capítulo 10

-Me veo ridícula- dije mientras me observaba en el espejo, el vestido es demasiado grande dudo que pase por la puerta, el corset está muy apretado y demasiados adornos que son muy extravagantes, lo único bonito es el color, que es un morado oscuro.

-Te ves genial- dijeron las chicas.

- Parezco un pastel andante- dije, Trevor y Dakota se rieron de mi situación.

-Te ves espectacular- dijo Desa.

-¿Se lo dicen ustedes o se lo digo yo?- pregunte en voz alta en su dirección, cómo nadie respondió seguí hablando- Desa, cariño, tú y Kaía hacen un trabajo magnífico, pero este no es mi estilo y no me gusta que sea todo tan llamativo.

-Sabemos que no eres así y que ese no es tu estilo, pero son normas que todos tenemos que acatar, incluyéndote- dijo Kaia, todos asintieron de acuerdo y yo lo único que hice fue suspirar resignada.

-Vamos pelirroja, tengo que llevarte a dónde los reyes para que vean tu vestuario y lo aprueben- dijo Trevor mientras extendía su mano hacia mí, la tomé y baja de dónde estaba parada. Caminamos hasta salir de la habitación nos despedimos de las demás con un gesto y seguimos nuestro camino.

Lo bueno es que el vestido si paso por la puerta, un poco más grande y no pasa.

No quiero ir ni a la presentación ni al baile que hay después. Estoy frustrada y cansada, llevo más de dos días sin poder dormir bien y está este evento que me tiene los pelos de punta, no me gusta estos eventos y menos si yo no voy a ser espectadora, lo mío no es dar una sonrisa fingida, fingir que tengo una vida perfecta- cuando no es así- y decir palabras vacías a una cámara solo para que las personas me apoyen.

Toda una estupidez.

-No te preocupes todo va estar bien- dijo Trevor y asentí en su dirección, me estoy intentando convencer de eso. Las puertas se abrieron y está vez entre con Trevor a mi lado.

Si decía que mi vestido era exageradamente extravagante, estaba equivocada completamente. Mi vestido era sencillo comparado al de las demás, todos con colores llamativos, joyas excesivas y muchos adornos más, juro que vi hasta plumas.

-Camina- susurro Trevor, lo seguí con la cabeza en alto y sin ninguna expresión en mi rostro, todas las chicas voltearon en mi dirección todas me miraron con odio, excepto por Gwen y Katrina que me dieron una sonrisa de boca cerrada. Las dos lucían espectacular, Gwen con un vestido color coral ceñido en la parte de arriba, la parte de abajo larga pero no tan pomposo como el que tengo puesto, su cabello suelto adornado por una corona y Katrina con un vestido color azul marino, es un poco más extravagante que el Gwen pero no es exagerado, su cabello recogido en un moño bajo y algunas mechones de cabellos sueltos, al igual que su hermana con una corona sobre su cabeza. Los reyes estaban muy pulcros, la reina lucía un vestido dorado ceñido a todo su cuerpo y su cabello negro suelto y en su cabeza portando su corona, el rey con un traje negro con unos detalles en azul claro y en su cabeza su corona y por último Thiago con un traje negro ajustado perfectamente a su cuerpo y su corona en su cabeza, sin ninguna emoción en su rostro. Volteó la cara y sus ojos se fijaron en mí, yo no aparte la vista. Trevor me dio un pequeño jalón camine unos pocos pasos hasta que quede al lado de Maya, estamos formadas por nuestro rango, quité la mirada de Thiago y por un pequeño momento vi una pequeña sonrisa en su rostro casi imperceptible.

Bien ya la falta de sueño está haciendo que alucine cosas.

- Se ven radiantes señoritas-dijo la reina- solo les falta un toque- ella se acercó y en ese momento llegaron cinco chicas que se pararon frente a nosotras y ellas tienen unas cajas en mano. Las abrieron y pude observar su contenido, todas las demás soltaron chillidos emocionadas al ver unas tiaras.

La reina se acercó y empezó a poner las tiaras en la cabeza de cada una, cuando tenía la tiara puesta sonreían a más no poder y le daban un pequeño abrazo a la reina, cuando veían que seguí de largo se ponían a presumir que tiara era más elaborada. Al terminar de ponerle la tiara a Maya se acercó a mí, dio la vuelta y agarró la tiara con la delicadeza que la caracteriza, se dio otra vuelta está vez quedando frente a mi e hizo el movimiento de ponerme la tiara pero yo retrocedí evitando que ese proceso se completará.

