Una noble alma en decadencia.
Exceso quitas, exceso pones, se arruga, lo planchas, se descompone...Eres bello, eres triste, eres feo, eres triste...La verdad es artificial, como todo lo natural, te mata, lo adoras y de él te enamoras...
Enjambre - Disfraz de carne y hueso.
Momo lloraba, lloraba como si con eso pudiera arreglar el desastre en que se estaba convirtiendo su vida. Lloraba rogando que aquello fuera una terrible pesadilla, una de la que quería despertar cuanto antes y ser libre.
Libre de ser ella misma, de ser honesta con sus sentimientos, de ser en verdad Momo Yaoyorozu, no la perfecta hija que habían criado unos deshonestos y falsos "buenos padres".
Se abrazaba así misma reprochándose todas y cada una de sus acciones para tener a alguien que la había hecho infeliz por tantos años, una parte de ella comprendía que todo lo que pasaba era el pago de sus pecados.
Y como si de una invocación se tratara, por la puerta de su habitación cruzo un muy molesto Todoroki, la tomo por los hombros y le hablo con desprecio total.
—Quiero que me digas la verdad, no quiero tonterías ni juegos, quiero que me expliques como fue que destrozaste mi vida —ordena el bicolor.
La mujer de negros cabellos lo mira con atención, sus bonitos ojos ya no le causan nada, su cercanía le parece fastidiosa, su perfecto perfil ya no la hace suspirar. Entonces todo el rencor, coraje, odio y desamor acumulado, le hace reír amargamente.
—No, no te equivoques Shoto, el único que se jodió la vida aquí fuiste tú y tu maldito egoísmo. No creo que estés enojado por lo que me pasa, no, eso sería pedir demasiado, así que debo suponer que Midoriya te contó su tragedia, ¿no? —cuestiona
—Así es, me ha contado parte de ella, pero para entenderlo completamente necesito saber porque lo hiciste, ¿qué hice yo para merecer esto?
Yaoyorozu está cansada de todo, por lo que suspira rendida.
—La pregunta sería más bien que no hiciste, tú no lo recuerdas pero yo sí que lo hago. Veras, cuando teníamos quince años te confesé mi amor, lo que comúnmente espera alguien después de eso es un rechazo, o una oportunidad. Tú no hiciste nada, solo te quedaste callado y te fuiste, me dejaste ahí, con el corazón abierto y herido por tu maldita indiferencia —susurra.
—¿Todo esto solo por eso? ¡No me jodas! —masculla iracundo el muchacho.
—No lo minimices, Shoto, ¿qué crees que soy? ¿Un ser de otro mundo que no siente nada? ¡No! Soy una maldita humana, tengo sentimientos. ¿Sabes que fue lo peor? Que tú simplemente hiciste como que no pasaba nada y seguiste tratándome como una simple amiga, no le diste importancia a mis sentimientos como ahora y para rematar luego descubrí que amabas a un chico. ¡Un jodido chico, que término resultando chica! —exclama molesta y lo mira con odio—. Lo que paso tú te lo ganaste, no tuviste compasión conmigo, ¿por qué yo tendría que tenerla con los demás?
—¿Qué hiciste? —pregunta en un susurro el hombre.
Y en aquel momento que a Momo ya no le importaba nada, comenzó a narrar como fue que logro tener a Shoto Todoroki solo para ella.
Yaoyorozu había tardado casi un año en conseguir los elementos para su plan, pero gracias a su esfuerzo y dedicación ya tenía todo listo para comenzar con él, su único pendiente era como deshacerse del hermano mayor de Shoto, luego de que todo terminara.
Pensó en una y mil formas pero ninguna la convencía, por lo que decidió dejar eso para después, con parsimonia comenzó a arreglarse, pues sabía que hoy sería un gran día.
Pronto se encontró en una ruidosa y enorme fiesta, montones de chicos bebían sin control alguno, en tanto que unos cuantos conversaban sentados en las sillas y sofás que habían acondicionado en aquel lugar.
A la pelinegra no le importaba nada de eso, ella solo esperaba que su amado llegara, por lo que cuando lo vio cruzando el umbral de la puerta con su imponente porte y elegancia, se abalanzo hacia él y lo comenzó a llenar de halagos.
Rápidamente noto que este estaba enojado, eso solo indicaba que Enji Todoroki había cumplido su palabra, eso le saco una sonrisa de satisfacción, se apresuró a proporcionarle alcohol al bicolor, quien tomaba cualquier cosa que le daba y sé la bebía de un sorbo.
