Capítulo 2. Self-Portrait (1 de 2)
Vuelvo a pintar con colores
tu recuerdo que está desvaneciéndose,
igual que mi mundo se coloreó contigo
tiene que desplegarse con intensidad ante mis ojos.
El sonido de tu respiración y de tu risa, te dibujo, lo dibujo todo.
En mi vida
Te encuentro, a ti que te filtraste en mí
de repente, sin que me diera cuenta,
dibujo perfectamente a la tú de aquel día
y sigo haciéndolo
porque yo existo allí.
Self-Portrait - Suho
Almendro en flor - Van Gogh (1890)
Self-Portrait
Parte 1
Bajo la atenta mirada de Kyungsoo, rápidamente Baekhyun y Chanyeol se convirtieron también en amigos del modelo; tal parece que su oferta de amistad implícitamente los había incluido en el paquete. Ahora el pelirrojo junto al de cabello plateado, se regodean de ser los grandes amigos de Kai, aunque nadie puede creerle a los dos chiflados, dado que Kai, desde hace unos días, no está en el país para confirmarlo; pero eso no les impide hablar de lo genial que es y de lo bien que se la pasaron el último fin de semana, cuando fueron invitados por su amigo modelo a su pent-house para una tarde de películas, en la que claramente Kyungsoo estuvo allí; eso sí, un tanto avergonzado por sus amigos que desordenaron el lugar. Kyungsoo miraba a JongIn con pena ajena, aunque el solo se encogía de hombros y le daba una sonrisa comprensible.
Es por eso que Kyungsoo cada día está más seguro de haber tomado la mejor decisión, el de ser amigo de JongIn y que se haya adaptado tan bien a su grupo de amigos, es divertido, se siente especial y puede cuidar ahora de sus tres amistades.
Lejos quedó el incómodo momento de noche de pizza, al día siguiente debió insistirle a sus amigos, especialmente a Chanyeol, que JongIn o Kai, como ellos prefieren llamarlo, es una persona agradable y que intentaran no sesgarse por lo que ellos dan por sentado. Suerte para Kyungsoo, el hecho de no haber escuchado previamente de Kai, le facilita las cosas para conocer al verdadero JongIn y brindarle nada más que su amistad. Se ha propuesto desde el primer momento en que él entró en su estudio, que eso sería todo; a pesar de sentirse especial con esta persona y que parece nervioso, incluso agitado cuando habla con él, simplemente no puede dejar su corazón al ruedo de algo que no es sencillo de controlar.
Se hizo prometer a sí mismo, que una amistad es lo máximo que podrá alcanzar sin que su corazón estuviera en juego y saliera herido. Aunque a veces todo se complica cuando JongIn lo mira detenidamente, o lo toca tan rápido, tan ligero, que muchas veces se cuestiona sí en verdad ha pasado; por lo que constantemente un deseo en el fondo de su mente está tomando forma y flota en sus pensamientos, haciéndolo ansiar por encontrarse a solas con él, lo que parece casi nunca cumplirse, excepto las veces que JongIn termina en su apartamento y se sientan contiguo a la ventana de su estudio, y pasan el tiempo hablando sobre cualquier cosa, mostrándole algunos de sus trabajos o JongIn hablando de sus ideas de decoración para diferentes ambientes, o simplemente reflexionando en silencio, sin la necesidad de poner palabras en el aire para forzar una conversación.
Solo permaneciendo a su lado, hace que se sienta, de alguna manera, confortado y sonría para luego mirar las luces de la ciudad; hasta que Chanyeol o Baekhyun llegan y el ambiente se vuelve cargado de risas mientras preparan la cena. No que no lo disfrute, porque lo hace, solo que a veces desearía perderse con JongIn a algún lugar tranquilo, fuera de la vista de los demás; pero es solo un deseo en su mente, nada en lo que tenga que seguir pensando e intenta ignorar esa sensación de regocijo que causa este hombre en su interior.
