VII.

El primero en lanzarse al ataque fue Fenrir clavando sus colmillos en el cuello del león. Pero para la sorpresa del enorme lobo negro, sus colmillos no atravesaron la piel de su enemigo. Es más, su mandíbula ahora dolía.

- ¡Grrrrrr!-

El león soltó un rugido y comenzó a moverse tratando de quitarse a Fenrir de encima. Cosa que consiguió cuando mando a volar al lobo hasta chocar contra una columna.

El León de Nemea se volvió hacia Fenrir, listo para terminar su trabajo.

- ¡Él no es tu único oponente!- grito Naruto atacando.

El semidiós había visto como el león se había agazapado tensando todos los músculos. Y cuando vivía en la calle fue testigo de decenas de peleas entre gatos. Sabia que estaba a punto de saltar y asesinar a Fenrir.

La katana de Naruto rodeada de oscuridad golpeo con fuerza el cuerpo del león, a la altura de las costillas. Un golpe que debería haberlo cortado en dos, pero la hoja se estrello contra su pelaje con un ruido metálico y solo soltó un puñado de chispas.

- Mierda- susurro Naruto.

El león dio un zarpazo arrancando un pedazo de la chaqueta del semidiós.

- ¡Maldición! ¡La compré en Gucci, ¿sabes?! ¡Estas cosas salen caras!- se quejo.

A pasos lentos, Naruto retrocedió hasta que su espalda choco contra una barandilla. Al ver esto, el león cargo contra el hijo de Nyx. Siendo acorralado, a Naruto no le quedo otra opción más que voltearse y saltar.

Aterrizo sobre el ala de un avión viejo plateado,  que se balanceo y por muy poco tira al rubio al suelo, tres pisos más abajo.

El león también saltó y aterrizó sobre el avión. Los cables que lo sostenían empezaron a gemir.

La fiera se abalanzó rugiendo. Al abrir sus fauces por dos segundos, Naruto diviso la garganta y lengua rojas del león.

- (¡Bingo!)-

Su pelaje era del todo invulnerable, pero su interior no lo era. Solo había un problema, el león era rápido. Entre las garras y colmillos, no podría acercarse mucho. Pero siempre había otra alternativa.

Naruto rodó por el ala del avión evitando ser comido. Saltó y se dejo caer sobre la otra pieza: un extraño artilugio espacial con aspas de helicóptero.

El león iba a saltar sobre su presa, pero una figura cayo desde arriba quedando en su lomo.

Fenrir empezó a morder y arañar todo lo que veía. Arranco varios mechones de la melena del felino. El león de Nemea comenzó a sacudirse devuelta en un intento de librarse del lobo.

Varios grupos de niños corrían dando gritos de panico. Vaya a saber que es lo que la niebla les hacía ver.

La sangre salpicó el avión, cuando Fenrir dio un arañazo al ojo izquierdo del felino, destruyendoselo.

El león de Nemea rugió de dolor, moviéndose con más fuerza. Los cables de la nave cedieron, y el par se desplomó contra el suelo desde varios metros de altura, provocando un gran estruendo.

- ¡Fenrir!-

Naruto dio un grito de preocupación por su compañero. El semidiós empezó a descender a velocidad, saltando de nave a nave.

En el suelo, la pelea seguía. El león, en busca de venganza, trataba de arañar o morder, pero con un solo ojo, y el otro entreabierto para evitar ser dañado, se le hacía difícil.

En un segundo de distracción, el león de Nemea acertó un zarpazo en el hocico del lobo, aturdiendolo.

Esta vez fue el aullido de dolor de Fenrir el que se escucho, cuando el león clavo sus colmillos en su cuerpo.

En una escena de fuerza, el león de Nemea levanto por los aires a Fenrir, y lo mando a volar varios metros, donde el lobo quedo lastimado sin moverse.

El ruido de cables romperse se escucharon y, el monstruo tuvo que esquivar rápidamente una nave que había caído.

Desde arriba, agarrándose de un cable, estaba Naruto viendo con furia a su enemigo.

- Cruzaste la linea, gatito- expreso Naruto con tono de voz serio.

Las miradas de ambos se clavaron en el otro. Naruto se soltó y cayo varios metros en picada contra el felino.

El león se agazapó, tensando sus músculos, y salto. Abrió sus fauces demostrando que de un solo bocado podría comerse al semidiós.

Los ojos de Naruto brillaron tenuemente. Su katana se rodeo de oscuridad.

A cinco metros de chocar, Naruto cambio el agarre de su katana y tensó los músculos de los brazos, haciéndolos parecer más grandes.

- Corte Oscuro-

Un largo y ancho corte salió de la katana cortando hasta el aire, yendo directo contra el león.

El felino nunca cerro su boca al verse confiado. En el suelo, por debajo del león, una gran corte quedo plasmado en él cuando la oscuridad choco.

El león de Nemea se estrello contra el piso con un sonido seco. Su cuerpo estaba intacto, salvo la herida en el ojo hecha por Fenrir.

Naruto cayo y rodó por el suelo hasta chocar contra el mármol de una fuente de agua. Rápidamente se levanto, y observo a su oponente inmóvil.

Cinco segundos pasaron, y el monstruo no daba indicios de moverse. El semidiós avanzó hasta quedar cara a cara con el felino.

