Capítulo 24

-¿De qué quería hablarnos, alteza?- pregunto una de las cabeza hueca, no sé cuál y no me interesa. Yo sigo comiendo y con mi vista en el plato.

La comida que hizo Dakota está deliciosa.

Hoy amanecí con más apetito de lo normal.

-Las cité más temprano porque les tengo dos sorpresas, la primera será el día de hoy y la otra después se enterarán. Como ya saben falta muy poco para que termine la competencia y mi hijo decida con quién de ustedes va estar...

- Se va a quedar conmigo- susurraron todas, pero no tan bajo porque se escuchó.

-Como decía- continúo hablando Calista- en el baile que se da cuando la competencia termina, es el evento final a todo esto y solo una se quedará en el palacio. Así que hoy vamos a buscar sus vestidos para el baile- todas chillaron emocionadas- vamos a buscar vestidos de novia.

Me atore con la galleta que estaba comiendo y empecé a toser. Esa noticia no me la esperaba.

-¿Estás bien Kolette?- pregunto Calista, tomé un poco de agua y asentí.

El gran baile real, uno de los eventos más esperados. En ese baile se escoge a la futura reina, creo que casi todo el reino está invitando a ese baile y los que no pueden asistir, todo el evento se graba en vivo para que lo vean. En ese evento todas las personas van vestidas de negro, exceptuando las concursantes y el príncipe que van de blanco.

Cómo no me acordaba de ese pequeño e insignificante detalle.

-Arréglense y en diez minutos nos vemos en la entrada del castillo y una cosa más ninguna de las chicas que las ayuda va a ir- Calista paso sus manos por la falda del vestido color plateado- solo vamos a ir Grace y yo con ustedes cinco ¿Entendido? - todas asentimos-

-Vayan a cambiarse- apenas terminó de decir eso Grace todas salieron corriendo y empujándose para salir primero del comedor.

-Yo ya voy, primero déjenme terminar de comer está delicia que hizo Dakota- las dos sonrieron.

-Hoy vamos a tener entretenimiento viendo a estás chicas pelear- Grace empezó a dar pequeños saltos y aplaudir, como a una niña que le dan un regalo- esto va estar mejor que mi telenovela.

Reí por el comportamiento de Grace, pero ella tiene razón el día de hoy va haber mucha diversión. Termine de comer y salí de ahí para dirigirme a la habitación, después de subir las escaleras llegue a la dichosa habitación, abrí la puerta y entre en ella, me acerque al closet y busque una ropa cómoda para usar hoy.

Después de buscar entre tanta tela de vestido por fin encontré un mono gris y una camisa de tirantes pegada, me puse la ropa y la camisa la metí dentro del pantalón. Salí del closet y me hice una cola alta, agarre mi collar y me lo puse.

-Pase- dije cuando escuché unos golpes en la puerta.

Termine de abrochar mi collar y listo.

-Pero que novia más preciosa tengo- me volteo cuando escucho la voz de Thiago.

Se ve demasiado bien con ese traje, el negro que le queda a la perfección y le sienta muy bien.

-No te queda nada mal el traje- dije sonriendo, él se acercó a mí y me abrazo.

- Me veo espectacular y no lo puedes negar- beso mi mejilla.

-Y salió a relucir tú ego- pase mis manos alrededor de su cuello.

-Quédate hoy conmigo- hizo un puchero- papá ni mis hermanas van a estar hoy porque van a ir a buscar los vestidos de mis hermanas y después van a otro lugar; mamá y la abuela van a salir al igual que las otras chicas- sus manos tomaron mi cadera y me acerco más a él- con las chicas fuera, puedo quedarme aquí contigo y darte muchos besos.

Reí por eso y apoyé mi cabeza en su hombro- quisiera quedarme y no ir a buscar más vestidos, pero así no quiera ir Grace y Calista me va a obligar a ir de una u otra forma- separé mi cabeza de su hombro y lo mire- no tengo escapatoria.

-Pero yo quería estar contigo hoy- sus labios rozaron los míos, sin contenerme junte nuestros labios empezando un beso lento que poco a poco fue subiendo la intensidad y después volvió a bajar quedando casi en un leve roce.

