Me removí un poco al escuchar un sonido lejano, abrí mis ojos poco a poco y volví a escuchar ese sonido con más fuerza y mucho más cerca. Un fuerte llanto.

El sueño de esfumó en segundos, me levanté de la cama rápidamente y me dirigí al lugar de donde proviene el llanto.

-Mi pequeña- tome en brazos a Vania para sacarla de su cuna- no llores cariño, mami está contigo.

Acomode su cabecita en mi hombro, pero seguía soltando leves sollozos. Vi la hora en el reloj y me di cuenta que ya es su hora de comer.

Baje un tirante de mi camisa, acomode a Vania y la acerque a mi pecho y puse mi pezón en su boquita para que empezará a comer.

Dirigí mi mirada a la cama con la esperanza de que Thiago siguiera durmiendo, pero no funcionó y lo encontré a él sentado en ella con su espalda pegada a la cabecera, dándome una buena vista de su torso desnudo.

-Amor, duerme y yo me terminó de encargar de la bebé- le dije acercándome a él.

Este mes lo ha tenido muy ocupado, casi no duerme por resolver algunas situaciones del reino, ya van varias veces que tengo que ir a buscarlo a su despacho para que vaya a dormir o coma algo. Lo ayudo en lo que puedo para que no tenga tanta presión, pero también tengo que estar atenta a la bebé que tiene dos meses y necesita atención al igual que mis otros hijos, no puedo dejarlos solos.

Sus manos rodaron mi cintura y tiro un poco de ella levemente haciendo que me siente en la cama. Me acomodé entre sus piernas y recosté mi espalda en su pecho, apoyo su mentón en mi hombro.

-Cuando tu duermas yo lo voy hacer- quita una de sus manos de mi cintura para acariciar la mejilla de Vania que sigue muy concentrada en comer- no tengo ningún problema en estar despierto junto a mi reina y una de mis princesas, por ustedes no me importa desvelarme.

Definitivamente soy afortunada de tener a alguien como Thiago en mi vida.

-Necesitas descansar y lo digo enserio.

Beso mi mejilla- y yo hablo enserio cuando digo que lo voy hacer cuando tu duermas.

-Thiago.

-Kolette- no me pasó desapercibido el tono de burla en su voz.

-Estas insoportable.

-Y tú eres terca

Deje de mirar a Vania para voltear un poco mi cabeza para mirarlo mal y cuando iba a hablar él junto sus labios con los míos. Fue un pequeño beso que hizo que una sonrisa se formara en mi rostro.

Thiago volvió a besar mis labios y después sonrió con arrogancia.

-Ya veo que te sigues derritiendo de amor por mí, pero no te culpo, los dos sabemos que soy irresistible.

Rodé los ojos.

-Lo que eres es un egocéntrico.

-Y po...

Fue interrumpido por un pequeño quejido, los dos dejamos de mirarnos y bajamos la mirada encontrándonos con una bebé muy sonriente mirándonos con sus ojos azules igual a los de su padre.

Con mi mano libre lleve con cuidado su cabecita a mi pecho para que siguiera comiendo, pero ella retiro su cabeza inmediatamente, repetí esa acción otra vez, pero ella volvió a quitar su cabeza, subí el tirante de mi camisa y aparte mi cabello hacia un lado. Sonreí cuando mi princesa tomo entre sus pequeñas manos el dedo de su padre para jugar con el.

La levanté con cuidado, me separe de Thiago y la acomode sobre mi hombro para comenzar a sacarle los gases, ella siguió muy entretenida jugando con Thiago y no soltó en ningún momento su dedo. Cuando termine de sacarle los gases flexione mis piernas y apoye a Vania sobre ellas, me removí un poco y volví a recostarme en el pecho de Thiago.

Suspiré satisfecha cuando mi esposo me rodeó con sus brazos dándome calor. Me puse hacerle muecas a Vania, ella soltó la mano de Thiago y empezó a reír y mover sus bracitos desesperada, pasé mi mano por su cabello negro, aunque algunas partes se ven un poco más claras con el sol.

Ella es una copia de Thiago versión niña, solo espero que no saque el ego de su padre, suficiente tengo con mis dos príncipes que heredaron el ego de Thiago. Y lo único que sacó Vania de mi fue la forma de los labios, nada más.

-Bebé hermosa- como si Vania entendiera a Thiago le sonrió encantada- hacemos bebés hermosos, podemos tener más.

Definitivamente a Thiago le está pegando la falta de sueño.

