Boda

¡Seguimos con la semana especial de san valentin!

Se que seguro se piensan que me atrase pero no, solo hoy estuve algo ocupada pero por fin les traigo la actualización.

¡Gracias por llegar hasta aquí!

Nota: perdonen las faltas de ortografía.

Traducciones con ayuda de san google.

¡Comencemos!












La brisa nocturna soplaba ligeramente, sacudiendo los pliegues de aquel traje blanco con toques dorados.

Una pequeña figura masculina miraba el atardecer caer, esperando la aparición de la primera estrella en el firmamento. Algunos cuentan que si le pides un deseo a la primera estrella que aparece, este se hace realidad.

Sus ojos brillaron al verla ahí tan hermosa como ella misma, unió ambas manos a la altura de su rostro y con los ojos cerrados pidió con fuerza su mayor deseo, sabía que se lograría con trabajo duro y posiblemente cediendo en algunos aspectos, pero nunca estaba de más tener una ayudita extra, que mejor que esta viniera de los astros.

El suave golpeteo en la puerta le hizo abrir lentamente los ojos y con ello bajando los brazos para acomodar por deseaba vez su traje.

- ¿Sí?

-È tutto pronto (Ya todo está listo.) - ¿Los invitados ya han llegado?-Sì, il Brasile e il Giappone li accolgono nei rispettivi luoghi, quando arriva il ragazzo verrò a cercarti. (Si, Brasil junto con Japón los están acomodando en sus respectivos lugares, cuando el novio llegue vendré a buscarte ¿Entendido?)

-Claro, no es como si fuera a salir corriendo a la menor oportunidad...-rio divertido ante la mera idea.

- Ah, dice che non mi sono arreso fino a quando un certo post ho messo un anello di fidanzamento, io che mi preoccupavo che fosse lui a non arrivare ... (Ajá, lo dice quien no se dio por vencido hasta que cierto poste le coloco un anillo de compromiso, yo que tú me preocupaba por que fuera el quien no llegara) ...-pincho con una sonrisa divertida.

- ¡La lengua se te haga chicharrón! ¡Anda a ver si todo sigue bien! ...-reprendió entre broma y medio serio ante el comentario del italiano.

El mencionado se alejo de la puerta riendo divertido por la leve molestia del menor, desde que comenzó a juntarse con sus particulares amigos Italia había adquirido cierto gusto por molestar al mexicano tal como hace Brasil y Japón, menos mal que tenían a Egipto como Alemania para controlar el comportamiento descarriado de las tres naciones, el al menos sabía comportarse mejor de los cuatro.

El mexicano camino hacia el peinador para tomar entre sus manos el sencillo, pero muy elegante tocado que España le diera como obsequio por su boda. Sonrió por que para él España era como un padre, uno muy sobre protector, celoso como desconfiado pero muy amoroso, a pesar de lo que muchos creen tenían diferencias, pero no eran tan graves como la mayoría gustaba creer, al contrario. El español confiaba plenamente en la habilidad del mexicano de cuidarse por si mismo, y que en cualquier situación este sabría sobrellevarla hasta salir adelante. Se preocupaba como cualquier padre, pero confiaba en su hijo por que así es como el europeo miraba al norteamericano, como su hijo.

Si bien aún existían ciertas cosas que lograban poner tensas la situación entre ambos con trabajo, paciencia y mucho respeto sobrellevaban lo que el pasado no les permitía olvidar. El español no recuerda la cantidad de veces que se a disculpado con México por lo que paso hace años. A lo que el mexicano simplemente sonreía no de manera alegre si no comprensiva, por que lo sabia mejor que nadie, había perdido a sus padres en aquel cruel suceso, pero estaba consciente de que, si aquello no hubiera sucedido, hoy en día no sería quien es, no tendría todo lo que lo enorgullece, pero, sobre todo, no estaría a punto de dar el paso más importante de su vida.