Nos separamos un poco, observé sus hermosos ojos azules y baje mi vista a sus labios hinchados debido al beso y puedo apostar que los míos están iguales.

-Quiero más besos así.

- Será después, tengo que ir a la tienda esa a buscar el dichoso vestido de novia.

-Te vas a ver hermosa, no puedo esperar a verte vestida de blanco- dejo un casto beso en mis labios- vamos, te voy acompañar hasta la entrada.

-Está bien- quité mis brazos de su cuello y él quito los suyos de mi cintura, cuando nos separamos por completo Thiago entrelazó nuestras manos y así salimos.

Lo más seguro es que fuera la primera en llegar ya que las demás andan buscando el vestido más extravagante que consigan, que es una estupidez porque vamos a una tienda de vestidos y se van a estar cambiando de vestido a cada rato.

Seguimos caminando y Thiago dónde veía que no había nadie me acorralaba contra la pared y me besaba mucho, ningún beso era inocente y delicado.

-¿Por qué tardaste tanto?- pregunto Calista en el momento que llegue.

-Soy la primera en llegar- dije viendo alrededor y los únicos que estamos somos: Calista, Grace, Thiago y yo- llegué tarde por culpa de él- señale a Thiago.

-¿Que le hiciste a Kolette?- Calista se cruzó de brazos, yo sonreí y Thiago me miro ofendido y después miro a Calista con la misma expresión.

-No le creas nada- me señalo- ella es una mentirosa, ella se entretuvo en otras cosas y me está culpando a mí.

-¡Maldito mentiroso!- chille y le di un golpe en el abdomen- tú eres el culpable, ni mentir sabes.

-Claro que no.

-Claro que si.

-No.

-Si.

-No.

-Si

-Suficiente, parecen dos niños peleando por algo insignificante- dijo Grace haciendo que dejáramos nuestra pequeña pelea.

-Ahí viene las demás, así que es momento de irnos-dijo Calista señalando detrás de nosotros, menos mal nuestras manos ya no estaban entrelazadas.

Las cuatro llegaron a dónde estamos, las miré y no me equivoqué, ya que todas andan con vestidos muy extravagantes. Cuando vieron a Thiago empezaron a pestañear exageradamente, a enrollar un mechón de su cabello en sus dedos.

Se ven ridículas, parece que nunca les enseñaron a ser menos exageradas.

Si fueran más sutiles y menos estresantes, la cosa sería diferente. Hasta diría que podríamos llevarnos bien.

Llegó una limusina y las chicas fueron las primeras en entrar, después Grace y Calista, antes de que me acercara Thiago me doy un rápido beso para que no nos vieran.

-Te quiero, preciosa.

-Te quiero, principito.

-Cambia ese apodo.

- Bien.

-Quiero escucharlo- rodé los ojos ante la petición.

-Te quiero, amor.

-Ese me gusta más- paso una mano por su cabello- ya vete antes que mamá se enoje.

Le hice caso y me subí a la limusina rápidamente, cerré la puerta y la limusina empezó andar, todo estaba en silencio y uno muy incómodo.

Espero que la tienda no esté muy lejos.

-Ya estamos por llegar señoritas- dijo Grace, me miró y me guiño un ojo- llegamos.

La limusina se estaciono y cada una fuimos bajando de está. Cuando ya estuvimos las cinco afuera, delante nuestra está la tienda de vestidos de novia más importante de Viena, con un color crema en las paredes de afuera y su nombre en lo más alto reluciendo para que todos miraran en esa direccion con colores muy llamativos. Entramos a la tienda y es impresionante, las paredes del mismo color que las de afuera con algunos detalles en un color dorado, candelabros enormes, sillones y vestidos por cantidad al igual que los accesorios.

-Alteza- la chica rubia de ojos verdes hizo una reverencia- Bienvenidas a la tienda, yo seré su asesora junto a mi compañera- justo en ese momento llegó una chica morena, castaña con un color de ojos oscuros- y faltan que lleguen las otras asesoras que están arreglando unos vestidos para que ellas atiendan a cada una de las chicas.

