Capítulo 9
- Lo voy a repetir una última vez, ¿qué fue lo que pasó ayer para que agredieras a un general?- dijo el rey dando su típica mirada fría para intimidar a las personas.
- Y yo le vuelvo a decir, pregúntele a su hijo, yo hablé con él ayer respecto al tema- dije ya cansada por este "interrogatorio", le di una mirada al reloj que está colgado en la pared, suspiro al ver que son las diez de la mañana, llevo encerrada tres horas en el despacho del rey junto a Thiago y sus padres.
Pensé que no iban a preguntar nada y me fui a dormir, mejor dicho, intentar el dolor de los golpes no me permitía moverme mucho y está mañana me levanto por unos insistentes toques en la puerta al abrir vi a Thiago, me agarró del brazo y empezó a cambiar y yo para no caerme lo empecé a seguir. Así que en conclusión llevo tres horas encerrada, sigo en pijama y mi paciencia se está agotando.
-¿Vas a decir que pasó?- pregunto Thiago pasando su mano por su cabello.
Es lindo...¿Qué?... No, ósea si es lindo, pero no quiero involucrarme en nada con él, así sea solo una amistad, aunque mejor estar distanciados... ¿O si quiero estar cerca de él?
Sacudo mi cabeza descartando eso. Ni yo entiendo a veces lo que pienso.
Me quedé callada y simulé pensarlo- mi respuesta sigue siendo no.
-¿Sabes que te puedes meter en graves problema?- pregunto la reina.
- No le tengo miedo a un niño mimado que va hacerle berrinches a sus padres cuando no consigue lo que quiere.
-¿Sabes de quién es hijo al general que agrediste?
- Si, es hijo de un conde.
-¿Por qué me dijiste que investigará?- volvió a preguntar Thiago, levanté los hombros y no dije nada, vi su cara y estaba haciendo muecas.
El principito se está enojando.
-Tomare medidas drásticas, si no dices nada de lo que pasó ayer te llevaré a la cárcel- dijo con un tono de voz fuerte.
- ¿Crees que con eso me vas a intimidar? Estás muy equivocado, si quieres puedes llevarme a la cárcel, ya estuve ahí así que me de igual- dije cruzando una pierna sobre la otra.
Todos se quedaron callados y yo solo los miraba con una sonrisa burlona, hasta que de pronto vi a Thiago sonreír de la misma manera.
- Entonces irás a la parte más peligrosa de la cárcel, dónde están los peores delincuentes.
-¿Tienen unas cartas que me presten?- los tres me miraron confundidos- mis cartas se dañaron y tengo que recuperar el dinero que me debe Matias.
-¿Estuviste en la parte más peligrosa de la cárcel?- pregunto la reina con un tono de voz tembloroso, pero lo supo disimular.
-Si
-¿Por qué?- pregunto el rey y Thiago me miraba con curiosidad.
- Porque me defendí de uno de los amigos de Gabe y según ellos para que aprendiera la lección de no retarlos me mandaron para esa parte de la cárcel.
Los tres se pusieron hablar entre susurros yo miraba mis uñas aburridas.
Me quiero largar de aquí, siento mis ojos cansados porque solo dormí como dos horas, tuve demasiadas pesadillas y recuerdos de mi pasado para nada agradables, sumando dolor insoportable.
- Yo me largo, ya no tengo nada que hablar con ustedes- dije y me pare de donde estaba sentada y me estremecí al tocar el frío suelo, antes de seguir caminando le di una mirada al despacho. Paredes de color azul rey, unos estantes con muchos libros, en medio un escritorio con papeles y algunas fotos, cuadros adornando las paredes, unos sofás y una mesa en medio de estos.
- Tu no te mueves de aquí- dijo Thiago.
-Claro que si- dije y empecé a caminar a la puerta que no estaba muy lejos, la abrí y entes de salir me volteo- investiguen a sus guardias no todos son unos santos como aparentan.