Además, le gustaba tener a un padre como el europeo, alguien con quien contar y que siempre estaría cuidando todos como cada uno de sus pasos.

Acomoda con cuidado el tocado cuyas hojas son de color verde claro que son acompañadas con flores blancas y flores azul claro parecidas a las rosas con un perfume intenso pero agradable logrando aromatizar toda la estancia. Sobre su cabeza.

- Messico, è ora (México, ya es hora) Con una respiración profunda giro su cuerpo sobre sus pies para encaminarse a la puerta abriéndola.

El italiano que lo esperaba del lado contrario le miro completamente asombrado, reconocía la belleza del mexicano pero este día en especial brillaba con luz propia. La felicidad que se vislumbraba no solo en su rostro si no que incluso su cuerpo lo anunciaba. Rusia era un country con mucha suerte, pues aunque muchos lo dudaban el tricolor era un excelente partido para cualquiera. Ambos se sonrieron y sin decir nada más se encaminaron a donde se celebraría la boda.

España ya se encontraba en las puertas de la iglesia esperando a que el italiano como el mexicano llegaran. Los invitados ya se encontraban dentro y sentados, esperando que en cualquier momento comenzara la marcha nupcial. Los ojos del español se empañaron al ver al tricolor frente si acompañado por el italiano quien le dio unas suaves palmadas en la espalda para dirigirse a su lugar.

España realmente no podía creer que su bebé estuviera a punto de casarse, hace tiempo que se había resignado por no ver al tricolor casado, realizado y feliz con alguien más. Pero ahora mirarlo ahí parado enfrente suyo, con ese precioso traje blanco con toques dorados, con el tocado que le dio como regalo y ver que lo estaba usando provocaron que las lágrimas escaparan de sus ojos grises. Abrazo con fuerza a su pequeño bebé, Dios estaba lleno de sentimientos encontrados. Por un lado estaba feliz, por otro estaba triste y por otro estaba molesto aun con el euroasiático que se atrevió a robar el corazón de oro del mexicano. Definitivamente le arrancaría los huevos si lastimaba al tricolor.

-Estas hermoso, Rusia definitivamente es un country con la mejor de las suertes...-le dijo tomando al tricolor por las mejillas para mirarle fijamente. Ante lo dicho por el español el mexicano soltó una pequeña risita.

-Como sigas así papá, me vas a hacer llorar...-dice con los ojos igualmente empañado por las lágrimas contenidas.

-Lo se, lo se, pero aun es difícil de aceptarlo pero si él es quien realmente te hace feliz...-deposito un beso suave en la frente del norteamericano. Y sin dejar de sonreír entrelazo su brazo con el menor colocándose ambos a la entrada de las puertas.

Ambos respiraron profundamente al escuchar la sonata nupcial anunciando la entrada del novio.

Todos los presentes se colocaron de pie y se giraron para ver andar a la dulce ensoñación vestido de blanco con toques dorados, el tocado resaltaba las delicadas facciones de la figura bajita del mexicano. Rusia se miraba nervioso, las palmas de sus manos sudaban un poco debido a los nervios que lo abordaban, saco un pañuelo de su elegante traje de color azul marino con un broche de gardenia que decoraba el bolsillo superior del saco, secando con este sus manos para volver a guardarlo en la bolsa del pantalón.

La decoración de la iglesia era en verdad hermosa, nunca en su vida había visto algo como lo que estaba observando. Admitía que fue muy ingenioso que colocaran una alfombra blanca a lo largo del pasillo que recorrería hasta llegar con su futuro esposo decorado con pétalos de rosas rojas y gardenias aromatizando la iglesia. Un largo tul color blanco con toques dorados colocado por encima de los bancos de la iglesia con lamparas a los lados. Ante el altar se encontraba la ONU quien se haría cargo de la ceremonia y a su lado se encontraba el motivo de su felicidad, aquel cuntry que le robaba el sueño.