Pero lo que no puede negar, es que en esas casi cuatro semanas de amistad, espera ansiosamente su dosis de JongIn, cuando se escriben un mensaje de texto, así sea un par de frases cortas o un «qué tal tú día» es algo que sucede diariamente desde la primera noche cuando el mayor se despidió pidiendo su número, y a la medianoche recibió el primer mensaje que decía: «Me alegra haberte visto primero». Solo cinco palabras bastaron para que su corazón latiera aceleradamente pidiendo por más; y así sucedió en los siguientes días, ya sea por iniciativa de Kyungsoo o JongIn —mayormente— terminaron por saber cómo estuvo su día, qué tanto hicieron, de vez en cuando el modelo le compartía algún dato curioso de Van Gogh, a lo que Kyungsoo respondía algo como «no lo sabía», aunque siempre lo haya sabido, haciendo que JongIn escriba que pronto se convertiría en un verdadero arterólogo, Kyungsoo ni siquiera creía que esa palabra existiera.
También en sus conversaciones compartían fotos, ya sea las que JongIn tomaba de los lugares que visitaba o Kyungsoo de los trabajos que realizaba, ganándose más de un halago, que lo hacía sonreír hacia la pantalla. Más de una vez fue pillado por Baekhyun, quien le pegaba en el brazo al darse cuenta que no le estaba prestando atención. En fin nunca han perdido la comunicación, incluso cuando el modelo no está en el país como en ese momento y exista una gran diferencia horaria.
Volviendo al presente, Kyungsoo sonríe como de costumbre a la pantalla de su celular al ver el mensaje de su nuevo amigo, sin querer hacerlo esperar —el tiempo de JongIn a veces es bastante limitado—, abre el chat y se dispone a contestarle.
JongIn
Hola bebé Soo
Kyungsoo
Hi
No me llames bebé
JongIn
Si tus otros amigos te llama así, yo por que no puedooo :(
Mi corazón duele
Kyungsoo
No seas infantil
Está todo bien en Chicago?
JongIn
La pizza no está nada mal
Estoy cansado
Quiero dormir por todo un día y que nadie me despierte!!!!!!
Kyungsoo
Podrás hacerlo cuando llegues a Seúl
intenta no trasnochar
Come saludable, nada de pizza!
JongIn
Si señor
Recibiste mi postal de Boston? 😄
Kyungsoo
Lo hice
Gracias.
Así va a ser siempre?
JongIn
No te gustó ???😫
Kyungsoo
Está bien
Sólo me llamó la atención, eso es todo
JongIn
Pensé que sería bonito
Sí yo podría escribirte así, como nuestro artista favorito y su hermano.
Kyungsoo
Sabes que puedes escribirme por aquí... es menos costoso y rápido
JongIn
Ese no es el punto!!!!
Por qué intentas hacerme sentir mal
Kyungsoo
JongIn, disculpa
JongIn
te engañé😝
Sólo intenta no quejarte tanto
No parecías tan quejumbroso cuando nos conocimos
😞Me llaman al trabajo
Estaré en dos días en Seúl
Chanyeol y Baekhyun me contaron sobre un concurso tuyo
Ya hablaremos cuando llegue
Byeeeeeeeeee
Kyungsoo
Cuídate
—¡Byun Baekhyun! —Le grita a su roonmate que está en la sala intentado atrapar palomitas de maíz con su boca—. ¿Ustedes le contaron a JongIn del concurso?
—¡Qué, no yo! Bueno si, él preguntó ¿hicimos algo malo?
—Tú que crees —suelta apretando los dientes.
—Es tu amigo ¿por qué no debería saber? —Baekhyun se defiende.
—Porque él se interesará y hará algo para ayudarme y será vergonzoso y estúpido y no saldrá bien —Kyungsoo suena frustrado pensando que será una mala idea.
—Okay, primero cálmate —El tono conciliador de Baekhyun, hace que al menos ya no jale de su cabello—. Cuéntale a papá Baekhyun qué es lo que en verdad te molesta —expresa en un tono demasiado meloso que le genera un malestar desde la base de su estómago.