Cuando diviso un cabello verde que se dirigía hacia donde ellos estaban, se pegó más a Todoroki y fingió una sonrisa a los recién llegados. Inmediatamente noto la desilusión en los ojos verdes de la chica, eso sin duda le proporciono una satisfacción enorme, que sabía, solo podría superar la culminación de su plan esa noche.
Observo que el amigo de esta la llevo a otro lado para conversar con ella, en ese momento Momo aprovecho para llevarse a Shoto, con la excusa de que tenía algo que mostrarle.
Caminaron hacia una parte alejada del jardín, cuando estuvieron suficientemente apartados de todos ella fue la primera en tomar la palabra.
—Siento mucho que te hayas enterado de una forma tan horrible de la verdad, pero es mejor un poco de dolor, que vivir con una venda en los ojos —susurra.
El bicolor bufa molesto y niega con fuerza.
—Aun cuando mi padre dijera eso yo me niego a creerlo, Izuku no es así, ella jamás me utilizaría como ustedes dicen —exclama algo ebrio.
La de orbes ónix sabía que el muchacho diría eso, por lo que se prepara para darle el último empujón que necesita, para que deje de creer en Midoriya.
—Sabía que dirías eso, así que solo te puedo decir que puedes comprobar todo lo que te dije por ti mismo —susurra.
—¿Cómo?
—No es algo agradable, pero te hará darte cuenta que clase de chica es.
—No le des vueltas, dime que tengo que hacer para según tu comprobar que Midoriya es mala.
—Proponle acostarse contigo, veras que ella actúa algo tímida al principio, pero al final se dejara poseer por ti.
—Eso no querría decir nada, además no pasara, ella es aún una niña —farfulla con enojo.
—Bueno, si no quieres creerme ese es tu problema, ella hará de todo por retenerte a su lado, ya lo intento con tu padre, ahora solo falta intentarlo contigo, Shoto —murmura con falso pesar y se marcha de ahí, dejando a un chico muy confundido.
Sabe que Todoroki terminara tratando de comprobar aquello, es obvio que la de verdes cabellos cederá, pues ella gusta del muchacho. Es tan malditamente obvio, que le asombra que el muy estúpido del bicolor no sé de cuenta, aunque bueno, eso le facilitara las cosas, pues tiene la certeza que antes de que termine esa fiesta el muchacho estará llorando en sus brazos, desilusionado y decepcionado de su promiscua amada.
Eso la hace sonreír feliz, pues ahí es cuando le demostrara que no hay nadie mejor para él que ella, pronto su felicidad se esfuma al escuchar una voz que detesta mucho.
—Momo, necesitamos hablar —musita con suavidad el contrario.
La de cabello negro rueda los ojos con fastidio, antes de darse la vuelta y darle una sonrisa falsa a la persona frente a ella.
—¿Debe de ser ahora Todoroki-san?
—Sí, debe ser ahora, hay algo que quiero decirte desde hace un tiempo —susurra avergonzado.
La chica tiene una idea de que puede ser aquello, por lo que cuidando que nadie los vea lo encamina hacia la parte alta de la casa. Ya en aquel lugar busca una habitación desocupada, cuando la encuentra se encierra con el hombre, con voz suave le indica que puede hablar.
—Bueno, sabes que eres la única persona que se ha preocupado realmente por mí y te estoy muy agradecido. Estos meses junto a ti han sido lo mejor que me ha pasado, realmente te amo, sé que tal vez te parecerá una locura, pero yo quiero que tú te ca...
La muchacha lo calla besándolo, pues no quiere que termine su discurso, ya que claramente todo indica que le va a pedir matrimonio. Evidentemente ella no aceptara, más no puede rechazarlo ese día, pues él podría interponerse en sus planes, ante esa situación no opta más que por una medida desesperada.
—Te deseo, tengamos sexo —murmura contra sus labios.
El de cabello rojo se va a negar, pues él no quiere que su primera vez con la mujer que ama sea en un lugar tan poco especial, Momo nota esto, por lo que hace uso de toda su sensualidad para seducirlo. Al final ambos terminan acostándose, todo va bien, aunque casi al final del acto la muchacha, quien para sobrellevar aquello se imagina a su amado comete un error al pronunciar el nombre de Shoto, en vez de Touya.
El de rojos cabellos no puede reclamarle nada, ya que al terminar el acto ella cae rendida, piensa que aquello es una jodida broma, o una mala pasada de su frágil mente. Después de eso no puede estar tranquilo por lo que se decide a marcharse, pues se siente muy abrumado luego de lo sucedido.