Pasado unos cinco minutos llegaron las otras chicas, dos pelinegras y una castaña se dividieron y a mí me tocó con la chica rubia, ella me arrastró hasta uno de los vestidores.

Siento pena por las asesoras que les toca atender a las otras chicas.

Al entrar al vestidor lo primero que veo es un enorme espejo, dos sillas de color rosado y las paredes de color blanco.

-Me presento soy Violeta Black- dijo cuándo nos sentamos en las sillas.

-Un gusto, yo soy Kolette Montrose.

-Bien Kolette, ¿qué es lo que buscas en tu vestido?- pregunto.

-Que sea sencillo - ella asintió- nada amplio, sin mucha pedrería, que todo esté balanceo, mejor dicho.

-¿Aceptas la parte del corpiño con transparencia?- asentí- perfecto, voy a buscar unos vestidos y vuelvo, mientras tú ponte la bata que está ahí- señalo dónde está colgada y salió del vestidor.

Cuando salió me quité la ropa y quedé en ropa interior, me puse la bata rosada y me senté a esperar que llegará Violeta.

Pasado el tiempo ella entro con varios vestidos y los colgó.

-Empecemos por este- saco un vestido con pedrería en la parte de arriba y abajo, un escote de corazón y con un poco de volumen sin exagerar, me ayudo a poner el vestido y empezó apretar el corset.

No el corset, ni siquiera hoy me libro de está tortura.

-¿Qué te parece?.

-Es lindo, pero no el elegido para mí- suspiré- ¿tengo que mostrárselo a la reina?

-Si no te gusta, no- asentí y pasamos al siguiente.

Así estuvimos un buen rato, probando vestidos, salir para que lo vean Grace y Calista, pero a ninguna de las tres nos convencía los vestidos.

-Kolette, ve al vestidor voy a buscar un vestido en mente que tengo para ti- dijo y yo asentí- cuando vaya para allá te ayudo con el vestido.

Con el vestido que tengo puesto si necesito ayudo, es todo lo que no quería, falda con mucho volumen, mucha pedrería y el corset que tiene esta muy ajustado.

Entre el vestidor y cerré la puerta, apoyé la espalda contra la puerta y cerré mis ojos por un momento.

-Te ves bien de blanco- dijo la voz de un hombre, abrí los ojos rápido al escucharla.

-¿Qué carajos haces tú aquí?- pregunté cuando vi a Thiago, el imbécil ni siquiera debería estar fuera del castillo.

-Vine a ver a esta preciosa pelirroja- me miró de pies a cabeza-ese vestido no va contigo pareces que te escapaste del pastel de una boda.

-Ya lo sé, a mí tampoco me gusta- puse mis manos en mi cintura- ¿No deberías estar en el castillo?

-Tuve que venir a buscar unos papeles de un socio de papá y aproveche para venir a verte, así que dame un beso antes de que llegue la chica que te está ayudando- se acercó a mí.

-¿Cómo sabes?

-Trevor me está ayudando- negué con la cabeza y sonreí- le dije que vigilará y me avisará para poder salir, así que quiero mi beso.

-¿Y si no te quiero besar?- lo rete.

-Pues yo te beso a ti- lo dijo y junto sus labios con los míos, el beso no era tan tierno ni romántico, era un poco más rudo. Cuando la necesidad de respirar fue más fuerte nos tuvimos que separar, Thiago tenía una maldita sonrisa en su cara.

Me dio un pequeño beso en los labios y fue repartiendo besos por mi mejilla derecha y fue bajando hasta llegar a mi cuello se quedó un buen rato besando.

-Ni se te ocurra hacer una marca, porque te juro que te dejo sin descendencia-él levanto la cabeza rápidamente y me miró asustado.

-Cariño, no me vas a dejar así porque tenemos que tener nuestros hijos- sonreí por qué él ya estaba pensando en un futuro juntos, hijos no pienso tener ahora, tal vez en algún futuro los tenga- y si yo quiero puedo hacerte un chupetón así saben que eres mía.