—Sabes que odio cuando usas ese tono —Kyungsoo niega con la cabeza sentándose en la silla de la cocina—. Estoy frustrado, de seguro JongIn tendrá una brillante idea para ayudarme con mi autorretrato. Y cuando esta idea no funcione, se verá realmente triste y hará esa cara descompuesta y me hará sentir mal ¡No quiero eso! Es por eso que no le había comentado lo del concurso.
—Sí eso es lo que te molesta, no debería importarte. Ya te lo he dicho antes: nunca debes responsabilizarte por los sentimientos que causas en las demás personas.
A veces su amigo podría llegar a ser algo superficial, pero en el fondo es una buena persona.
—Eso es un pésimo consejo —Kyungsoo rueda los ojos. Baekhyun se encoge de hombros y continúa como sí nada
—Solo sí eso es lo que te molesta —Hace una pausa esperando alguna contestación que nunca llega—. Así que acepta una ayuda extra, nunca sabrás por donde llegará la inspiración. Es eso de lo que hablaba la otra noche con Kai, sus fotos son algo fuera de este mundo ¡transmite tanto! ¿Sabías que se inspira en algunas canciones para modular su expresión antes de alguna sesión? —Le pregunta, pero en realidad Kyungsoo solo escucha cómo presume, por lo que intenta que esto no le afecte.
—No lo sabía —Kyungsoo niega sintiendo una curiosidad aplastante que cambia su humor—, ¿qué noche estuviste con él?
Puede ver en su amigo una mancha roja que cubre sus mejillas y en seguida esquiva su mirada. Kyungsoo aprieta las manos esperando la respuesta, no quiere insistir y está a punto de hacerlo, cuando su amigo resuelve en contestarle.
—Fue esa noche que estabas demasiado ocupado para prestarme atención, le escribí a Kai y con gusto aceptó en verme —informa con voz cantarina cruzando sus piernas.
Hace cuentas, fue hace dos semanas cuando se quedó trabajando hasta la madrugada, Baekhyun se había despedido diciendo que no se tardaría, pero hasta que estuvo despierto, él nunca llegó. Intenta que la realización de este pensamiento no lo mortifique, especialmente porque él se ve satisfecho con lo que sea que haya pasado esa noche.
—Kai es bastante amigable —Apenas puede decir Kyungsoo sin sonar molesto.
—Bastante —agrega su amigo suspirando mientras pasa una mano por sus mechones plateados.
Kyungsoo sacude la cabeza, y va a servirse un vaso de agua; Baekhyun parece ya distraído en su celular. Tiene ganas de golpearlo, pero se lo replantea, con qué derecho lo haría, este es un país libre y lo que haga JongIn con Baekhyun no debe importarle... pero lo hace.
—Seguiré en lo que estaba haciendo. No me molestes —Se despide huraño y el otro hombre apenas sí hace un gesto con la mano, a lo que rueda los ojos y se encierra en su estudio.
Lentamente va descendiendo su cuerpo sobre la puerta hasta caer, así como su ánimo en ese momento. El magnetismo de Kai es tan fuerte que no puede culpar a las personas que siguen rodeándolo como piezas de metal alrededor de un imán, el chico es carismático como el infierno; incluso un imán es débil al compararlo con JongIn. Es como un sol, brillante y cálido, y por más que quiera no puede ocultar con un dedo, todos parecen desear ser tocado por él; es tan maravilloso que sus rayos y todo su ser alberga esa luz que cubre a más de uno. No quiere pensar en eso, pero lo sigue haciendo, JongIn —concluye amargamente— es una estrella destinada a brillar para Kyungsoo y para todo aquel que así lo quiera, no puede detenerlo, así como no puede detener esos arranques de egoísmo, que lo convierten en una nube gris a su lado.
Suspira pesadamente, tomando de nuevo los colores de tonos más brillantes que tiene y los vierte sobre la paleta, mezclándolos hasta que queda una gruesa capa oscura sobre el blanco lino, su autorretrato. Una mueca reposa en sus labios al ver finalizado su trabajo en el que intentó retratarse cuando está con él pero no lo consigue.