Él entrelazó su mano con la mía y dio un pequeño apretón- ¿Los vas a parir tú?

-No- contestó después de unos segundos en silencio.

-Ahí tienes tu respuesta. Además, con nuestros cuatro hijos estoy bien.

Mi niña soltó pequeños balbuceos y después metió su manito en su boca.

- Lo oferta va a seguir disponible por mucho tiempo- reí un poco, pero negué con la cabeza.

- Rechazo tu oferta, además ya tienes a dos pequeños que heredaron tu enorme ego.

-Y también tengo a dos pequeñas que heredaron la belleza de su madre, aunque una sea una copia de mí.

-Y no es justo que Vania se parezca más a ti. La tuve nueve meses en mi vientre para que no se pareciera a mí.

-Mi hija es hermosa porqué se parece a mí.

Le di un pequeño codazo y sentí su pecho vibrar por la risa.

-Nuestra hija es preciosa igual a su madre, pero tienes que admitir que parece más mía que tuya.

Le di otro codazo más fuerte- imbécil

-Eso dolió

-Era la idea, principito

-Ese horrible apodo no- sentí que apoyo su frente en mi hombro.

-Sé que te encanta.

-Claro y a ti no te gusta hacer bromas- el sarcasmo se nota a kilómetros.

No le respondí, bajé la mirada al no escuchar más a Vania y para mí sorpresa la encontré muy dormida. Es tan tierna e incluso dormida se puede notar el parecido a Thiago.

-Mira quien se durmió ya- le dije a Thiago.

Él soltó nuestras manos entrelazadas y con cuidado se levantó de la cama, con delicadeza tomo en brazos a Vania, la pego a su pecho y beso su frente

Thiago con un bebé en brazos y siendo tierno, es algo digno de admirar por toda una vida.

Me puse de rodillas sobre la cama quedando a la altura de Vania y bese su cabecita, de un momento a otro siento que Thiago deja un beso en mi frente, con ese pequeño gesto sonreí. Me separé de ellos y vi como puso a Vania en su cuna y la arropó. Dio media vuelta y se acercó hasta mí, me tomo en brazos para el acostarse y ponerme encima de él. Nos tapó con el edredón.

Apoye mi barbilla en su pecho y comienzo acariciar su rostro y cabello, veo cómo va cerrando los ojos, así que dejo un pequeño beso en sus labios y me acurrucó en su pecho.

Mis ojos se fueron cerrando debido al cansancio y me deje llevar por el sueño.

Al despertar no estaba Thiago a mi lado, puse una mueca por eso y me levanté de la cama.

Lo más seguro es que fuera terminar el trabajo pendiente.

Fui al baño, hice todas mis necesidades y después cambie mi pijama por un vestido corto que es suelto y cómodo, me puse unas zapatillas negras, trence mi cabello y deje mi rostro libre de maquillaje. Saque a Vania de su cuna para cambiarla.

Una vez lista, con pañal limpio y un vestido morado que le regaló Grace, que también viene con un moño más grande que la cabeza de mi bebé, puse una mueca y negué con la cabeza dejándolo de lado, la tomé en brazos y acerqué mi nariz y la suya para después dejar un beso ahí.

Pase por los cuartos de los niños y no los vi ahí, baje a la cocina y tampoco vi a los niños ni a Thiago en ese lugar, así que decidí ir al comedor.

Cuando llegué me encontré a los tres tornados sentados frente a la mesa, ellos al escuchar mis pasos voltearon a verme y rápidamente bajaron de sus sillas, corrieron hasta acercarse a mí. Cómo pude los abrazos a los tres teniendo en brazos a mi hija menor, bese las frentes de los tres y después ellos saludaron a su hermanita, que les sonrió y también intento agarrar el cabello de sus hermanos para jugar, pero los tres se quitaron muy rápido antes de que ella pudiera hacer algo.

Los tres ya han sufrido los jalones que da Vania.

-Thiago perdiste la apuesta, te dije que Kolette iba a saludar antes a los niños que a ti, ahora paga- levante la mirada y para mí sorpresa me encontré con que toda nuestra familia está ahí, vi como Thiago con el ceño fruncido le dio dinero a Jayden.

Solté una risa y los niños corrieron a la mesa para seguir comiendo, mamá se acercó a mí y me quito de los brazos a Vania, se fue a sentar junto a Chloe que se puso a jugar con su pequeña sobrina.

