Rencor.


El mes de julio en Viena era muy caluroso, aunque en el estado en que se encontraba Shoto ni lo sentía. El mundo le daba vueltas en aquel momento, el bicolor se encontraba mareado, adormecido, feliz...

Luego de la anulación del compromiso de Izuku y su hermano sintió que el mundo se le venía abajo, aquello solo le había dado un golpe de realidad más, al final como es obvio no soporto. No solo había perdido a Izuku, sino que ella ahora era libre de ser feliz con quien realmente amaba, Bakugo Katsuki, el jodido malhumorado rubio explosivo había ganado el amor de Midoriya Izuku. ¡Aquello debía ser una jodida broma!

Eso pensaba el bicolor, aunque internamente sabía que solo estaba engañándose a sí mismo. Su oportunidad con la de verdes cabellos había pasado, no la supo aprovechar por caer en juegos y mentiras de una mala mujer. A cada minuto que pasaba ahí se sentía más y más miserable, por esa razón decidió marcharse. Dejo la empresa en manos de Iida, Kirishima y Kaminari, tomo sus maletas y se marchó al primer lugar en que encontró disponible un boleto de avión.

Su primera parada había sido Ucrania, solo llegar se instaló en un lujoso hotel, los primeros días se los paso encerrado, aunque pronto ante sus tormentosos pensamientos comenzó a salir a bares y clubes nocturnos en los que bebía hasta olvidar o perder el sentido, lo que pasara primero.

En poco tiempo aquello se hizo un hábito, Alemania, Rumanía, Eslovaquia, Croacia, Hungría y recientemente Austria habían sido sus destinos. Ahora se encontraba ebrio caminando por un parque de la ciudad, era demasiado noche pero eso no parecía importarle al hombre, quien caminaba con torpeza. Ni siquiera tenía idea de cómo había terminado en aquel lugar, aunque honestamente en aquel momento ni siquiera le importaba, se encontraba tan alcoholizado y feliz que nada tenía importancia para él.

Cuando llego a un pequeño puente donde cruzaba un cauce de agua se detuvo a ver aquel espectáculo hipnotizado, en medio de su borrachera creyó que sería una genial idea lanzarse al agua, ya que hacía mucho calor, por tal razón comenzó a desnudarse quedando solo en ropa interior.

Al ser muy noche no había nadie que lo viera, por lo que no hubo problema en que alguien se quejara o lo denunciara por comportamiento inapropiado. Cuando hubo dejado su ropa y zapatos en un rincón del puente se subió al barandal con dificultad, de manera milagrosa logro pararse en este y mantener el equilibrio. En cuanto miro para abajo se mareo, aun así logro quedarse quieto en su lugar, de pronto la lucidez lo golpeo, estaba a punto de lanzarse al agua estando ebrio, aquello era muy peligroso y estúpido.

Lo raro es que aun sabiendo eso quería hacerlo, quería saltar, sentir el agua en sus pulmones, en su piel, Shoto deseaba dejar de sufrir y vivir esa existencia tan miserable. Si lo pensaba bien ya no tenía nada que perder, luego de Izuku nada importaba, su exitosa empresa, la ostentosa ropa, los autos, su realización personal el dinero... Nada tenía sentido, su vida estaba vacía, lo único que le había dado color a su aburrido ciclo había sido Midoriya, con sus brillantes ojos, con su sonrisa sincera, con su cuerpo que parecía estar hecho a la medida para encajar con el suyo... Izuku Midoriya estaba hecha especialmente para Shoto, él lo sabía, ¡lo había sentido, joder! Pero eso no importaba ya, ella eligió, él no había sido el ganador, lo entendía perfectamente bien, pero no por eso lo aceptaba.

Es por esa razón que estando ahí, a la intemperie de un día caluroso de julio se dio cuenta que ya no tenía nada que perder, que si saltaba se haría un favor muy grande, pues por fin dejaría de vivir esa existencia miserable. Con esa idea en mente se dejó caer al agua, y aunque él estaba de acuerdo en dejarse morir de ese modo, su cuerpo reaccionó y comenzó a manotear, poco a poco comenzó a tragar agua. El bicolor sabía que ese era el final, el aire le hacía falta a sus pulmones, era cuestión de segundos para que muriera, como si de una broma se tratase una imagen de él junto a una muy menor Izuku llego a su mente.

—La vida es una maldita perra muy injusta —pensó con rencor.

Los parpados se le fueron cerrando poco a poco, antes de sucumbir a la fría muerte sintió que era jalado, luego de eso todo fue aterrador y oscuro negro.