Aquel ruso imponente con porte recto, militar pero no menos atrayente al contrario. Rusia es un country sumamente atrayente, robaba las miradas de todas las féminas como de algunos countrys, el traje de color azul marino entallaba a la perfección el cuerpo trabajado y musculoso del ex soviético. Era la ensoñación del príncipe protagonista de ensueño que cualquier country desearía protagonizar. Realmente se veía atractivo.

Rusia camino al ver que México llegaba al altar. Trago con nerviosismo al ver la mirada afilada del español.

-Rusia, te estoy entregando lo más valioso que tengo, cuídalo y hazlo muy feliz...-deseo de todo corazón pero sin dejar de darle esa mirada asesina al euroasiático. -Lo amare y protegeré con mi vida, prometo que lo haré muy feliz. España asintió complacido por la respuesta del country más alto. Ambos se sonrieron enamorados y se acercaron hasta la ONU quien se aclaro la garganta dando inicio a la ceremonia.

Los aplausos cesaron y los invitados tomaron asientos en sus respectivos lugares.

Todo transcurría con normalidad, sonrisas resplandecían por el lugar, así como algunas lágrimas de felicidad que los mas cercanos derramaban al ver a sus mas amados como queridos amigos cumpliendo sus más grandes sueños.

-Yo Rusia prometo que te protegeré, que valoraré profundamente mi corazón y nuestra unión. Prometo amarte fielmente, renunciando a los otros. A través de los buenos y malos tiempos, en la enfermedad y en la salud independientemente de donde la vida nos lleve te protegeré, confiaré en ti y te respetaré. Compartiré tus alegrías como tus penas, te consolaré en tus momentos de necesidad. Me comprometo a cuidar, a mantener tus esperanzas como tus sueños. Mantenerte a salvo a mi lado, todo lo que es mío ahora es tuyo, te doy mi mano, mi corazón y mi amor desde este momento y por el tiempo que ambos vivamos.

Las lágrimas bajaban por las mejillas del tricolor ante el voto de amor de su querido ruso. Dios no podía amar más a ese country de lo que ya lo hacía.

-Yo México me entrego a ti como esposo, por que quiero compartir todos tus tiempos, tanto los buenos como los malos, serte fiel en lo pequeño como en lo grande, alentarte sin empobrecerte y aconsejarte sin imponerme. Cuidarte cuando estés enfermo como cuando estés sano. Pero más que nada quiero elegirte y amarte como hoy todos los días de mi vida.

-Si hay alguien que se oponga a esta boda, que hable ahora o calle para siempre.

Todo se sumió en silencio como esperando a que alguien se levantara y se escuchara claramente el "yo me opongo"

La ONU al ver que nadie se oponía finalizo la boda con un.

-El novio puede besar al novio.

El beso inicio siendo suave, sencillo que fue aumentando hasta ser uno intenso, demostrando con este beso lo mucho que se aman, así como el tiempo que estuvieron esperando para por fin unir nuevamente sus labios.

Los vítores no se hicieron esperar en el lugar, aplaudiendo el beso confirmando lo que ya muchos daban por hecho.

Que Rusia esta loca y profundamente enamorado de México.

México se encontraba desbordante de felicidad, estaba unido por fin al amor de su vida, esperaba que el camino que están por emprender juntos sea para la eternidad, lleno de aciertos como desaciertos, lleno de amor como algunos enojos, llenos de alegría como de tristezas, pero teniendo siempre la fortaleza como el apoyo de ambas partes para forjar un futuro juntos.

Y solo basto mirarse a los ojos para confirmar que esa era la mejor decisión que pudieron tomar ambos.

Porque el amor que sentían el uno por el otro, trascendía el tiempo como la vida misma esto era algo que iba a durar por la eternidad, que si existieran las reencarnaciones se volverían a buscar solo para volver a pasar por la experiencia de estar con la persona amada.


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