—Sigue así, joder, eres tan bueno en esto — Musita entrecortadamente mi acompañante.

—¿Te gusta? ¿Quieres más? —Pregunto mientras la tocó sin vergüenza alguna.

—Joder si, dame más...

¿Cuánto tiempo llevaba así? ¿Una hora? ¿Dos, tres? No importa, el tiempo junto a esta mujer es un martirio para mí.

Su bonito cuerpo no provoca reacción alguna a mí.

¿Por qué?.

A mi mente viene la imagen de Izuku, recostada sobre la arena de la playa, su verde cabello esparcido desordenadamente, sus grandes y hermosos orbes esmeraldas mirándome fijamente.

—Katsuki yo aceptó, cumpliré mi promesa, cuando todo esto acabe, cumpliré mi palabra, yo realmente la cumpliré — Murmura mientras acaricia mis mejillas.

La felicidad que sentí en ese momento es incomparable, aún puedo sentir los dulces labios de Izuku sobre los míos.

La voz de Momo me saca de mi transe.

—Katsuki, por favor mételo ya. — Gimotea.

Es cierto estoy con ella, no con Izuku, estoy cumpliendo su petición, no entiendo muy bien que es lo que quieren lograr con ésto, pero yo solo lo hago por Izuku.

La voz desesperada de la mujer en la cama vuelve a llamar mi atención, me concentro aunque sea un poco en ella, pues si sabe que estoy pensando en alguien más justo ahora, es capaz de mandarme a volar.

Cumplo sus deseos, la tomo con rapidez y fuerza, pues así es cómo le gusta a ella.

En cosa de nada la habitación se llena de súplicas y gemidos, cortesía de la esposa de mi "amigo".

Los días junto a Momo son una verdadera tortura.

Esa mujer es jodidamente adicta al sexo, o una reprimida sexual, en tres semanas que llevamos juntos, no me ha dejado descansar correctamente.

Creo que hasta he bajado de peso gracias a su insaciable apetito sexual, esto me está jodiendo mucho, espero que acabe pronto.

Lo único bueno del día de hoy es que no la veré por todo un fin de semana, ya que parece ser que ella y Todoroki arreglaron sus diferencias.

Eso me alivia un poco, ya que él bastardo no estará sobre Izuku cada que se le plazca.

¿Tal vez debería de ir a verla?

Optó por llamarla, pero no contesta, aquello me parece extraño, ya que usualmente contesta rápidamente los mensajes o llamadas que yo le hago.

Una vista sorpresa no estaría mal ¿Cierto? Con esa idea en mente me dirijo a la salida, aunque solo abrir la puerta me encuentro de frente con la pequeña chica que quería ver.

—¿Izuku? ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Justo iba a buscarte! Y...

Todo pensamiento muere cuando me abraza.

—Te extrañe tanto, yo lo siento, lo siento muchísimo —Musita con tristeza sin soltarme.

Yo no entiendo que está pasando, por lo que no hago más que abrazarla y acariciar su cabello.

Cuando se encuentra un poco más calmada la invitó a pasar, puedo ver que trae una bolsa con víveres que dejó abandonada al abrazarme, la recojo del suelo y cierro la puerta de la entrada.

Ya adentro le indico que se siente ella obedece, yo voy a la cocina a dejar lo que compro, en cosa de nada estoy sentado a lado de ella.

—¿Quieres hablar de algo Deku? — pregunto curioso.

—Si, quiero que lo sepas todo —Murmura.

Yo solo soy capaz de asentír con la cabeza, ella me mira con tristeza y suspira.