Si él no hubiera hecho aquello, tal vez el curso de las cosas habría sido mucho muy diferente...
Yaoyorozu ayudaba al bicolor a comer, el ambiente entre ambos es tranquilo y ameno, aun para el lugar en que se encuentran, algunas enfermeras vienen y van revisando que el chico se encuentre bien. Cuando la muchacha termina de alimentar al contrario limpia sus mejillas y sus labios de cualquier residuo.
Este agradece con timidez, luego de unos minutos en silencio el chico se dispone a hablar.
—¿Por qué haces esto por mí? Es decir, no te recuerdo, al igual que a ninguno de los que vienen aquí, aunque bueno, los chicos que dicen ser mis amigos me han dicho que tú y yo éramos cercanos, pero que últimamente parecíamos alejados. Tal vez estoy diciendo muchas cosas sin sentido, pero no comprendo porque te preocupas tanto por mí.
—Solo hago lo que cualquier amiga haría, incluso una que fue rechazada por su más grande amor luego de entregarle su primera vez —susurra con falso pesar.
Aquello hace que el muchacho abra los ojos a más no poder, un gemido de dolor escapa de sus labios al incorporarse con violencia de la cama.
—¿Yo te hice eso? —cuestiona incrédulo.
—Sí, pero no importa. ¡Los amigos estamos en las buenas y en las malas! —exclama con dulzura.
Una que hace sentir muy mal al muchacho, pues en todo ese tiempo desde que despertó, ella a estado para él incondicionalmente sin importar nada, ni siquiera su mal humor los primeros días.
Por esa razón en que toma su mano con cariño y le da un casto beso.
—Tu sabes que yo no recuerdo nada, aun así me siento muy mal por mi comportamiento pasado, eres una chica increíble, así que si tú quieres, me gustaría me dieras una nueva oportunidad. Prometo no fallarte Yaoyorozu —declara el chico con suavidad.
Escuchar a Shoto, decir esas palabras, es todo lo que siempre ha deseado Momo, por lo que mueve la cabeza de forma frenética aceptando la proposición del bicolor. Sin siquiera pensarlo se lanza a abrazarlo y besarlo con amor, dura algunos minutos en su burbuja de felicidad, aunque pronto la alegría queda relegada cuando un carraspeo incomodo llama su atención.
—Shoto, hemos venido a verte, te trajimos algunas cosas, Fuyumi estaba muy preocupada por ti, aunque veo no debería hacerlo, ya que parece estas muy bien cuidado —susurra con frialdad el contrario.
—Lo estoy, Momo es muy buena conmigo.
—Me imagino, bueno mejor me retiro, no quiero interrumpir.
El de rojos cabellos se marcha sin siquiera esperar respuesta, a Yaoyorozu no le importa eso, aunque sabe tiene que hablar con él para que no abra la boca, por tal razón le dice al bicolor que necesita ir al baño y sale detrás de Touya.
Cuando lo encuentra está sentando cerca de unas escaleras, está molesto y frustrado, su rostro tiene una expresión aterradora, aunque ni eso amedrenta a la muchacha, quien llama su atención de forma casual.
—¡Hey! ¿Por qué te fuiste así?
—¿Enserio tienes el cinismo de preguntarme eso?
—Sí, ¿qué tienes?
—Que tengo, ¿quieres saber que tengo? Confié en ti, te abrí mi maldito corazón, te di mi confianza, ¿y para qué? Para ser tu burla solamente —exclama dolido.
—No entiendo porque dices eso, ¿hice algo que te molesto? —pregunta con falsa inocencia.
El hombre se molesta ante el cinismo de la mujer por lo que se levanta de su lugar y la sujeta por los hombros.
—Escuche lo que le dijiste a mi hermano, ¿sabes? que yo recuerde el único que te ha tocado he sido yo.
—¡Oh! En verdad yo quería decírtelo de otra manera, siento mucho que te hayas enterado así —susurra con falso pesar.
—¿Enterarme de qué?
—De que no te amo, nunca lo hice y evidentemente nunca lo hare, solo te use para llegar a Shoto.
—Eres una maldita desgraciada —sisea con molestia.
—¡Ay por favor! Deberías de agradecerme, es decir, ¡mírate! eres una burla, una desgracia para tu familia, nadie podría querer a un perdedor como tú —escupe maliciosa.