Las manos le temblaban, se encontraba pálida y nerviosa, sus compañeros trataban de darle ánimos y reconfórtala, lamentablemente eso no estaba teniendo resultados. Rin se sentía una basura muy grande, pues luego de rescatar a un suicida hombre de ahogarse, se llevó la sorpresa de la vida al reconocerlo como el hijo de Enji Todoroki. Como es obvio llamo una ambulancia para que trataran al hombre, pues si bien el RCP funciono y el muchacho termino expulsando el agua, este quedo inconsciente y eso asusto en demasía a la mujer.

Al llegar al hospital resulto que el bicolor tenía una congestión alcohólica, pues al parecer este había estado bebiendo sin moderación, con rapidez comenzaron a tratarlo, en poco tiempo lograron estabilizarlo, por lo que cualquier peligro que pudiera correr había desaparecido.

Eso hizo respirar a la de negros cabellos tranquila, quiso comunicarse con el padre de este para avisarle todo lo que había pasado, aunque solo llamar este le dio una impactante noticia. ¡Ya era abuelo! Midoriya había dado a luz a su nieto mientras que Todoroki casi se ahogaba, aquello era sumamente bizarro y cruel a su parecer. Por eso cuando el mayor le pregunto la razón de su llamada ella no tuvo el valor de quitarle su buen ánimo y felicidad, en cambio solo se excusó con que quería saber cómo se encontraba él, lo felicito por lo de su nieto y colgó con el pretexto de que tenía que llamar a su hermanita, eso no le pareció raro al pelirrojo, por lo que se despidió de ella y colgó.

Cuando la llamada hubo terminado, Aizawa se sintió como una basura por ocultarle aquella situación a Enji, por eso es que encontraba así de mal, la única chica del grupo le dijo que no debía de sentirse mal por ocultar aquello, ya que no quería arruinar el momento feliz de alguien más. Aunque el escuchar eso la hizo sentir mucho peor, ¿quién era ella para decidir lo que era bueno para amigo? Gracias a eso decidió que lo llamaría y le explicaría todo, después de todo se trataba de su hijo.

Tomo su teléfono dispuesta a marcarle al mayor, aunque la voz del médico detuvo su acción.

—Señorita, su amigo despertó, él pregunta por usted, ¿quiere pasar a verlo? —cuestiona.

—Emm, si claro, me gustaría verlo —responde en un susurro la muchacha.

El hombre asiente y le indica que lo siga, en el camino la chica piensa que es lo que debería de decirle a Todoroki, honestamente ella no lo conoce mucho, por lo que no sabe cómo sacar el tema del porque hizo eso.

Cuando esta frente a la puerta ninguna idea ha llegado a su mente, por lo que solo saluda de modo neutral.

—Hola.

—Hola...

—Bien, yo los dejare solos para que tengan privacidad —susurra el doctor, se da la vuelta y se marcha.

Por algunos instantes ambos se quedan callados, el silencio es roto cuando Todoroki se aventura a preguntar que hace ella ahí.

—No te conozco más que de vista, ¿por qué dijiste que somos amigos? ¿Qué haces aquí? —pregunta.

—Te encontré en el parque de la ciudad, te estabas ahogando, supongo que te salve al practicarte RCP, no te reconocí de inmediato, aunque cuando lo hice me alarme. Conozco a tu padre, así que por eso dije que era tu amiga, para que me permitieran verte y darle parte a él de cómo te encuentras —murmura.

—¡Le avisaste a mi viejo! —exclama con molestia.

La muchacha niega y baja la vista.

—Aun no lo hago, lo siento, es solo que nerviosa no funcionó muy bien —se disculpa.

El bicolor suspira tranquilo al escuchar eso.

—Menos mal, escucha... ¿Cómo te llamas?

—Rin.

—Rin, no deseo que mi padre sepa de esto, ni él, ni mis hermanos, nadie. Promete que guardaras este secreto —ordena con frialdad.

La de cabello negro arquea una ceja y lo mira sin comprender porque le pide eso, el hombre la mira con dureza.

—Ahora no tengo una relación buena con ellos, debes de imaginar que luego de lo que escuchaste ese día en casa de mi padre, él no está entre mis personas favoritas.

—Lo entiendo, aun así es mejor que él lo sepa, tú no estás bien, casi te ahogas, ni siquiera sé si fue por un accidente que caíste al agua, o fue por voluntad propia que te tiraste. Además de eso sufriste una congestión alcohólica, es evidente que estás pasando un mal momento, lo mejor es que estés en compañía de alguien —sugiere.

Más el bicolor niega y la mira con fastidio.

—Yo soy un adulto autosuficiente, no necesito que nadie me cuide, mucho menos que me hagan compañía, estoy bien solo, así que no te metas en los asuntos de los demás —pronuncia irritado.