-¿Y después como explico sobre eso sí se supone que estoy sola?- él se quedó callado- así que no molestes con eso.

-Ya después lo voy hacer- asentí para que se quedara tranquilo, quien sabe si lo deje. El saco su teléfono y lo reviso- es el momento de irme- se acercó y me beso lento y suave con amor.

-Vete antes que te vean, nos vemos después- el asintió y salió rápido del vestidor, unos minutos después entro Violeta-

-Este es el vestido que traje- lo mostró y lo colgó- vamos a quitarte este vestido para que te pruebes el otro.

Me ayudó a quitar el incómodo vestido, cuando estuvo fuera de mi cuerpo fue lo mejor. Y me puse el otro que es simplemente hermoso, la parte del corpiño con encaje, escote en V, con tirantes y unas transparencias a los lados, la parte de abajo es una falda corta pegada de encaje y otra falda más larga encima con un corte a un costado mostrando la pierna y la espalda es baja.

-¡Lo amo!- chille emocionada y admiraba el vestido.

-Este vestido fue hecho para ti, salgamos.

Salimos del vestidor y nos dirigimos a dónde están Grace y Calista.

-Perfecto.

-Hermoso.

- Ese es el indicado- hablaron las dos al mismo tiempo cuando detallaron bien el vestido.

-¿Qué te parece a ti Kolette?- pregunto Grace.

-De todos los que me he probado, este es el que amo- sonreí sin poder dejar de observar mi reflejo en el espejo.

Nunca en mi vida me imaginé probándome vestidos de novia y aquí estoy.

-Pues ese es el elegido para ti- dijo Calista.

-Gracias- le dije y ella sonrió.

Después de eso nos dirigimos al vestidor para yo quitarme el vestido y ponerme la ropa que traía, llegamos me quite el vestido y me cambie.

-Fue un placer trabajar contigo- Violeta me sonrió y me dio un pequeño abrazo que devolví.

-Fue un gusto conocerte Violeta.

Ella sonrió- espero nos volvamos a ver- asentí- tengo que llevar tu vestido para que lo arreglen y después irme a mi siguiente cita.

Nos despedimos y ella se fue por un lado y yo por el otro, cuando llegue con Grace y Calista ya estaban las demás chicas.

-El día de hoy fue un éxito y encontramos sus vestidos- dijo sonriendo Calista.

Lo único malo es que no puede ver si alguna de las chicas hizo un drama o se pelearon entre ellas por un vestido, ya después le pregunto a Grace sobre eso. Salimos de la tienda y nos montamos en la limusina, nadie dijo nada y mejor así, estoy muy cansada para tener que escuchar cosas que no me interesaban en lo absoluto.

-Señoritas, los vestidos de cada una ya están encargados y el día que se los tengan que probar yo les aviso- la limusina se detiene- y no pueden decir nada del vestido ya que será una sorpresa para el baile, ¿entendido?

- Si- dijeron las cuatro y yo asentí, no tenía ganas de hablar.

Todas nos bajamos de la limusina y entramos, cada quien se fue por su lado. Yo me fui directo a la habitación, quiero descansar lo que queda del día, abrí la puerta y me encontré con la agradable sorpresa de ver a Thiago acostado en mi cama, cerré la puerta y no le dije nada solo me subí en la cama y me acosté a su lado, puse mi cabeza en su pecho, lo abracé y él puso su mano en mi cintura.

-Descansa un rato, se ve que estás cansada- acaricio mi cintura- yo me voy a quedar contigo.

La verdad si estaba cansada, fuimos en la mañana a la tienda y llegamos en la tarde casi noche. Separé mi cabeza de su pecho, le di un beso en la mejilla a Thiago y volví a bajar la cabeza para acostarme, cerré los ojos y me fui relajando con las caricias de Thiago, sueño como tal no tenía así que no me dormía todavía. Más bien hoy un fue un día tranquilo y eso fue bueno, con tanto misterio que me rodea lo agradezco.

Thiago y yo estamos abrazos y disfrutando el silencio que hay, solo nosotros dos y eso me gusta.

Eso es lo que importa en este preciso momento, nosotros dos.

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