Dicho salí de allí y empecé a caminar en dirección contraria a dónde está ubicado el despachó.
- Mira nada más a quien me vengo a encontrar, si es la ladrona- dijo Danielle mientras pasaba sus manos sobre su vestido plateado que resalta su cuerpo.
¡Fantástico! Mi día no podría ir peor, primero aguantar un "interrogatorio" de tres horas y ahora aguantar a una niña mimada.
-¿Qué quieres Danielle?.
- Quiero que te vayas de mi castillo y de mi reino- dijo poniendo sus manos en su cintura, sin poder evitarlo solté carcajada tras carcajada- ¿Que te causa tanta gracia?
- Gracias por hacerme reír lo necesitaba. Me causa gracia la estupidez que acabas de decir, ¿Con que derecho dices eso? Si ni siquiera nos han presentado al pueblo para que vean quienes son las concursantes.
- Entonces si te interesa la corona- dijo, sonó más como afirmación que pregunta.
- No te confundas querida, a mí no me interesa la corona.
- Pero siempre estás detrás del príncipe, así que eso significa que estás detrás de la corona.
Yo ni siquiera estoy detrás de Thiago, él es el que anda detrás de mí
- Piensa por un momento, usa las dos neuronas que te quedan vivas. Si estuviera detrás del príncipe estaría pegada cómo chicle a él, estaría pasando a cada rato frente a él con vestido extremadamente caros y maquillaje exagerado al igual que las joyas- suspire- y yo no estoy haciendo nada de eso, en cambio tú si haces todo eso para obtener su atención.
Se quedó callada al ver que no respondía se formó en mi rostro una sonrisa victoriosa.
- Mentira, la que quiere atención eres tú, porqué yo soy perfecta todo el mundo se fija en mí y en ti no se fijan porque eres nada- dijo y me dio una mirada de superioridad.
Patética, pero hasta aquí llegó mi paciencia la poca que tenía se fue cuando abría la boca.
La tomé del cuello sin apretar mucho, la miré sin ninguna expresión en el rostro.
- Te lo voy a decir una vez y más te vale que se te quede grabado, no te metas en mi vida y no digas cosas falsas sobre mí, que la verdad lo que digas me da lo mismo. Pero si te sigues acercando a mí a solo decir cosas estúpidas y sin sentido prepárate para tener una nariz rota, ¿entendido? - dije con una voz fría, ella asintió con miedo reflejado en su rostro, la solté y empezó a respirar exageradamente.
¡Por Dios! Ni siquiera la estaba ahorcando, ni tiene marcas de mis dedos en el cuello.
-No te tengo miedo- dijo intentando parecer valiente, di un paso hacia ella y ella retrocedió cómo tres.
- Se ve que no tienes miedo- dije con sarcasmo y empecé a reír, al calmarme seguí mi camino, pero esta vez sin que nadie se interpusiera en el.
Camine un buen rato hasta por fin llegar a la habitación donde me estaba quedando, sin ánimo de ponerme algún vestido me adentre al armario y empecé a buscar algo que no sea vestido o falda, después de tanto buscar encontré un jean, una camisa negra con dibujos de estrellas y unos zapatos deportivos. Me bañé y me puse el conjunto, me acerqué al espejo y vi mi cara, que para los golpes que recibí no está tan mal, pero no puedo decir lo mismo de mi abdomen que está todo lleno de morados. Me hice una cola alta en el cabello y de maquillaje puro me puse base y labial.
Hoy no estoy de ánimo para nada.
Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, llegué y agarré tres manzanas, les di una sonrisa a las personas que se encontraban ahí y salí directo al patio, al llegar me senté en la grama y empecé a comer las manzanas mientras veía las mariposas volar sobre las flores.
Tan bellas, tan libres y sobre todo sin ninguna atadura, van a dónde quieren y cuando quieren.
-Tendrías que estar en clases.
- No estoy de humor para tus reclamos Thiago- dije y él se sentó a mi lado.