Pero la actitud del chico no amedrenta a la mujer, quien lo mira con firmeza.

—No puedo dejarte vagar solo, eres peligroso hasta para ti mismo, no tienes control ni sentido de cuidado. Hagamos algo, quédate conmigo por un tiempo, despéjate un poco de tus ideas negativas, luego de que yo te vea un poco mejor te vas.

—Una oferta muy tentadora, sería una lástima que la rechazara —dice con burla.

—¿Ah sí? Pues también sería una lástima que llamara a tu padre ahora.

—Me voy antes de que llegue y listo.

—No es tan fácil, según lo que el doctor dijo pasaras por lo menos tres días aquí, tiempo suficiente para que Enji llegue.

—¿Enji? ¿Te acuestas con mi padre o porque tanta confianza?

—Somos amigos, ¿entonces que, aceptas o no?

—Obvio no acepto ninguna de las dos cosas, yo me largo ahora.

El bicolor comienza a quitarse todo lo que tiene e intenta pararse.

—Oye, no creo que eso sea una buena...

Solo poner los pies en el suelo, un montón de enfermeras entran pues al moverse apretó sin querer el botón de emergencias.

—Idea... Llamare a tu padre.

—¡No te atrevas! Mejor aún, ¿qué les dijiste a estas personas? —pregunta enojado.

—Yo no les dije nada, pero a ojos de ellos eres un alcohólico depresivo, así que te tienen bastante en vigilancia.

— ¡Qué! ¿Por qué piensan eso?

—Supongo que por la congestión alcohólica, además lanzarte al agua en esas condiciones no hizo más que reforzar esa idea.

—¡Joder! Explícales que nada de lo que piensan en cierto.

—Yo lo haría con mucho gusto, tu solo necesitas ceder a alguna de mis opciones, tu padre o yo.

—No quiero ninguna ¡Haz algo! Esto es vergonzoso.

—No hasta que me des una respuesta.

El bicolor se niega a cualquiera de las opciones, aunque cuando entiende que será llevado a un psiquiatra para tratar su condición se aterra y grita su respuesta.

—¡Me quedó contigo! solo por favor para esto, estás mujeres piensan que estoy loco.

—Supongo que es porque gritas como uno.

—¿Me vas a ayudar, o no?

La muchacha ladea la cabeza y asiente, pronto llama la atención de las enfermeras. En un perfecto alemán les explica que él solo pasa por una decepción amorosa. Eso parece despertar la empatía de las féminas, quienes comienzan a darle palabras motivacionales, como, ella no te merece, aún eres muy joven, pronto encontrarás al amor de tu vida.

Luego de un rato de darle ánimos, las mujeres se marchan prometiendo volver ante cualquier cosa que necesite el hombre. Para este momento Todoroki ya está muy irritado, por lo que solo se la pasa refunfuñando y maldiciendo. Piensa no cumplir su promesa con aquella entrometida e irritante chica, planea escapar de ella a la primera oportunidad que se le presente.

Pobre tonto, no sabe en lo que se acaba de meter.

Todoroki solo quería paz, bueno tal vez un poco de vodka y vino no le vendrían nada mal. Había pasado un mes desde que comenzó a vivir con Rin —o la mujer más irritante del mundo como le gustaba decirle, bueno, eso y bruja eran sus apodos favoritos—. En fin, la convivencia era hasta cierto punto soportable, la chica era muy amable y en extremo servicial, aunque lo que lo molestaba era que tenía el enorme defecto de meterse donde no la llamaban.

Si quería salir a algún lugar la muy entrometida le daba una letanía de porque no hacer aquello, al principio la ignoro, pero solo conseguía que ella se fuera tras de él como su sombra. Si esto era así, ¿porque simplemente no se marchaba de ahí? Sinceramente el bicolor no se iba ya que su estado de ánimo había decaído demasiado luego de la noticia de que Izuku ya era madre.

En otras circunstancias se habría ahogado en alcohol y caricias de una noche, pero teniendo a esa jodida tipa a su lado no había podido hacer ninguna de esas cosas. Al principio se molestó mucho por eso, aunque con el pasar de los días se sintió levemente agradecido de que esta lo entretuviera con toda clase de tonterías.

Enseñarlo a cocinar y a tejer lo habían salvado un poquito de hundirse en sus malos pensamientos y deseos, él lo sabía, pero aún con eso no estaba dispuesto a pasar por alto la invasión que suponía esa chica para su día a día.

Por eso planeaba hablar con ella, pues él sentía que el encierro solo le hacía más mal, además de que quería independencia para salir solo pues estar con la presión de alguien siguiéndolo no era muy agradable.