- No, no quiero la tiara, sin ofender- dije en su dirección, todos se quedaron callados y dejaron de hacer lo que sea que estuvieran haciendo para prestarnos atención.

-¿Por qué no la quieres?- pregunto Calista con una voz suave y calmada, y en sus ojos se podía ver la curiosidad por saber la respuesta.

-Porque no me interesa tener esa tiara, ni portar cosas extravagantes para fingir algo que no soy y una estúpida corona no define quien es quien- dije todos me miraron sorprendidos por mis palabras, de parte de las chicas escuché pequeños susurros y si no me equivoco seguro hablan mal de mí.

-Muy sorprendente señorita Kolette, pero tiene que usar la tiara es parte de las normas- dijo Marcus con una mínima sonrisa casi imperceptible

-No y usted no me puede obligar a usar algo que no quiero, será el rey, pero no la voy a usar- dije y el asintió de acuerdo.

¿Y a este que mosco le pico? Será que está fingiendo para después matarme por no cumplir sus órdenes, porque sé que ganas no le faltan... Suficiente ya estoy alucinando cosas demás y tengo un terrible dolor de cabeza.

Algunos miraron sorprendidos porque se sabe que el rey no acepta un no como respuesta a la primera sino tiene una razón válida, él dio una mirada que hizo que todos volvieron hacer lo que estaban haciendo dejando en el olvido lo que pasó hace menos de cinco minutos.

-Señoritas en pocos minutos empezara el evento, van a caminar por dónde están las personas para que así las vean más de cerca, nadie en el público va a saber de dónde provienen hasta que las presentemos y van a tener seguridad para que nada les pase- hablo el rey y todos prestaron atención a sus palabras-¿Entendido?- pregunto y todas asentimos.

Pasado unos minutos llegó un señor avisando que ya era hora de empezar el evento, toda la familia real salió del salón para dirigirse a la tarima dónde siempre hacen aparición para cualquier evento que se presente.

-Te saliste con la tuya- dijo Trevor mientras nos dirigimos a la puerta de dónde vamos a salir, yo sonreí en su dirección-Suerte- me ayudó a ubicarme, íbamos en una fila, al yo ser de Mina soy la última.

-Gracias

Él se fue para poder estar pendiente junto a los demás guardias, íbamos a tener un guardia al frente para guiarnos y los demás van a estar por dónde vamos a pasar para asegurarse de que nadie se acercará.

La puerta se abrió y con eso la luz solar entro, los aplausos se empezaron hacerse presentes y en el momento que mi vista se acostumbró a la luz pude apreciar a todas las personas que nos rodean, todas empezaron a caminar, algunas de las chicas las vi sacando las manos y saludando, yo me mantenía neutral a veces daba una sonrisa de boca cerrada. Empecé a escuchar unos gritos de unas niñas, no le hice mucho caso porque pensé que mi mente me estaba dando otra mala jugada por el cansancio, además están los gritos de emoción y aplausos de las personas, pero una vez más volví a escuchar los mismos gritos y está vez me puse a observar con atención para encontrar de dónde provenían, hasta que lo logre encontrar, me acerqué y vi que era un guardia discutiendo con una señora que tenía dos niñas, a una de las niñas la vi con una ropa de marca y la otra tenía una ropa más desgastada si lo miraba con detalle se podían ver algunos pequeños rotos y la señora tenía una ropa algo desgastada al igual que la segunda niña.

-¿Qué es lo que está sucediendo?- pregunte interrumpiendo al guardia.

-Eso no es asunto suyo- dijo él.

-Si es asunto mío, así que quiero saber qué es lo que sucede- volví a decir.

-Señorita sucede que las niñas quieren acercarse un poco más para verlas, claro sin sobrepasar los límites y el señor no nos deja pasar a mi hija y a mí solo por no ser de la clase alta y no puedo dejar Cara- señalo a la niña de ropa de marca- porqué soy su niñera.

-Deje pasar a las tres- dije con un tono de voz fuerte, algunas de las personas cercanas empezaron a prestar atención al problema.

-No y será mejor que te marches de aquí

-¿Y si no me voy que vas hacer?- pregunté retándolo y en ese momento levanto la mano para pegarme, yo no baje la mirada ni nada y ya estaba lista para defenderme.

La señora le sujetó la mano al guardia cuando ya la tenía arriba-déjela ella no tiene nada que ver en esto.