—Pues a este perdedor le diste tu primera vez, así que ni creas que vas a ser feliz con Shoto, yo le diré la verdad —amenaza.
La muchacha se ríe y niega.
—No, tu no lo harás, si tu llegas a decirle yo te desmentiré, es más di una palabra de esto y te acusare de que abusaste de mí.
—¡Estás loca! Nadie te va a creer —susurra con incredulidad.
—¿Ah no? Pruébame, veamos quien tiene más credibilidad, una chica con excelentes referencias familiares, escolares y de amigos cercanos, o tú, un chico solitario, problemático, repudiado por sus compañeros y maestros. ¿A quién crees que le crean, Touya? —pregunta con burla.
El hombre se queda callado, se da cuenta que la mujer tiene razón por lo que la suelta y se da la vuelta dispuesto a marcharse rápidamente de ese lugar, pues se siente humillado y estúpido por haberse dejado usar. Antes de irse se da la vuelta y mira con total odio a la de negros cabellos.
—Tu teatro no te va a durar mucho, algún día se te va a acabar la suerte —declara con frialdad y se marcha.
—No si puedo evitarlo —susurra para sí misma la chica y se da la vuelta para regresar con su amado Shoto, quien sin saber acaba de cometer un gran error al aceptar a aquella "buena chica".
Con cautela Momo se escabulle por aquel gran hospital, cuando encuentra la habitación que buscaba se adentra en ella y observa a la persona ahí recostada. Su rostro está lleno de golpes y cortes, tiene una mano enyesada, además de diversas heridas en todo su cuerpo.
No puede evitar sentirse mal ante tal visión, pues si bien había querido asustar a la muchacha, su intensión nunca había sido que ella tuviera un gran accidente. Según la persona que contrato las cosas se les fueron de las manos gracias a que Izuku siempre estaba acompañada de un hombre, así que para darles a entender la amenaza los siguieron una mañana, lamentablemente una pequeña distracción les hizo darles un mal golpe al auto contrario, terminando aquello en un terrible accidente.
La de negros cabellos no podía evitar sentirse nerviosa, pues gracias a esa imprudencia alguien había muerto. Sin duda era algo que siempre pesaría en su conciencia, pues nunca deseo eso, su única intensión era que Midoriya nunca regresara a sus vidas, pues se enteró de que ella estaba embarazada.
Viéndola con atención noto que el abultado vientre ya no estaba, eso solo indicaba que ella también había sido culpable de matar a un inocente ser, aquello le provocó un gran escalofrió, mismo que se intensifico cuando la voz aguda y adolorida de Izuku resonó en la habitación.
—¿Qué hace aquí?
—Yo, bueno, yo estaba de paso, así que quise visitarte —susurra.
—No.
—¿Qué?
—Lo que dice no puede ser cierto, además de Hitoshi nadie de nuestra ciudad sabe que yo estoy aquí. ¿Cómo se enteró?
—Bueno, yo...
—¡Conteste!
—¡Yo me entere de que estabas embarazada de Shoto! —exclama en voz alta, quebrándose ante la presión que siente desde que supo lo sucedido.
—¿Cómo fue que...?
—Fue sin querer, yo escuche a tu amigo hablar por teléfono con alguien, él dijo algo sobre tu embarazo, luego dio a entender que era de Sho, así que yo, yo... No podía dejarte tenerlo —susurra.
—¿Qué dices? —pregunta en un hilo de voz.
—Shoto es mío, Izuku. Yo lo he amado desde que somos unos niños, mi vida solo ha girado en torno a él, todo hubiera ido bien si él no se hubiera fijado en ti. Pero no, tú fuiste cruel, me robaste su atención, incluso lo tenías tan idiotizado que ni a mi confesión le prestó atención. ¡Tú me lo robaste! Yo solo hice lo necesario para recuperarlo, todo lo que ha pasado es tu culpa, su accidente, tu embarazo, la muerte de Iida Tensei, todo eso lo provocaste tú al querer quitármelo —pronuncia fuera de sí.
La de verdes cabellos se lleva las manos a la boca para ahogar el gemido de dolor que escapa de sus labios, con torpeza se incorpora de la cama, se arranca el suero y camina hasta estar frente a Yaoyorozu.
—Estás loca, ¿qué fue lo que hiciste?
—Yo planee tu accidente, puedo planear muchos más solo para mantenerte lejos de Shoto —declara sin emoción.
Izuku siente que el alma se le sale del cuerpo, sin poder evitarlo cae de rodillas al suelo por la impresión de la confesión, pronto eso se convierte en ira, por lo que sin reprimirse más le grita con fuerza a la mujer frente a ella.