Tal razón hizo que se encaminará a la habitación de la muchacha, cuando llego a esta se detuvo ante las risas que salían de ahí, eso le causó curiosidad por lo que se aventuró a abrir un poco la puerta y ver que sucedía. Pronto se encontró con la de cabello negro sentada en el suelo mirando una película infantil, en una parte de la pantalla se podían ver a una pequeña niña de cabello blanco, ambas canturreaban y reían ante cada escena graciosa o canción pegajosa.

Shoto no quiso interrumpir aquel momento, por lo que se sentó en el suelo esperando a que la mujer terminará con su vídeo llamada. Por varias horas escucho a la chica y a la niña ver una película tras otra, al caer la noche ambas se despidieron con palabras amorosas y promesas de verse pronto, luego de eso el ruido característico de cortar una llamada sonó, solo entonces Todoroki supo que era el momento de hablar.

Se levantó del suelo y tocó la puerta, la muchacha le abrió y lo miro con curiosidad.

—Todoroki-san, ¿necesitas algo?

—Hablar bruja.

—Ya te dije que no me llames así, puede decirme Aizawa, o Rin.

—No, bruja te queda mejor.

—Eres muy rencoroso, ¿de que necesitas hablar? —pregunta en un bostezo.

—Necesito salir, pero no contigo detrás de mí, deseo mi espacio y mi libertad para recorrer la ciudad. Estar aquí todo el día es aburrido, ya cedí demasiado al quedarme contigo para que guardarás silencio.

—Todoroki-san, pero lo recomendable es que salgas con alguien y...

Más el muchacho golpea la pared y niega.

—No, ya basta, estoy viviendo aquí contigo, estoy aprendiendo las cosas que tú deseas para según despejar mi mente, no tomó, no fumo, no salgo. ¡Es fastidioso estar así siempre! Quiero mi espacio, lo necesito con urgencia, si te estoy diciendo esto no es porque te esté pidiendo permiso, sino más bien te estoy avisando.

La muchacha suspira y lo mira comprensiva.

—Está bien, tal vez exagere al tratarte como aún niño pequeño, pero la verdad es que me preocupó la forma en la que estabas. Tu padre es bueno y te quiere mucho, si algo malo te pasará no me lo perdonaría, por eso es que me puse un poco intensa, así que lo lamento mucho. Mi intención es ayudarte y brindarte compañía, así que si tú quieres salir eres libre de hacerlo, solo vuelve a casa, ¿vale?

—No me he ido aun cuando he tenido la oportunidad, así que está de más decir eso, ahora sí me permites saldré un rato.

—Bien, pero lleva llaves, no creo aguantar hasta que llegues, estoy muy cansada —susurra.

—Bien, vuelvo después.

Dicho esto el muchacho se da la vuelta y se encamina a la habitación que le acondicionó la muchacha, se baña y viste de forma casual. Cuando el reloj marca las 10:40 sale del pequeño departamento, no sin antes tomar las llaves de la mesa, ya afuera se dirige a la parte más movida de la ciudad, en poco tiempo se encuentra bebiendo y riendo con un montón de desconocidos.

En cosa de nada ya está ebrio y adormecido de todo mal pensamiento o sentimiento, y como venía haciendo desde su partida uso su atractivo para conseguir un amorío de una noche, la ganadora fue una bonita muchacha de rubios cabellos y ojos morados.

Con premura llevo a la mujer a uno de los cubículos del baño, ahí la desvistió y mangreo de modo rudo, en aquel encuentro no hubo besos y caricias, no, aún borracho Todoroki sabía que ninguna mujer merecía ese trato más que Izuku. Solo se dedicó a tener el más puro y rudo sexo, para poder correrse tuvo que imaginarse a la de verdes cabellos, cuando terminó el acto solo se vistió y dejó a la temblorosa muchacha perdida en su propio placer.

Luego de eso Shoto decidió que era hora de regresar a casa de la bruja que tenía por anfitriona, a paso lento se dirigió a esta, el calor era bochornoso, aunque algo más soportable que el mes pasado. Mientras caminaba pensaba que pronto llegaría su estación favorita, la cual era otoño, se preguntaba si anteriormente habría vivido un buen momento junto a Izuku en los meses de otoño, ya que no se podía imaginar porque amar la estación en que todo se comienza a marchitar.

Cuando llegó al departamento abrió la puerta con torpeza y se adentró a este tratando de no hacer ruido, se quitó los zapatos en la entrada y se encaminó a su habitación, pronto se paró frente a la puerta de la mujer de negros cabellos al escuchar leves susurros y murmullos. Pensó que tal vez era su imaginación, aunque al escuchar el nombre de Bakugo, sus ojos se abrieron de par en par.

