Capítulo 4. Made in You (2 de 2)
Hablo demasiado, tú permaneces callado
Pero puedo ver tus pensamientos
en el polvo de estrellas
Brillando hacia mí.
Mientras te atrapo
Cayendo en mí, cayendo en ti.
Cuando esté viejo y arrugado ¿Seguirás pensando en mi?
Today and Tomorrow - Grace Vanderwaal.
Noche estrellada sobre el Ródano (Arles) - Van Gogh (1888).
Made in You
Parte 2 de 2
Cuando Kyungsoo regresa finalmente a su apartamento, son las 8 de la noche y al parecer Baekhyun no ha llegado, puesto que todo el lugar está oscuro; siente que ha pasado semanas desde la última vez que estuvo allí, pero tan solo han transcurrido 6 días, en los que han sucedido tantas cosas, desde que JongIn lo secuestró para pasar todo ese fin de semana en su apartamento, hasta los días en los que estuvo esperándolo, luego fue el karaoke, su primer beso, y sus confesiones. Suspira alegremente encendiendo la luz, para colocarse las pantuflas en la entrada. Pasa por la sala, y encuentra en la mesa auxiliar un sobre ¡es una postal! Y es de Los Ángeles, lo ha olvidado por completo. Sonríe gratamente al descubrir que esta ilustra unas flores azules en un campo, «Lirios» de Van Gogh, que se encuentra en exposición en el Museo J Paul Getti, y que al parecer JongIn alcanzó a visitar en medio de su apretada agenda en esa ciudad.
Kyungsoo voltea la postal y va leyendo las líneas, esta vez la letra se ve desordenada, y no falla en predecir que se trata de uno de los pensamientos más profundos de JongIn, como en las anteriores.
«Con el pasar de los años y a medida que me convierto en un adulto, puedo ver claramente una gran responsabilidad y un compromiso aún mayor por cada decisión que tomo y a las personas que dependen de mis decisiones, es por eso que siempre debo pensar en un bien común y dejar en un segundo plano lo que creo conveniente. Intento enormemente no verme ahogado en mis decisiones y creer que lo estoy haciendo bien, aunque de vez en cuando me traiciono, anhelando regresar a mi niñez, donde mi única responsabilidad era mantener a mi pez, Flouder II, con vida y lo logré por espacio de un año y dos meses. Espero dónde quieras que estés Flouder II, hayas encontrado el océano que te permita finalmente nadar en completa libertad».
Kyungsoo está llorando al terminar de leer, es conmovedor y melancólico el tinte gris en los pensamientos de su novio. Ya no quiere ser el único que lo haya escuchado, se siente egoísta al haber pensado así, solo espera que JongIn haya tenido, en esos años, una persona en quién desahogarse.
Son las 12 de la media noche y no ha podido dormir, le ha escrito dos mensajes de texto pero no los ha contestado y está preocupado; desea escribirle nuevamente pero tampoco quiere parecer demasiado intenso; son ese tipo de encrucijadas que lo ponen ansioso, al no saber qué es mejor. No es hasta veinte minutos después, en que recibe una llamada de JongIn, no habla mucho y se escucha agotado, solo le pide sí puede salir del apartamento, él lo está esperando afuera. No duda en aceptar, se coloca una chaqueta y zapatillas, y baja precipitado a su encuentro.
Lo primero que hace es abrazarlo como sí no lo hubiese visto en años, JongIn lo abraza de vuelta y deposita un beso sobre su coronilla. Kyungsoo toca su rostro y cierra los ojos intentando juntar las piezas de su rostro en su mente; se remueve al descubrir lo decaído que se encuentra, así que junta sus labios y lo besa, el calor de sus bocas en uno solo; quiere decirle, entre sus labios, que todo va a estar bien, incluso cuando no lo está y quiera solo llorar de tristeza, está bien. Pasan los segundos, el beso se ha profundizado, están en la calle, a ninguno de los dos parece importarle y siguen en su burbuja. Se detienen mirándose, para Kyungsoo es todo un reto, pero se concentra solo en sus ojos, los cuales se ven apagados.
—Tú me agradeciste en la mañana. Pero soy yo quien está totalmente agradecido contigo, Kyungsoo. Gracias por encontrarme —JongIn lo abraza aferrándose a su pequeño cuerpo.
