Trote 9

El tiempo cura la mayoría de las heridas físicas, emocionales y mentales. El proceso que se vive es arduo y hasta frustrante, porque piensas: "¿Cuándo dejará de doler?". La respuesta siempre es silencio y que tienes que lidiar con eso hasta que el dolor sea mínimo y sea reemplazado por alguna otra emoción.

Muchas veces los recuerdos se asoman y terminan de atormentarte, haciéndote retroceder diez pasos y castigándote cruelmente. Siempre te preguntas: "¿Existirá una manera de ya no recordar? ¿Morir aliviaría todo?". Tantas ocasiones te preguntas qué tanto más debe pasarte para por fin estar en paz, ser feliz y sin sentir culpa. 

Ese proceso, lo vivió BaekHyun, quien acató los consejos y YooNa-noona y empezó a establecer una pequeña amistad con las omega que residían en la finca, aprendiendo de ellas oficios del campo. Todas le trataron bien, le sonrieron a pesar de que él no pudiera devolver el gesto. Usualmente no le elogiaban, porque muchas pasaron por situaciones parecidas a la suya, comprendiendo que estaba en una situación de inconformidad consigo mismo. 

Gracias a Suzy, recuperó parte de la tranquilidad que le fue arrebatada en la aldea el día del ataque. Sintiendo que había un propósito para levantarse cada día: si no lo hacía, no habría cosecha para la siguiente temporada o no estaría listo el abrevadero. Se sintió útil, sabiendo que podía hacer algo más que abrir las piernas, que dejarse tomar por cualquiera, que meter en problemas a sus amigos.

Fueron siete meses donde él logró superar parte de su pasado, donde se perdonó y comenzaba a perdonar al destino. Incluso sintió culpa de cómo trató a ChanYeol...

ChanYeol.

Desde que YooNa-noona le visitó y habló con él, ChanYeol desapareció. Se percató de ello a los tres días, pues no lo veía rondando por el bosque cercano. Tantas veces vio pasar a KyungSoo y JongIn, pero en ninguna se animó a preguntar por el semental. Antes de dormir, recordaba el —quizás poco— tiempo que estuvo con él. El lazo seguía ahí, pues aunque llegó a renegar ser su pareja, no quiso dejarlo ir. Constantemente le llamaba en las noches, pero se detenía porque se preguntaba: ¿ChanYeol aceptaría estar a su lado sabiendo que su cuerpo había sido manchado por alguien más? ¿Soportaría verlo lleno de cicatrices?

— ¿En qué piensas xiao Baek? —habló Suzy tan pronto llegó a su lado en el pórtico de la casa principal.

— Que quizás extrañe estar aquí.

KyungSoo ese día había anunciado que por fin se trasladarían a "la tierra prometida" —según Kris—, que en unos días partirían por grupos dirigidos por algunos lobos para mayor seguridad. BaekHyun tenía esa sensación de agradecerle a ese alfa por todo lo que estaba haciendo aun después de haberse enfrentado a un enfurecido SuHo. 

A los tres meses de estar en China, SuHo dio con la finca donde KyungSoo estaba, irrumpiendo y solicitando una audiencia con el alfa. Ambos se encerraron por horas en el estudio, hasta que el hermano mayor de SeHun salió con un rostro inexpresivo y palabras para él: "Siempre le dije que no valías la pena". No podía negar que sintió como una puñalada aquellas palabras, pero supo entonces que ya no tendría que cuidarse la espalda en lo que restaba de su vida. Lo cual le alivió bastante y fue un impulso más para seguir superando los restos de años malditos.

—  Siempre puedes venir a visitarnos —sugirió Suzy con una sonrisa amigable.

Baek le devolvió el gesto, asintiendo de buena gana. Estaría bien visitarlas en el futuro.

—  ¿Y bien? —curioseó la omega, mirándole con cierta astucia.

—  ¿Qué?

—  Tu corazón... ¿ya sabe lo que quiere?

La confianza con que lo había pronunciado la chica no le incomodó, hasta le recordaba a Lu. Ciertamente le había comentado que sabía quién era su pareja destinada, pero que lo había rechazado incontables veces. Ella nunca preguntó un nombre, ni tampoco le presionó para tomar una decisión importante. Estaba agradecido por eso también. 

—  No, aún no.

—  Es posible que cuando lo veas, sepas con certeza qué quieres para ti. 

—  Es posible, Su.

 Ambos omega se sonrieron mientras la puesta de sol ocurría. 

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—   En esta hoja — señaló KyungSoo a sus protegidos, que estaban reunidos en el comedor—, están los nombres de todos y el grupo con el que saldrán mañana. Esta lista estará aquí —dijo mientras la pegaba en la entrada del comedor—. El primer grupo saldrá a las cinco de la mañana. Llévense cosas ligeras, será un caminar de tres horas. Estando allá, seguirán las órdenes de JongDae. ¿Entendido?