Imitando su accionar de la tarde abrió la puerta un poco, se encontró con que la mujer estaba acostada en su cama con su laptop aún costado, se dio cuenta que estaba en una vídeo llamada, ya que no despegaba la vista de la pantalla. Pronto pudo reconocer la voz de Bakugo, quien le contaba a la mujer su día a día, maldecía y hacia bromas pesadas, mientras que ella reía encantada ante cada palabra.

Escucho como ambos hablaban de todo tipo de cosas, desde el trabajo de Aizawa, hasta la nueva vida de Katsuki como padre junto a Izuku, pues si bien él no era el padre del hijo de esta, era quien fungía como figura paterna ya que según escucho su hermano Touya se desentendió del niño luego de darle su apellido. Por espacio de una hora supo cómo se encontraba Izuku, su empresa, sus amigos y hasta Yaoyorozu, la información se acumuló en su mente abrumándolo demasiado.

Aunque sin duda lo que le hizo abrir los ojos con incredulidad fue lo que vino luego.

—Sabes, es extraño estar tan lejos de ti, me acostumbré a tu acoso constante, a tu risa ante cada comentario sarcástico, a tu deliciosa comida y tus postres. ¡Joder! Necesito más de esos dulces panecillos y galletas, ¿sabes que odio lo dulce? —cuestiona

—Lo sé, no parabas de repetírmelo —responde en un susurro.

—Bueno, he descubierto que tú eres la excepción a la regla. Si lo pienso bien me gusta mucho tu actitud empalagosa y amorosa, creo que todos necesitan una amiga como tú, sé que no soy bueno con las palabras, incluso que soy muy malo expresándome, pero en verdad deseo decirte que te quiero mucho. Me haces mucha falta, deberías volver aquí, enserio te necesito.

—Yo no le agrado mucho a Midoriya-san, ella no sería muy feliz de tenerme cerca, cree que te voy a apartar de su lado con mis poderes de seducción.

—¿Ella te dijo eso?

—Bueno, fue un poco más dura pero eso no importa, igual entendí que no soy para nada de su agrado.

—No le hagas caso, en ese momento imaginaba cosas, ahora está un poco mejor, ha cambiado y seguro que le haría bien tu compañía.

—Eso suena a que está muy sola.

—Lo está.

—¿Y su amiga modelo?

—Es complicado, digamos que Izuku se dio cuenta que no era una buena influencia en su vida.

—Ya veo, aun así no creo ella este tan desesperada como para hacerse mi amiga, enserio no le agrado.

—Eso puede cambiar, Rin, es inevitable no quererte. En poco tiempo Izuku te adorará como yo —pronuncia seguro.

Extrañamente la muchacha se queda callada, luego de un rato bosteza y se incorpora en su cama.

—Lo pensaré, ahora es momento de dormir, acá ya son las 4:00 AM, necesito descansar un poco.

—Vale, solo recuerda que no me daré por vencido, ¿nos hablamos la siguiente semana?

—Por supuesto, nos veremos la próxima semana.

—Bien, hasta la próxima, te quiero —susurra.

La chica no dijo nada, pero cuando la llamada se cortó está se soltó a llorar,
aquello le pareció un momento muy íntimo y especial al bicolor, aunque lo que vino después hizo que hasta lo ebrio se le quitará.

—Yo te amo, tanto que duele no poder estar junto a ti —lloriquea con más intensidad.

Shoto no hace más que cerrar la puerta y sentir algo de lastima por la mujer, ya que al igual que él se había enamorado de quien no podía tener.

Touya se sentía feliz y tranquilo al haber recuperado su anterior estilo de vida. Si era honesto había pensado que convencer a su padre para que anulará su compromiso con Midoriya sería imposible, aunque sorprendentemente este tuvo la idea de cancelar todo debido a lo que Shoto le había reclamado. Eso hizo en extremo muy feliz al hombre, ya que le quitaba un peso de encima, recuerda casi bailar de felicidad, pues si bien Izuku era muy bonita no era para nada su tipo.

Luego de haber sido librado de eso planeo marcharse de la ciudad cuanto antes, ni siquiera le importo dejar inconclusa su conquista con la novia —ahora de seguro ex—, de Bakugo. Lo único que ocupaba su mente era irse de ahí y ser libre de nuevo.