—¡Mataste a un hombre maravilloso! Tu estupidez le arranco la vida a alguien más, pero no solo a él, ¡tú mataste a mi bebe! Un ser que no tenía la culpa de lo que su padre hizo, tú eres, ¡eres una maldita loca! Ojala algún día encuentres paz, o satisfacción verdadera en lo que te resta de vida. Ahora lárgate, no quiero verte cerca de mí nunca más —brama con dolor.
—Lo mismo digo, si te acercas de nuevo a la ciudad puedo hacer algo peor, así que eso depende de ti —murmura.
La joven no le hace caso, pues luego de esa conversación no puede hacer más que llorar, sintiéndose culpable de la muerte de su hijo y el hermano de Tenya.
Mientras que Momo, ella no se siente mucho mejor, pues sabe que aquellas muertes siempre pesaran en su conciencia, aunque más equivocada no puede estar, ya que al conseguir y retener a quien siempre deseo mato poco a poco su interior.
—Luego de eso todo es historia, nos casamos, pensé que seriamos inmensamente felices. ¡Joder! enserio creí que podríamos ser felices tú y yo, pero como vez nada salió como yo quería. Tire mi vida a la basura por nada, así que bueno, creo que al final gano Midoriya —susurra cansada.
—No, al final nadie gano. Tú jodiste mi vida, me alejaste de la mujer con la que pude ser feliz —proclama con odio.
—Dios, ¿enserio crees que quiere a tu hermano? No seas tonto, ahora haz lo que desees, pero déjame en paz —declara desganada la mujer.
—Yo sé que ella no ama a mi hermano, pero tampoco a mí, Katsuki Bakugo ahora es el dueño de su amor, yo no poder disfrutar nunca de la felicidad gracias a ti —masculla con enojo.
—Bueno, pues bienvenido al club de los miserables, viven con ello, Shoto.
La actitud tan despreocupada de su esposa molesta mucho al bicolor, quien en un arranque de enojo termina revelando algo que hace a la mujer reaccionar.
—Ya que no te importa nada, déjame decirte algo, querida. ¿Recuerdas el artículo que hundió a tu familia? Bueno, pues está viendo al autor de dicho artículo.
—¡¿Qué?!
—Así como lo oyes, yo hice ese jodido artículo, fui yo quien mando a tu familia a la mierda, así que vive con ello, amorcito —escupe con odio y se marcha de su hogar.
Lo último que puede escuchar antes de irse de aquella casa es el ruido de varias cosas estrellándose contra la pared, seguidos de gritos llenos de maldiciones contra Shoto.
Aquello no hace sentir mejor al hombre, pero por lo menos se siente libre de la farsa que era su matrimonio. Sabe que ya no tiene oportunidad alguna con Izuku, aun así quiere verla una última vez para pedirle perdón, pues sabe que aunque él no era consiente de todo lo que hizo Momo, sí que tiene algo de culpa por no tomar enserio sus sentimientos.
Ahora lo único que desea Todoroki es afrontar su nueva realidad.
Mientras que en un lugar más alejado, una temblorosa chica baja de un taxi frente a una imponente casa. Mira de un lado a otro nerviosa, se anima mentalmente para tocar el timbre de dicho hogar, cuando junta las fuerzas necesarias toca el pequeño botón.
Espera varios minutos a que le abran la puerta, al ver que nadie lo hace esta tentada a tocar de nueva cuenta el timbre, justo cuando va a repetir la acción la puerta se abre dejando ver una imponente figura.
La muchacha se siente increíblemente nerviosa al ver que el hombre la mira fijamente, como esperando a que diga a que fue a ahí.
—Esto, yo, yo buscaba a Enji Todoroki, ¿es usted? —pregunta nerviosa.
El mayor rueda los ojos y se soba las sienes.
—¿Quién eres y que quieres? —cuestiona irritado.
—Yo quería hablar con usted sobre Midoriya-san, ¿puedo pasar?
El hombre se hace a un lado, ella entra rogando a todos los dioses que pueda ayudar a la extraña y turbia situación que aleja a Katsuki Bakugo de la felicidad.
Mientras que el mayor evoca aquel encuentro como uno que tuvo años atrás con la esposa de su hijo menor, no sabe quién es esa extraña, pero sin duda no se dejara manipular tan vergonzosamente como aquella vez.
Ya casi llegamos al final ;3;
¡Gracias por su apoyo!
○DI○
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