. Era más fácil así. No tener a nadie para querer era más agradable que buscar afecto en los demás, después apareció Myung-gi con su "amor" y comencé a involucrarme en sus asuntos porque era la única manera en que me viera con amor, no solo algo para pasar el rato. No quería abortar porque al menos quería tener un poco de cariño, de alguien que no conociera mi anterior yo.

Dae-ho sintió un nudo en el pecho.

—Tu bebé…

Ella cerró los ojos, conteniendo las lágrimas.

—Era lo único que realmente era mío.

Dae-ho la abrazó con fuerza, besando su cabello con ternura.

—No estás sola. Yo estoy aquí. Y tus padres nunca se nos acercarán y nunca tendrás que pedir amor, yo te daré el que necesites.

Jun-hee se aferró a él.

Por primera vez en mucho tiempo, sintió que tenía un hogar.

🦕💖🦕
Holis soy manzanita, me enferme y por eso tarde un poco en actualizar pero aquí estamos de nuevo.
Gracias por leer.
Lo amo.
Miren a mi bebé. ¿No es lindo?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top