Al final prefirió no esperar, esa misma noche se marchó. Viajo por incontables lugares, se la paso de fiesta en fiesta, de mujer en mujer. Por algún tiempo disfruto al máximo de su antiguo estilo de vida, eso siguió así hasta que su hijo nació, honestamente no sé sentía muy emocionado de ser padre, incluso cuando observo a su primogénito no sintió nada especial por ese pequeño bebé.

Planeaba irse solo darle el apellido, enserio lo iba a hacer, pero fue una llamada y los chismes de sus hermanos lo que lo hizo permanecer más tiempo de lo esperado.

Se enteró que su padre no podía contactarse con Shoto desde hacía varios meses, también descubrió que este estaba genuinamente preocupado por él. Al principio no le prestó importancia, aunque cuando sus hermanos le contaron que habían recibido mensajes de amigos cercanos, en los que les contaban que habían visto al bicolor bastante mal por varios países, fue que una pequeña pizca de preocupación apareció en su interior.

Él odiaba a Shoto, lo odiaba con todo su ser. Gracias a él había sufrido a manos de una mujer vil y cruel, que, lo había humillado y menospreciado de una forma horrible. De no ser por Shoto y sus malas decisiones, tal vez él habría podido conocer a una buena muchacha para sentar cabeza desde hace años, la culpa de que fuera un mal hombre sin ningún tipo de aspiraciones y ganas de tener un lazo afectivo era de su hermano menor.

Qué el bicolor estuviera sufriendo debería de alegrarlo, pero entonces, ¿por qué se sentía en extremo preocupado luego de oír lo que sus hermanos decían?

Lo peor era que a cada palabra que soltaban los albinos se sentía, más y más angustiado por el menor. Trato de apartar ese sentimiento yéndose de aquel lugar, más ni estando lejos de ahí puedo dejar de sentirse nervioso y preocupado. En sus búsqueda de alejar esos odiosos sentimientos comenzó a salir más, a cogerse a más mujeres, a beber hasta adormecer la culpa, eso pareció funcionar por algunos meses, aunque en la semana final de septiembre llegó su punto de quiebre.

Luego de tener un sueño con su madre, en el que está le pedía cuidar de Shoto, supo que en su vida no habría paz hasta que se cerciora de que el menor estaba bien. Por esa razón trato de contactarse con él, más le sucedió lo mismo que a su padre, Shoto no contestaba sus llamadas o mensajes.

Eso solo logro desesperarlo aún más, por lo que al final término contratando a alguien para que diera con su paradero, por espacio de un mes espero pacientemente que la persona que contrato le diera una buena noticia. Afortunadamente a principios de noviembre tuvo una respuesta favorable, habían encontrado a su hermano, este se encontraba en Austria en un pequeño departamento. Esa información lo alivio tanto, que no presto atención a lo demás que el investigador le decía.

En poco tiempo se encontró comprando un boleto de avión para ir a ver a su hermano, pues la verdad el quería calmar cuanto antes su conciencia y seguir con su vida. Como planeaba que su visita fuera rápida no se hospedo en ningún hotel, por lo que solo llegar a aquel país tomo un taxi, le dio la dirección que le proporcionaron y se encamino a su destino.

Por espacio de 30 minutos se la paso observando por la ventana del auto, cuando llego al lugar indicado bajo, pago el servicio proporcionado y se adentró al edificio en donde estaba el departamento. Subió al ascensor y pulso el botón del quinto piso, cuando este se abrió salió y se puso a caminar por el pasillo, busco el número 59, cuando dio con el toco la puerta y espero a que le abrieran.

—Menos mal llegaste, ya me estaba muriendo de hambre y... —El bicolor se calló abruptamente cuando observa a la persona frente a él —. ¿Qué haces aquí?

—Vine a verte, hace más de un mes que trato de contactarte, no contestaste mis mensajes y llamadas, por eso pensé en venir hasta la comodidad de tu hogar, aunque honestamente no sé cómo puedo llamarle a esto hogar.

—¿Cómo supiste que estaba aquí? —cuestiona sin emoción.

—Honestamente no fue nada fácil, tuve que contratar un investigador privado, ¡y vaya que tome una buena decisión! Nunca me hubiera imaginado que te esconderías en un lugar como este —pronuncia con desagrado.

El bicolor rueda los ojos y se soba las sienes.

—Ya, ¿solo me buscabas para criticar el lugar en que vivo? Si es así ya lo hiciste, por lo que no le veo caso a que sigas aquí.

—Tranquilo Shoto, no era mi intensión ofenderte, solo me parece extraño que vivas en un lugar tan pequeño y simple, no es muy de tu estilo que digamos.

—¿Ah sí, según tu cual es mi estilo?

—Te gusta demasiado lo ostentoso, tú casa, tu ropa, tus autos, incluso tu ex, toda tenia gravada esa palabra en mayúsculas.

