•Piper•

— ¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí! ¿Todo bien por ahí, Harry? — busco el orígen de la voz. Proviene de una cara peluda y alegre iluminada por una lámpara que sujeta la misma persona.— Venir, seguidme...¿Hay más de primer año? Mirad bien dónde pisáis. ¡Los de primer año, seguidme!— aguanto la respiración al ver mejor de quién proviene la voz. Un gigante. Supongo que será un gigante bueno, porque sinó, dudo que esté en Hogwarts.

Seguimos andando un rato a oscuras, aún cogidos de las manos, cuando el gigante vuelve a hablar:
— En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts, justo al doblar esta curva.

No puedo evitar la sorpresa al ver el impresionante castillo que se veía arriba de una montaña, al otro lado de un lago negro. Tampoco puedo evitar sonreír al notar a Jason tensarse a mi lado, ni al escuchar a Annabeth empezar a murmurar todo de cosas relacionadas con la arquitectura y el castillo.

La voz amigable del gigante nos hace reaccionar a todos:
— ¡No más de cuatro por bote!— y en ese momento, Jason, Hazel y Annabeth están al lado de Percy, haciendo que Percy, Frank y yo no pudamos evitar soltar una carcajada.

Frank y yo nos subimos a un bote, y luego suben un chico pelirrojo y un chico con gafas, que parecen amigos.
— ¿Todos habéis subido?— continua el gigante, solo en un bote.— ¡Venga! ¡ADELANTE!

Todos los botes empiezan a moverse a la vez, y todos están en silencio observando el castillo, menos Annabeth, que sigue murmurando cosas del castillo, Jason y Hazel que murmuran oraciones en latín para Poseidón mientras se abrazan entre sí, y Percy, Frank y yo, que intentamos aguantarnos la risa al verlos así.

— ¡Bajad las cabezas!— avisa el gigante cuando los botes empiezan a alcanzar el peñasco. Agachamos la cabeza, y los botes pasan a través de una cortina de hiedra, hasta un muelle subterráneo.

Jason, Hazel y Annabeth son los más rápidos en salir, mientras que Percy es el último. Cuando nos reunimos los seis, nos volvemos a dar las manos.

— ¡Eh, tú, el de allí! ¿Es éste tu sapo?
— ¡Trevor!— me giro para ver al chico que buscaba el sapo en el tren recoger contento un sapo.

Luego, siguiendo la lámpara del gigante, salimos al césped a la sombra del castillo, y de ahí subimos por unos escalones de piedra hasta la puerta de roble.

— ¿Estáis todos aquí? Tú, ¿todavía tienes tu sapo?— el gigante levanta el puño, y golpea tres veces la puerta del castillo, que se abre de inmediato. Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda, espera allí.— Los de primer año, profesora McGonagall— dice el gigante.
— Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí.— responde la profesora. Entonces abre bien la puerta.

El vestíbulo de entrada es tan grande que Festus habría podido abrir bien las alas. La sonrisa se me apaga al pensar en Leo, que está...muerto.

Seguimos a la profesora McGonagall por un camino señalado en el suelo de piedra. Cientos de voces salen de una puerta enorme a la derecha, pero no entramos allí. La profesora nos conduce a una pequeña habitación vacía fuera del vestíbulo, donde nos apretujamos todos.

— Bienvenidos a Hogwarts— dice la profesora McGonagall—. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Hogwarts. Tendréis clases con el resto de la clase que os toque, dormiréis en los dormitorios de vuestras casas y pasaréis el tiempo libre en la sala común de la casa. Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Hogwarts, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la Copa de las Casas, un gran honor. Espero que todos vosotros seréis un gran orgullo para la casa que os toque. La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio.— Ya no escuché nada más. Ni siquiera me enteré cuando la mirada de la profesora se puso encima nuestro, ni cuando se fué.

Entré en pánico. Odiaba ser el centro de atención. Jason sabía eso, y me relajé un poco cuando noté que Jason me cogía de los hombros para que lo mirara a los ojos.
— Tranquila, estamos contigo.— susurra. Detrás suyo, Hazel sonríe tiernamente, antes de preguntar.
— Annabeth, ¿nos explicas lo de la Selección?

Annabeth asiente, y durante un rato, me tranquilizo escuchando a Annabeth, Frank y Jason explicar lo que habían leído en la libreta de Hécate sobre las casas y la Selección. 
— Parece que la mayoría de casas se llevan bien— escucho decir a Jason—, aunque hay una rivalidad entre Gryffindor y Slytherin. Slytherin tampoco cae bien a las demás casas, y la mayoría de magos oscuros son de allí.

También hablan de un sombrero. Yo solo había leído hasta la varita. De encina, con escamas del rey serpiente como núcleo...

La llegada (y huída) repentina de unos fantasmas que se encuentran con los ojos dorados de la hija de Plutón, y el regreso de la profesora McGonagall, diciendo que ahora iremos al Gran Comedor, hace que vuelva a estar nerviosa.

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Entramos en una hilera al Gran Comedor, hasta frenar delante de una tarima, donde hay una mesa con los profesores. Cuatro largas mesas llenas de alumnos ocupan el resto del comedor.

Los mestizos nos cojemos otra vez de las manos, nerviosos, cuando la profesora pone un taburete y un sombrero delante de todos. Todos callan, y el sombrero empieza a cantar, sobresaltandonos.

Cuando el Sombrero Seleccionador acaba, todos aplauden. Entonces la profesora McGonagall se adelanta con un rollo de pergamino:
— Cuando yo os llame, deberéis poneros el sobrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen— explica, y luego empieza a decir nombres.