En seguida caminan en silencio sosteniéndose de las manos. A esa hora del día no hay muchas personas en la calle. JongIn guarda sus manos entrelazadas en el bolsillo de su chaqueta, Kyungsoo sonríe ante este gesto, mientras se dirigen a un parque del sector.
—Hoy recibí la postal que me enviaste de Los Ángeles —comenta.
—Oh. Qué bien —Es todo lo que dice, pero se escucha apagado. JongIn sigue caminando cabizbajo, barriendo las piedras que se atraviesan en su camino.
—¿Es cierto lo que escribiste, piensas así? —Intenta indagar Kyungsoo con el corazón en la mano.
—Debe alegrarte, ser el primero al que le comparto lo que pienso —responde débilmente antes de suspirar pesadamente.
—No, JongIn —Kyungsoo se detiene y lo mira seriamente negando con la cabeza—. No me gusta pensar que has tendido esos pensamientos ocultos y apenas los expresas —dice preocupado. A lo que JongIn se encoge de hombros esquivando la mirada.
—Supongo que no soy tan sociable como todos creen que soy, incluyéndote.
Le ha sonado como un reproche, pestañea pausadamente intentando aclarar sus ideas.
—Sabes que no está bien, sí las decisiones que tomas las haces para complacer a otros, ¿dónde está tú felicidad en eso...? —pregunta retóricamente y continúa—. Es una tarea inútil agradarles a todas las personas, JongIn, y algún día te van a herir cuando ya no puedas complacerlos.
Le da la impresión que ha sido un poco duro, JongIn aprieta su mano y lo observa alzando la vista hacia la noche oscura; no hay luna que los acompañe esta vez.
—Tienes razón y hoy creo que lo he aprendido.
Su corazón da un salto al escucharlo tan abatido, muerde su labio inferior sin saber cómo consolarlo. Cuando finalmente se sientan en una banca del parque, JongIn se desahoga y le cuenta acerca de la grave pelea en medio de gritos y maldiciones por parte de los directivos de su agencia, su mánager prácticamente lo ha culpado a él, ya que no presionó lo suficiente a la empresa americana para cerrar el trato; según este hombre, JongIn no debió «lamerles el cu*lo y darles la razón» se había expresado el mánager en esos términos; así que a modo de castigo —indica— decidieron excluirlo de una millonaria campaña publicitaria por toda Asia, que ha ganado su agencia con una marca de alta gama y ahora se la darán a uno de los modelos que está en ascenso en su agencia. Kai, por primera vez en su carrera, ha sido relegado.
—Estoy cansado de esto —suspira cansinamente con la vista clavada en el suelo.
—Pero es lo que te gusta hacer, tu pasión, JongIn —Intenta confortarlo, pero no halla las palabras. Recuerda cuando apenas se conocían, le aseguró que el modelaje era su pasión y escucharlo ahora tan hecho polvo; lo lastima.
—No siempre fue mi primera opción —JongIn pasa sus manos por su cabello, su postura es rígida—. Yo fui reclutado cuando me encontraba con mi madre en un centro comercial, alguien importante de la agencia Blue Ocean, se le acercó a ella y le señaló que su hijo tenía facciones de modelo, para ese tiempo tenía 14 años y era más alto que la media de jóvenes de mi edad. Aunque algo reacios, mis padres me llevaron al casting de la agencia; a los dos meses, al ver los números en el primer pago que recibí por participar en un tonto comercial y pese a mis protestas, me sacaron de mis clases de ballet, según ellos, con el baile no ganaría lo suficiente y me inscribieron en la agencia como aprendiz, recuerdo que me dijeron que el modelaje me haría rico, lo que nunca conseguiría si me dedicaba al baile profesional —JongIn suspira profundamente y añade—. Creo que fue en ese momento que mis decisiones empezaron a velar por un bien mayor —concluye amargamente.
—No tenía idea —Kyungsoo pestañea para que sus lágrimas no salgan. Se acerca a JongIn y sostiene su mano acariciándola con toques suaves.
—No lo sabes, porque eso le sucedió a JongIn —Se escucha resignado—, desde ese momento me convertí en Kai. Finalmente, después de un año de duro entrenamiento, empecé a apreciar el modelaje y lo vi como otra forma de expresarme con el cuerpo, siempre lo he relacionado con el baile. En cada sesión fotográfica hay una canción en mi mente que intento representar, y eso al parecer ha gustado en la industria. Por lo que no quiero que pienses que odio mi trabajo, porque no lo hago; me he divertido en estos años, me gusta pero a veces me pregunto, qué hubiese sido de mí, sí me dedicaba a mi primera pasión.