—Yo estaba embarazada de Shōto, mi primera vez acabo en un embarazo ¿Es gracioso no crees?, cuando lo supe el miedo se apoderó de mí, pensé en todo lo que me dirían mis padres, mi hermano, todos en general, era tanto mi temor que opté por ocultarlo, al fin y al cabo estaba lejos de ellos. Aún con todo eso no pude evitar amar a la criatura que en mí crecía, era el fruto de mi amor, en ese tiempo yo aún quería a Shōto, no mentira, yo lo amaba con una intensidad muy grande. En mi infantil mente podía imaginar que cuando él supiera mi estado, se arrepentiría de todo lo que me dijo y me propondría estar juntos por siempre. Yo realmente anhelaba que eso pasará. Himiko me ayudaba a ocultar lo mejor que podía mi embarazo en la escuela, no es como que se me notará tanto a los tres meses, pero era mejor prevenir, pues nuestras maestras eran muy estrictas.
En todo ese tiempo yo no me había revisado como es debido, razón por la cual al cumplir los tres meses, use un poco del dinero que me mandaban mensualmente para ir a ver a un médico. Himiko como buena amiga que es me acompaño, al tocar mi turno mi sorpresa fue grande al ver a un hombre que conocía, era el hermano mayor de Iida, Tensei. Su sorpresa fue grande también, más aún al ver a qué venía, yo quería irme de ahí, correr, esconderme en donde nadie me pudiera encontrar, creí que él le diría a mis padres, pensé que estaba acabada, en cambio sucedió todo lo contrario. Él me preguntó con suavidad que es lo que me había pasado, yo no pude más que contarle entre lágrimas lo que me había ocurrido, fue ahí que Himiko supo la causa real del embarazo, aún cuando se lo hubiera ocultado, no me dejó sola y me apoyó, lo mismo pasó con Tensei, el prometió ayudarme y no decirle nada a mis padres. Era un secreto de tres, que se volvió en uno de cinco, cuando Hitoshi fue a verme me descubrió, al igual que Tenya, quién estaba estudiando cerca de mi, y al yo frecuentar mucho el consultorio de su hermano, termino por enterarse. Todos ellos me apoyaron mucho, yo llegue hasta los siete meses, fue una tarea sumamente difícil el ocultarlo, tuve que ausentarme de la escuela a partir de los 5 meses, con la excusa de una enfermedad, Tensei hablo con mis padres y les dijo que no se preocuparan por mí pues él me cuidaría, ellos lo conocían por lo que no le vieron el mayor problema. Himiko seguía yendo a la escuela, por lo que conseguí que me dejaran hacer los deberes para no atrasarme, todo iba bien hasta ese momento, lo que pasó después sigo sin saber cómo fue posible. Yaoyorozu se enteró, ella... Yo no sé cómo se le ocurrió algo así, tuvimos un accidente en auto, Tensei iba conmigo, él salió sumamente dañado, lucho por su vida pero no lo logro, murió dos días después. Yo perdí al bebé, iba a ser un niño, se llamaría Daichi, él era mi única esperanza a la vida que se me venía, pero no fue solo eso, después de la operación que tuve, él doctor en turno me dijo que yo no sería capaz de tener ningún otro hijo más, me explico en términos médicos muchas cosas, pero yo no lo escuché. Pensé que era una mentira, o una muy fea broma, yo no asimilé para nada ninguna de las dos noticias. — Susurra con melancolía.

Mi mente trata de procesar todo lo que me ha dicho, sabía algunas cosas gracias a Hitoshi, aún así no deja de impactarme todo lo dicho, por lo que no hago más que preguntar todo lo que se me viene a la mente.

—¿Cómo supiste que Yaoyorozu causó el accidente? ¿Estás segura de que no puedes tener hijos? —Pregunto.

—El accidente fue provocado porque tuvimos que esquivar un auto en la carretera, todo se hubiera quedado como un simple accidente, de no ser que ella tuvo el descaro de echarme en cara que había sido la causante. Además de eso me amenazó, me dijo que me mantuviera lejos de nuestra ciudad, pues no quería volver a verme ahí, ella proclamó que podía dañar a mis padres, tal y como lo hizo conmigo. Yo realmente me asusté al principio, por lo que no le dije a nadie, aunque no contaba con que Tenya ya lo sabía, pues nos escucho hablar. — Suspira y me mira con vergüenza— En cuanto a lo de los hijos, fui con un especialista y me dijo lo mismo, incluso lo intente, yo le suplique a Iida que me ayudara, lo hizo pero nada pasó, yo seguía igual, lo intente una y otra vez en los días más fértiles según lo que aprendí, solo después de todo eso, comprendí que no era una broma. Yo... Yo no soy capaz de dar vida, yo no te puedo ofrecer nada Katsuki — Murmura.

Su rostro esta lleno de tristeza, se nota demasiado afectada, parece que eso es algo que realmente le duele y no supera.

Aun con todo eso hay una duda que debo resolver.

—¿Sabes que Todoroki no recuerda muchas cosas, después de su accidente? —Pregunto.

— Lo se, se que no recuerda haber estado conmigo, tampoco recuerda que Toshi lo golpeo, mucho menos las filosas palabras de Iida, él no recuerda nada, vive en la ignorancia, ostentando con orgullo su fachada de hombre intachable. Un hombre correcto que se acostó con una menor, pero no contento con eso la humillo, la rebajo, e incluso la embarazo. Yo podría haber vivido con todo eso Bakugo, con la humillación, con la decepción, con mi pequeño hijo, y aun así no lo hubiera maldecido ni una vez, porque el amor todo lo perdona, él me habría dado la dicha de ser madre, yo no podría odiarlo por eso mismo. En cambio ¿Sabes porque lo odio tanto ahora? — Pregunta con la mirada perdida.

—No, no se porque lo odias. — Murmuro en respuesta.

—Por lo que él ya sabia... Momo Yaoyorozu le declaro su amor desde los 15 años ¿Te imaginas? cinco años detrás de una persona que no te da una respuesta, cinco años mirándolo divertirse con otras personas, dedicándoles sonrisas, otorgándoles su tiempo, cinco años ignorándola. Todo esto es su culpa, si solo hubiera sido claro con ella desde el principio esto no habría pasado, si la quería la hubiera aceptado desde antes, y si no la quería le hubiera cortado el sueño cruelmente. Lo que hizo ella por él, es su culpa, todo es su culpa, si solo él hubiera hecho algo antes, yo no tendría que haber pasado por todo esto, Tensei no estaría muerto, Iida no estaría lleno de odio, Himiko no tendría porque haber cambiado, Hitoshi no haría cosas horribles por ayudarme al igual que tu. Él es culpable de todo, yo lo odio, lo odio mucho, pero me odio mas a mi, porque mi cuerpo lo desea, porque todo en mi es de él, porque cuando me toca anhelo todos los infantiles sueños que oculte en mi corazón, yo no puedo soportar esto más. —Murmura mientras rompe a llorar.