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— ¡Potter, Harry!— llama la profesora. El comedor se queda en silencio, mientras que el chico de las gafas que había conmigo en el bote se sienta en el taburete. Solo se escuchan susurros. Nosotros nos miramos, un mensaje en nuestros ojos: "Él es a quién tenemos que proteger".
Un poco más tarde, Gryffindor estalla en aplausos al recibir al Niño que Sobrevivió.

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Sólo quedamos nosotros cuando un anciano, que supongo que es el director, el profesor Dumbledore, se levanta, y todo el mundo calla.
— Queridos alumnos— empieza—, este año, Hogwarts recibe unos alumnos de intercambio— sonrío al escuchar la tapadera—, espero que los tratéis a todos muy bien, da igual en qué casa estén.— el profesor Dumbledore sonríe y se sienta, mientras los demás empiezan a aplaudir.

La profesora McGonagall coge otro pergamino, y vuelve a hablar:
— ¡Chase, Annabeth!

Annabeth se sienta en el taburete, y nos sonríe cuando el Sombrero le tapa los ojos. Tarda bastante, pero al final chilla su casa.
— ¡Ravenclaw!— Annabeth vuelve a abrazarnos antes de ir a sentarse con su nueva familia.

— ¡Grace, Jason!

Sonrío a mi novio, que se sienta en el taburete. No pasa tanto rato como con Annabeth, cuando el Sombrero lo envia a Gryffindor. También como Annabeth, vuelve a abrazarnos antes de sentarse en su mesa, aunque lo conozco y sé que está tenso.

— ¡Jackson, Perseus!

Percy se dirije hacia el Sombrero murmurando "mi nombre es Percy", y al cabo de un buen rato, es sorteado en Gryffindor. Al venir a abrazarnos, parece triste al no poder estar en la misma casa que Annabeth, pero esque ella está en la casa de los inteligentes.

— ¡Levesque, Hazel!

Mi amiga se espavila para llegar al taburete, y un minuto más tarde, nos abraza a Frank y a mi para luego ir a sentarse en Hufflepuff.

— ¡McLean, Piper!

Respiro hondo y me siento en el taburete. Las palabras que Jason ha dicho antes, resuenan en mi cabeza: "Parece que la mayoría de casas se llevan bien, aunque hay una rivalidad entre Gryffindor y Slytherin. Slytherin tampoco cae bien a las demás casas, y la mayoría de 'malos' són de allí."

— Tu novio tiene razón.— dice de pronto una voz en mi cabeza.
— ¿Qué?— pienso. Estoy segura que tengo los ojos abiertos como platos—. ¿Quién eres?
— Soy el Sombrero Seleccionador, por supuesto. Y tu eres otra semidiosa— estaba demasiado sorprendida para responder al Sombrero. Parecía saberlo todo—. Valiente, por supuesto. Y astuta. Cherokee, si no me equivoco. Manipulaste al rey serpiente debajo de Atenas, ¿no?— recordé momentos de mi vida, y me tensé un poco—. Encajarás bien. ¡SLYTHERIN!

En cuanto escuché la casa a la que iba, me quedé de piedra, aunque en verdad, sabía que nos iría bien para proteger a Harry, ya que la mayoría de magos que se unieron a Voldemort eran de Slytherin, ¿no?

Me saqué el Sombrero de la cabeza, y me dirigí hacia Frank, lo abrazé y les deseé suerte, y luego, me senté al lado de un chico rubio en la mesa de Slytherin. Aplaudí a Frank cuando se sentó junto a Hazel en Hufflepuff, y sonreí a Jason y Percy, que me miraban haciendo caras divertidas.

Después de que Albus Dumbledore hablara otra vez, diciendo que el Bosque Prohibido estaba, Prohibido, que no se podía ir a un pasillo, y otras cosas, la comida apareció en el plato. Hice una mueca al ver que era carne, pero sonreí al ver que cambiaba a verdura.

— ¿Eres vegetariana?— pregunta el chico rubio.— Soy Malfoy, Draco Malfoy— añade.
— Piper, y sí, soy vegetariana.— respondo, con la esperanza de que Slytherin no sea tan malo como he escuchado, y también con ganas de hacer amigos.

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1644 palabras. Largo. Y me estoy muriendo de calor. Y creo que el capítulo está mal escrito, pero bueh, mejoraré (cuando no tenga el cerebro medio desecho como un helado a cuarenta grados).

Ahora, el tema de las casas. ES SUPER DIFÍCIL PONER A LOS MESTIZOS EN LAS CASAS!!!
Primero: toooodos pueden estar en Gryffindor por el simple hecho de ser semidioses.
Segundo: cuesta muchísimo escribir

Creo que no tengo que dar explicaciones respeto a por qué están en cada casa, excepto con Piper, por eso el cap está escrito desde su punto de vista, pero si queréis os explico algunos problemas que he tenido:

Percy (efectivamente, los problemas siempre van con él): o Hufflepuff o Gryffindor. Al final lo he puesto en Gryffindor, porque sinó Jason estaba demasiado solo (aunque Annabeth y Piper también lo están, pero ellas son chicas, pueden sobrevivir solas perfectamente, no como Jason, que si está solo acaba liandose con ladrillos🙄😂), y porque lo necesito en Gryffindor por otra cosa.

Annabeth: en Ravenclaw. También podría estar en Gryffindor, pero así en Ravenclaw hay alguien, y ella puede ayudar buscando información.

Y si queréis saber algo, tenéis dudas, o cualquier otra cosa, dejar un comentario O enviarme un mensaje privado, que cuando tenga wifi respondo.

Este capítulo se lo dedico a potterheadgranger6 (creo que este era tu user, Sofi😅) por la increíble portada que me ha hecho y porque la amo💜

¡Hasta el proximo capítulo, mestizos insensatos!💜

[18/8/18 (feliz cumple, Sesos de Alga)]