Aquellas palabras molestaron al bicolor, quiere responderle al mayor para luego echarlo a patadas, más el ruido de la puerta abriéndose y la alegre voz de su anfitriona lo interrumpe.

—¡Volví! Por fin encontré la pasta para hacer tu soba Todoroki-san, además de que encontré chispas de chocolate, ¡hoy hare muchas galletas! —exclama alegre, sin reparar en el tenso ambiente y en su nuevo invitado. Solo voltea al escuchar que el bicolor no le responde, es entonces cuando sus ojos se cruzan con los azules y una expresión de asombro se dibuja en su rostro —. ¡Todoroki-san invitaste a tu hermano! ¿Por qué no me avisaste? Hubiera hecho la comida mucho antes —pronuncia apenada.

—No te molestes, él ya se iba, ¿no? —pregunta con sequedad el menor.

Pero el mayor no responde, él está confundido de ver a aquella chica en el departamento de Shoto, no sabe qué demonios está pasando, la mujer se da cuenta de eso, por lo que se dirige al bicolor con curiosidad.

—Tu hermano se nota raro, ¿está bien?

—Lo estará cuando se largue.

—Todoroki-san, no debe de ser grosero con su hermano mayor, probablemente él tenía muchas ganas de verlo y usted solo lo está tratando mal.

—Cierra el pico, dudo mucho que quisiera verme, solo vino para decirme cosas desagradables, así que él se larga ahora mismo —masculla irritado.

Más la chica niega y le pega en la cabeza con una revista que recién compro.

—Todoroki-san, ¡basta! compórtese como un adulto, no como un niño mimado —regaña, luego de eso se acerca al pelirrojo y lo mira con suavidad —. Es bueno volverlo a ver, tal vez es muy atrevido de mi parte, ¿pero puedo llamarlo por su nombre? Eso me facilitaría la comunicación con su hermano.

—Claro, no hay problema, ¿después de todo antes dijiste que éramos amigo, no?

—Si —susurra y sonríe —. Ahora que todo está arreglado, ¿quieres quedarte a comer con nosotros? Mientras preparo puedes hablar con Todoroki-san —sugiere con más confianza.

—Me encantaría, solo si no es una molestia para ti.

—¡Si eres una molestia! Mejor vete de aquí —farfulla el bicolor irritado.

Aizawa mira mal al muchacho y este gira la cara para no verla.

—No es una molestia, no le hagas caso a tu hermano, será un gusto para mí que Touya-san se quede a comer —dice feliz.

—Sí, gracias —agradece levemente abochornado por la actitud de la mujer.

—Bueno, entonces todo está arreglado, puedes ir a la habitación de Todoroki-san para tener más privacidad, mientras yo comenzare a preparar —declara con una sonrisa.

El pelirrojo no puede evitar sentir una conocida sensación de bienestar cada que ve sonreír a la menor, el bicolor se da cuenta de esto, pues su hermano de repente parece ser un tímido joven inexperto. Aquello solo logra despertar el interés del menor, quien aún se encuentra algo resentido por los acontecimientos pasados entre Touya e Izuku.

Por esa razón cuando llegan al cuarto cierra la puerta y deja que el de ojos azules se explique primero, mientras el medita que debería hacer con lo que acaba de descubrir.

Touya ladea la cabeza en un intento de alejar las mierdas extrañas que comenzó a imaginar su cabeza, resopla con cansancio y se dispone a hablar primero, ya que su hermano solo se sentó en el suelo con indiferencia.

—Bueno, honestamente no vine aquí para criticar el lugar en donde vives o que mierda haces de tu vida. Mi visita es porque enserio me preocupas, hace unos meses Fuyumi y Natsuo me comentaron que recibieron mensajes de conocidos suyos, en los que les contaban que te habían visto deambulando por varios países. Las descripciones que dieron de ti no eran nada alentadoras, como imaginaras Fuyumi está bastante preocupada, pero no solo ella, el viejo enserio esta pasándola mal sin saber nada de ti. Mira Shoto, no me justificare, sé que las decisiones de nuestro padre por muy buenas que fuera te causaron mucho dolor, pero creme cuando te digo que él no lo hizo con mala intensión. Ver a mi madre de ese modo no te habría beneficiado en nada, solo te hubiera hecho apartarte de la gente. Bien que mal ya has conocido la dicha de estar casado.

—También la desdicha —interrumpe con rencor.

—Sí, también la desdicha, aunque por lo menos conociste el amor, has creído en el, en la esperanza de que es un sentimiento único que te puede salvar. Tu viste las maravillas de la vida, también lo malo, por lo tanto puedes aprender de eso para encontrar la verdadera felicidad —pronuncia honesto.

