Capítulo 15

Nada, absolutamente nada.

Toda su historia es un misterio, no hay nada relevante. Las historias son las mismas con distintas palabras, encontré una carta que según había escrito Mina, pero es muy confusa.

Suspiré frustrada y me deje caer de golpe en la cama, son las tres de la mañana y por muy raro que parezca no siento cansancio.

Volví a mirar la carta; está tiene unas frases de un color más oscuro que las demás y cada que las leía menos sentido tenían, hace un rato que anoté esas frases y comencé a reacomodar las letras para ver si lograba descifrar algo, pero lo único que logre fue tener nuevas frases sin sentido alguno, volví intentarlo, pero el resultado fue lo mismo que con la primera.

En conclusión. Nada, no tengo absolutamente nada.

Mis ojos se empezaron a cerrar y la verdad necesitaba descansar un poco la vista antes de seguir con la investigación.

- Es muy difícil mamá- dije con una voz aguda a causa de mi corta edad.

- No es difícil cariño, solo que tú lo ves así- paso su mano por mi cabello.

- Tengo ocho años y es difícil para mi edad- dije cruzándome de brazos.

-Corazón, si no lo puedes resolver de una forma busca otra- me quedé mirando la hoja con palabras anotadas, observando con cuidado se podían leer unas palabras al revés.

Me levanté rápido del suelo agarrando la hoja y me dirigí a un espejo, al poner la hoja frente al espejo se podía leer la frase, efectivamente las palabras estaban al revés.

-¡Lo logré¡- chille emocionada.

-Así se hace cariño, te dije que no era difícil.

Me levanté de golpe por el recuerdo que llegó a mi mente, mi corazón acelerado y mi vista estaba un poco borrosa por las lágrimas, aunque ninguna caía todas están retenidas en mis ojos. Tanto tiempo sin ver a mamá en un sueño y escuchar su voz.

Cuando me logré tranquilizar me levanté con cuidado de la cama y agarré la hoja donde anoté las frases. Me pare frente al espejo de la peinadora y puse la carta frente a mí.

Estoy bien. Así que no te preocupes Hatria, las cosas se complicaron un poco al principio, pero ya lo solucionamos. Seguiremos en contacto.

Está carta tarde en mandarla por eso tiene dos mensajes. Mi hermano murió ya no estoy en peligro, pero voy a seguir con el anonimato y lo otro es que Leah se casó y voy hacer abuela, su esposo la ama y eso me hace feliz. Por eso no voy a decir nada, quiero que mis nietos se críen sin ninguna presión en sus hombros.

Y me volví a casar con el padre de Leah. Después te voy enviar una foto en la siguiente carta para que veas a los nuevos integrantes de la familia.

Te quiero, espero y nos volvamos a ver.

Tengo que conseguir la otra carta junto a la foto; si consigo esa foto va hacer un poco más fácil saber sobre la familia de Mina, este misterio lo voy a resolver sí o sí. También puede ser que hayan eliminado esa foto para que no descubrieran nada, todo es posible

Unos pequeños golpes se escucharon en la puerta, tape un poco los libros y oculte la carta, me acerqué y abrí con cuidado la puerta.

-¿Qué haces aquí?.

-Vine a visitarte.

-¿A las tres de la mañana?- levanto una ceja.

-Me atrapaste, estaba en la cocina buscando agua y vi un poco de luz así que me acerqué- suspiro, ahora que lo veo bien lleva un pijama, una camisa negra y un pantalón gris.

- Y justamente pasaste por este pasillo.

- Es un camino más corto hasta mi habitación- lo mire confundida- hay un pasadizo y es más rápido que estar dando vueltas y vueltas.

- Eso tiene algo de sentido.

- Ven conmigo.

-¿Por qué debería?

- Porque vas a ver algo espectacular y está vez no me refiero a mí, aunque si me quieres ver no tengo problema- me guiño un ojo.

-Vamos- agarre un suéter y salí del cuarto cerrado la puerta.

Él tomo mi mano y comenzó a caminar más rápido, obligándome acelerar mi paso.

- ¿A dónde vamos? Pregunté mientras lo veía presionar una parte de la pared para que esta se abriera.

-Ya estamos cerca- el entro y yo me obligue a seguirlo ya que él todavía me tiene la mano agarrada, poco después de pasar la pared se cerró. Dimos demasiadas vueltas hasta que por fin lo vi tocar otra pared y está se abrió.

Al acostumbrarme a la oscuridad vi que estamos en el jardín y hay muchos perros caminando por todos lados.

- Cuidan y advierten cualquier cosa extraña- él se agachó y llamo a un perro.

El perro es mestizo, color blanco con marrón, toda una cosa adorable. Me agache y con cuidado lo acaricie, se asustó un poco pero después se dejó.