—Eres joven, JongIn. Puedes iniciar y dedicarte a lo que quieras. Incluso si tienes setenta años o más y quieras iniciar de nuevo, puedes hacerlo —Kyungsoo intenta animarlo.
—Ya tengo una idea en mente. Mi contrato con la agencia termina en 18 meses, y antes de eso, con Gucci expira en 6; así que no pienso renovar, me voy a dedicar de lleno a un sueño que el mundo del modelaje ha despertado en mí... espero que estés allí —JongIn lo mira y descubre una sonrisa sincera.
—Espero estarlo —responde sintiéndose esperanzado. Su corazón se agita con la idea.
—¿Incluso cuando tenga setenta años o más y esté viejo y arrugado me seguirás queriendo igual? —pregunta y va en serio.
Kyungsoo se sorprende, está hablando de estar juntos por tanto tiempo. Muerde su labio inferior y primero observa los juegos infantiles antes de dar una respuesta, que no es del todo deshonesta.
—No sé qué estaré haciendo en un año, ¿por qué me preguntas por una fecha tan lejana?
—Porque yo te veo en cincuenta años y más a mí lado —dice tan seguro que no lo puede creer. Lo pone ansioso pensar en un futuro a largo plazo con JongIn.
—Día a día, es mi filosofía —expresa con una media sonrisa. JongIn resopla negando con la cabeza.
—Pues tu filosofía apesta, Kyungsoo —JongIn termina por empujarlo, así que lo golpea en su brazo, Kyungsoo jura que ha sido suave pero el mayor se queja ruidosamente y le pide que lo sane con un beso.
.
—¿Qué piensas hacer con la situación en la agencia?
Han decidido que su salida nocturna debe terminar, los dos tienen que madrugar. Kyungsoo le pregunta en la entrada de su edificio, donde se encontraron antes.
—Nada —señala con un encogimiento de hombros—, solo esperar, ser paciente. No pueden estar molestos conmigo para siempre.
—No te sientas mal, no ha sido tu culpa sí las cosas no se dieron —Intenta consolarlo nuevamente pasando su mano por su cabello, que se ha despeinado un poco por el viento que los sacudió en el parque.
—Tal vez, si fuera un poco ambicioso con el dinero...
—Tu corazón de oro vale más.
—¿Vale un beso de mi novio? —Le pregunta terminando con un puchero.
—Por supuesto, bebé.
Kyungsoo lo atrae hacia su altura y con una sonrisa pícara, lo va besando hasta que sus labios fríos se calientan.
—¿JongIn? —Lo detiene porque apenas se acuerda de algo. El más alto voltea de inmediato.
—¿Sí?
—¿Recuerdas la pintura misteriosa, que insististe en ver esta mañana y te dije que no lo hicieras?
—Debes saber que he cumplido mi palabra y no lo he hecho —menciona orgulloso.
—Bueno, es el momento de descubrirla. Espero te guste, lo hice pensando en ti.
Muy a la mañana, recibe el mensaje de texto que ha estado esperando de JongIn, flipa de la emoción al ver la alegría que traspasa la pantalla de su celular. Kyungsoo suspira, está completamente enamorado y le encanta saber que a JongIn le ha gustado la pintura que hizo de la vista del lago durante la noche, inspirada en la célebre obra de Van Gogh «Noche estrellada sobre el Río Ródano».
JongIn ❤:
¡Es hermoso, bebé! Gracias, gracias. Te amooooo!! No sabes lo feliz que me haces.
Cada noche la veré y te recordaré cuando no pueda tenerte entre mis brazos ;/
🎭📸🔖
Llevan más de 17 días de novios, Kai le sonríe a Kyungsoo través del cristal, y él le sonríe de vuelta haciendo un gesto de su mano con el pulgar arriba. Escucha la voz del director de sonido a través de los audífonos, se prepara mentalmente; a continuación empieza a recitar las líneas, pero a la mitad del primer verso se equivoca, y se disculpa haciendo una mueca con el equipo que lo está observando desde el otro lado de la cabina.