Mira hacia la ventana intentando recargarse del sonido de su respiración, de su risa; así que empieza a dibujarlo a él también, como tantas veces lo ha intentado; pero nada de lo que hace parece tener sentido, no cuando el rostro que más quiere ver, se desvanece en su mente. Es como si intentara tomar agua de sus manos y pretender que no se escurrirá entre sus dedos, imposible e impráctico, como sus últimos trabajos.
Termina en el suelo con sus brazos y piernas extendidas como una estrella, sobre el frio piso, mirando tan nítido, tan claro, la pintura del cielo estrellado —que gracias a la ayuda de Chanyeol, está sobre el techo—. Piensa en JongIn, quien de repente, sin que se diera cuenta, se ha infiltrado en su vida y es solo así cuando desea que las cosas no cambien y que él siga allí para él, para intentar dibujarlo las veces que sean necesarias, hasta capturarlo en una de sus obras. Kyungsoo sacude su cabeza, está siendo demasiado melancólico con todo esto, apaga su iPod, las canciones de Kim Suho, su cantante favorito, siguen repitiéndose en su mente, parece como si las letras de su último álbum estuvieran escritas para él.
***
Han pasado ya dos días, y queda menos de una semana para presentar su autorretrato, no ha tenido una obra que considere al menos presentable para el concurso, esta vez ha tenido la precaución de mostrárselo primero a Chanyeol y Baekhyun quienes le confirmaron el desastre de autorretrato que ha hecho y es por eso que sigue escabulléndose del profesor Kang. Pero no ese día, ya que ha tomado la firme decisión de no participar, no tiene caso, tiene solo este último fin de semana y sus ideas para hacer el perfecto self-portrait se le han agotado. Así que al finalizar sus clases por ese día, como obra del destino, lo encuentra en medio de los bloques de edificios del departamento de Artes, no duda en acercársele para notificarle de su última decisión.
—Profesor Kang —saluda formalmente al docente—. ¿Tiene un momento? me gustaría hablar con usted.
—Hola Kyungsoo, estoy algo ocupado. Si gustas podemos ir caminando mientras me cuentas lo que te inquieta.
—Está bien, profesor Kang —Kyungsoo se dirige al docente con un gesto pensativo que no parece abandonarlo—, voy a ser breve, tiene que ver con el concurso Descubriendo a Van Gogh.
—¡Oh! es cierto —El profesor remueve el marco de sus gafas, antes de continuar caminando a paso lento—. No había querido apresurarte, pero los organizadores me están presionando, y ya que es la última semana, quieren que confirme a los participantes. Así que, ¿seguirás en el concurso?
—Yo he pensado que —Están caminando por una arboleda que los conecta con el auditorio principal, pero Kyungsoo mantiene la vista baja—. He decidido que... —Las palabras no parecen llegarle.
—¡Él va a participar y su autorretrato no será menos que espectacular!
Su cuerpo se tensiona al sentir un brazo rodeándolo por sus hombros, mira perturbado a la persona que lo ha interrumpido, en quien ahora reposa la atención del docente. Sabe de quién se trata, aun así lo mira detenidamente y se sorprende al capturar, por un par de segundos, una expresión arrogante, que culmina en una sonrisa de medio lado en sus gruesos labios.
—¡Kai, qué gusto verte! ¿Qué haces aquí? —El profesor Kang bastante sorprendido pregunta al más alto.
—Si Kai ¿Qué haces aquí? —replica Kyungsoo murmurando cerca de su oído. Tan solo debe elevar su rostro para quedar cerca de la cara del modelo y que su fragancia dulce lo embriague. No ha visto al modelo desde hace cinco días, desde que viajó a Chicago a un evento de la marca de la que es imagen.
—TaeIn, no quise entrometerme, pero vi que mi amigo aquí necesita un poco de ayuda extra para decirte que su autorretrato está casi listo...y es hermoso como él —JongIn bastante exaltado habla señalando con su mano libre el rostro de Kyungsoo como si buscara pruebas de lo que acaba de mencionar. Entretanto las mejillas de Kyungsoo se enrojecen, avergonzado y confundido por las afirmaciones de JongIn. «¿Qué demonios intenta hacer?».
—Kai, pero tu amigo no parece muy convencido —nota el profesor mirando a su alumno.