Yo no hago mas que abrazarla y escucharla desahogarse.

Si solo yo hubiera hecho algo antes, si mi indecisión no hubiera sido tan grande él día de esa maldita fiesta, tal vez ahora todo sería diferente, si solo yo me hubiera atrevido a abrazarla y besarla ese día como tanto deseaba, la historia tal vez sería otra.

Pero el hubiera no existe, Izuku esta rota, cual muñeca tratada con crueldad, destrozada y marchita, como una flor que es arrancada con maldad. Aun así se que no todo esta perdido, pues en momentos puedo notar rasgos de su vieja personalidad, se que yo no soy la persona mas buena y amable en el mundo, mucho menos la más expresiva, pero realmente amo a la chica que esta entre mis brazos.

La empece a amar desde que eramos unos niños, sus infantiles gestos, sus abrazos, sus alagos interminables, su fortaleza para soportar mi rudeza, sus sonrisas de admiración dirigidas hacia mi, yo ame desde siempre a esta torpe y rara chiquilla, sin importar la diferencia de edad ella me encandilo.

Yo quiero que ella lo sepa, quiero que lo sienta, no soy tonto, se que aun siente algo por Todoroki, quiero ser yo quien se encargue de borrarlo de su mente, quiero que mi deseo sea totalmente cumplido.

Cuando la peliverde se ha calmado un poco, llamo su atención.

—Izuku, hay algo que he estado pensando mucho últimamente — Manifiesto con seriedad.

—¿Que es lo que te quita el sueño? —Pregunta desganada.

—Se que haz estado con muchos hombres y mujeres, solo que me preguntaba ¿ Con cuantos de ellos haz hecho el amor?.

Una risa seca escapa de sus labios, me deja de abrazar y me mira fijamente.

—Lo siento si esto te molesta, pero realmente solo la primera vez lo hice por amor, lamento no poder darte mas que solo sexo. —Declara.

—Entiendo, ¿Sabes que? me importa una mierda, yo te quiero, yo haré que sientas lo mismo que yo siento por ti, tu me vas a amar Izuku Midoriya. —Aseguro con confianza.

Ella sonríe de forma torcida, sus ojos brillan curiosos. —Estaré esperando por eso, Katsuki Bakugo. —Proclama con anhelo y me besa.

Extrañaba tanto sus labios que no puedo evitar besarla con desesperación, acaricio sutilmente su espalda, nos separamos por falta de aire.

—No te puedo dar amor, pero si mi deseo, yo deseo más que nada sentirte dentro de mi, sin mentirte te deseo mucho mas que a Todoroki, tengamos sexo ¿Si?.

—No, yo te haré el amor Izuku —Aseguro.

La primera vez que estuve con una mujer fue un éxito, en palabras de la chica, dijo que había sido él mejor sexo de su vida, nunca he tenido problemas con ese aspecto de mi vida.

Mas sin embargo ahora me sentía nervioso, la chica sobre mi cama me mira expectante, ella quería hacerlo sobre el sofá pero yo me negué, quiero que esta vez sea diferente a las primeras.

—Eres tan bonita —Murmuro mientras acaricio su cuerpo desnudo.

Ella ríe ante mis palabras —Por un momento pensé que no me ibas a tocar, y solo me mirarías por horas.

—Ya quisieras, lo haremos hasta que no desees nada mas que a mi. —Afirmo con seguridad.

Entonces la toco, la saboreo, la marco, sus suspiros y jadeos solo lograr aumentar mi deseo.

Ella se entrega al acto, pasamos horas haciéndolo de todos los modos posibles.

Sus finas piernas sobre mis hombros, sus hermosos ojos esmeraldas nublados de placer, sus labios pronunciando mi nombre de forma repetida, pidiendo mas de mi.

Y yo tan egoísta, tan ambicioso, negándome a parar, pues aun no tengo suficiente de ella.

Por eso reduzco el ritmo y me muevo con lentitud, torturándola, haciéndola llorar de placer, pues aunque no he poseído su cuerpo tantas veces como quisiera, he memorizado los puntos exactos que la vuelven loca de placer.

—Tu cuerpo es mio, Izuku —Murmuro cerca de su cuello, con suavidad poso mis labios en el, succiono y hago una marca.

—Tuyo —Balbucea en respuesta.

Se que no durare mucho tiempo mas aquí, que me mandaran lejos dentro de poco, aun así quiero plantar en Izuku una semilla que la haga cumplir su promesa para conmigo, una promesa con la que planeo llenarla de una vida repleta de felicidad, alejada del pasado y de todos aquellos que le han hecho daño.

:3 

Déjenme amor(?)

♦DI♦