➢ 029
—¿A dónde me llevas?
—Cállate y sígueme.
Jimin caminaba con una linterna en mano, y detrás de él, Jungkook seguía sus pasos. A pesar de la tranquilidad del bosque, el corazón de Jimin latía con fuerza, mientras avanzaba entre los senderos iluminados, una película de recuerdos de las últimas semanas junto a Jungkook se desplegaba en su mente. Cada risa compartida, cada gesto amable, y cada momento junto a el se reproducían como escenas de una película que podía ver una y otra vez sin cansarse.
Conocer a Jungkook representaba el segundo momento más feliz de su vida, sabiendo que el primero, estaba a punto de suceder.
Y si, Jungkook es la razón por la que esos momentos son tan especiales.
Finalmente, cuando llegaron al final del camino, Jimin se detuvo sonriendo y se acercó a Jungkook para tomar su mano y guiarlo hacia el suelo haciendo que ambos terminaran recostados y mirándose el uno al otro.
—¿Por qué vinimos aquí? Está completamente oscuro.
—Esto es lo que quería mostrarte.
Jimin, con una sonrisa en los labios, apagó la linterna y en ese momento, la magia sucedió.
De repente, el cielo se iluminó con un resplandor deslumbrante, miles de estrellas brillaban en la oscuridad, creando un espectáculo celestial que dejó a Jungkook sin palabras, las estrellas parecían destellos de diamantes esparcidos por la bóveda celeste, el cielo jamas habia tenido tantas estrellas como ahora.
—Es hermoso, tan especial, verlo me hace querer pasar una vida entera junto a él.
—Sí, es hermoso—respondió, antes de mirar a Jimin. Para su sorpresa, Jimin ya lo estaba observando—Lo dices como si no estuvieras hablando solo de las estrellas—comentó Jungkook, curioso.
—Te amo.
—¿Es una declaración de amor?—preguntó incrédulo.
Jimin asintió con sinceridad—Sí, te amo de una manera que nunca imaginé, si sigo guardándolo en mi pecho, creo que va a explotar, lo de nosotros no se puede expresar con palabras simples, cada estrella que ves, en un te amo que no pude decirte en su momento. Me siento tan jodidamente feliz a tu lado maldito idiota.
Las lágrimas brotaban de los ojos de Jungkook, abrumado por la declaración e incluso pensaba que se trataba de un sueño. Jimin, con una sonrisa cariñosa, se acercó a él, colocándose delicadamente encima, con gentileza, Jimin limpió las lágrimas de Jungkook antes de acercar sus labios en un tierno y corto beso.
—¿Quieres ser mi jodido novio Jeon Jungkook?
—No se trata de ningún sueño, ¿Verdad?, dime que no estoy soñando, dime que es real.
—Si fuera un sueño, te pediria que me cojieras ahora mismo—ambos rieron—¿Vas a responder o tengo que golpearte?
—Conoces mi corazon, te amo bonito.
Con una mirada llena de amor, ambos se acercaron lentamente y se fundieron en un beso bajo el mágico cielo estrellado.
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