—Kyungsoo es un poco modesto.
—¿Lo soy? —pregunta arqueando una de sus cejas en dirección a JongIn.
—Lo eres —JongIn replica entre dientes y se detiene para mirar al mayor—. Y es por eso que me voy a robar a tu estudiante, TaeIn ¿está bien? —Fue allí cuando el agarre de JongIn se hace más fuerte sobre sus brazos, al punto que su cara termina sobre su pecho.
No sabe qué decir, contradecir en ese punto a JongIn no es la mejor opción y seguirle la corriente es una idea todavía peor.
—Por supuesto, Kai —El docente parece entretenido con la situación—. Y Kyungsoo, no dudo de tu buen trabajo, si Kai lo dice, debe ser cierto.
—Yo eh...
—¡Por supuesto! Él solo necesita pulir su autorretrato —Le interrumpe—. Es por eso que necesita irse, como en este momento.
Tras despedirse apresuradamente del docente, es prácticamente arrastrado por JongIn con sus brazos sosteniéndolo, hasta que llegan al parqueadero del campus, al lado de su Masserati blanco, es allí cuando finalmente lo suelta delicadamente.
—¿Qué intentas hacer? —desea averiguar señalando con su dedo índice al modelo—. Respóndeme JongIn. ¿Por qué le dijiste eso al profesor Kang?
—Tuve un buen viaje de regreso, sin complicaciones aunque con un poco de turbulencia al final, gracias por preguntar —responde con ironía. Kyungsoo se arrepiente de inmediato haciendo una mueca; claro que lo primero que debió preguntarle era sobre su viaje y no acusarlo directamente.
—JongIn, lo siento, ¿cómo estuvo todo en Chicago?
La sonrisa del mayor se amplía, y lo toma entre sus brazos sorprendiéndolo con un abrazo que ni siquiera responde como debía; pero eso no hace que la sonrisa sea borrada en JongIn, y que sus mejillas se sientan sorprendentemente calientes.
—Descuida, todo estuvo muy bien, uhm lo mismo de siempre —dice con un gesto que le parece pensativo—. Volviendo a tu pregunta inicial, es porque tengo un plan —simplifica tranquilamente. Kyungsoo cierra los ojos por un momento, masajeando el puente de su nariz; ha tenido el pálpito que esto justamente pasaría.
—No va a funcionar —indica con un semblante serio— y no quiero que te pongas a llorar cuando no funcione. Mira que te lo estoy advirtiendo desde ya.
—Pero... ni siquiera he dicho una palabra, ¿por qué eres tan negativo? —JongIn insiste. El menor no tiene que verlo para saber que está haciendo pucheros con sus labios; a lo que termina por rodar los ojos.
—No es que sea negativo, es que tú eres demasiado positivo.
—Por eso los opuestos se atraen —susurra el modelo mirando hacia otro lado.
—¿Qué dijiste?
—Que, por poco y ellos se caen —responde vacilante, señalando a unos jóvenes que están en una moto.
Kyungsoo frunce el ceño rascando su cabeza, casi juraba que escuchó otra cosa. Es allí cuando nota algo todavía más extraño
—¿Por qué no estas rodeado por fans?
—Porque ya pasó la novedad —dice encogiéndose de hombros. El más bajo no parece muy convencido.
—¿En serio?
—No, solo que Oh Sehun está aquí llamando la atención.
—¿Quién?
—Un amiguito.
Kyungsoo asiente incómodo, no le gusta sentirse así, tiene que trabajar mejor en las cosas que no puede controlar... como sus sentimientos.
—¿Estás molesto por algo?
Ha permanecido sin decir palabra desde que subió al auto de Kai, sin darse cuenta que su cuerpo está ladeado hacia la ventana
—No lo estoy, por qué tendría que estarlo —responde toscamente enderezándose en su asiento.
—Tal vez me excedí un poco con tu profesor, pero creo que igual vale la pena.
—No pasa nada, JongIn, lo peor que puede suceder es que no pueda presentar una obra decente y que tenga que darle una excusa como que mi perro se comió mi autorretrato ¡No lo sé! —culmina con un dejo de irritación pasando su mano por su frente.