- Le agradas, Apolo es algo temeroso con las personas- dijo mientras seguía acariciando a Apolo.

- Es muy lindo.

- Si, ven te voy a mostrar otra cosa- él se levantó y empezó a caminar, yo lo seguí. Nos acercamos a unas puertas y Thiago las abrió mostrando un establo.

Que podía decir, el niño vive en un puto castillo. No me extrañaría que tuviera un tanque de tiburones.

- Y el es Hades- señalo a un caballo negro con una parte del pelaje blanco a un costado, es hermoso.

- Ya veo que te gusta la mitología griega.

- Si, me gusta.

Mientras hablaba de quien sabe que, me acerque con cuidado a Hades y lentamente baje mi mano para acariciarlo.

Hades en respuesta me dio con su hocico en mi cara.

- Eres hermoso Hades- susurré y él se empezó a mover feliz como si me entendiera.

- Pensé que nunca viviría para ver esto- sentí a Thiago acercarse y su pecho choco con mi espalda, paso un brazo alrededor de mi cintura, apreté mis labios para contener mi sonrisa- Antes de que Hades estuviera conmigo su antiguo dueño lo maltrataba, así que no se deja tocar por alguien aparte de mí, pero veo que tú eres la excepción, al igual que con Apolo.

-Los dos son preciosos.

-¿Sabes montar a caballo?- negué- bien uno de estos días te enseñaré, así también saco a Hades ya que lleva días sin salir del establo.

-Gracias- sin saber por qué lo hice, le di un beso en su mejilla.

- Voy a mostrarte una última cosa- se puso a mi lado y sin soltar su agarré en mi cintura salimos de ahí.

Llegamos a mitad del jardín, Thiago se ubicó detrás de mí obligándome a pegar mi espalda a su pecho y sus brazos me rodearon, para comodidad acomode mis brazos encima de los de él, también dejé caer mi cabeza apoyándola en la curva de su cuello y su hombro.

Pasado los minutos la oscuridad se empezó a ocultar dando paso a la claridad.

El amanecer más hermoso que pudiera ver; siempre me levantaba temprano pero nunca veía los amaneceres. El sol empezó a salir haciendo un hermoso contraste con la oscuridad que quedaba, el cielo se veía magico.

-Esto es perfecto.

-Sé que sonara algo cliché, pero en estos momentos no se me ocurre nada para decir cuando te tengo entre mis brazos- se acercó más y sentí su aliento chocando con mi oreja- aquí la perfecta eres tú, mi amor.

- Si, es algo cliché- sonreí y levanté un poco la mirada para verlo- pero me gustó mucho que lo dijeras.

Me dio un beso en la mejilla y poco después apoyo su mentón en mi cabeza, me sentí a gusto con él. De un momento a otro me hizo dar un giro y quedé frente a él sus manos seguían en mi cintura y las mis por inercia rodearon su cuello, poco a poco empezó a balancearse de un lado a otro y yo lo seguí. Empezamos a bailar con una música imaginaria, aunque la verdad eso no importaba; solo éramos el y yo sin nada que nos interrumpa, sin nada que nos impida ser nosotros.

Los dos habíamos bajados nuestras barreras, aunque lleváramos poco tiempo de conocernos.

Él no era ningún mimado cómo lo hacían ver, es todo lo opuesto y eso me gusta de él.

Aunque tenga un ego algo elevado.

Me hizo girar lo que ocasionara que riera, tiro de mi mano y me volví acercar a él quedando muy pegados, mire sus ojos azules y después baje la mirada a sus apetecibles labios, nuestra separación era escasa. Aproveche eso y me eleve de puntas, nuestros labios rozándose y cuando pensé que se iba a separar, Thiago subió una de sus manos a mi mejilla acariciándola con delicadeza.

-No lo soporto más- susurro y junto nuestros labios, él me estaba besando.

Tal vez me arrepiento o tal vez no, eso lo descubriré después.

Cerré mis ojos y le seguí el beso, nuestros labios se movieron en sincronía, sus labios se sienten tan suaves entre los míos. El beso es demandante, pero a la vez delicado, mis manos se colaron entre su suave cabello negro y él apretó su agarre en mi cintura, prenso suave entre sus dientes mi labio inferior, lo estiro un poco y después siguió besándome. Nos separamos y vi sus labios hinchados, sentí los míos palpitar y estoy segura de que están igual de hinchados, nuestras respiraciones están agitadas y mi corazón late muy rápido.

Una sonrisa se escapó de mis labios y Thiago me la devolvió, dejo otro beso sobre mis labios, fue más corto que el anterior. Así estuvimos un tiempo hasta que Thiago empezó a robarme besos que yo estaba encantada de corresponder.

Besar a Thiago y el amanecer terminando de salir, fue la combinación perfecta para mí.

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