Kai se encuentra grabando la audio-guía para quienes visitarán la exposición «No space, Just a Place: eterotopia» de Gucci, en colaboración con el Museo Daelim de Seúl. Se siente terrible al equivocarse por cuarta vez, el director parece a punto de perder la paciencia, pero Kyungsoo lo sigue mirando con admiración, y eso lo anima.
No puede fallar, ha estado ensayando con su novio desde hace más de una semana las líneas que debe decir, y no ha sido nada bonito como pensó JongIn en un inicio; estaba esperando que sus sesiones fueran como citas románticas; pero rápidamente se dio cuenta que no sería de esa forma, ya que Kyungsoo cuando está en modo profesional, deja de ser un novio lindo, y se vuelve metódico y lo regaña cuando se equivoca o no entiende algo que le acaba de explicar. El menor, como gran experto de su mundo y algo impaciente, le ha estado ayudando a conocer diferentes corrientes artísticas, con el fin de no sonar tan forzado al momento de grabar la guía de la exposición de arte contemporáneo.
—Te escuchas tenso, Kai, intenta tranquilizarte, tu voz debe escucharse como una pluma.
Kai asiente y sonríe confiado como si comprendiera lo que le acaba de decir, cómo demonios su voz debe sonar como una pluma. Cierra los ojos y esta vez puede decir las líneas sin equivocarse. Los abre, creyendo que lo ha hecho bien, el director hace una mueca de disgusto y lo escucha en los audífonos.
—No ha estado tan mal, pero no me convence —dice secamente.
Kai nuevamente se disculpa apenado con el personal, Kyungsoo está con su cara de negocios, le hace una seña de tomar aire y sacarlo lentamente, luego lo anima con una de sus sonrisas en forma de corazón y sus pulgares arriba. Cierra los ojos imaginando que está en la sala de su apartamento, y es solo su pareja que lo está escuchando atentamente.
***
—Nunca me dijiste cómo lograste pintar tu autorretrato, he estado curioso desde entonces —Le pregunta mientras va repartiendo pequeños besos sobre su nuca y hombros, que hacen que Kyungsoo ría por las cosquillas que le produce. JongIn tiene atrapado el cuerpo de su novio sobre su pecho y en medio de sus piernas estiradas, con sus brazos sobre su cintura, rodeándolo bajo la camisa, empieza a tocar su deliciosa piel.
Están en una silla reclinable en la terraza de su apartamento, JongIn ha comprado un set de una fogata en forma de una cuenca y ven el fuego arder. La noche es tranquila y se siente como si nadie pudiera perturbar su tranquilidad mientras lo tiene entre sus brazos.
—Ahm por dónde debo empezar —Kyungsoo hace un mohín, luciendo pensativo.
—¡Qué tal, desde que nos besamos!
Kyungsoo voltea y estrecha la mirada. JongIn puede ver sus mejillas sonrosadas.
—Fue increíble —suspira, sus ojos brillan y JongIn solo se detiene para admirarlo—. Visualmente fue algo totalmente diferente que nunca me ha pasado antes. Uhm no sé cómo explicarlo, los colores en tu rostro estaban vivos y-y pude verte claramente, no piezas, ¡estabas allí!, tu rostro completamente en mi mente.
—Eso es dulce —JongIn lo besa lentamente, pasando sus manos por su espalda.
Casi había olvidado de lo que estaban hablando, hasta que Kyungsoo continúa luego de unos minutos con sus labios rojizos, su rostro se ilumina mientras se expresa. JongIn sonríe pasando sus manos por sus brazos en una tierna caricia.
—¡Y luego me pude ver reflejado en tus ojos! No sé cómo pasó, te estaba mirando y de repente en tus ojos estoy yo allí con los colores de las luces... me pude ver nítidamente en mi mente, así que intenté memorizarlo muy bien para no olvidarlo, y con las pocas horas que nos quedaron después de...—Kyungsoo de repente se vuelve tímido, lo ve tragar saliva, nervioso. JongIn solo ríe burlonamente al verlo tan afectado, aunque claro él también lo está, y se acalora al recordar el buen momento que pasaron juntos—. Y bueno lo demás ya lo sabes.
—Es increíble, bebé —agrega con voz áspera.