Sabe que JongIn lo está mirando, Kyungsoo de reojo presta atención y nota los blancos nudillos sobre el volante.
—¿Eso es todo lo que te molesta? —pregunta en un tono inquisitivo. Kyungsoo resopla antes de contestar:
—¿Crees que hay algo más?
—No lo sé, tú dime.
—No hay nada más —aclara cruzando sus brazos sobre su pecho.
—Está bien, creeré que no hay nada más.
Después de eso, el trayecto al apartamento del modelo, solo se hace tenso bajo un silencio. Los dos sumergidos en sus pensamientos, sin decir lo que en verdad les inquieta.
***
No es la primera vez que visita el lujoso apartamento del mayor, pero sí la primera, que lo hace sin sus otros amigos. Kyungsoo se detiene en el amplio ventanal a un lado de la sala que deja ver un pequeño jardín de dalias blancas y amarillas; además de algunos tulipanes de tonos rojos y naranjas, junto a otras flores, igual de coloridas y en el centro un bonsái del árbol de almendro apenas floreciendo. Aún le parece increíble que JongIn haya podido crear un jardín en un pent-house. Toca el cristal que lo separa del jardín, que de alguna manera le trae a la mente una de las obras de Van Gogh e intenta recordarlo en detalle, con suerte podrá pintarlo más tarde.
—Estás haciendo eso de nuevo.
Kyungsoo da un pequeño brinco al notar a un JongIn recién bañando a un lado suyo, que se ha inclinado ligeramente en dirección a su cara «¿Desde hace cuánto estaba allí?». Puede ver su cabello castaño claro húmedo, ahora luce unas prendas que se ven bastante cómodas, un pantalón de tela negra y una camisa de algodón del mismo color que deja entrever unos definidos músculos abdominales; está de más decir, que su figura en sí es atractiva, incluso podría robar cualquier suspiro aún con su ropa hogareña. Es por eso que esquiva su mirada, para no delatarse con lo que le causa en su interior.
—¿A qué te refieres? —pregunta una vez sale de su estado de estupefacción.
—Haces esa linda expresión —Le informa tiernamente en un tono confidencial, tan cerca de su rostro que puede sentir su cálido aliento chocar contra sus mejillas—, cuando intentas memorizar una imagen para luego pintarla.
Lo mira extrañado sin decir palabra, preguntándose en su mente cómo lo ha sabido y al parecer es bastante evidente en su expresión, porque JongIn continúa explicándole.
—Hiciste eso cuando nos conocimos. Tus ojos brillan, muerdes tu labio inferior y parece que estas en otro mundo.
En seguida el modelo, alejándose un par de pasos, termina sonriendo a la pantalla de su celular; por unos instantes fue tan claro en su mente capturar esa expresión jovial en el rostro de JongIn, que debe frotar sus ojos para saber que en verdad eso ha pasado. En seguida, frunce el ceño y le exige saber sí le ha tomado una foto como sospecha, a lo que contesta afirmativamente con sus manos en los bolsillos de su pantalón con esa vibra de inocencia, indicándole que es para su colección privada. Kyungsoo niega con la cabeza desviando la atención a los bellos tulipanes; tentado estuvo en preguntarle cómo lo ha conseguido, pero decide dejarlo para otro momento. Además no quiere ni imaginar lo que hará con esas fotos.
—¿Quieres comer?
La pregunta lo toma por sorpresa, Kyungsoo parpadea repetidamente, nuevamente ha sido pillado fuera de este mundo, como le ha indicado hace un momento. La verdad, es que está más interesado en el plan que tiene entre manos que en almorzar.
—Sé que estás pensando en que no te he dicho mi plan. Así que te propongo que almorcemos y luego trabajaremos en mi idea.
Kyungsoo está descrestado en lo fácil que le resulta a JongIn leerlo. Nota que ahora parece algo nervioso, así que intenta confortarlo con una pequeña sonrisa.
—Me has comprado apenas mencionaste comida gratis.
—Pensé que declinarías la oferta... o algo peor.