El salón hizo eco del "Sí" que se dijo.

—  Los niños y ancianos serán llevados en la carreta —anunció KyungSoo—. BaekHyun, te quiero en mi oficina. Los demás, pueden irse.

El castaño se sorprendió al ser llamado por el alfa, sin embargo, acató la orden. Siguió a la pareja líder hasta la habitación, entrando en silencio y nervioso por lo que le fueran a decir.

— Siéntate — ordenó con voz suave KyungSoo.

— ¿Cómo has estado, Baek? —preguntó JongIn amable, tan pronto Baek se sentó.

—  Bien... Bien, uhm, gracias.

— Es bueno escucharte decirlo —dijo el beta, acariciando a su bebé que tenía en brazos.

¡¿JongIn ya había tenido un cachorro?!

— Es... es un, un cachorro... ¿tuyo?—inquirió sorprendido el omega.

El moreno sonrió divertido por la reacción de Baek. ¿Acaso no se había dado cuenta?

— Sí, ya tiene cuatro meses.

—  ¡¿Cuatro, cuatro meses?!

—  Sí, maldición —intervino KyungSoo quien se frotaba las sienes con fuerza .

— Lo siento.

—  No importa, sólo... sólo presta atención a lo que te voy a decir, Baek. Mañana tú saldrás con JongIn en el primer grupo; llevarás la carreta junto con Suzy, pero tú te quedarás con JongDae. Ese imbécil te necesita.

Baek asintió atento.

— Bien, eso es todo.

El castaño abrió la boca para decir algo, pero decidió mejor levantarse e irse de ahí luego de inclinarse ante la pareja alfa.

—  ¿Crees que haya sospechado? —cuestionó JongIn mirando a su pareja.

—  Lo dudo, lo dudo.

—  Ha mejorado. Tengo entendido que ChanYeol también.

— Esperemos resulte esto de ser Cupido. Estúpido plan de YooNa.

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BaekHyun se encontraba tirando de la carreta —junto con Suzy—, llevando a ancianos y unos cuantos niños con sus madres. El camino fue cansado y en algún punto costó subir una pendiente antes de vislumbrar lo que sería su hogar, en un lugar desconocido, en un lugar donde vivirían en paz. 

El sol ya había salido y el viento refrescaba su cuerpo.

¡Ya casi llegamos! —exclamó Suzy junto con un relincho de felicidad.

—  Sí, ya casi, Su.

Ambos corceles se miraron y aumentaron un poco la velocidad de sus pasos para llegar pronto. BaekHyun de alguna manera sintió seguridad, paz y mucha felicidad. Quizás porque se estaba cumpliendo la promesa de KyungSoo, quizás porque luna se había apiadado de él y  le había otorgado una tercera oportunidad para ser feliz.

Al pasar el arco de entrada, pudo vislumbrar que había movimiento: hombres y mujeres, alfas, betas y omegas poniendo de su parte para acondicionar ese lugar. Varias edificaciones estaban de pie; un hospital al fondo, lo que sería una escuela a un costado, la central (donde KyungSoo y su manada manejarían todo) y otras que no podía reconocer por todo el ajetreo.

— ¡Llegaron! —anunció MinSeok, quien se apareció ante Baek y Suzy —. Es bueno volver a verte, Baek... hola, señorita.

—  Es muy agradable.

—  Lo es —afirmó Baek.

—  Bien, hasta aquí es el viaje, chicos —comentó el omega lechuza —. Favor de pasar a esa carpa de la izquierda, ahí se les tomarán sus datos y podrán decidir si seguirán con nosotros o irse. Toda la información de migración y residencia, ahí. JongDae después se reunirá con ustedes.

La carreta fue vaciada y Baek sintió que le retiraban las riendas y pechera. Miró una última vez a Suzy y se despidió de ella, viéndola alejarse del lugar.

—  Bien Baek, ahora acompáñame, hay muchas cosas por hacer—habló MinSeok mientras comenzaba a caminar y el castaño le seguía obedientemente—. No te preocupes con transformarte, de hecho necesito que permanezcas así. Te llevaré con MinHo, le ayudarás a acomodar unos troncos, ¿de acuerdo?

BaekHyun fue guiado lejos de todo el movimiento, llegando lo que después sería un depósito de madera para leña. Se escucharon gritos masculinos y el bufar de otro corcel. 

Sus orejas se irguieron atentas a ese sonido, su cuerpo sintió un estremecimiento y todo se detuvo cuando estuvo completamente cerca del meollo. Tres pares de ojos se posaron en él, pero sólo unos dorados le importaron.