-Bien entonces todas las consecuencias serán para usted-dijo volteándose así dándome la espalda, en su descuido le quité las esposas y su arma sin que se diera cuenta, las niñas lo vieron y les hice una seña de que no dijeran nada y ellas asintieron- señora va ir presa- él empezó a buscar los esposas por todos lados.

-¿Buscas esto?- dije sosteniendo las esposas en mi mano derecha, él empezó a buscar su arma- ¿Y creo que también buscas esto?- mostré mi mano izquierda que sostiene el arma.

-Devuelve eso niña

-Las cosas no son tan fáciles, primero quiero que le pida disculpas a la señora y las dejé pasar, segundo que dejes de comportarte como un completo patán y si me entero que te vuelves a comportar así con la señora o con alguna otra persona de clase baja me aseguraré de que tú rostro quede irreconocible-dije con un tono de voz frío, me acerqué y lo sujete por la camisa del uniforme- ¿Entendido?

-Si se... señorita- tartamudeo y yo lo solté de la camisa.

-Qué bueno que nos entendimos- mire a la señora y las dos niñas- ya pueden pasar y estar tranquilas.

-Muchas gracias señorita...

-Kolette.

- Un gusto en conocerla, yo soy Rita y ella Clara- dijo señalando a su hija.

-Gracias Kolette- dijeron las dos niñas y se acercaron a mí, me agache todo lo que me permite el vestido y ellas me abrazaron.

-Bien niñas es momento de que me vaya, pero fue un gusto conocer a las tres, tal vez nos volvamos a ver- dije separándome de las niñas y levantándome, ellas asintieron.

Empecé a caminar alejándome de ellas, a unos metros me volteo y me despido con la mano ellas me sonríen y devuelven el gesto de la mano. Seguí caminando hasta llegar donde estaban las demás.

-¿No te puedes quedar quieta por un momento y sin meterte en problemas?- pregunto Trevor cuando llegó a mi lado; cada guardia que fue asignado a las concursantes tienen que acompañarnos a la tarima y después nos van a llevar a dirigir a dónde va hacer el baile.

-No puedo, además no iba a dejar que ese idiota se saliera con la suya- dije y el negó con una sonrisa.

Seguimos caminando en silencio hasta llegar a la parte de atrás de la tarima, el rey al ver que llegamos él sale y su familia lo sigue, al salir la familia real, todas las personas hicieron una reverencia y después empezaron aplaudir y gritar. Él empezó con un discurso y después le siguió Thiago para hablar.

-En unos minutos van a salir- me susurro Trevor.

-¿Qué es exactamente lo que tengo que hacer?- pregunté.

- Las van a presentar, salen para que las vean y sonríen y todo eso.

- Y para terminar le vamos a presentar a las concursantes elegidas para ganar la corona-dijo el rey- empecemos con Danielle Meyer representando a Viena- ella salió y se escucharon aplausos y algunos gritos, la escuche decir algo pero no lo entendí por todo el alboroto- la otra concursante es Tessa Jáckson representando a Castilla- Tessa salió e igual se escucharon los aplausos y gritos, ella dijo un "gracias" o eso entendí- sigue Amalia Laurie representando a Cristal- salió con una gigantesca sonrisa mostrando sus dientes, lo mismo que antes se empezaron a escuchar gritos y aplausos, ella no dijo nada o puede que sí y no lo escuché, solo vi un poco y la pude ver saludando- la siguiente Maya Jobs representando a Coral-dijo y ella salió con una enorme sonrisa, al estar más cerca la pude ver saludando y dijo que quería a todos y esperaba ser su reina.

Tal vez eso fue lo que dijo Danielle y ellas dijeron lo mismo cambiando algunas palabras, todas ellas quieren ser elegidas por el príncipe y se la pasan de perritos falderos detrás de Danielle.

- Y para finalizar Kolette Montrose representando a Mina- dijo y entes de salir cerré los ojos y suspiré para calmarme, abrí los ojos y empecé a salir para que las personas me conozcan.

Salí sin ninguna expresión en mi rostro y me acerqué más hasta llegar al centro, pude apreciar unas pantallas dónde nos veíamos y otras dónde se ve a las personas de las otras ciudades. Todas las personas se quedaron calladas, no se escuchaba ni un grito y ni un aplauso.

¡Magnífico! Simplemente hermoso, no les agrade y me van a quemar viva, y ni siquiera pude besar a Thiago.

No, no, no, no... realmente estoy mal como puedo pensar eso, tengo que dejar de leer tanto e intentar dormir más...aunque no puedo estar sin leer los maravilloso libros que encontré en la habitación, así que eso no lo voy a cumplir.