Sin esperar su reacción, Kai da media vuelta apresurándose hacia la cocina. Finalmente está pasando, tiene a JongIn para él. La idea hace que su corazón egoísta retumbe en su pecho y se sonroje al instante antes de seguirle hacia la cocina, la cual resalta por los acabados en caoba negra.
—¿Quieres una copa de vino?
Kyungsoo muerde su labio inferior antes de aceptar la copa de vino tinto. Termina sentándose sobre una de las sillas de la cocina, mirando la ancha espalda de JongIn pasando de aquí para allá, ha insistido en ayudarlo pero se ha negado alegando que él es su invitado. Al verlo tan ajetreado, moviendo utensilios aquí y allá, pendiente de lo que está bajo cocción, se siente especial y enternecido al verlo fuera de su zona de confort; no puede negar que hay una especie de calidez dentro de su pecho al recibir esas atenciones.
—Parece que necesitas un poco de ayuda —insiste nuevamente sin poder borrar su sonrisa de oreja a oreja. JongIn se detiene dando medía vuelta, sostiniendo una espátula en la mano.
—Lo tengo todo bajo control —indica secamente. Kyungsoo quiere aligerar el ambiente, es extraño verlo tan serio.
—Cómo digas Gordon Ramkai.
Fue allí cuando lo ve claramente sonreír —otra vez está pasando— y de a poco su postura parece más relajada cuando le contesta.
—¿Soy un chiste para ti? —dice blandiendo la espátula como un arma en su dirección. Le es inevitable soltar a reír y a los segundos JongIn se le une.
Al parecer ya tiene todo resuelto y en breve, almuerzan deliciosamente en la mesa que previamente ha organizado el modelo. Las velas encendidas en el centro de la mesa, solo agregan un ambiente más íntimo como el de una cita; casi se atraganta con ese último pensamiento haciendo que su corazón salte de repente y se sienta nervioso, por lo que rápido, intenta regresar a la realidad luego de tomar un poco de agua.
—Así que ¿quién es ese Oh Sehun, mencionaste que era tu amigo?
—Ah sí, él también es modelo, aunque es más del tipo de pasarela. Sehun hace parte de la línea global de Louis Vuitton.
—Ya veo, dijiste que es de pasarela ¿Hay alguna diferencia con otros modelos? —interroga curioso.
JongIn deja el trozo de carne que se dispone de comer en el tenedor, mirándolo antes de contestar. No sabe bien qué clase de mirada está recibiendo, la que haya sido, le hace sentirse demasiado pequeño a su lado. Hay una fuerza en él que le resulta arrasadora.
—La hay. Existen modelos que se dedican a patrocinar marcas y a menudo son convocados para participar en sesiones fotográficas de catálogos publicitarios, revistas... como yo. Luego está Sehun, que por su altura y fisonomía, son convertidos en modelos de pasarela, así que a menudo son seleccionados para representar una marca en diferentes desfiles de moda.
JongIn parece bastante sumergido al explicarle algo que de seguro le es de lo más elemental.
—Oh, no tenía idea que habían clases y esas cosas —comenta casi avergonzado de su ignorancia.
El tono profesional sigue a JongIn cuando le responde nuevamente agregando algunos términos propios de su trabajo. Kyungsoo se siente como un niño aprendiendo cosas de adultos; además, no puede negar que está fascinado al escuchar al hombre en su papel de negocios.
—Lo que te cuento es sólo lo general dentro de cada grupo, también hay otras categorías... pero lo importante es lo que te acabo de mencionar.
—Es interesante —No sabe qué más decir, prácticamente ha quedado sin palabras.
—Es la primera vez que te veo interesado en lo que me dedico —repone en tono gentil.
Mira hacía su plato apenado, aunque no se lo está echando en cara, es verdad, ha estado ignorando el mundo de JongIn. En su defensa, no quiere saber de sus conexiones con otras personas, ni sus relaciones con las mismas.
—¿Te gustó tu plato?
El cambio de tema es refrescante y mentalmente se lo agradece.
—Está delicioso, felicitaciones JongIn. No sabía que cocinaras tan bien. Definitivamente debes enseñarme a preparar esto —indica tras terminar el último bocado de carne. Pero su elogio solo hace que parezca avergonzado.