Aquellas palabras están cargadas de una brutal honestidad y envidia, pues el mayor sabe, su oportunidad de creer en algo murió cuando la única mujer a la que amo lo traiciono. Más sin embargo eso no bastante para matar el rencor del bicolor, quien luego de meditarlo, quiere ver si es correcta la idea que formulo su cabeza.

—Es curioso que lo digas, justo he estado pensando eso mismo en estos días, ¿sabes? he conocido a una chica hermosa y buena. Ella es todo lo opuesto a Izuku, es linda, amorosa, noble, sencilla, de buen corazón. En fin, ¡una chica en un millón! —exclama con falsa ilusión.

Esas palabras alegran al mayor, quien cree que con eso su conciencia volverá a estar en paz. Feliz por ese pensamiento, suspira y se atreve a preguntarle donde conoció a aquella desconocida mujer.

—Me alegro Shoto, ¿dónde la conociste? —cuestiona con ligereza.

—Fue un encuentro fortuito, ¿sabes? yo deseaba morirme, sin Izuku llegue a la conclusión de que la vida no tenía sentido. Entonces un día simplemente me canse, estaba muy ebrio y me lanza a un cauce de agua, ¡joder! enserio pensé que iba a morir, pero entonces llegó ella, sin saber quién era me salvo. Luego de eso cuido de mí, me llevo a su hogar, comenzó a procurarme demasiado, más yo estaba resentido, deseaba morir, no vivir, así que la trate mal. Afortunadamente esa actitud de mierda no me duro mucho, su dulzura me llego al corazón, al principio pensé que lo que sentía era mero agradecimiento, pero al conocerla más y más solo me di cuenta de que estaba muy equivocado. Me enamore de la mujer que me salvo no solo la vida, si no también el corazón, deseo estar con ella el resto de mi vida, probar su deliciosa comida, ser el dueño de sus suspiros, de sus sueños, de su corazón, de su cuerpo... Quiero estar por siempre junto a ella —proclama con falso amor, asombrándose hasta el mismo de sus palabras por lo convincentes que sonaron.

Todo lo que dijo Shoto le causa un malestar muy grande a Touya sin saber porque, movido por ese sentimiento, le pregunta a su hermano el nombre de la persona de la que habla. El bicolor ríe con gracia ante la pregunta, eso solo hace que el pelirrojo se sienta aun peor.

—¿No es obvio? La persona de la que estoy enamorada es...

—Todoroki-san, Touya-san, la comida esta lista, salgan a comer ahora —pide la mujer con amabilidad.

—Vamos para allá Aizawa, solo danos un minuto —grita en respuesta Todoroki.

—Bien, pero no tarden.

—Siempre interrumpiendo los mejores momentos, bueno, deberíamos de ir a comer, si no obedecemos a Aizawa se pone algo intensa —susurra el menor, quien está a punto de abrir la puerta, más es detenido por su hermano el cual lo mira fijamente.

—¿Es una broma, no?

—No entiendo a qué te refieres —responde el bicolor con falsa inocencia.

El de ojos azules chasquea la lengua y sonríe de forma tensa.

—Sabes bien de que hablo, ¡a ti no te puede gustar ESA mujer!

—¿Por qué no?

—¡No es tu tipo! Joder, ella no es nada de lo que te gusta.

—Bueno, antes probablemente no lo seria, pero ahora, ahora todo ha cambiado, no soy el mismo hombre de antes Touya. Por mucho tiempo busque belleza en el exterior, ya sabes, un buen apellido, cuerpo de infarto, modales finos y elegancia excepcional, como te habrás dado cuenta eso salió mal, así que ahora deseo seguir a mi corazón. Aizawa es bonita, si la hubieras visto en verano entenderías, sé que aparte de eso no tiene nada de lo que me atraía antes, pero eso no me importa ahora. Esa mujer se clavó en mi interior en poco tiempo, no deseo perder más el tiempo, así que espero me apoyes hermano mayor —murmura con la vista baja.

—Bien, si eso es lo que quieres —susurra desganado el de rojos cabellos.

Eso hace sonreír a Todoroki, pues sabe que su deducción es correcta.

—Gracias, ahora vayamos a comer, tengo mucha hambre. La comida de Aizawa te encantara —declara de buen humor.

Touya solo asiente y sigue al bicolor, quien no hace más que sonreír de modo cruel, pues ahora sabe cómo sacar un poco de su odio y rencor contra su hermano mayor.

aaaaaaaaaa, fue demasiado, ya me emocione hahahahah.


○Andy○







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