Pero realmente necesito descansar para que mi mente no ande imaginando cosas que no van a pasar ni nunca pasarán

-Nunca digas nunca- llegaron a mí las palabras que dijeron las hermanas.

Sacudí la cabeza despegando mi mente de ese pensamiento. Me fijé mejor en las personas y vi a la mayoría hacer una reverencia y algunos aplaudieron, di una pequeña sonrisa.

¿Qué está pasando aquí?

Me volteo a dónde están los demás y por sus rostros supuse que se estaban preguntando lo mismo que yo. Me despedí con una sonrisa y un movimiento de cabeza y me dirigí a mi posición, si las miradas matarán yo estaría más que muerta desde que llegué al castillo; el rey se despidió al igual que su familia y después las chicas arreglando sus vestidos para lucirlos otra vez, se despidieron dando enormes sonrisas y lanzando besos, salí dando una media sonrisa.

Al ya no estar frente al público solté el aire que tenía retenido, y empecé a masajear mis sienes.

Mi dolor de cabeza está más fuerte que antes y sé que no me voy a ir de una vez porque me van a interrogar sobre lo que acabo de pasar.

-¿Qué fue lo que acaba de pasar?- pregunto el rey quitando la sonrisa que tenía.

-No sé qué fue lo que pasó.

-Quiero una respuesta, porque lo que acaba de pasar no es normal.

Ellos seguían hablando y hablando, las chicas como siempre insultándome y quejándose de que me hicieran una reverencia a mí, la familia excepto por Thiago estaban preguntándose qué fue lo que pasó, intenté buscar a Trevor o a alguien conocido con la mirada, pero no encontré a nadie.

-¡SE PUEDEN CALLAR DE UNA BUENA VEZ!- grite y con eso se callaron- No tengo ni la más remota idea que fue lo que pasó, así que no tengo la puta respuesta a sus preguntas.

-Yo creo saber la respuesta- dijo Thiago después de un largo silencio.

-¿Cuál es?- preguntaron sus hermanas curiosas.

-Lo que pasó es que la pelirroja aquí presente se enfrentó a un guardia para defender a una señora y dos niñas- dijo y les pasó su teléfono a sus padres y todos se acercaron para observar.

Al parecer las personas que vieron eso lo grabaron y lo subieron.

-¿No puedes estar un día tranquila?, tal vez sin amenazar a las personas- pregunto Thiago llegando a mi lado.

-No, no puedo. Además, el imbécil se merecía la amenaza- dije mirándolo- no le di un golpe porque se quedó quieto y no siguió con la estupidez.

-No cambias- sonrió, nos quedamos un rato en silencio- por cierto, te ves hermosa.

-Gracias. Pero parezco un pastel andante- el por qué estoy sonrojada no lo sé, esto nunca me había pasado.

-Tal vez, te falta una vela y listo tienes tu atuendo de pastel listo- reí a más no poder, por fin alguien que me sigue el juego.

-Tú no te quedas atrás, pareces un soldado de juguete- él se llevó la mano a la frente como un militar, yo seguí riendo y él se unió.

-Estas loca

Antes de que yo pudiera hablar llegaron Danielle y Maya pavoneándose frente a él.

-¿Vas a bailar conmigo príncipe?- dijo Maya mientras enrollaba un mechón de cabello entre sus dedos. Danielle la miro con odio.

-¿Y conmigo, verdad?- dijo Danielle con una voz muy melosa.

Le di unos golpes en la espalda a Thiago como deseándole suerte.

-¿Qué haces con ella? No creo que sea tan interesante- dijo Tessa llegando intentando lucir coqueta, intentando es la palabra clave, parece un gusano que se está retorciendo. Las demás asintieron de acuerdo.

- ¿Quién de nosotras cuatros va hacer tu pareja formal para el baile?-Pregunto Amalia señalándose a ella y a sus amigas.

Si no las matan sus corset súper apretados se van a matar entre ellas mismas para poder obtener al príncipe y a la corona.

Yo me fui lentamente dejando a el pobre chico rodeado de hienas, pero se lo merece un poco, me dijo loca el idiota.

Aunque si lo estoy, pero no es mucho solo un poco.

-Después del baile tengo que hablar con usted señorita Montrose- yo solo asentí a lo que dijo el rey, la verdad ahora no estoy de humor para llevarle la contraria, si no me sintiera tan cansada sería otra historia.