Me acerque a Thiago, deje un beso corto en sus labios y cuando me iba a sentar a su lado el tiro de mi provocando que quede sentada en su regazo, él feliz junto sus labios con los míos y yo le seguí el beso sin ningún problema, pero nos tuvimos que separar debido al carraspeó exagerado de papá y él junto a los niños miraban mal a Thiago.

-Mamá es nuestra, tú no la puedes besar- Axel se cruzó de brazos.

-¿Y así quieres otro?- le susurré a Thiago.

-Todavía tengo la esperanza que Vania no te cele y tal vez si tenemos otro bebé tampoco te cele- se encogió de hombros- y tú pequeño renacuajo, yo puedo besar a tu madre todo lo que quiera porque es mi esposa.

Y volvimos con sus absurdas peleas.

-No lo aceptó.

-Lastima querido hijo, eso es lo que hay.

-Ella nos ama mucho más a nosotros que ti, por algo somos sus favoritos- Axel le dio una sonrisa de superioridad a su padre

-Si- fue lo único que dijeron Kalika y Malcolm antes de seguir concentrados en su comida.

-Suficiente los dos, tengo mucho amor para ustedes y los amo por igual, así que dejen sus peleas sin sentido y se disculpan.

Los dos se miraron fijamente, que alguien me de mucha paciencia con estos dos.

Como ninguno de los dos cedía les di una mirada de advertencia.

-Lo siento papi- dijo Axel haciendo pucheros.

-Yo también lo siento pequeño.

Sonreí satisfecha.

-Y con ustedes la única que puede hacer que padre e hijo con la misma personalidad se queden tranquilos- Grace me señalo y todos reímos.

-Todos sabemos que eres más mía que de ellos, pero dejemos que vivan engañados un tiempo- susurro, lo mire y él me guiño el ojo, rodé los ojos.

Cuando me intente levantar Thiago no me lo permitió y por eso tuve que comer mientras seguís sentada encima de él, con eso se ganó que papá lo mirara mal al igual que los niños, pero no dijeron nada al respecto. Thiago acaricia mis piernas desnudas y hace un recorrido hasta mi cintura, así se está todo el rato y cada que lo miro él me guiña el ojo. De vez en cuando le da por dejar un pequeño apretón en mis muslos que me hacen removerme un poco y el idiota está con una sonrisa muy grande en su cara mientras sigue comiendo tranquilamente.

-Principito, más te vale que me dejes terminar de comer tranquila, sino quieres que te deje de besar por tres meses y sufras una de mis bromas.

Dejo su mano quieta en mi cadera, miró para todos lados y cuando vio que no nos estaban mirando dejo un pequeño beso en mi cuello.

-No me llames más principito y no tenemos que llegar a esos extremos belleza, igual sabemos que no puedes vivir sin besarme.

-¿Apostamos?

-No gracias, quiero seguir besando a mi esposa todo lo que yo quiera y cuando quiera.

Puso su mano en mi mejilla y acercó mi rostro al suyo, nuestros labios se rozan y cuando los iba a juntar un pequeño cuerpecito se subió a mis piernas y me rodeó con su bracitos, Thiago con pesadez se alejó de mí y la pequeña copia de él con mi color de ojos le saco la lengua.

-Este niño- lo escuché suspirar.

-Es igual a ti- le conteste antes de besar las mejillas de mi hijo mayor.

-Abrazo- Kalika se bajó de su silla y corrió hasta nosotros, con ayuda de su hermano la subimos.

Malcolm nos vio y rio feliz al ver que su hermana le hacía muecas, con ayuda de Calista lo subió y quedó sentado encima de su hermana, volteó su cabeza y dejo un beso en mi mejilla antes de hacer lo mismo con su hermana. Vania al vernos ladeó su cabeza un poco.

-Ven con nosotros Nia- comenzó a llamarla Axel.

-Nia, Nia- la llamo Malcolm haciéndole muecas que la hacían reír.

Ella al ver que sus hermanos hacían todo para que viniera estiró sus bracitos hacia nosotros, mamá se levantó de la silla y con cuidado la puso sobre Malcolm que él la rodeó con sus bracitos para que no se cayera.

Thiago beso mis labios feliz antes de comenzar a pelear con Axel, Malcolm se puso a jugar con Vania y Kali reía cuando comencé a jugar con ella. Toda nuestra familia reía a ver la escena al igual que vi que tomaron varias fotos.

No cambiaría todo esto por nada en el mundo.

--•--
Kolette y Vania ✨🧡