—En ese caso, extenderé tus felicitaciones a Ram Ssai —JongIn parece sumergido en sus pensamientos—. Quería impresionante, pensé que estaría bien sí me llevaba el crédito pero no puedo mentirte, no cuando te ves así, tan radiante.
No sabe cómo puede soltar esas frases tan a la ligera, cuando él difícilmente puede verbalizar sus emociones; esa facilidad en hacerlo sentir especial, se está tatuando en su corazón; no quiere pensar demasiado en eso. Ve los hombros del modelo caídos, su postura grita que está apenado, no quiere que se sienta así especialmente por una nimiedad como esa.
—No tenías que hacerlo. En ese caso, tus habilidades de presentación y decoración de la comida son impresionantes —Intenta confortarlo con palabras dulces— ¡No puedo creer que haya comido algo de Gordon Ramsai! me he visto todas sus temporadas de Máster chef —Le es inevitable sonar emocionado.
—Lamento seguir decepcionándote, pero no es de ese Ramsai, me refería a Lee Ram Ssai —aclara haciendo énfasis en la pronunciación del nombre—, él es algo así como mi chef personal.
—Oh, ya veo —es su turno de lucir avergonzado por su ingenuidad, lo que solo mortifica el ánimo del anfitrión.
—¿Quieres más vino?
—¿Es este tu plan? Emborracharme y esperar que mágicamente pinte mi autorretrato sin tener idea de cómo lo hice —suelta como una especie de broma, aceptando una quinta copa.
—¡Podría funcionar! —Kyungsoo lo mira intensamente—. Solo que no para ti.
Después de eso, JongIn sigue viéndose avergonzado, solo es hasta que recuerda que ha preparado el postre, que hace que su burbujeante personalidad esté de vuelta. Como un niño emocionado, le sirve una porción de una torta de chocolate y aunque no es muy fan del chocolate, tiene que admitir que está deliciosa y que explotará sí come más pastel, cuando le sugiere una rebanada extra. El anfitrión vuelve a insistir que la ha hecho con sus propias manos, parece muy orgulloso de eso y en un movimiento casi reflejo, se ve por unos segundos acariciando el cabello del mayor, quien en un inicio se sorprende tanto como él y se relaja al instante.
—Gracias por la comida —anuncia Kyungsoo tras retirarse del comedor, recogiendo los platos—. Este es un buen momento para ti, sí me dices que no hay un plan y que simplemente no querías almorzar solo. Lo entenderé.
—En parte no quería almorzar solo, en eso tienes razón.
JongIn está detrás suyo en la cocina, juguetonamente lo empuja a un lado. Al parecer el anfitrión tampoco quiere que lave un plato. Le impresiona que no haya un lavaplatos en esa cocina.
—Pero te equivocas, porque sí tengo un plan para ayudarte en tu autorretrato —continúa confiado, al tiempo que empieza a lavar. Kyungsoo está a su lado listo para secar los platos que le entregue.
Una vez organizada la cocina, JongIn se lo queda mirando, Kyungsoo traga saliva sin saber qué pasa por su mente. Intuye que algo está por explotar.
—¿Estás listo para el plan? —Le pregunta exaltado pero conservando el misterio. El artista queda sin palabras, JongIn lo toma de su mano, y lo lleva prácticamente corriendo hacia quien sabe dónde.
_________________________
Notas finales
Un dato curioso —como los que le indica JongIn a Kyungsoo—, Van Gogh se basó en los grabados japoneses para la pintura del Almendro en Flor, fue su regalo para su sobrino recién nacido, quien también se llama Vincent . Los árboles en flor anuncian el comienzo de primavera y nueva vida, en este caso, el comienzo de esa relación que se va construyendo entre JongIn y Kyungsoo.
Espero les haya gustado este primera parte. Se imaginan cual es el plan de JongIn O.O? funcionará?
Gracias por el apoyo a esta historia!
Y al hombre que con sus canciones inspiró esta historia, le deseo que tenga un feliz cumpleaños!
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