A JongIn le resulta inevitable no besarlo con cierta ferocidad, se mueve de tal manera que tiene el cuerpo de Kyungsoo bajo él, sonríe y empieza a atacar su cuello con besos, pasando sus manos por todo su cuerpo. Kyungsoo se derrite un poco entre sus manos, lo escucha medio quejarse, y se detiene para ver su cara que se ha vuelta completamente roja.
—¿Has podido vernos... después de eso? —pregunta con añoranza. Le resulta decepcionante que Kyungsoo no pueda ver lo hermoso que es, que probablemente nunca lo hará, pero igual pregunta, no quiere dejar morir la esperanza.
—No, JongIn... lo siento las cosas con mi condición siguen igual. Pero sí te sirve de algo, te puedo ver perfectamente con los ojos del corazón —Kyungsoo hace la forma de corazón con sus dedos y lo posiciona alrededor de su ojo. Su novio está siendo tierno.
—¡Lindo! —JongIn le roba un corto beso, su novio frunce el ceño. Kyungsoo odia, con mayúsculas, que lo llamen así; pero a él le gusta y aprovecha para llamarlo «lindo» cuando está dormido en su cama—. No es importante... es decir, muchas personas han visto mi rostro, pero no pasa nada sí la persona que amo no lo pueda hacer... no me afecta para nada.
Kyungsoo rueda los ojos ante su ironía y amaga golpearlo
—¡Idiota!—Le dice sonriendo.
JongIn se hace un lado en la silla para que Kyungsoo se acurruque, ha empezado a hacer frío.
Ese día, Kai ha tenido una nueva sesión fotográfica para Gucci a las afueras de la ciudad, en un campo de trigo. Era la primera vez que invitaba a Kyungsoo, y había estado nervioso, pensando que tal vez no le gustaría y rechazaría su invitación, pero aceptó alegremente; así que estuvo allí apoyándolo, sonriéndole y animándolo. Sin embargo, no todo fue muy lindo, su mánager había estado allí, y aunque ya le había anunciado que tenía una pareja y que su relación iba muy en serio, no pudo evitar que este hombre mirara a Kyungsoo como un bicho raro; su novio se dio cuenta. Aparte de las miradas tensas que intercambiaban y alguna que otra palabra compartida entre ellos, las cosas fueron de lo más tranquilas.
Además, era la primera vez que JongIn invitaba a alguien a una sesión y aprovechó para que el fotógrafo, quien es uno de sus pocos amigos, les tomara fotos a los dos, aunque Kyungsoo estaba algo reacio, aceptó al final. Lee Taemin, su fotógrafo por excelencia, quedó encantado por el resultado y acordó de enviarle las fotos en unos días.
—Gracias por acompañarme a la sesión de hoy, me sentí muy bien al verte allí. Parecías muy profesional viendo el desarrollo de las fotos.
—Estuviste genial, todo estuvo muy bien. Excepto por el patán de tu mánager, ¡qué hombre tan déspota! Debes sentirte muy orgulloso de tu novio, me costó mucho no cantarle sus verdades en su cara.
JongIn ríe desprevenidamente.
—Estoy muy orgulloso del novio que me ha tocado. Siento que lo amo mucho.
—Más te vale. Yo te amo mucho, JongIn o Kai. Como te hagas llamar, te amo.
JongIn pestañea sorprendido, es la primera vez que lo llama de esa forma.
—Vamos a la cama —dice firmemente.
—¿Por qué? —pregunta ingenuamente.
—Acaso no puedo desear estar dentro de mi novio.
JongIn ríe con gana al ver que se ha puesto de colores como si fuera muy inocente. Kyungsoo puede llegar a ser demandante cuando se lo propone.
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Notas finales
👨🏼🎨La pinutra que Kyungsoo pinta para JongIn, es la que aparece al inicio! La noche estrellada sobre el Ródano (Arles - Francia).
👨🏼🎨La postal que JongIn le envía es la imagen que aparece en el capítulo anterior, así que les dejo estos lirios a cambio.
Les comentaba la vez pasada que me sucedieron bonitas casualidades mientras escribía esta historia, la segunda es que Kai realizó la audio-guía para una exposición del Museo Daelim en colaboración con Gucci.
https://youtu.be/HiG5ERwfg18
Y yo pues, esto tengo que aprovecharlo y así lo hice para este capítulo 🤗
Espero les haya gustado, muchas gracias por leer esta historia ❤
Siguiente capítulo --》🔥🔥
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