Su único ojo estaba blanco, sin rastro de vida. Por su nariz y boca chorreaba sangre manchando el piso del museo.

El corte oscuro había entrado por su boca cortando la mayoría de sus órganos internos, ocasionando la muerte del león en segundos.

Las alarmas aullaban por doquier en el museo; la gente salía en manada por las puertas de emergencia y los guardias de seguridad corrían de un lado para otro, muertos de pánico, aunque sin entender qué sucedía.

El león había empezado a derretirse, como sucede a veces con los monstruos muertos, hasta que finalmente no quedó nada en el suelo salvo su reluciente pelaje, reducido al tamaño de un león normal.

- Botín de guerra- susurro el semidiós tomando la piel.

Era ligera. Suave y blando también. No parecía en absoluto capaz de detener una estocada. Se fue transformando hasta convertirse en un abrigo largo de color negro.

Sin importarle mucho su nueva adquisición, Naruto camino hasta llegar con su compañero.

- ¿Como estás?- pregunto sacando varias cosas de su mochila mostrando vendas y desinfectantes.

Fenrir dio un leve aullido.

- ¿Puedes moverte?- exclamo limpiando las heridas.

El lobo solo asintió.

- Bien, cuando te coloque las vendas, volverás al campamento- ordeno viendo a Fenirir molestándose-. Estas herido. No quiero que nada te pase. Regresa, y la cabaña de Apolo te curará-

Fenrir gruñó mostrando sus colmillos. Naruto se levanto y junto su frente con la de su compañero.

- Sin discusiones, es una orden- sentencio.

Fenrir entendía claramente porque debería irse. En su estado estaría debilitado por el resto de la misión. Poniendo en peligro a todo el equipo, pudiendo ocasionar la muerte de ellos, o inclusive la de Naruto.

Fenrir lamió la mejilla de su padre adoptivo dando quejidos de dolor, arrepentido.

- Yo también- exclamo Naruto acariciando la cabeza de Fenrir.

Esta sería la primera vez, desde que se conocían, que se separarían por varios días.

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- ¡Naruto!- exclamo Grover-. ¡Gracias a los dioses!-

Por fin el grupo había encontrado al hijo de Nyx. Aunque por sus expresiones, algo había pasado.

Y la respuesta era el quinto chico en el grupo, Percy.

- Se supone que no deberías estar aquí- expreso Naruto viendo al hijo de Poseidón-. (Aunque mi plan original era que se una al equipo, no me quejo)- pensó.

La mirada del rubio capto que Zoë se encontraba un poco desconcentrada.

- ¿Que te sucedió?- pregunto un poco preocupada Thalia inspeccionando al rubio de cerca-. ¿Y Fenrir?-

Aquella escena fue vista por Zoë, y por alguna razón aquel acercamiento no le gusto nada.

- Tuvimos una pequeña pelea contra el León de Nemea- exclamo Naruto como si nada-. Mande a Fenrir devuelta al campamento, estaba herido y podría estropear la misión-

- Ya veo- menciono Thalia.

- Hay que irnos- menciono Zoë pensando en el estado de Fenrir-. La situación se ha puesto un poco complicada-

- ¿Que sucedió?- pregunto Naruto

- Que el no invitado te explique- expreso señalando a Percy.

El hijo de Poseidón comenzó a relatar lo que había visto en el Museo de Historia Narutal: la escena entre el doctor Espino, Luke y el General.

- (Por eso pareces distraida)- pensó Naruto viendo a la cazadora.

- Hay que irnos- repitió Zoë.

- Buena idea- asintío Percy.

- No me refería a ti, chico- agregó Zoë-. Tú no tomas parte en esta búsqueda-

- ¡Eh, que estoy haciendo lo posible para salvarlos!-

- No deberías haber venido, Percy- dijo Thalia gravemente-. Pero ya que estás aquí... Venga. Volvamos a la furgoneta-

- Esa decisión no te corresponde a vos- replicó Zoë.

Thalia frunció el entrecejo.

- Tú no mandas aquí, Zoë. Y me da igual la edad que tengas. ¡Sigues siendo una mocosa engreída!-

- Nunca has demostrado sensatez cuando se trata de chicos- refunfuñó Zoë-. ¡Nunca has sabido prescindir de ellos!-

- Parece que tu tampoco- exclamo Thalia dando un pequeño vistazo a Naruto-. Tu tampoco-

Zoë quien había entendido lo que quiso decir casi se avalanza contra la hija de Zeus, pero fue detenida por Naruto.

- Ya basta de pelear- grito Naruto asustando a todo el grupo-. Hay otras cosas por la cual preocuparse- señalo hacía afuera.

A través de las puertas de cristal del museo, se podía ver a un grupo de hombres cruzando el césped de la entrada. Hombres grises con uniforme de camuflaje.

Aún estaban demasiado lejos para verles los ojos, pero Percy sentía sus miradas clavadas en él.

- Váyanse- exclamo-. Me persiguen a mi. Yo los distraigo-

- No- dijo Naruto-. Vamos juntos-

- Pero...-

- Ahora formas parte de esta busqueda- menciono serio-. Tú eres el sexto miembro del equipo. Y no dejamos a nadie atrás-

Fin del capítulo.

Espero que les haya gustado. Gracias por todo el apoyo, estrellitas y comentarios. Cualquier duda o pregunta que tengan, son libres de escribirla.

Bye-bye.

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