— ¡Chicos! Dae me dijo que necesitaban ayuda, así que Baek les echarán una mano —informó el omega lechuza —. Suerte, Baek. Ellos no muerden —susurró cuando pasó a un costado de él.

Estando solo, Baek no sabía qué hacer, por lo que se acercó con cautela a los tipos que se encontraban frente a ChanYeol, quien tenía puesta una pechera de donde tiraba un tronco.

—  Bueno, serás de ayuda para los troncos pequeños —habló un castaño, que olfateó y se trató de un beta lobo—. No lo tomes a mal, es por tu tamaño. 

BaekHyun escasamente le prestó atención pues su mirada seguía desviándose al semental que no le quitaba los ojos de encima.

— Max, llévalo a que se ponga la pechera extra, en lo que Yeol y yo llevamos este al depósito.

— Está bien, MinHo. 

Ambos hombres asintieron y el tal MinHo le pidió a ChanYeol tirar de nuevo para llevar el pesado tronco. Baek pasó a su costado, queriendo hablarle, pero reprimiéndose por miedo a lo que resultaría. El tal Max le llevó a un descanso improvisado, colocándole la pechera y dirigirlo al montón de troncos cortados y hacer el procedimiento para colocarle uno.

— Bien, esto es así, chico. Tiras y en donde te vayas a atorar, te ayudaré. Esto será pesado así que... ¡Vamos!

Baek empezó a tirar y recorrió el mismo camino que ChanYeol, topándose con él en el trayecto, sin decir nada... nuevamente.

Pasaron dos horas más y al fin habían terminado. Completamente cansado, BaekHyun se echó en el suelo del descanso, aún en su forma de caballo. Sus patas las sentía tambaleantes y parte era por no haber desayunado bien. Sus problemas alimenticios aún seguían, pero ya no eran tan severos como antes.

—  Chicos, nosotros iremos por la ración de comida —anunció Max.

—  Ya regresamos.

Y así ChanYeol y Baek quedaron a solas.

El castaño estaba tan cansado que no se percató que el semental se había acercado a él con una manzana en el hocico.

—  ¿Baek?

El aludido giró su cabeza en su dirección, viéndole con sorpresa. El semental le miraba directamente a los ojos... estremeciéndolo por ello.

 —  Toma.

El mayor acercó un poco más su hocico, para que el menor tomara la fruta, quien sólo mordió una parte, saboreando su dulce sabor.

—  Tú también necesitas comer, ChanYeol. Gracias.

El semental comió el resto de la manzana sin replicar nada, sin embargo, no se apartó del menor.

Para ChanYeol fue una sorpresa volver a ver al menor, a su pareja destinada, notándolo menos temeroso. Eso le alivió, pues a pesar de haber estado trabajando en sí mismo, seguía la incógnita de cómo reaccionaría si lo veía de nueva cuenta. Cuando lo observó trabajar, sintió felicidad de verlo con mayor soltura, también. En ese momento se sentía en paz, porque tenía a su pareja ahí, sabiendo que estaba bien y a salvo.

—  Perdón —pronunció Baek, haciendo que nuevamente le mirara.

—  ¿Por qué?

—  Por haberte rechazado de esa forma.

ChanYeol acercó su hocico y la frotó contra el cuello del otro. 

No percibió que le fuera a alejar, por lo que se sintió más dichoso.

—  Está bien. No fue el mejor momento para intentar reclamarte.

¿Eso es una disculpa? 

—  Posiblemente.

ChanYeol se alejó un poco, viendo al otro levantarse y quedar frente a él.

 —  ¿Me aceptas?

El semental ladeó su cabeza, no comprendiendo lo que su pareja decía.

  — Aceptas que mi cuerpo haya sido tocado por alguien más, aceptas que tenga cicatrices... ¿me aceptas?

Sí, te acepto. ¿Y tú, Baek? ¿Me aceptas a pesar de que antes tuve una pareja y un hijo?

El menor relinchó un poco, demostrando sorpresa.

¿Tuviste una pareja y un hijo?

Los tuve, pero... ellos fallecieron hace años. SeHun los asesinó.

El omega no sabía qué decir, sintiendo un nudo en la garganta al percibir nostalgia en su pareja.

—  ¿La amabas?

—  La quise mucho, amé a mi hijo... 

Baek sin más se acercó y frotó su hocico al cuello ajeno, siendo respondido su gesto.

—  Nunca la marqué, Baek. Siempre esperé por mi pareja destinada... y resultaste ser tú.

~*~*~*

Sólo un cap más y... F I N

:'3 Gracias por su apoyo~ *corazoncito*

Que bonito se siente terminar una historia c': 

Extrañaré escribir de cambia forma caballos ;u;

En verdad, gracias por todo, chiquis >w<

Nos leemos en el próximo cap...

Cuídense!!!

AliPon fuera~*~*

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