-Eres difícil de tratar, un día estás de buenas y al otro no.
- Que te puedo decir, así es la vida- dije y el negó con una sonrisa.
Nos quedemos callados mientras veíamos las mariposas y las flores, le ofrecí una de las manzanas y él la acepto, yo agarre la otra y empezamos a comer en silencio.
Paz y tranquilidad era lo que necesitaba.
-¿Me vas a contar lo que pasó?- pregunto después de un rato
Adiós a mi paz y tranquilidad.
- No, lo siento, pero no, como dije ya tantas veces tienes que averiguar por ti mismo que es lo paso.
Thiago me miro haciendo un puchero, pero se quedó callado y se acostó apoyando su cabeza en mis piernas, por inercia le empecé a pasar la mano por su cabello que lo tiene muy suave, bajé la cabeza y él tenía los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios, sin dejar de mirarlo seguí con las caricias en su cabello, él abrió los ojos y me sonrió. Pare con las caricias en su cabello cuando escuché un ruido y al parecer Thiago también lo escucho, mire al frente y ahí están las hermanas de Thiago con una sonrisa y sus teléfonos en mano.
Así que nos sacaron una foto.
- ¿Que hacen ustedes dos aquí? - pregunto Thiago.
-Papá quiere hablar contigo y como no te encontraba nos mandó a buscarte- respondió Gwen.
-¿Dónde está?
- En su despacho- respondí Katrina
-Bien, voy para allá- dijo y se despidió de sus hermanas, se acercó a mí dejando nuestros rostros muy cerca, puso su mano en mi mejilla derecha, la acaricio suavemente y depósito un beso en mi otra mejilla, después de eso se alejó y entro al castillo.
-¡QUE LINDA PAREJA FORMAN!- gritaron las dos mientras daban saltos.
-Cálmense y quiero que me muestren la foto- dije las dos se acercaron a mí y Katrina me mostró su teléfono, la foto salió hermosa los dos salíamos con una sonrisa y en el momento que tomaron la foto él salía con los ojos abiertos mirándome- salió bella la foto
- Si, la vamos a imprimir y vamos armar un álbum de fotos para mostrárselo a sus hijos- contesto Gwen.
-Primero que nada, solo llevo un poco más de un mes aquí, segundo con su hermano un día hablamos bien y al otro nos retamos y tercero dudo que pase todo lo que se imaginan.
-Nunca digas nunca- dijeron bien sincronizadas como robots.
-Están locas- ellas asintieron a mi comentario, las tres nos reímos.
Después de un rato hablar, a ellas se les ocurrió hacer un día de chicas solo nosotras tres, yo acepte. Nos pusimos a ver películas, series, nadamos un poco en la piscina, las otras chicas me miraban celosas porque me llevo bien con las princesas, yo no tengo la culpa que todas ellas sean superficiales. Fuimos a la habitación de Gwen, mucho más grande que en la que yo me estoy quedando y toda decorada con colores pasteles y sobretodo muchos peluches, nos pusimos hablar y después de tanta insistencia deje que me maquillaran y pintaran las uñas, después de todo eso nos pusimos a bailar y cantar, y tuvimos una pelea de almohadas.
Después de todo me divertí son las primeras amigas reales que tengo. Y aunque me divertí mañana va hacer un día muy estresante.
Mañana es el día en que toda Viena conoce a las participantes que compiten con la corona.
Lo que me espera mañana, va hacer un día estresante, voy a tener que escuchar a las demás quejarse porque los accesorios no combinan con sus vestidos o tacones.
Es toda una ridiculez a la que estoy obligada a ir, aunque podría faltar, pero sería escuchar por tres horas o más los reproches de los reyes por faltar a un evento tan importante, así que paso, prefiero aguantar miradas y rumores sobre mí que va a crear la prensa en cuanto sepan quienes son las concursantes, prefiero eso que aguantar otro estúpido sermón que es innecesario.
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