Después de un largo tiempo por fin nos vamos a ir de aquí; todos se pusieron a conversar y llegaban más amigos de ellos. Yo me alejé y me senté en el piso, los tacones me estaban matando, Thiago se paró frente a mí y me ayudó a levantarme.

Después de no sé cuántas despedidas por fin nos dirigimos al castillo, yo llevo mi brazo enganchado con el de Trevor y así cada chica con su guardaespaldas, Thiago lleva a sus hermanas una por cada lado y la reina va de la mano de su esposo. El rey se podrá mostrar frío y todo, pero cuando mira a su esposa se puede ver su mirada de amor hacia ella y viceversa, los dos están completamente enamorados uno del otro.

Tal vez en un futuro lejano o en otra vida consiga un amor como el de ellos. Pero por los momentos me tengo que concentrar en mi familia.

Después de un tiempo llegamos al castillo, en el momento en el que llegamos al salón donde nos presentaron a Thiago me quite los tacones, ya no los aguanto. Me agaché y los recogí con las manos, seguí caminando con la diferencia de que está vez voy descalza. Llegue a la habitación y lanza los tacones, y después me tire en la cama, no me importa tener todavía puesto el vestido en éstos momentos solo quiero dormir un rato.

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-Kolette despierta, tenemos que arreglarte y queda poco tiempo- dijo una voz a mi lado, empecé abrir los ojos poco a poco debido a la luz, cuando mi vista se acostumbró pude ver a Desa y Kaía paradas al lado de la cama.

-No quiero ir- dije y tapé mi rostro con la almohada.

Ellas no dijeron nada, tal vez estén haciendo otra cosa. Cuando estaba a punto de volverme a dormir sentí que tiraron de mis abrazos haciendo que me levante de golpe de la cama.

-Sin quejas, tenemos que arreglarte para el baile- dijo Kaia, mientras sentía que pasaba un paño mojado sobre mi cara, tenía los ojos más cerrados que abiertos- ya estás desmaquillada, ahora date un baño.

Me fui al baño sin decir nada, me quite toda la ropa y me metí debajo de la ducha y cuando el agua hizo contacto con mi piel abrí los ojos de golpe por lo fría que está el agua, pasado unos minutos me acostumbre a la temperatura del agua. Termine de bañarme, me seque el cuerpo y me puse la ropa interior, salí del baño y en el momento en el que las chicas me vieron me obligaron a sentarme frente a la peinadora para arreglarme.

Cuando terminaron me observe en el espejo, mi cabello caía en ondas, el maquillaje está vez en un poco más recargado, llevo unas sombras oscuras con un poco de blanco en el lagrimal resaltando mis ojos y en mis labios un color vino.

Me ayudaron a ponerme el vestido y los tacones; el vestido de color vino con pedrería en la parte del corset y un poco al final de la falda. Entre tantos colores oscuros mi cabello resalta mucho. Me despedí de las chicas y salí de la habitación para dirigirme a dónde va hacer el baile.

Después de que las chicas me arreglaran y regañaran- por no quitarme ni el maquillaje ni el vestido- les pregunté cuanto había dormido y ellas me dijeron que no fue mucho lo que dormí, pensé que había dormido más debido a mi falta de sueño, lo bueno es que se fue el dolor de cabeza.

Trevor me tenía que buscar y traer, pero como quiere que no me pierda más hace que vaya sola a los lugares y me espera ahí.

-Por primera vez llegas puntual, esto es un milagro- dijo Trevor en cuanto llegué a su lado, empecé a mirar a mis alrededores y los únicos en el pasillo somos nosotros dos.

-¿Y las demás?

-Ellas ya entraron, cada una entra diez minutos después de que entre la otra para que así tengan su momento estelar- dijo mirándome- y tú eres la última así que disfruta todas las miradas puestas sobre ti.

-No pues, gracias por el apoyo- dije con sarcasmo.

-De nada- dijo con una sonrisa juguetona en los labios, yo rodé lo ojos.

Él me dio un leve empujón para que quedara frente a las puertas, lo escuché decir algo, pero no entendí muy bien que fue lo que dijo, pero lo que sea que dijo hizo que las puertas se empezaran abrir. Lo mire y en su rostro tienen una sonrisa mostrando sus blancos dientes.

La madre que lo pario, lo quiero matar.

No sé lo que me espera en este baile y en este preciso momento tampoco quiero saber, solo quiero irme de aquí.

Lo que pido es que mi paciencia no se vaya por la borda por culpa de algunas personas y que este baile pasa rápido sin ningún drama incensario.

La verdad con la suerte que tengo dudo que eso se cumpla.

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